En completo silencio, Amon caminaba sigilosamente por los pasillos de Ozzie's.

Su reunión apenas completada hacía unos días, había sido una estrategia perfecta para alguien a quien consideraba incapaz de llegar allí, pero al entender que hubo infiltrado que busco escucharlos a hurtadillas, le hizo creer que algo más singular estaba involucrado con aquella vil terrorista llamada Lady HAZBIN.

Le resultaba increíble y sumamente extraño como había burlado todas las líneas de seguridad, pero aun más se le hacía inconcebible como una simple pecadora humana había llegado a traspasar el elevador del infierno, llegando incluso al circulo más bajo como lo era el anillo de la lujuria.

Amosdeus había prestado toda su colaboración en la búsqueda, pero al final no habían encontrado nada. La persona que buscaban termino huyendo, lo que solo le dejo a él y a sus hombres investigando las huellas dejadas por la persona que había intentado infiltrarse.

Ahora, su objetivo era descubrir si ella se había infiltrado en el lugar para escuchar su reunión y comprobar como se había movilizado entre los anillos del infierno. Mientras avanzaba, notó en una habitación algunos cabellos dorados que parecían coincidir con la descripción de Lady Hazbin. Esto le hizo pensar que estaba en el camino correcto.

Sin embargo, mientras continuaba su búsqueda, Amon hizo un hallazgo sorprendente y invaluable. Al ser un marques con la capacidad de analizar las esencias de cada demonio, logro entender la diferencia que ningún otro demonio o pecador se había percatado. Descubrió que Lady Hazbin no era una pecadora como se creía, sino más bien una diableza pura. Esto desconcertó al marqués demoníaco, ya que no esperaba encontrar algo así.

Pero hizo crecer su ira, porque le parecía inconcebible como un demonio de los suyos, pudiera querer aliazarse con los pecadores y desafiar el gobierno de su señor, Lucifer.

Mas eso no respondía la duda del origen de aquel hedor a humano que sintió en el lugar nada más detectaron la presencia de un intruso.

¿Acaso Lady HAZBIN tenía un demonio complice? ¿o era ella tenía un pecador mestizo que había hecho un pacto con una entidad superior en vida? No podía saberlo, había muchas dudas, muchas interrogantes, pero eso volvía el terreno de su rebelión algo mucho más peligroso y delicado de lo que muchos otros demonios nobles habían esperado.

Esto le hizo replantearse su enfoque y sus prejuicios hacia ella. Tal vez había juzgado mal a Lady Hazbin y su propósito en Ozzie's.

—Comunicame con el palacio del infieno, necesito una audiencia con su majestad —le pidió a su subordinado, quien asintió, procediendo a retirarse dejando a su maestro solo. Este quedo allí en la habitación, metiendo los cabellos en una bolsa para proceder a analizarlos en el circulo de la pereza.

Con esta nueva información en mente, Amon tenia que investigar más a fondo y descubrir la verdad detrás de Lady Hazbin. Sabía que no podía permitirse cometer errores en su misión, ya que estaba en juego mucho más que solo una infiltración en una reunión.

Así que, con determinación renovada, continuó su búsqueda, dispuesto a descubrir la verdad y desentrañar los misterios que rodeaban a aquella terriorista. Sabía que esta investigación podría cambiarlo todo y estaba decidido a llegar hasta el final, sin importar las consecuencias.

En el circulo del orgullo, desde las afueras de la habitación de la princesa, Vaggie se veía preocupada y frustrada. Dos días habían pasado desde la infiltración en Ozzie's y algo debía haber salido muy mal desde el momento en que los reemplazos de Charlie y Alastor se presentaron la primera mañana en la oficina como si no sucediera nada. El primer día, la polilla había buscado permancer en calma, pensando que quizás había sido algo muy extenuante y que al menos, habían regresado a salvo, pero conforme paso el segundo y tercer día, simplemente no pudo contenerse y subió al penhouse, preocupada por lo que pudo haberle pasado a su amiga.

—Charlie —llamo Vaggie a la puerta, acompañada de Ángel— ¿En verdad estas bien? Vi como estos días tanto tú como el bastardo enviaron a Dazzle y Razzle con sus formas ¿Qué sucedió después de...?

No quiso terminar, miró a ambos lados del pasillo temiendo que pudiera ser escuchada por otra persona, Ángel a su lado era el único que estaba presente, pero no quería correr riesgos. Aun así, no se escucho ninguna respuesta, tampoco ningún sonido que pudiera decirle como se encontraba su amiga haciendo que su preocupación aumentara.

—Charlie, no sé qué diablos te pasa, ya llevas dos días sin salir de tu habitación y tanto Ángel como yo estamos muy preocupados, tienes que decirnos que te pasa —hablo pegada a la madera de la puerta.

Nuevamente otro silencio, eso comenzó a desesperar a la demonio polilla, quien ya tenía varios días preocupada al no saber nada de lo que estaba pasando.

—Charlie, ya estoy comenzando a desesperarme por todo esto —dijo —necesito saber como estas para quedarme más tranquila ¡no me estas diciendo nada y eso me asusta!

La voz de Charlie tardo en salir, luchando desde su cama para emitir al menos una serie de palabras coherentes, pero cada vez que abría la boca, un intenso gemido amenazaba con salir de esta, obligándola a callarse mientras se contraía en sí misma, completamente envuelta entre las sabanas de su cama.

Ante la falta de respuesta de su amiga, Vaggie no lo soporto más, iba a entrar allí.

—Charlie, voy a entrar —anunció tomando la manilla, cuando un chillido ensordecedor la paro de inmediato.

— ¡NO! —Grito desde el interior, apenas logrando llegar a la puerta para cerrarla con llave—. No entren, estoy bien, pero no entren.

— ¿Acaso estas herida o algo? —Pregunto preocupada, hubo otro pronunciado silencio, logrando que la paciencia de esta se perdiera en gran medida—Charlie —gruño esta, perdiendo la paciencia, cuando nuevamente oyó la voz de su amiga.

—No estoy herida, estoy perfectamente bien de salud, pero no puedo salir —expreso jadeante, regreso de nuevo a la cama donde sus manos apretaban la tela de su cama mientras sus piernas se retorcían en ella. Si volvia a moverse, no sabría lo que podía pasar.

Afuera, la preocupación la otra mujer solo aumento.

—Si no estas mal, entonces no entiendo que más pasa, necesito que nos digas que te sucede para poder ayudarte —expreso, pero recibió solo otra negativa de parte la joven rubia.

—No puedo decirlo, solo necesito estar aquí por unos días más—indico, tratando de mantener la compostura y aruñando sus piernas para que el dolor fuera lo suficientemente ligero pero capaz de mantenerla en la realidad.

Vaggie estaba a punto de volver a insistir cuando sintió la mano del demonio araña en su hombro, negando con la cabeza.

—Dejémosla por hoy, Vaggs —recomendó. Su gesto afable busco calmarla, compartiendo su angustia por su amiga. La polilla bajo la mirada, llena de frustración.

—Pero —dudo esta, en verdad estaba preocupada y le angustiaba no saber lo que le pasaba, pero a ese punto el ex actor porno consideraba que solo insistir no lograría que Charlie se sintiera apoyada, sino todo lo contrario.

—Vamos a confiar en la muñequita —recomendó—, estoy seguro que sin falta, ella nos contara lo que le paso en ese lugar para estar así ¿No lo crees?

—Está bien —acepto derrotada, pero sin Charlie ni Alastor al mando del hotel, ellos eran los siguientes en la cadena de mando para estar al tanto del lugar, así que no tenían tiempo para perder—. Regresemos en la noche, tenemos muchas cosas que hacer.

— ¡Como digas jefa!

Mientras estos se retiraban del piso, a unos cuantos metros dentro de su propia habitación, Charlie suspiro de alivio, pero al mismo tiempo, un escalofrio surco su espalda baja y la hizo incapaz de moverse del suelo. Levantando su cadera con necesidad y jadeando buscando el alivio ella misma sola.

¿Cuánto más tiempo debería seguir con esa tortura?

—Parece que no te es suficiente con eso, querida.

Charlie alzo la mirada encontrando al wendigo con una sonrisa burlona en su rostro. Parado a escasos metros de ella, este seguía usando su típico traje rojo de rallas, sosteniendo su micrófono detrás de su espalda.

—No eres real... Tú no eres Alastor —respondió. Pero la figura se sintió falsamente insultada, caminando más hacia ella.

La mirada burlona y superior del demonio la hicieron sentirse abrumada, movimiendo sus piernas mientras trataba de levantarse un poco.

—¿No lo soy? Pero deseas que así lo sea cariño —dijo este con aquel tono grave que Charlie recordaba bien. La saliva acumulándose en su garganta, tragando con fuerza para contener el gemido que nació en ella.

La ilusión de Alastor se paseo alrededor de ella, arrodillándose para verla postrada tan patéticamente en el suelo, desnuda porque no soportaba el insoportable calor de la ropa, porque cada roce de esta le hacía querer chillar de placer incontrolable y más cuando aquellos oscuros ojos rojos la veian de esa forma tan penetrante.

—Sabes que lo deseas —dijo.

—No lo deseo —contesto.

—Sabes que si sales de la habitación y cruzas el pasillo podras saciar ese deseo que tienes —expreso la ilusión, y el simple pensamiento de eso hizo que la humedad de su zona aumentara, incluyendo la necesidad incontrolable de ser tomada.

Pero su mente luchaba por no sucumbir, no podría volver a hacerlo.

—No... lo hare —respondió.

Y la ilusión solo sonrio oscuramente, levantando su rostro y lamiendo sus propios labios en un mortifero intento de llevarla a su merced una vez más.

—Solo será cuestión de tiempo, princesa...

Y la ilusión desaparecio, dejando respirar a la joven súcubo quien parecía estar al borde de la locura. Solo habían pasado cuatro días, pero ya estaba volviéndose loca. Cuatro días en los que había estado presentándose aquella ilusión tan parecida a él, oliendo como él, escuchándose como él, incitándola a seguirlo, pero no podía.

No iba a ir en contra de sus deseos de nuevo.

Pisos más abajo, Vaggie mordía una de sus uñas en el mostrador del lobby mientras varios inquilinos paseaban tan afablemente en un turno vespertino que parecía bastante normal. Solo tuvo que detener dos peleas de borrachos y guiar a un par de nuevos inquilinos a sus habitaciones, pero había sido una jornada relativamente sencilla. Dazzle actuaba maravillosamente como Charlie pese a que no hablaba más que monosílabos, pero no había llamado la atención demasiado.

Razzle como Alastor no tenía problemas, de por si, nadie más que el staff principal se acercaba al demonio, así que no necesitaba más que aparentar que estaba trabajando y caminando por los pasillos.

—Si sigues de ese modo, arruinaras la manicura francesa que tanto me costo hacerte —menciono Ángel apareciendo frente a ella con sus cuatros brazos en la cadera, Vaggie solo bufo, hastiada.

—¡Como si eso fuera importante ahora! —bramo la morena—, Charlie esta en un dilema que no sabemos que es y no nos permite ayudarla, es claro que algo malo le esta pasando.

Este recostó a un lado del mostrador, pensativo y en silencio, cosa que era raro en el.

—Lo se, yo también estoy preocupado por la muñequita —admitió—, pero ella nos pidió estar aquí al frente en su ausencia, no podemos defraudarla mientras nos preocupamos solo por ella —dijo.

Vaggie lo sabía, sabía que Charlie mejor que nadie les había confiado esa responsabilidad cuando ella estuviera indispuesta por cualquier motivo o circunstancia, pero no podía evitar preocuparse porque estuviera herida y algo

—Lo que me extraña mucho es que el chulo de fresa tampoco haya salido —comento—. No es que Chars sea más débil o algo, pero eso si es un poco alarmante.

—Si, a mi también me tiene pendiente ¿Pero que pudo haber sido aquello que los dejara sin poder salir? —se pregunto la morena.

—¿Acaso fue una especie de droga cambiante o horrorizante? —dijo la araña, pero Vaggie solo lo golpeo, molesta.

—Como si eso no fuera fácil de solventar, algo más debió haber pasado —respondió.

Sin embargo, antes de que pudiera seguir debatiendo lo que fuera que les sucedió a sus compañeros, la puerta principal del hotel se abrió.

—Bienvenido al happy hotel —dijeron los dos al unisono, pero se quedaron mudos cuando observaron la faz sucia y ensangrentada de un personaje que tenían tiempo que no veian.

Ángel se incorporo en su lugar, no pudiendo creer que Husk hubiera finalmente regresado.

—¿Huskie? ¿Regresaste? ¿Ya termino todo? —pregunto la araña sorprendida y aliviada de verlo allí, lo miró por todos lados, mirando los multiples cortes que tenia en el cuerpo.

—¿En que pelea por dinero te metiste Husker? —pregunto la recién llegada Nifty al lugar mientras no le respondió y solo miró a Vaggie con gesto apremiante y molesto.

—No se trata de esa mierda, tengo asuntos más importantes que hacer ahora ¿Dónde esta el bastardo y la princesa? Necesito hablar con ellos, urgente —ordeno. Pero no recibió una respuesta afirmativa, sino una mirada vacilante de ambos demonios.

—¿Qué fue lo que paso? —increpo agudizando su mirada, eso no le daba buena espina.

Al mismo tiempo, los reemplazos de Charlie y Alastor caminaron "conversando" por el pasillo como si no sucediera nada. Husk vio como ambos pasaron e iba a llamarlos, pero la polilla lo detuvo, negando con la cabeza.

—No podemos hablar aquí, hay demasiada gente alrededor ¡Nifty!

—¡Si señora! —contesto apareciendo justo frente a ella.

—Wii, excelente —celebro mientras tomaba todos sus artefactos de limpieza entre sus manos—. Me encargare de que nada se ensucie en mi turno.

—Ustedes, mejor síganme, hay un sitio donde podemos hablar —indico.

Ambos demonios asintieron y caminaron junto a Vaggie en dirección a la oficina de descanso del Staff, era el único lugar seguro y libre de fisgones junto con la oficina de gerencia. Los reemplazos de Alastor y Charlie estaban haciendo un buen trabajo por el momento, por lo que tenían asegurados unos minutos para conversar. Con cuidado, Husk se sintió en una de las sillas mientras contenia una maldición, su cola sangrante estaba generándole molestias, pero decidió enfocarse en sus interlocutores para saber lo que había ocurrido durante su ausencia.

—Entonces ¿me diras que mierda es lo que paso con esos dos?

—No lo sabemos —respondió.

—¿No lo saben? —bramo Husk sin poder creerlo—. ¿Y ustedes son los siguientes en la línea de mando de ese grupo suyo y no saben que fue lo que paso a sus propios lideres? —les increpo. Vaggie bufo, levantando el mechon de su cabello sobre su cara, tampoco era sencillo de hablar sin entender bien que lepasaba a los otros dos.

—Oye, nosotros sabíamos que Charlie y sonrisas iban a un lugar peligroso fuera de este anillo del orgullo, el problema es que desde que ambos regresaron no han querido decir que mierda les paso —expreso Ángel.

—Así es. Ellos llegaron durante la madrugada de su salida y estan en sus habitaciones dentro del hotel desde entonces. Por algún motivo que no han querido decir, ambos se encuentran indispuestos —explico Vaggie. Husk palmeo su rostro, con cansancio. Era lo que le faltaba.

—No es el mejor momento para esto —respondió el demonio gato, pero no parecía el momento ni el lugar para decir lo que se había enterado en la misión dada por Alastor—. ¿Cuánto hace que paso todo esto?

—Este es el cuarto día desde que regresaron, desde entonces estamos como gerentes subalternos, tendras que decirnos por el momento lo que esta sucediendo.

El demonio gato los miró suspiro, podían estar en problemas, pero aun había una oportunidad.

—No es mucho tiempo —contesto, y de inmediato miro a ambos—. Es mejor si se lo digo a ambos de una vez, no podemos quedarnos dormidos con lo que esta por pasar pronto.

Ángel y Vaggie se miraron preocupados, eso no se oia nada bien.

Al mismo tiempo, Husk se quejo de sus heridas mientras siseaba y lamía su antebrazo para "curar" la herida. Pero Ángel se levanto de asiento, tomando el botiquín de primeros auxilios para ayudarlo. Este lo miró un momento, pero simplemente no dijo nada y lo dejo ser.

—Entonces ¿Qué fue lo que te enteraste y que nos meterá en un completo lio? —pregunto Vaggie.

—Alastor me enconmendo hace unas semanas una misión de infiltración muy importante en la cual debía atar unos cabos sueltos sobre un posible topo que se encontraba entre las filas más bajas de los hazbin—Ángel termino de curar sus heridas, procediendo a irlas vendando poco a poco, mientras este lo hacía, Husk continuo con su relato—. Esto lo hizo siguiendo la orden de la princesa de apartar cualquier amenzaba posible mientras la corona aun se encuentra alejada de cualquier búsqueda de su grupo.

—¿Charlie? Ella no me dijo nada de esto —fue lo único que dijo Vaggie, pero este intervino.

—La princesita no estaba al tanto de todos los detalles ni a quien iban a investigar. 'Según su ultima carta, el iba a investigar la alianza de los nobles y yo otro caso relacionado a los overlords—expreso—. No se bien como se entero, ese tipo nunca dice sus métodos, pero nunca se equivoca.

—Y por eso te mando lejos del hotel por tantos días —continuo Ángel.

—SI. Por una mierda —se quejo—, pero el tipo como siempre, no se equivoca en sus predicciones —dijo—. Algo raro y grande se estaba cocinando a puertas cerradas y varios nobles y señores supremos estan involucrados, algo que esta relacionado con la exportación del acero divino.

—¿Acero divino? ¿Pero que tiene que ver eso con nosotros? —pregunto ahora Vaggie.

—No es que sea un experto, pero al parecer sus batallas estan alterando el flujo del acero divino que poseen.

—¿Cómo es posible eso? —intervino Ángel—. Ahora son muchas las lanzas que quedan luego de cada exterminio anual, deberían estar felices de que estemos "colaborando" con el aumento de lo que pueden obtener.

—Es porque ya no tienen el control absoluto sobre su monopolio —indico—. Cuando una materia prima que era de difícil acceso, comienza a aparecer en mayor cantidad, las empresas comienzan a temblar porque salen más competidores. Su movimiento, deja un gran saldo de ángeles muertos que dejan sus armas en batalla. Eso superaba la tasa minima de aquellas que quedaban en los cuerpos de los exterminados y aunque esa no es su intención, termino como consecuencia de sus acciones y esta afectando a peces gordos de otros anillos —explico.

—Todo eso por matar a los ángeles que vienen a jodernos cada año ¿Y ahora somos enemigos de otros señores supremos por arruinar su negocio? —cuestiono de nuevo la araña, terminando de vendar el brazo y la cola de Husk.

—Si —tan simple y sencillo como eso, pero que podría causarle grandes problemas si los señores supremos que nunca quisieron involucrarse en la rebelión, ahora podrían estar en su contra.

—Genial, más enemigos.

—Pero entonces ¿Qué es lo que pasa? ¿Cuál fue la información que encontraste? —pregunto la polilla.

—Voy justo a eso, eres demasiado impaciente ¿no te lo han dicho? —respondio antes de encender un cigarro y exhalar el humo por la boca—. Alastor me envio mensaje diciendo que intercetaron la reunión de un Marques demoniaco que lidera ese sector del acero divino junto a quien es el principal exportador dentro del circulo del orgullo, alguien llamado el padrino.

—¡Yo lo conozco! —exclamo Angel, levantándose en el acto—. Ese es uno de los cinco grandes herederos de la mafia siliciana, de aquellos que escapamos a New York hace muchos años y formamos un gran negocio allí, uno de los tipos más duros y homofodos —recordó el—. Valentino intento ofrecer sus servicios a cambio de unas acciones de su empresa, pero este se negó, diciendo que no hacia tratos con putas con pene. Recuerdo la balacera que sucedió después de esa negociación

—Me sorprende que aun recuerdes todo eso —menciono la morena. Sin poder evitarlo, la sonrisa siempre alegre de la araña vacilo un poco.

—Es difícil huir de un pasado tan grande —simplemente dijo.

—Pues el padrino no solo se estaba reuniendo con ese señor supremo, estaba buscando reunirse con otros demonios que trabajan con el trafico de armas benditas y esta noche planean reunirse para discutir lo que harán de ahora en adelante con su querida princesa.

—¡Ha! Si, pero estamos hablando de otros pecadores como nosotros, con el poder conjunto de Chars y sonrisas debería ser suficiente para acabarlos a todos —comento la araña con suficiencia y tranquilidad, pero algo en la expresión del propio Husk hizo que se callara, temiendo que había algo más.

—El triveato parece estar involucrado en esto —fue lo único que dijo, y fue suficiente para hacer que el ambiente medianamente tenso se volviera en algo mucho peor.

Ciertamente, había muchos señores supremos que podían llegar a ser un problema si se veian involucrados en una persecución en contra de Hazbin, pero quizás no había algún grupo más peligroso que el triveato.

Ángel, quien se había mantenido bastante tranquilo y jocoso durante toda la conversación, empezó a caminar lentamente hacía atrás, abrazando sus cuatro brazos contra su cuerpo y empezando a temblar cada vez más ante la posible intervención de su pasado en la ecuación. Si estaba involucrado Vox y Velvet, era obvio que Valentino estaba participando en todas esas reuniones, y tener que encontrarse nuevamente con él en cualquier circunstancia era algo que ninguno de ellos quería tener que hacer, sobretodo el ex actor porno.

—H-Hay que decirle a Charlie, e-ella debe saberlo —dijo Ángel preso del pánico, pero Vaggie puso una mano en su brazo, buscando calmarlo.

—Si, tenemos que decírselos, pero primero necesitamos que alguno de los dos este dispuesto a hablar —dijo.

Teniendo eso en cuenta, consideraron que en ese caso Alastor era la mejor opción para consultar. El hombre parecía tener nervios de acero y esperaban que su cordura aun se mantuviera intacta a pesar de lo que sea que pudiera haberles pasado. Los tres subieron nuevamente al penhouse donde caminaron hacia la habitación del wendigo, quedando Husk justo al frente de la puerta dispuesto a tocarla para tantear el terreno, sin embargo, la situación que obtuvo no fue la esperada.

—¡SALGAN DE AQUÍ! —se escucho desde dentro de forma cruda y abrumadora.

La voz de Alastor, siempre burlona y llena de estatica, era una mezcla espeluznante entre un grito animal y humano, fuera lo que fuera que le hubiera pasado, había logrado descompensarlo más de lo que habían esperado.

Desde afuera de la puerta, Husk supo que, si intentaba minimamente girar la perilla de aquella puerta, su vida en el infierno culminaría de la forma más dolorosa posible, así que adentrarse allí para poder hablar con el wendigo estaba fuera de discusión. Sin embargo, un aroma en particular fluyo desde dentro de aquella habitación, logrando llegar hasta él y ponerlo sobrealerta.

Este se alejo varios pasos, tapando su nariz y evitando que los otros dos demonios estuvieran cerca del lugar.

—¿Qué pasa? ¿Por qué grito de esa manera? —cuestiono Vaggie, pero Husk siguió apartándolos poco a poco de allí, hasta estar lo suficientemente alejados tanto de la puerta de la habitación de Alastor como de la princesa.

De inmediato, el demonio gato comprendió que era ese algo que había pasado que había obligado a los dos demonios a usar sus dobles temporales.

—Si fueron al circulo de la lujuria, seguramente inhalaron el miasma que hay todo el puto lugar —respondió sintiendo que estaba demasiado viejo para estar pasando por esas cosas.

—¿Miasma? —repitió, pero a diferencia de todas las veces anteriores, fue Ángel quien entendió a que se refería su compañero.

—¿Eso podría ser...? —pareció comprender, Husk asintió a su presentimiento.

—Si, fue un afrodisiaco.

Hubo un largo silencio incomodo mientras los tres se veian las caras.

—Entonces, ninguno de los dos ha salido porqué estan cachondos —concluyo la araña, recibiendo un fuerte manotón de Vaggie en la espalda.

—¿Cómo puedes decir ese tipo de comentarios en este momento? —le regaño mientras este se sobaba el golpe a duras penas.

—Pero, si es así como dice Huskie y estan sintiendo los efectos de un miasma afrodisiaco, lo único que quieren hacer es coger —dijo—. ¡Pero eso es fácil de resolver! Solo deben entrar a la habitación del otro y hacerlo como conejos hasta que queden secos.

Vaggie solo quería matarlo en ese momento, enrojecida tanto por la ira como por la vergüenza, pero, aunque sonaba como algo extrañamente razonable, Husk no parecía estar muy de acuerdo.

—No creo que sea tan fácil —explico el demonio gato—, no sabemos cual es el nivel miasma que consumieron y lo peligroso que podría ser para otro, si yo pude olerlo desde la puerta y no estuve expuesto mucho tiempo, si cualquier otro entra allí, no hay garantías de que pueda permanecer cuerdo. Lo único que si se es que para ellos dos debe ser un completo infierno.

—¿No hay forma de que logremos que ambos estén mejor? —pregunot Vaggie, pero este solo negó.

—Solo nos queda esperar —respondio.

Los tres se fueron del lugar, bajando por el ascensor. El piso nuevamente quedo en completo silencio y desde el interior de aquella misma habitación, todo parecía un verdadero caos.

Reposando en el suelo de su propia sala, Alastor yacía sentado con la camisa entre abierta y las manos descubiertas sin sus acostumbrados guantes.

Frente a él, la sonriente y brillante figura de la princesa se mostraba esta vez distorsionada y oscura, cubierta de una tentadora línea de sangre que subía por todo su cuerpo y pintaba sus labios normalmente negros. La risa cantarina, normalmente escuchada en cada tarde de trabajo, ahora estaba unos decibeles más baja y un suspiro entre cortado fluia de su boca.

Y no bastaba las veces en las que uso su poder, le lanzo objetos, o simplemente la acuchillo con lo que tuviera en mano, aquella ilusión no desaparecía.

No importaba cuanto se enfriará, no importa cuanto se hubiera rebajado a tocarse, aquel maldito calor no se iba y la vista sobre aquella ilusoria princesa permanecía, tentadora, frente a sus ojos. Seguía aun presionando su ingle y ahogando su pecho, nublando su juicio de tal modo, que tuvo arremeter tantas veces contra sus extremidades, arrancando tajos enteros de su piel que mancharon el alfombrado escarlata de su habitación y las sabanas de su cama, así como el baño cuando el calor era tal, que esa era la única forma de regresar a la normalidad por escasos minutos.

Se sentía tan enojado por sentirse así, esclavo de sus deseos y de la necesidad maldita de la carne que ella le mostraba, sintiendo tal vergüenza que no se sentía dispuesto a salir de su habitación ante la falta total de su compostura.

Se había vuelto un animal. Lleno de instintos y necesidades que no eran propias de él, que le generaban un asco infinito. Maldijo mil veces el embrujo que Asmodeous les había lanzado y juro acabarlo con sus propias manos las veces que fueran necesarias por orillarlo a esa lamentable posición.

Bebiendo de las reservas de vino y sangre que tenía para aliviar la infinita sed hasta que simplemente no quedo nada.

—Charlie...

Su nombre surgió en un momento entre el calor y la cordura, la veía allí frente a él, pero sabía que no era real. Podía olerla, podía escuchar su voz en su cabeza, pero no estaba a su lado y eso era frustrante.

¿Cómo estaría ella? A pesar de su naturaleza como súcubo, pudo deslumbrar los estragos del miasma antes de su separación hace varios días. Su piel enrojecida, acompañada de su voz jadeante, eran los recuerdos que más venían a su mente y lo obligaban a recordar el toque de sus manos sobre él.

¿Estaría pensando en él como ahora mismo lo hacía con ella?

El pensamiento de encontrarla en su habitación privada, pasando sus manos por su cuerpo desnudo, jadeando su nombre y pidiendo por él se le antojo como una necesidad primitiva.

Y eso fue más que suficiente.

Evocarla esos días fue lo único que era capaz de sobreponerse sobre el calor, lo único que lo hacía llegar fácilmente al climax, recordando su voz jadeante, el brillo de sus ojos escarlata en la oscuridad y el estremecimiento derivado de su cuerpo saltando encima de él. Era tantas las sensaciones que muchas veces se cuestionaba si estaba en un sueño o en la realidad, pero fue quizás eso lo que hizo que, al llegar al quinto día, pudiera regresar al pleno de sus facultades.

Ya era momento que dejara todo ese maldito asunto en el pasado. 

Feliz dia tan productivo para nuestros bellos fanaticos de Hazbin hotel y yo no he sido más que un fan obsesivo desde hace horas y para seguir festejando este día, he publicado para ustedes este capítulo lleno de un poco de cosas, dure mucho tiempo bloqueada pero al fin logre salir de él ¿que les ha parecido? Espero traerles pronto el siguiente capítulo, así que esten atentos.