En el nevado pueblo de Kamra, una efigie se alza majestuosa en el centro de una pequeña plaza. 

La imagen que proyecta la figura es de un ser majestuoso y vil; un tritón, un anfibio de inmesurable belleza y de oscuro corazón que habita en las azules y frías aguas de ese pueblo maldito, a la espera de que el cuerpo de un joven puro sea arrojado al agua para ser devorado por él, como ya se había vuelto tradición.
¿Pero qué pasará cuando Yoongi, el último de su especie, quiera devorar al humano más puro de Kamra?

Ninguna de sus víctimas debía tener algún rasguño siquiera, pero Jimin tenía una herida, una profunda herida: en el corazón.