Amanecer
- Kirito - ella se separó del beso y lo comenzó a mirar mostrando un poco de molestia en su rostro - yo quiero, no - hizo una pausa para alejarse un poco de él - te exijo que aclares y expliques quién soy yo en tu vida - habló con firmeza mirándolo con seriedad y cuando este estaba por contestarle - no frente a mí, porque yo sé lo que significó en tu vida, sino frente a las demás - rodó los ojos botando aire - porque veo que no les queda claro cuál es mi papel a tu lado, no quiero tener problemas contigo más adelante por este mismo tema - movió para los lados su cabeza - sabes, me es muy incómodo tener que decir o estar aclarando a cada chica que aparezca en tu vida que yo soy tu novia - inflo sus mejillas conteniendo su enojo - tú no dices nada - bajó la mirada - yo quiero que tú también colabores en esta relación.
Kirito la miró decidido - Está bien lo haré - tumbó su cabeza sobre el pecho de Asuna - tienes razón yo no he puesto de mi parte en ese aspecto - tomó su delgada cintura - no tomé en cuenta tus sentimientos, dejare en claro que tú eres mi prometida - levantó la cabeza acariciando el dedo anular de su amada - perdóname - se acercó a sus labios - desde ahora en adelante no tienes por qué preocuparte - rozó sus labios - mi corazón te pertenece Asuna, yo soy tuyo y tú eres mía
- Espero ver resultados pronto - dijo Asuna acercándose un poco a él - porque tú sabes que te amo mucho y no me gustaría que estemos peleados por eso - al ver qué asintió con la cabeza ella le dio un beso en los labios.
Kirito le retiró la pequeña toalla que traía Asuna en su cabeza dejando caer los largos y castaños cabellos todavía mojados, continuando aún con aquel largo beso. Sus manos recorrían los delicados hombros de su amada sin dejar de acariciarlos con sus pulgares apegándola aún más a él trayéndole a su mente aquellos momentos vividos con ella en el otro mundo, cortó el beso que ambos disfrutaban dejando un delgado hilo de saliva que dejaba en evidencia la pasión que desbordaba de sus cuerpos para dedicarle un par de palabras que creía necesarias.
- Te amo - dicho eso se acercó nuevamente para darle un beso que ahora buscaba saciar sus deseos carnales, con sus dedos desató el sencillo nudo que mantenía la toalla cubriendo el buen dotado cuerpo de la gran diosa Stacia reencarnada en Asuna.
Kirito la empujó con delicadeza sobre la cama para posicionarse sobre ella, se alejó nuevamente de aquellos adictos labios para deleitar su vista al observar el desnudo cuerpo de la mujer más hermosa de ambos mundos.
- Que injusto - se quejó Asuna con las mejillas muy sonrojadas viendo los ojos oscuros llenos de lujuria ¿Cuánto tiempo había pasado de tener está clase de intimidad? Se preguntaron - Kirito – susurró, alzó sus brazos y le comenzó a quitar las prendas superiores que lo cubrían mientras saciaba sus deseos en los besos del espadachín...
Las prendas se encontraban tiradas en el piso mientras que aquella pareja se encontraba deleitándose mutuamente con sus caricias, Kirito observó anhelante aquellos grandes valles que sobresalían del cuerpo de su novia - me encantan – le dijo con la voz ronca para hundir su rostro entre ellos, con sus manos los masajeaba ansioso apretando la cima delicadamente con sus uñas, mientras observaba de reojo a su novia para encostrarse con sus ojos aguados debido a la excitación que sentía lo cual ponía más duro a su miembro. Succionaba, apretaba, mordisqueaba y jugaba con los rosados pezones erectos de su novia con el propósito de hacerla gemir, le gustaba hacerla gritar de excitación, le fascinaba hacerla retorcer de placer, posteriormente su mano derecha fue descendiendo recorriendo su abdomen con lentitud hasta llegar a su entrepierna la cual estaba húmeda.
Asuna al sentir los dedos de su novio cerca de su intimidad tragó en seco para mirarlo mordiéndose su labio inferior ansiosa, su respiración se paralizó mientras se disponía a sentir sus caricias sobre su intimidad. La mano de Kirito recorrían sus muslos hasta llegar nuevamente a su intimidad ocasionando que arqueé su espalda ante el estímulo, ese exquisito estímulo que le provocada placer infinito. Sus dedos eran hábiles, se movían provocándole aún más ganas de hacerse uno.
- Te necesito, ya no juegues - le rogó mientras veía como el pecho de su novio empezaba a comprimir el suyo, este recostó su cabeza sobre sus hombros, Asuna sentía como sus labios besaban su clavícula, sentía su respiración sobre su nívea y suave piel, la mano libre del azabache vagaba por sus peligrosas curvas, mientras comenzaba a morderla suavemente para después dejar una pequeña marca rojiza recibiendo una queja por parte de ella.
- Sabes que me gusta jugar así contigo - le susurró al oído comenzando a tocar su intimidad. Los minutos pasaban con rapidez, Asuna comenzaba a elevar su voz al sentir como empezaban a llegar los espasmos de placer - aún no - le dijo mientras retiraba su mano de su parte baja para luego chuparse los dedos.
Su respiración estaba errática, todo por causa suya. Él la miró con una sonrisa ladina, Asuna lo miró desafiante pasó su mano por su torso descendiendo hasta llegar a su miembro que ya estaba casi a su límite, empezó a mover su mano de arriba a abajo aparentándolo con sutileza sintiendo como él se excitaba cada vez más, escuchaba como su respiración se agitaba y como suspiraba pesadamente cuando ella incrementaba la velocidad.
Le gustaba tenerlo así, sólo para ella, le gustaba la idea de que fuera sólo fuese para ella. Kirito levantó su rostro y entonces la miró a los ojos, levantó un poco su cuerpo para besarle. Él continuó con el beso mientras Asuna seguía estimulándolo hasta que se detuvo. Kirito gruñó de frustración cuando ella se detuvo.
- Asu...
- Tú no eres el único que puede jugar ¿verdad? - le sonríe para volverlo a besar con ferocidad.
Kirito lo tomó como una provocación por lo cual continuó besándola con mayor intensidad sus manos palpaban en lo posible toda la anatomía de la diosa mientras que ella comenzaba a gemir y sentía como su cuerpo emanaba una gran cantidad de calor sabía que no era la única que se sentía así, ya que Kirito también lo sentía, sin embargo este de la nada y sin previo aviso entró en ella de un solo golpe, quedando ésta en trance hasta que volvió a entrar en ella otra vez. Entonces reaccionó a lo que su cuerpo estaba recibiendo para acoplarse al ritmo que le brindaba.
Kirito colocó sus manos sobre las caderas de la oji-miel mientras su rostro volvía a hundirse en su cuello, sin dejar de embestirla, entraba y salía de su interior a placer. Ella podía sentir como su dureza se hacía espacio dentro de su cavidad, provocando esas sensaciones tan maravillosas que la estaban llevando al paraíso. Podía sentir como su cuerpo era inundado de placer mientras él la penetraba con fuerza y cuando ella creía que no podía ser mejor, lo fue. Kirito colocó sus 2 piernas para colocarlas sobre sus hombros, empezó a moverse aún más fuerte y más rápido, comenzó un frenesí que no paró hasta llegar al climax del momento. Asuna sintió como este se corría dentro de ella, gimiendo ambos sus nombres.
Segundos después sus respiraciones estaban totalmente agitadas y entonces él se incorporó.
- Anda, date la vuelta - le dijo con tono autoritario mientras intentaba regularizar su respiración.
- ¿Qué? - respondió estupefacta. Pero al ver el rostro decidido de su novio hizo lo que le pidió, se dio la vuelta y en ese momento sintió como sus manos se colocaban sobre sus cadera y levantaban su trasero para él.
- ¿Estás lista? - le preguntó jadeante
- Siempre - le susurró mientras él se acomodaba y entraba nuevamente en ella.
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Delgados rayos del astro rey comenzaban a infiltrarse hacia en interior de la habitación, Kirito observaba en silencio como su amada dormía acurrucada sobre su pecho, este acariciaba con mucho cuidado su espalda desnuda sintiéndose muy agradecido por tener a una mujer tan buena consigo, sus caricias se detuvieron al recordar algo importante que tenía que hacer. Se levantó con mucho cuidado para no despertarla, se puso su vestuario y salió rápido de la habitación.
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- Yo le daré esta información - decía Alice saliendo de la habitación
- Yo iba a decirle - se quejó Ronie - yo le iré a informar sobre esto a Kirito
Esta pequeña disputa duro un par de minutos, ambas fueron a buscar a Kirito por todo el lugar debido a que no se encontraba practicando como hacia todas las mañanas. Estaban frustadas por no encontrarlo ni en su dormitorio, pasaban por el pasillo que llevaba a la habitación de la diosa Stacia y lo vieron entrar en la habitación, ambas se observaron de reojo para posteriormente tener una pequeña lucha para ingresar a la habitación, debido a los empujones que se estaban dando ambas entraron en la habitación estando por los suelos.
- Señor Kirito tengo info... - decía Ronie levantándose, pero sus palabras quedaron en aire al percatarse que él le estaba colocando un anillo en el dedo anular de la diosa Stacia, los miró fijamente y vio que ésta se encontraba envuelta con las sábanas de la cama - disculpen nuestra intromisión - bajó la mirada
- Como no lo encontramos en su habitación... - hablaba Alice sorprendida al entender en la situación en la que se encontraban
Kirito sorprendido por la resiente aparición cubrió el torso de Asuna con su chaqueta quedando con su polera gris - luego me lo informan - dijo sereno - pero ya que están aquí les diré que desde ahora en adelante yo dormiré en esta habitación - se sentó al lado de Asuna - nosotros nos casaremos - tomó su mano para entrelazar sus dedos.
Fin(?
Esta es la actualización más rápida que he realizado, espero que esta historia les haya tanto como a mi 😳💗.
Los quiere
Miss Lemons
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