Capítulo 5: Ilusión
Para esa noche, Charlie miraba fijamente a la nada mientras trataba de ordenar sus ideas; todo había pasado taaan rápido que cuando se dio cuenta, estaba sentada en el borde de la ventana de su propia habitación al filo de la noche que, más que apagar el ánimo de ciudad pentagrama, la avivaba.
Múltiples explosiones y algarabías se escuchaban aun cuando el hotel estaba en un espacio alejado de la ciudad. El infierno fuera el momento que fuera era caótico, pero en ese momento las luchas parecían más intensas que siempre.
Tal parecía que las guerras territoriales de principio de año estaban tomando un giro mucho más violento que en años anteriores, porque por supuesto, aunque había una buena cantidad de dominios disponibles, gracias a las acciones de Hazbin, muchos territorios permanecieron ocupados, de modo que la lucha por los pocos que había sin dueño era implacable. Los pecadores que querían adquirir más poder, debían ponerse a la marcha y luchas con otros por esos territorios.
Si la princesa era sincera, luego de todo lo ocurrido en horas de la tarde le sorprendió que el wendigo se hubiera retirado tan rápidamente y dejándolos con expectación a los supuestos nuevos planes que tenía para con el hotel. El mismo les había dicho que tenía compromisos previos que resolver y que se excusaba, ya no había esperado que el tiempo hubiese pasado tan rápido. Así que invocando su micrófono, un vórtice mágico lo trago, desapareciendo tan rápido como apareció, así como una tormenta que vino para poner todo patas arriba.
Charlie suspiro mientras se cubría los ojos con el antebrazo, cansada y a la vez frustrada.
Y es que en el momento que él se fue, todo lo que había reteniendo hasta ese momento cayó de golpe, junto con sus rodillas al suelo. El agobio, pesado como el plomo junto con la ansiedad y la angustia la hizo vomitar, apenas pudiendo mantener la terrible tos que vino después de eso. Vaggie fue la primera en ir a auxiliarla, ayudándola a levantarse mientras Ángel le acomodaba unas sillas para ponerla cómoda.
—Charlie, Charlie cariño ¿estás bien? —le pregunto, buscando en su rostro o cuerpo una señal de daño derivado del trato.
En ese momento se apreciaba claramente, el cansancio de todos los acontecimientos le estaba pasando factura al cuerpo de Charlie y su cuerpo finalmente había colapsado. Sentía tanta presión, deseando poder llegar a su habitación para darse un buen baño y caer rendida, pero aún tenía que hacer un pequeño esfuerzo por mantenerse fuerte, aunque sea un instante más.
—Sí, estoy bien. Solo necesito descansar —contesto, limpiándose la boca y tratando de ponerse de pie por sí misma, siendo un poco difícil.
—Imagino como debes estar, si no fuera por ese maldito desgraciado todo estaría mucho mejor en este momento —bramo, frunciendo el ceño.
Charlie suspiró un poco nerviosa. Sabía que a Vaggie no le agradaba Alastor, y francamente lo entendía. Con el largo historial de masacres sanguinarias y sin escrupulos que el demonio había cometido, era natural que Vaggie tuviera miedo de que Alastor lastimara a Charlie, que pudieran entregarla a su padre y destruir todo lo que habían logrado. Pero ahora que la princesa había hecho un trato con este, estaban metidos en eso y aunque claramente era su culpa, tendrían que estar expectantes ante cualquier cosa que pudiera traer consigo el demonio de la radio.
Intuyendo lo que podía estar pensando su amiga, la polilla coloco su mano sobre la de ella en señal de apoyo, mientras Ángel hacia lo mismo pero en su hombro. Aunque las circunstancias no fueran las ideales, Vaggie esbozo una leve sonrisa, sabiendo que era lo mejor que podía hacer en ese breve instante.
—Estamos aquí contigo —le dijo, brindándole todo el apoyo moral que la princesa pudiera necesitar. Charlie correspondió el gesto, apreciándolo infinitamente. Vaggie podía ya no ser su novia, pero seguía brindándole la fuerza que necesitaba con su presencia—. Vigilaremos al cabrón hijo de perra todo lo que sea necesario. No vamos a dejar que dañe lo que estamos haciendo o que te lastime de alguna forma.
Ángel asintió y Charlie los abrazo, sintiendo que no los merecía.
A la mañana siguiente Charlie se levantó más tarde de lo usual, estando demasiado cansada como para ser capaz de despertar temprano. De igual forma, los inquilinos tenían esa mañana libre y las actividades no comenzaban hasta después del mediodía. Vaggie había salido junto a Ángel a abastecerse de provisiones para la cocina y la limpieza del hotel, la primera había estado más relajada que el día anterior, teniendo en cuenta que sin importar lo que pasara, estarían juntos los tres para salir adelante.
Para ese momento, Charlie aprovecho el hecho de estar sola para pasar un tiempo consigo misma. Estaba consciente de que con lo poderoso que era Alastor, el trato pudiera tener ciertos vacíos que ella no podría controlar, y los mismos tendría que ajustarlos mediante un acuerdo legal. Eso le recordaba que debería contactar al asesor legal del Hotel, para consultar la forma ideal de proceder sin llegar a afectarle a ella como principal y única accionista del lugar.
—Hola ¿Amy? Si, es un gusto conversar nuevamente contigo —saludo, movimiendo nerviosamente su bolígrafo entre sus dedos— ¿El hotel? Esta perfecto, gracias por preguntar. Es precisamente por eso que te llamaba, hay algo muy importante que debo consultarte.
La conversación se alargo apenas unos minutos, Charlie recibiendo algunas propuestas y recomendaciones de como proseguir, de las cuales, dependiendo de los acuerdos verbales alcanzados, podrían determina una fecha para celebrar una cita personal que pudiera ajustar los contratos comerciales en papel.
Sin embargo, cuando termino la llamada agendando la cita con su abogada, el pasar a la revisión de cuentas le recordó lo terrible que podría estar sola en ese instante. Con su cuerpo aun sufriendo las secuelas de sus heridas y ahora presentando el cansancio bestial que implicaba mantener aquel infernal trato, hicieron que el proceso de revisión de los papeles fuera muchísimo más lento que de costumbre, agitándole la idea de querer lanzarse desde el ventanal de su oficina para mandar a la mierda todo. Nunca había sido buena con la contabilidad, y ya siendo horas de la tarde, el que los papeles fueran y vinieran sin parar solo le recordó el total de cuentas que probablemente no tendría con qué pagar.
El hotel era como bien decía su nombre, un hotel donde los pecadores podían alcanzar la felicidad de ser redimidos y conseguir llegar al cielo. Por ende, era una figura sin fines de lucro, lo que los dejaba sin ingresos económicos directos que apoyaran o sustentaran la larga e infinita lista de pagos, requerimientos y compras que suponía, mantener un hotel de ese tamaño.
Siempre tuvieron grandes problemas económicos, al ser independientes de su padre, nunca lograron encontrar un inversor que pudiera aportar a la caridad del hotel, solo sobrevivían de algunas donaciones que el cielo otorgaba cada que redimían a un pecador, pero este proceso no era constante, y aunque aquel oro entregado fue valioso y les ayudo a realizar las primeras reconstrucciones del hotel, ya estaban escasos de ingresos económicos. Por eso, pese a que tenían una tasa mínima y estable de inquilinos, no habían podido contratar nuevos trabajadores del hotel. Ya que no tendrían como pagarles un salario y nadie iba a trabajar gratis en ese lugar.
Charlie se paso la mano por la cara, revisando su cuenta personal, ya bien escaseada. Como princesa del infierno tenía un ingreso fijo, que su padre había cortado una vez se fue del castillo pero que retomo cuando le mostro en su cara, que la redención era posible. Sin embargo, luego de tanto uso constante, la misma se encontraba casi sin fondos, dejándolos en números rojos y debiendo evaluar las maneras para generar nuevos ingresos.
Por supuesto, para cualquiera que tuviera el mínimo de tiempo en el infierno, le era claro entender que no era gran cosa endeudarse, o si quiera conseguir dinero. Había muchas formas legales e ilegales de obtenerlo, incluso el recuerdo de su primera búsqueda de ingresos le recordó como Ángel propuso vender videos porno de Vaggie y ella en un salvaje trio con el actor porno, apuesta que fue obviamente rechazada de manera unánime. Sin embargo, el hecho de como ellos habían salido adelante con solo sus uñas le daba fuerzas para continuar.
Y casi como un gesto ya maniático, pasó sus manos de uñas largas por entre su rubia cabellera, para al final, estirarse sobre el escritorio y dejarse caer de cara entre las cuentas.
El sonido de unos golpeteos en la puerta la hizo levantarse y recuperar la compostura. Le extraño el curioso toque, porque normalmente Vaggie y Ángel entraban sin anunciarse, siendo algo común de ellos. Además, muchos inquilinos salían un rato del hotel cuando tenían tiempo libre, de forma que, si era sincera, no esperaba a nadie esa mañana en su oficina.
—He...
Por eso, cuando abrió la puerta, el ser recibida por la intrépida estática del demonio de la radio la hizo saltar del susto y cerrarle la puerta en la cara.
—llo...
Entonces reacciono viendo lo maleducada que había sido. No importa cuán sorprendida estuviera, no era correcto cerrarle la puerta en la cara a alguien por muy desalmado o loco que pareciera. De modo que abrió la puerta con cierta vergüenza, provocando un gesto burlón por parte del wendigo hacia ella.
—¡Buenas tardes, cariño! —La saludó el demonio escarlata mientras la tomaba de las manos y alegremente ingresaban juntos al son de alguna canción swing que se podía escuchar como salido de un radio. Charlie estaba estupefacta e intrigada por ese acto, viendo como Alastor ponía su propia ambientación y efectos de sonido, estar con él era como estar viendo un show en vivo.
—¿Buenas tardes? —saludo, aunque era una clara interrogante de que estaba haciendo en ese lugar. Era claro que el demonio estaba ligado con ellos directamente en cualquiera de las apuestas que Charlie había emprendido, pero eso no quitaba que fuera extraño tenerlo allí de repente.
—¡Grandes noticias, cariño! —anuncio mientras le daba unas vueltas de baile—, para tu buena fortuna, se me ha ocurrido una maravillosa idea que puede beneficiar no solo a tu curioso hotel de redención, sino que también puede fortalecer los ingresos que puedas usar para tu causa bélica —expreso, ganándose toda la atención en el proceso—. Obviamente, este es un proyecto de pasión que muy probablemente no tendrá ingresos. No obstante... aún podría ser rentable, sólo si aceptas las pequeñas modificaciones que puedo sugerir.
El rostro de la rubia había pasado de la expectación a la desconfianza; Alastor lo entendía, y de cierto modo, lo esperaba. Y teniendo en cuenta en como la abordo desde el principio, era algo natural. Sin embargo, había pensado la forma en cómo la joven princesa podría renegarlo. No, estaba seguro que pese a todo el carácter que tenía escondido, esto no podría dejarlo pasar.
— Oh, querida, no necesitas colocar esa expresión —aseguró, mientras se acercaba hacia su rostro, otra vez invadiendo el espacio personal para tocar las líneas de expresión que formaban el ceño fruncido en su frente—. Dije que te ayudaría a llevar tu proyecto de la mejor manera, y pienso cumplirlo, incluso si eso es incluir mejoras a tu propuesta de paz y redención. Yo absolutamente nunca incumplo mis promesas. —La miró a los ojos, como para que ella confirmara lo que decía. Realmente, Alastor era un hombre de palabra, era obvio que podía mentir en muchas ocasiones, pero cuando hablaba en serio, cumplía todo a cabalidad, especialmente luego de aquel trato que ellos dos habían hecho.
Charlie lo miró, sintiendo en el enlace de su trato que no estaba mintiendo ni tenia segundas intenciones. Por ello lo invito a proseguir, escuchando con atención sus ideas, viéndose increíblemente sorprendida por ellas, al punto, que luego de discutirlo con atención, bajaron a comunicar sus acuerdos al resto del staff.
— ¿Reinauguración? —pregunto Vaggie lo que todos estaban se estaban cuestionando al momento de recibir un pequeño instructivito de las nuevas propuestas a seguir.
Se habían reunido en uno de los salones de reuniones luego de la cena de los inquilinos. Tanto Vaggie como Ángel estaban un poco confundidos, puesto que después de haber asumido las tareas de ese día sin retrasos o sorpresas, nunca esperaron que nuevamente apareciera Alastor y con algo tan osado como lo que les estaba proponiendo.
— ¡Si! Una reinauguración que será promocionada mediante una presentación pública —respondió vigorosamente el demonio escarlata ante el rostro de estupor de algunos de los presentes, especialmente de la demonio polilla—. Me tomé la pequeña libertad de hacer un plan de descanso en este Happy Hotel. Una ilusión que permitirá moverme con soltura en ese espacio sin levantar sospechas. Sería demasiado raro que iniciaría mis funciones como socio comercial bajo un completo silencio, sería algo bastante curioso especialmente cuando Lady Hazbin y yo nos encontramos juntos ante la cara de algunos indeseables observadores.
—¿Socio comercial? —interrogo nuevamente Vaggie, pasando su vista a Charlie de nueva cuenta. Esta le sonrió nerviosa, pero esa fue la opción validada por su asesora legal para que no existieran inconvenientes a futuro.
—Si. Alastor sería el nuevo socio comercial del hotel y uno de los inversores junto a mi persona. Es por ello, que, al conversarlo, decidimos que lo mejor era ocultar lo obvio ante la cara de todos —explico un poco más suave la joven princesa.
—Las masas son estúpidas, fáciles de engañar, no podrían izar dos puntos de una idea aun cuando estas están frente sus narices, es por esto que esta propuesta fácilmente puede pasar por sobre los niveles más bajos y los señores de baja influencia dentro del círculo. Sin embargo, es fundamental un trasfondo que explique la constante de mi presencia en este pequeño hotel que significa vergüenza para muchos dentro del infierno —estableció sin pelos en la lengua, ganándose la mirada de molestia de Vaggie mientras Charlie buscaba calmar un poco su enojo con una sonrisa.
— Así que Alastor comenzaría a ser uno de los principales inversores dentro del hotel, esto sería bajo un contrato legal y bajo una promoción pública que invitara a los principales medios de comunicación del infierno—indico—. Mediante esta nueva dinámica, funcionaríamos como algunos de los hoteles de la tierra, que buscan generar serenidad y descanso a sus inquilinos, ofreciendo el estandarte de la tranquilidad, un cielo dentro del infierno —recordó el curioso eslogan preparado por el wendigo que le encantó increíblemente—. El hotel poco a poco va adquiriendo más renombre con los años que pasa dentro del infierno, necesitamos expandir ciertas áreas y agregar aspectos que no habíamos considerado antes, así que la inclusión de Alastor puede estar bien justificada.
—De modo que, ustedes obtienen más beneficios y el secreto de mi participación en esta rebelión queda completamente enterrado ¿No es algo simplemente estupendo? —exclamo el demonio, haciendo sonar los aplausos de su radio interna.
Vaggie y Ángel se vieron las caras sin saber que decir. Charlie por su parte, estaba nerviosa, era una idea surgida del mismísimo Alastor, así que no estaba segura de cómo lo tomarían sus compañeros. Sin embargo, estaba segura que tendría éxito. Quizás podrían tener algunos inconvenientes, pero consideraba que era el mejor camino a tomar antes de presentarlo formalmente como integrante de Hazbin, antes de eso, tenía que cerciorarse de que su supuesta lealtad era real. Sus motivos no eran claros, la princesa ni siquiera entendía que podía querer de ellos incluyéndose en Hazbin, pero si algo había aprendido con los años era que cualquier elemento de fuerza que pudiera sumar a su causa era estratégico, así que tendrían que arriesgarse.
—Bien, si Charlie considera que es una buena idea, pudiera darle el visto bueno —indico, aunque en su rostro aún se marcaba cierta reticencia mientras veía al demonio de la radio.
— ¿En serio? —pregunto, sintiéndose feliz y tranquila de pasar la principal barrera que era la aprobación de Vaggie, una vez contara con ella, todo lo demás era más tranquilo. Así, paso su vista con Ángel quien tan solo se encogió de hombros sonriente.
—Si la pequeña muñeca está de acuerdo, no tengo nada que objetar —espeto, recibiendo un grito y un abrazo de agradecimiento de parte esta, quien fue bastante efusiva con su reacción.
— ¡Gracias de verdad chicos! —dijo, acercando ahora a Vaggie para abrazarlos a ambos—. De verdad.
— ¡Bien, ahora que hemos terminado con las escenas fraternales, es importante presentarles a mi equipo de trabajo para este proyecto! —expreso ahora Alastor, e invocando nuevamente a su micrófono, se acercó hasta la chimenea del vestíbulo y con un chasquido de sus dedos, una llamarada de fuego se extendió por el diminuto espacio por un momento. Casi tan rápido como apareció, el fuego se extinguió dejando una masa negra que el demonio sostuvo para el enorme desconcierto de los presentes.
Ese sentimiento incremento cuando la mota de carbón abrió un único ojo que miro a todos con suma curiosidad y detenimiento, y de un momento para otro, haciendo uso de un ligero movimiento toda la suciedad desapareció dejando ver a una encantadora demonio ciclope que Alastor dejo caer al suelo sin ningún cuidado.
—Esta pequeña lindura es Niffty. —Pareciendo una niña pequeña, su estilo de vestir y la forma de su cuerpo la hacían verse mucho más infantil de lo que aparentaba, siendo algo raro pero lindo a la vez.
La linda chica saludó de manera infantil, atrapando a los presentes quienes la vieron con curiosidad, cuestionándose como un ser tan lindo podía ser no solo un pecador caído al infierno, sino también un colaborador del demonio de la radio. La respuesta llegó de manera automáticamente al instante que empezó a preguntar sobre "chicos" que pudieran vivir en el hotel, desviando su interés cuando vio que solo había mujeres en el sitio y por si fuera, criticando la decoración a pesar de que ellas también eran chicas. Aquella fachada dulce parecía contrastar con las tendencias obsesivo compulsivas que tenía, además de la clara obsesión que parecía tener con la limpieza. Sin duda era una adición al equipo que sería valioso, pero también podría llegar a ser problemática, o eso pensaba Vaggie probablemente.
La presentación de la ciclope fue tan corta como vino porque esta desapareció de pronto limpiando todo lo que estaba a su alcance, por otro lado, no paso mucho tiempo cuando de pronto, Alastor invocó a otro demonio en la recepción... Lo insólito del hecho no fuera que lo hubiera invocado de repente, fue el hecho de que se lo había traído con todo y un pedazo de casino en el que claramente el gato demonio estaba apostando.
—¡¿Qué demonios es esto?! —Fue lo primero que dijo luego de verse apareciendo en un lugar diferente al que estaba. Al virar su vista, se vio enfurecido mientras salía de su desorientación. Tal parecía que había entendido lo que estaba sucediendo cuando vio la figura de Alastor acercarse a él; para los ojos de Charlie, era extraño el hecho de que el gato parecía importarle poco ser grosero o incluso mostrar su descontento al Demonio de la Radio.
—¡Ah! ¡Husker! Mi buen amigo, ¡me alegra que llegaras! —le saludo sin importarle la expresión de pocos amigos del gato.
—No trates de engañarme, ¡hijo de perra! Estaba a punto de ganar la maldita jugada. —El dinero que también se había teletransportado con la parte del casino, desapareció; sin duda, eso había sido obra de Alastor para molestar a su amigo.
—¡Gusto en verte también! —Charlie veía todo con sorpresa y un poco de inquietud. El demonio gato parecía perder la paciencia, mientras palpaba su rostro con su mano en un claro método para conservar sus casillas, trató de responder al Demonio de la Radio de manera calmada.
—¿Qué coño quieres conmigo esta vez? —cuestiono, prediciendo que seguramente estaba siendo requerido para algún plan loco del demonio escarlata. Alastor se acercó y rodeó al demonio gato en el cuello con un brazo, como si en verdad fuesen amigos de años.
—Mi amigo, estoy haciendo trabajo de caridad... así que me di la libertad de poner tus servicios a mi voluntad. Espero que esté bien...
—¡¿Me estás jodiendo?! —todos sabían que Alastor estaba sacando de las casillas a Husk, y este no parecía temer en contestarle con furia, entendiendo que al menos tenían unos buenos años conociéndose. Claro, a nivel de ambos, es que el demonio gato debía ciertos favores al wendigo, pero no quería pagarlos teniendo que ser su esclavo toda la maldita no vida.
—No, no creo... —Alastor acercó más hacia si a Husk, y éste último, molesto por cómo se dieron las cosas del reencuentro entre ellos, lo empujó.
—¿Entonces creíste que estaría bien sacarme de mi sitió solo para un maldito proyecto de caridad ¡¿Acaso crees que soy una clase de jodido payaso?! —increpo. El demonio escarlata se quedó callado un instante, casi conteniendo la risa.
—Tal vez...
—¡No haré ningún trabajo de caridad! —pero como parecía ser común, Alastor lo ignoro, prosiguiendo con su discurso.
—Bueno... ¡sólo creí que tú serías la cara perfecta para plantar en la recepción este establecimiento! —Alastor le señaló lo que era la barra de bebidas del casino donde Husk había estado y que ahora gracias a la magia de este se había incrustado en el lugar y que al parece ser, se quedaría hasta que al wendigo quisiera—Con tu encantadora sonrisa y energía acogedora, ¡este trabajo fue hecho para ti!
Como cereza del pastel, Alastor obligo a Husk a sonreír con sus manos y ya para ese punto, Charlie sentía lastima del pobre demonio gato.
—No te preocupes, mi amigo. Puedo hacer esto un poco más acogedor... Si tú lo deseas... —Había sacado de la nada una botella de alcohol barato mientras la mostraba como si fuese algo que Husk realmente deseara. Y por como este reacciono al verla, no estaba equivocado.
—¿Qué, te pensaste que podrías comprarme con un gesto y alcohol barato? ¡Pues estás en lo cierto! —Lógicamente, no había manera en ese inferno para escapar a una deuda con el demonio de la radio, pero no por eso aceptaría todo de buena gana. Y Husk era un demonio con orgullo y lealtad, especialmente cuando su vida había dependido muchas veces del wendigo aun para su mala suerte. Por ello, el seguía ahí, viviendo su vida en el infierno, a la espera de que fuera llamado como en esa ocasión.
Empezó a beber de la botella de alcohol barato y a tomar el lugar que le correspondía en su nuevo maldito trabajo. Vaggie de inmediato comenzó a increparlo indicando que dentro del Hotel estaba prohibido el alcohol, volteando a ver a Alastor con una mirada frustrada.
Charlie tenía sentimientos similares, pero en menor escala. Durante toda la noche anterior había buscado calmarse, creyendo que sería bueno confiar al menos en el trato que hicieron, que, por el momento, solo debía ir probando la fidelidad del wendigo, en búsqueda de alguna tetra que quisiera hacerle al hotel o a su proyecto secreto. No obstante, no podía negar que aquella propuesta la había tomado desprevenida en muchos sentidos.
Además, del apoyo económico, era una forma muy interesante no solo de traer nuevos y posibles pecadores interesados en conocer sobre la redención de sus almas, sino que alejaría a la opinión publica de sus acciones ocultas. Era brillante, tanto que se sentía algo deprimida de no haberlo pensado antes.
Mientras Charlie se recluía en sus pensamientos, Ángel se acercaba a Husk con otras intenciones, casi como si estuviera ofreciendo en la carretera del infierno, no importándole lo raro que lo veía el demonio gato.
—¿Quisieras un poco de esto lindura? —le pregunto, y al demonio casi le dan deseos de vomitar.
—Ve a joderte a ti mismo.
—Sólo si tú miras. —le contesto, y este simplemente siguió de lado, cuando algo capto su atención.
Husk llevaba los suficientes años conociendo al demonio escarlata como para saber que algo raro estaba pasando, no era solo un deseo subnormal de Alastor para salir de su crisis de aburrimiento, algo más lo estaba haciendo comportarse de forma completamente anormal con esa chica rubia a la que le estaba otorgando su favor. ¿Qué era para él? ¿Una especie de marioneta, juguete o mascota? ¿su próxima comida? Muchas dudas surgían en su cabeza, y este creía que no debía importarle en nada, que era mejor mantenerse al margen, pero algo en pecho, intuición de viejo soldado quizás, le decía que, si seguía en ese lugar, en algún momento su vida correría peligro.
—Aquí hay gato encerrado —pensó para sí, considerando esperar el momento perfecto para preguntar qué es lo que verdaderamente estaba pasando en ese lugar.
¡Hola mis corazones! Espero esten muy bien el dia de hoy, como habia dicho la semana pasada, ahora los dias de publicación de Lady Hazbin seran los dias sabados, dado que tengo menos trabajo este día, espero puedan disfrutar el inicio del fin de semana con este fic. Y mientras nos adentramos poco a poco en la historia vamos encontrando poco a poco con los personajes del elenco principal ¡y eso que hay muchos mas que no han aparecido en la historia! Mas pronto que tarde iremos viendo como sus papeles toman más relevancia, pero el ojo de todo esta encima de Alastor en este momento, el mismo Husk desconfia de las acciones de su extraño empleador ¿que podria estar planeando? Me gustaria leer sus teorias
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