Pasada la media noche la cocina de la torre fue invadida por el rubio, ya era la quinta vez que se levantaba en medio de su incomprensible ataque de insomnio.

Steve se sirvió un vaso de agua buscando aplacar su mal suponiendo sería a causa de que extrañamente sentía la garganta seca cada vez que lograba conciliar el sueño, justo al momento en que, al cerrar los ojos, la imagen que había visto hace un par de horas en medio de su enfrentamiento con Loki regresaba a su mente. A quien había visto regresaba a su mente.

Subió el vaso hasta sus labios y bebió calmadamente sintiendo el confort del líquido cayendo por su garganta, se tomó su tiempo en terminar la bebida de un solo trago. Cuando abrió los ojos el oir el llamado de su nombre por parte de la aterciopelada voz a su lado le hizo saltar de la impresión, si hubiera tenido aún agua en la boca probablemente la habría escupido.

-Oh ¿Lo asusté, Capitán Rogers? Espero pueda disculparme...- Dijo Loki con lo que aparentaba sinceridad en sus palabras pero la leve sonrisa en sus labios le quitaba credibilidad.

-... No, no hay problema...

La sonrisa de la morena se amplió y caminó rodeando a Steve para acercarse al refrigerador donde sacó un poco de jugo y se sirvió su respectiva porción.

Steve la observaba en silencio como si estuviera embrujado por los estilizados movimientos de la mujer cuya bata de dormir se deslazaba por sus hombros dejando a la vista las tiras de su vestido de seda verde, estaba expectante a algo.

-Sabe, Capitán- Finalmente el silencio fue interrumpido por la hechicera quien aún seguía dandole la espalda al rubio. Steve se tensó nuevamente. -Hay algo que me causa mucha curiosidad...

Loki se dio vuelta dandole la cara a Steve, sus finos dedos palidos sostenían el vaso con delicadeza.

-... Aún con todas las habilidades que poseo hay ciertos trucos míos de los cuales desconozco el impacto...- Con un par de pasos se acercó al soldado sin borrar la sonrisa de sus labios, Rogers intentó mantener la distancia entre ambos pero la esquina del desayunador bloqueó su andar e impidió sus planes, tan solo pudo pasar saliva pesadamente cuando el busto de Loki chocó contra sus bíceps.

-...A veces necesito ayuda de otros para perfeccionar mis hechizos aunque Thor siempre encubre mis travesuras diciendo que son bromas.- La sonrisa en los sonrosados labios aumentó dejando ver sus aperlados dientes al momento en que mencionó el nombre del Dios.

- Mi favorito siempre ha sido mi hechizo de transformación por si no lo ha notado- Sonrió con ironía señalandose a si misma con la mirada. -¿Sabe el por qué de eso?

Steve tardó un par de segundos en procesar el que Loki esperaba una respuesta de su parte, dudoso negó con la cabeza a lo que ella dejó salir una leve risa.

-Es una simple respuesta: El engaño.- Respondió con una mal oculta obviedad.

-Puedo hacer que los demás vean lo que yo quiero o...- Sus ojos bajaron repasando la figura de Steve, como analizandolo de pies a cabeza hasta regresar la mirada hasta su azulada vista. - ...Puedo hacer que los demás vean lo que ellos quieran...- Guardó silencio unos torturosos segundos antes de seguir.

- Hay un nuevo truco que he estado perfeccionando...- Continuó su explicación elevando levemente la voz con emoción causando un leve saltito de sorpresa por parte del rubio. -...Pero hay un pequeño problema... yo no soy quien puede verlo.- Volvió a bajar la mirada haciendo una mal fingida expresión de aflicción.

-Los ojos del corazón...- Susurró mientras su mano libre caía sobre el pecho del capitán con la filosa uña de su dedo índice apuntando junto donde su corazón estaba. -¿Me ayudaría a comprobar si lo he perfeccionado? Después de todo ya lo vio durante nuestro agradable enfrentamiento...

Steve no tuvo tiempo a negarse o aceptar, tan solo abrió los ojos cuando escuchó aquello último y su pulso se disparó nuevamente. Sin previo aviso una estela dorada cubrió el cuerpo de la morena y, para los ojos azules, su figura cambió logrando que la sangre que su corazón bombeaba a toda prisa subiera hasta su rostro.

Las alargadas pestañas se abrieron para subir la mirada hasta el angulado rostro de Rogers pero esta vez su color esmeralda fue remplazado por un intenso tono chocolate.

La fina figura envuelta en seda verde cambió por completo mientras los leves destellos de magia la recorrian dandole paso a la masculina anatomía que vestía la ya clásica ropa deportiva que caracterizaba a Tony Stark.

-¿Steve?- La aterciopelada voz seductora fue reemplazada por la inconfundible del genio pero irónicamente aquel tono parecía encantar más al rubio que cualquier otro. -¿Me lo dirás?

-¿Q-qué cosa?...- Preguntó con nerviosismo hablando por primera vez en todo ese largo periodo de tiempo. La imagen de Tony soltó una suave risilla irónica que logró hacer que el rubio perdiera levemente el aire al sentirlo tan genuino como el propio Stark lo habría hecho.

Dejó su vaso medio vacío en el mesón a su lado y justo cuando Steve juró ver un brillo travieso en los hermosos ojos marrones sintió unos brazos rodeando su cuello acortando la ya poca distancia entre ambos hasta ser casi inexistente. Todo eso sin despegar la mirada de la abrumada de Steve.

-¿Qué ves?...- Preguntó en un sensual susurro que esta vez pareció cumplir su proposito pues el sonido de la mano del soldado apretando fuertemente el borde del desayunador se podía distinguir claramente.

En un peligroso movimiento el castaño acercó más el rostro ajeno a tal punto de quedar a escasos centímetros de distancia uno del otro. -... Di mi nombre, Steve...

Por un momento juraría que las piernas le estaban fallando cuando sintió la respiración ajena tan cerca de su cara, sintió que perdería el equilibrio si no se sujetaba de algo, en una mala jugada de su propio cuerpo ese algo terminó siendo la cadera de Tony. Al sentir la tibia piel contra sus dedos cuando estos se colaron bajo la camisa de Stark un leve jadeo salió se sus labios. -...Tony...- Susurró casi agónico al sentir como respirar se le hacía extrañamente mas difícil.

Quien sabe que habría hecho si en ese momento sus pensamientos no hubieran sido devueltos a la realidad cuando escuchó el sonido de una taza haciéndose pedazos al impactar contra el suelo.

Ambos voltearon a la puerta de la habitación donde estaba el castaño con la boca abierta y la mirada llena de impacto. Era Tony, el de verdad.

-Ups...- Dijo despreocupadamente quien reposaba entre los trabajados brazos del héroe americano.

En un momento a otro las manos de Steve terminaron delineando la nada cuando el cuerpo ajeno desapareció de su lado y reapareció junto a Stark volviendo a su forma de la morena y habilidosa hechicera.

-Creo que mejor los dejo solos- Le sonrió brillante al genio -Yo si fuera tú lo escucharía, Stark, se ve que él ha esperado mucho y no se si sea un hombre paciente...- Murmuró cerca de su oido antes de dejar un par de palmaditas en el hombro del castaño para luego salir de ahí conteneando las caderas y repasando con el índice el borde del vaso que reapareció en su mano.

***

Entró a su habitación y, dejando el vaso ahora vacio en la mesita de noche, se recostó en la cama, cuando buscó acurrucarse entre las sábanas sintió su cadera ser apresada fuertemente antes de ser contenida contra el colchón teniendo el fuerte cuerpo de su esposo sobre el propio.

Una lánguida sonrisa se dibujó en su rostro cuando sintió la nariz de Thor repasar la longitud de su cuello aspirando profundamente. -¿Interrumpí tu sueño, mi amor?- Preguntó profundamente antes de que el chasquido de un beso contra su piel le sacara un suspiro.

-Interrumpes mis pensamientos al provocarme preocupación- Respondió profundamente logrando que su rugosa voz sonara como un gruñido.

-Querido, ya no somos unos muchachitos inconscientes como para que me celes a estas alturas de nuestra vida- Dijo mientras subía su mano hasta la nuca del nórdico acariciando los finos cabellos dorados.

Thor alzó la cabeza y solo así logró ver como sus ojos azulados parecían estar encendidos y más brillantes que nunca, Loki lamió sus labios sutilmente sin borrar la sonrisa de su rostro.

-Sabes mejor que nadie que no es eso a lo que me refiero...- Murmuró gravemente a la vez que acunaba el rostro de la hechicera con su amplia mano sonriendo disimuladamente al notar como el rostro de Loki siempre encajaba perfectamente y reposaba con amor sobre su mano. -...Lo que me preocupa es cuan lejos puedes llegar para comprobar que tienes razón- Apretó el pulgar contra la comisura de los labios de Loki logrando entre abrir su boca.

-Sabes que mi amor por ti siempre será más fuerte que cualquier ambición- Contestó a las demandantes palabras, inclinó su rostro lentamente buscando morder su dedo sin éxito al únicamente lograr rozarlo.

Loki subió su rostro buscando besar los labios de su esposo pero el leve tirón la volvió a hundir contra la cama esparciendo su cabello contra la almohada, por un momento se sintió confundida pero la sonrisa aún intacta en los labios de Thor le tranquilizó hasta cierto punto.

-Prefiero tener al principe del que me enamoré- Murmuró contra los carnosos labios tentando un beso sin llegar a concretarlo, Loki soltó un bufido indignado en respuesta pero contradiciendose al mismo tiempo al mostrar una preciosa sonrisa.

-El poderoso futuro Rey de Asgard despreciando a una inocente doncella, quien lo pensaría.

-No puedo evitarlo, estoy casado...

Loki dejó salir una sincera risilla que contagió a Thor. El rubio prosiguió -... con el jotün más hermoso de los nueve reinos.

Los ojos de Loki brillaron amorosamente antes de cambiar el verde esmeralda por un par de incandescentes rubíes. Su figura delgada y curvilínea quedó atrás dejando paso a una figura masculina pero igual de estilizada, las cicatrices lineales se apoderaron de aquel tentador cuerpo trazando las marcas tradicionales de su pueblo en la ahora azulada piel.

- Tú serías el único Asgardiano que consideraría esto como hermoso, Thor Odinson...- Su cabello negro bailó contra la almohada cuando inclinó su cabeza a un lado mostrando la exquisita piel de su cuello más que dispuesta a ser marcada.

-... Eres hermoso y perfecto...- Thor acercó nuevamente sus labios hasta la azulada porción de piel dejando besos entre cada palabra. -... y mío.- Susurró con lujuria antes de quedarse plantado en la piel ajena ya sin intención de alejarse.

Esa noche Loki soltó mucho, mucho más que un simple suspiro.

***

Ya en la mañana los verdosos ojos intercalaban su atención entre el libro entre sus manos conjunto a su taza de té en la mesa y aquello otro.

Loki se preguntó si tal vez había hecho demasiado pues la expresión en el rostro del resto de habitantes de la torre era completamente digna de ser plasmada a la historia cuando vieron a Steve y Tony salir de la misma habitación con las marcas de un feroz enfrentamiento adornando sus pieles con tonos rojizos y violetas.

Como ya era su costumbre prefirió ignorarlo y para mejor acurrucarse entre los brazos de su esposo.

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Casi ni se nota que me encanta las historias con un toque de celos entre las parejas, siono raza?