Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 35. Lujuria

Advertencia. Ligera presencia de NSFW 

Lo interesante de infiltrarse en un lugar en donde no se espera que este ninguno de los dos, es que podía hacer pasar todo el proceso como un interesante juego. Para Alastor, el proceso de transformación no fue nada difícil, ajustando su apariencia a una mezcla entre su forma antes de morir y agregándole un color diferente a sus facciones, había logrado un cambio completo y exorbitante, que le otorgaba un aire similar a los nacidos en el infierno. Del mismo modo, también había cambiado sus trajes cotidianos por unos más modernos, pero igual de elegantes, con su cabello ahora negro peinado hacia atrás.

¿Cómo debía estar asumiendo todo esto la pequeña princesa? El wendigo casi quiso reir al recordar su expresión desorbita al hacerle saber que no contaba con ninguna limitante para acompañarla. Por supuesto, eso era un gran secreto del que apenas una infima cantidad de demonio conocía y que era algo que aprovecho para utilizar a su favor luego de sus primeros años en el infierno. Sabía bien el origen de esa particularidad que estaba ligada a su propia concepción durante su estadía en la tierra, pero no había forma de que el pudiera decir nada más sobre eso a nadie.

Revelar aquello, era como soltar un maleficio que no podría ser detenido nunca.

¿Qúe haría la pequeña princesa arcoíris si eso sucediera con su amado reino? Alastor estaba seguro que lloraría y la diversión se terminaría por eso. No estaba dispuesto a dejar que sucediera.

Aun así, ese pequeño que estaban implementando del gato y el raton parecía estar escalando a ciertos niveles interesantes. La tarea que le otorgo a Husk comenzaba a dar frutos y los había llevado a un camino que seguramente Charlie no previó en toda su magnitud. Por supuesto que su incursión armada seria beneficiosa para muchos, pero un gran problema para otros, no solo por el ataque al estatus quo del infierno, sino también para todos los negocios que se beneficiaban de él y por eso era mejor entender que tipos de demonios podían poner de su lado, porque después de todo, en cada guerra que se luchaba, mientras más aliados poseías, mejor.

Y parecía que eso lo habían entendido muy bien los compañeros de su socia cuando se le comunico lo sucedido. Ángel, quien parecía haber tenido mayor contacto con aquella mafia dentro del anillo del orgullo, pareció comprender con mucha más rapidez a lo que estaban metiendo, pero la sorpresa la otorgo la polilla cuando le dejo en sus manos la protección de Charlie.

—Nosotros nos haremos cargo del hotel mientras están fuera, pero pase lo que pase, si algo sale mal, deben enviar a Kee kee para estemos al tanto —indico.

Y con eso todo fue decidido, ampliando la seguridad del hotel por aquella noche que sus piezas más poderosas estarían fuera. Araccnis se difumino a lo largo del perímetro para asegurar que nadie extraño pudiera querer amenazar las instalaciones, así como Cherry estaría al pendiente de los movimientos de otros señores supremos en caso de un ataque. Estaban asegurados por esa noche.

Ahora, mientras el demonio iba caminando hacia la parte trasera del hotel donde un automóvil le esperaba, recordó con bastante gracia su propuesta de otorgarle un disfraz adecuado a Charlie para la ocasión, a lo que esta se negó amable pero nerviosamente, alegando que buscaría un modo más rudimentario y sin tantos trucos para hacerte pasar por otra persona. Estaba interesado en ver como utilizaría el cambio. Aunque no lo admitiera, para este tipo de actividades la apariencia y la forma de actuar era fundamental, si no eran cuidadosos, fácilmente podrían ser descubiertos.

Sin embargo, cuando llego a la entrada, todo pensamiento racional quedo congelado en su cabeza.

Charlie había sido previsiva, llegando mucho antes de él. Le esperaba de pie a escasos metros del auto, con una mano sostenía su pequeño bolso y con la otra su dispositivo móvil. Para sorpresa de Alastor, el cambio fue bastante considerable y muy aceptable. Ataviada con un vestido azul magenta, dejaba entrever a través de un corte fino la línea de su pierna en la que al final resaltaban unos finos tacones de aguja. La espalda estaba descubierta desde el borde de la cadera y el cuello era adornado por una cadena de piedras preciosas.

Se veía hermosa.

Por supuesto, utilizaba una vestimenta que jamás usaría en sus actividades cotidianas, pero no por eso dejaba de vérsele estupendo. Ajustado finamente, delineaba todas las curvas de su prominente cuerpo, adornado de finas joyas que le daban un aire de dama de alta clase. Su cabello rubio, aunque siempre hermoso, era demasiado llamativo, por lo que al wendigo no le extrañaba que lo hubiera camuflado al igual que él de un color oscuro como la caoba, sujeto en moño alto, muy similar al utilizado durante la gala de reinaguración del hotel.

Sin poder evitarlo, sintió la necesidad de liberar un poco el agarre de su corbata, ahogado por un terrible calor que lo inundo de repente ante su presencia. Su mirada, inexpresiva y liviana, no se había percatado de que era observada, y eso le permitió al demonio admirarla con mayor libertad.

Quizas no se había notado demasiado, había buscado de todas las formas posibles aparentar cierta normalidad entre ambos en medio de un jugueteo que le permitia tener el control de las cosas, pero conforme se iban acercando más y más, empezaba a notar lo singular que la súcubo podía ser y no estaba seguro hasta quye nivel era seguro aquello.

—Alastor.

Fue apenas con su llamado que el demonio pudo reaccionar nuevamente, incapaz de creer que se había perdido en la hermosura de sus facciones y lo hipnótico de sus movimientos. Charlie lo miró, mirando su fachada de arriba hacia abajo y sonriendo en cuestión, parecía

—No pareces nada a ti mismo, estoy segura que nadie podrá reconocerte de esta forma —menciono tocando ligeramente un mechon de su cabello oscuro, este tomo la mano de la princesa, besando su dorso como era ya costumbre.

—Ese es el plan, dulzura.

Charlie se rio, tratando de relajar la tensión que se formo en su cuerpo y el calor que se apodero de sus mejillas. No había podido evitar lo encantador que siempre eran, y aunque su apariencia era diferente en ese momento, tenia esa mirada que podía dejarla embobada con solo sonreir.

—Ahora, creo que debemos acercarnos hacia El elevador* —indico, acercándose

—Oh, no es necesario —expreso invocando ante él a su querido Kee kee.

El pequeño felino de un ojo se acaricio en la mano de la princesa, ronroneando en el proceso ante la atenta mirada de Alastor.

—Eso es... —no pudo terminar la frase, la pequeña criatura de un solo ojo transformada en una llave libero y ante ellos emergió una puerta dorada que emulaba muy bien las utilizadas dentro del elevador del infierno.

—Es hora de que sirvas a las órdenes de tu ama ¿si? —le dijo.

Charlie introdujo la llave en la puerta de oro, la cual comenzó a abrirse abriendo el portal que necesitaban y dejando ver a través de él, un paisaje oscuro lleno de luces de neón: la entrada al anillo de la lujuria.

Una vez cumplida su misión, la llave volvió a transformarse en gato, cayendo en la palma de la mano de Charlie quien le miró con agradecimiento y se volteo hacia el demonio escarlata, sonriendo con cierta suficiencia ante su estupefacción.

—El secreto mejor guardado de la casa Morningstar —contesto haciendo alegoría a que el no era el único que guardaba grandes secretos, y mirando a Alastor que parecía haberse quedado observándola de nuevo sin decir ninguna palabra, le dijo—¿Nos vamos? —y le extendió su mano.

Sonriendo en respuesta, el wendigo la tomo.

—Por supuesto.

Ambos pasaron a través del portal que los llevo a un callejón oscuro y oculto a la vista de curiosos. Ambos revisaron el lugar, notando que, por suerte, no habían sido vistos cuando llegaron. La puerta desaparecio al momento que el felino de un solo ojo desaparecio, y Charlie mirando hacia la calle con cuidado, le hizo una seña al wendigo de que podrían salir.

—Bien, creo que no estamos demasiado lejos, podemos ir facilemente caminando —dijo esto ultimo soltando una nota de voz más alta de lo común cuando la mano del demonio escarlata se afianzo en su cadera, acercándola mucho más a él.

Ella alzó la vista, pidiendo una respuesta ante ello, a lo que este sonrió como si nada, acercándose un poco más.

—Es necesario aparentar que somos una pareja cariño, de qué serviría todo este teatro si no entramos bien en nuestro papel —aseguro, recibiendo un asentimiento lento de parte de Charlie.

—C-Claro —asintió, aunque eso no amainaba para nada los latidos de su corazón.

Caminaron unos breves minutos por las calles del anillo de la lujuria, observando los ciertos de hoteles y locales de striper que había en el espacio hasta que pronto encontraron la gran carpa iluminada que era Ozzie's. Era un espacio enorme manejado directamente por el señor de la lujuria Asmodeous. Un tipo curioso y bastante esponjoso que Charlie amaba abrazar durante su infancia, no podía decir que era el más poderoso de los siete señores del infierno, pero quizás si uno de los más amables.

Pese a eso, nunca se sintió comoda con asistir a su anillo, teniendo en cuenta lo avergonzada que siempre se ponía con respecto a esa serie de temas, pero en vista de lo que estaban atravesando, quizás debería optar por una actuación más cariñosa si querían hacerse pasar por una pareja ante los guardias del local.

Mientras caminan hacia la entrada, ambos hablan en tono bajo, riendo entre dientes como si compartieran secretos. Se miran furtivamente y se lanzan miradas cargadas de complicidad. La clave es que su comportamiento sea sutil pero efectivo. No quieren llamar demasiado la atención, pero necesitan convencer al guardia de que son solo una pareja que busca diversión en el local.

Una vez estuvieron al frente, una larga fila llena de demonios esperando por ingresar la hizo sentir nerviosa, pero ellos se afianzaron al plan de Alastor para entrar como si nada.

—¿Tiene reservación? —les pregunto el incubo con tono monótono

Y por un breve momento no contestan, ambos actúan como una pareja melosa y acalorada para evitar sospechas. Charlie se aferra al brazo de Alastor, mientras él la rodea con su brazo de manera protectora.

—Oh, disculpe, nos distrajimos un poco —dijo.

Al mismo tiempo, el wendigo le extiende una tarjeda dorada cuya insignia tiene el emblema de Ozzie's, denotando la reservación que habían logrado en tiempo record.

El guardia ve la tarjeta mientras Alastor roza sus labios por encima de la oreja de Charlie en un fugaz pero sensual beso, lo suficiente para mantener la apariencia de una pareja enamorada y lo suficiente para no ir en contra de lo que podían tolerar, aunque el calor levemente aumentaba en cada uno.

La tensión se puede sentir en el aire mientras esperan la reacción del guardia, manteniendo los dedos cruzados para que su actuación funcione.

—Pasen.

Ambos ingresan sin mirar atrás o siquiera agradecer al guardia. Un grito silente de victoria esta en sus gargantas, pero apenas era el inicio de la noche. No había una hora precisa para que su objetivo apareciera y su presencia, tan imponente y oscura, no parecía estar presente en el local. Con un asentimiento mudo, ambos demonios caminaron por el espacio mirando todo el lugar.

Como uno de los principales locales del anillo de la lujuria, Ozzie's era bastante elegante y llamativo, con mesas adecuadas y bien acomodadas para los comensales y un escenario al frente, mostrando el nombre del establecimiento en luces, para las actuaciones. El bello interior, iluminado por una gran araña de llamas azules con un diseño floral, destacaba en medio otros faroles florales azules en las paredes.

Pero como claro elemento que forma parte de la lujuria, el mismo salón había una serie de jaulas exhibidas con diferentes artistas, que, de forma presumible, realizaba actos o espectáculos sexuales para todos aquellos que asistieran al lugar.

Por ello estaba lleno de gente, humo y el sonido de la música era ensordecedor. Charlie se aferró al brazo de Alastor mientras llegaban hacia las mesas, una vez admiraron todo su alrededor, buscando a Amon y Andrealphus. Los demás demonios parecían no sospechar nada, pero Alastor sabía que no podían bajar la guardia.

Una vez se sentaron, una pequeña diablilla los atendíó, ofreciéndoles un par de bebidas de cortesía mientras se decidían por la carta. La princesa comenzó a ver el menú, notando una gran cantidad de alimentos con cierto contenido afrodisiaco o bebidas revestidas con alto grado de alcohol, lo que no seria nada bueno para ella considerando su nula capacidad de tolerar el alcohol.

—Entonces, cariño —la llamo Alastor, notando como este había arrimado más su silla para acercarse más a ella—. ¿Cómo estas llevando todo este asunto?

La cercanía repentina y caliente hicieron como se sintiera ahogada, aunque habían estado tratando de sobrellevar la actuación de forma sencilla y traviesa, sin llamar demasiado la atención. Pero allí Alastor estaba demasiado cerca, casi rozando su pierna con una mano y alzando su otra mano hacía ella.

—¿Eh? Bueno, yo...

—No seria bueno si no estuvieras del todo comoda —le dijo mientras subia su mano por todo su hombro hasta acunar el borde de su rostro.

Los latidos de su corazón se aceleraban hasta retumbar en sus propios oídos, lo vio acercarse de forma peligrosa a su rostro, instándola a cerrar sus ojos en respuesta ¡iba a besarla!

—¿Qué les gustaría para beber? —pregunto de forma repentina la mesera que los atendía. Charlie comprendió entonces que su actuación se debía a ello, pero el rubor no desaparecio.

—¿Gustas algo de vino rojo o blanco, cariño? —pregunto el wendigo coqueto, y la princesa quería solo quería

—¡El vino blanco esta bien! —exclamo con todo su rostro rojo, cerrando sus ojos cuando sus manos acariciaron sus labios de forma sutil pero muy incitante ¡No podía creer como estuvo a punto de creer que iba a besarla en verdad! Y Charlie iba a caer tan fácilmente, sin diferenciar si era real o parte una actuación.

En algun instante, la mesera había desaparecido por completo, Alastor se había alejado solo un poco, pero seguía con ese brillo travieso en sus ojos que ponía a la princesa al borde de su asiento.

Las luces del local se atenuaron, cambiando los colores azules por unos verdes con violeta, a la par que un humo misterioso se acumulaba entre las mesas. Unas barras giratorias bajaron del techo, presentando a las nuevas bailarinas del espectáculo y una nueva voz resonó en todo el salón, apareciendo al mismo tiempo que el reflector enfocaba el centro del escenario.

—¡Damas y caballeros! Que bellos rostros veo esta noche.

Bajando desde una barra americana, un cuerpo mecanico se contorsiono hasta llegar al filo del escenario y presentarse ante todos, extendiendo los brazos con animo.

—¡Bienvenidos sea ustedes a Ozzie's! El mejor lugar en el circulo de la lujuria para cumplir todo tipo de fantasías retorcidas —exclamaba mientras se movia enérgicamente por el lugar y se acercaba a una pareja de diablillos que se abrazaban con placer —Y esta noche, para todos ustedes... Tendremos al mismísimo señor Asmodeous en persona —exclamo y tanto Charlie como Alastor se miraron, entendiendo que pronto tendrían que pasar a la acción— ¡Tienen ante ustedes al único e inigualable, Fizzarolli! Mientras llega ¿Por qué no disfrutamos del show de nuestra banda? ¡Tengan ante ustedes a Los Squirters!

La banda de diablillos con playeras violetas empezó a tocar una extraña, pero pegadiza canción mientras varias parejas bailaban en el centro al mismo tiempo que otras permanecían en sus mesas disfrutando de sus bebidas o en el bar.

Al mismo tiempo, la pareja en la mesa continua parecía estar llevando las cosas de forma mucho más amena para ellos, logrando escucharse ciertos gemidos y jadeos que solo incomodaban mucho más a la princesa, aunque trataba de disumularlo. Charlie trato de mantenerse estoica, aunque su rostro subia de tono cada cuanto más los jadeos se escuchaban en su mesa. Alastor por parte, actuaba más bien indiferente a lo que sucedía alrededor de ellos. Estaba usando gran parte de su magia para encontrar la vibración especifica de Amon, teniendo en cuenta que desconocía la del demonio Andrealphus. Incluso oriento a varias de sus sombras a monitorear el lugar, mientras ellos esperaban la aparición de alguno de ellos, o del mismo señor del pecado. No obstante, no podía negar para si mismo que estaba en la misma situación que la princesa. Nunca, en vida o ahora en su muerte, le había gustado de concurrir esos lugares indecorosos, por lo que no le era nada agradable estar allí, todo fuera por la misión que tenían.

El tiempo aun seguía corriendo. Unos ligeros aperitivos llegaron a su mesa mientras disfrutaban de una botella espumosa que Alastor había pedido. Fizzaroli seguía animando la velada de los presentes, quienes disfrutaban de sus chistes o juegos con la audiencia, en los que verdaderamente la princesa no quería tener que participar.

Sin embargo, pese el tiempo que llevaban allí, seguían sin rastros de sus objetivos. Charlie comenzaba a desesperarse, viendo de reojo cada que podía buscando no llamar la atención. Arrugo la servilleta de la mesa entre sus manos, mordiendo el borde de su labio inferior.

— ¿Una copa? —le pregunto otro diablillo que estaba fungiendo como mesonero entre las mesas.

—N-NO —quizás su tono fue muy alto, porque el mesero resintió su reacción y llamo la atención de los —. Disculpe, quisiera otra bebida un poco más dulce —pidió para remediar la situación.

En seguida, este se retiro para ir al bar a buscar algo más para la princesa. Desde su asiento, Alastor tomaba de su propia bebida mientras Charlie recibía su nueva copa con mejor actitud. Una vez solos de nuevo, este se acercó a ella para hablar.

—¿Sucede algo cariño? —pregunto el wendigo mientras la veía revisar con mucha atención el contenido de la copa.

—Bueno, lo que sucede es que no soy buena con las bebidas alcoholicas —admitió apenada—, no quisiera arruinar todo ahora que estamos tan cerca. Ella creyo que Alastor la miraría con desaprobación o se burlaría de ella, pero en cambio, este solo extendió su mano sobre la suya, acercándose hasta su oído.

—No veo la necesidad de estar nerviosa querida —habló, el escaso espacio entre ambos les permitía pasar por una pareja de amantes, por lo cual podía hablar de esa forma—. Necesitas actuar de forma natural como hasta hace un momento, de lo contrario, podríamos quedar en evidencia —advirtió, y la joven princesa sabía que tenía razón.

—Lo sé —acepto, repasando el borde de la copa con sus manos—, pero no puedo evitarlo. No tenemos noticias de ellos, y ya está pasando de la hora acordada ¿Qué pasa si esto es una trampa?

Esa siempre había sido una posibilidad. Con la experiencia tomada en el caso de Abigor, cualquier otro de los nobles que asistieron a la audiencia de su padre podía seguir manteniendo la sospecha de que Charlie era Lady HAZBIN y plantar una trampa para atraparla. Ese miedo la siguió aun cuando intento decirse que no podía relacionarla de nuevo, pero seguía clavada como una estaca corroída, supurando la herida y angustiando su mente en el proceso.

Aun así, Alastor solo jugo con sus preocupaciones, no dándole importancia.

—Puede que lo sea, puede que no —expreso, dejando a su libre interpretación—, lo que si es que no podemos negar que hay más seguridad que de costumbre —dijo cuando noto como poco a poco, varios guardias infernales y parte de la seguridad del local, fue colocándose en zonas estratégicas para rodear el perímetro del local—. Nos aceptaron debido a nuestra actuacción, pero muy pocos demonios estaban ingresando el día de hoy, eso significa que limitado el ingreso de los demonios, implica que un pez gordo viene hoy por aquí, así que debemos estar atentos a la llegada de cualquiera de los que esperamos.

— ¿Dónde pueden estar? —pregunto ahora ella, sintiendo el estomago un revoltijo—. Temo que ya hayan comenzado su reunión y estemos esperando como un par de tontos mientras se rien en nuestras narices —dijo.

El wendigo se rio al ver su ligero gesto de puchero y virando ligeramente su mirada, noto como se presentaba una oportunidad al borde del escenario.

—Bueno querida, si la actitud pasiva no está funcionando, debemos comenzar a tomar el plan B —dijo levantándose se asiento para pánico de la princesa.

— ¿Q-qué estás haciendo? —cuestiono aturdida, no espero que se levantara de su asiento, pero este solo le tomo de su mano, invitando a que se levantara del mismo modo.

—Esto querida —le dijo, llevándola al centro de la pista con otros demonios que bailaban al ritmo de la música sensual del tango—... es entremezclarse con la multitud.

En medio de la pista, Charlie miró a Alastor preocupada. No parecía metida 100% en su papel desde hacía rato y eso empezaba a angustiarla, pensaba que podría arruinarlo a pesar de haber fanfarroneado de que podría hacerlo sola, pero ahora que estaba allí, sentía que no podía hacerlo. Sin embargo, el wendigo solo atino acercarse detrás de ella por su espalda, acercando sus caderas y cruzando sus brazos para tomar cada mano. El corazón de la joven se acelero ante el intrépido contacto, pero Alastor solo se rio, suspirando en su cuello.

—Podrás hacerlo querida —le dijo, disfrutando del aroma de su esencia y hablándole al oído—... solo déjate llevar por mi —le pidió.

La canción empezó a sonar. Fizzarolli tomo el centro del escenario, un sombrero cubria su rostro y la banda lo acompañaba, profundizando en el violin como una sublime antesala.

Charlie lo vio, entendiendo de que no había forma de estar sobrepensando en todo saldría mal. Estaban en una misión donde todas las cosas podían salir, pero era cuestión solo de ella meterse en su papel. Así que lo haría, se dejaría llevar por él, teniendo la seguridad que todo saldría bien. Asi que ella acepto. Determinada a que todo saliera bien.

Will drive you

Mad

Ambos tomaron posición, la princesa cerro los ojos, respirando hondo y abriéndolos mordazmente cuando todo debía comenzar: era moento de actuar.

Roxanne

Un tango sensual y mortífero, que engullo a muchos de los invitados del salón y los llevo a emparejarse.

You don't have to put on that red light

Alastor le dio la vuelta, pasando su mano a través de su cadera, subiendo por su espalda desnuda hasta su nuca, echando hacia atrás su cuello mientras la inclinaba y rozaba su nariz con su cuello.

Walk the streets for money

You don't care if it's wrong or if it is right

Enseguida la levanto, abrazandose cual amantes desesperados, moviendose coordinadamente por el salón como si estuvieran formando parte de una coreografia.

Roxanne

Alastor la guiaba y Charlie seguía, sintiendo el toque de sus manos pasando por su brazo justo antes de darle vuelta y volver a su posición inicial.

You don't have to wear that dress tonight

Roxanne

You don't have to sell your body to the night

Acompañado de su usual diablillo, Asmodeous apareció en el centro acompañado por un misterioso humo que lo caracterizaba en cada aparición. FIzzarolli se había metido en su papel, burlándose a través de aquella canción de una mujer que únicamente vendía su cuerpo por dinero. El señor del placer se acerco al diablillo con gesto cariñoso y coqueto, acariciando su mentón antes de tomar el otro micrófono y seguir con la canción.

His eyes upon your face

His hand upon your hand

His lips caress your skin

It's more than I can stand

Alastor y Charlie lo vieron una vez ingreso al pabellón, ambos seguían inmersos en su danza, la cual era observada por todos, pero ignorada por Asmodeos y su diablillo, lo que era lo más importante. Tenian que seguir reflejando su papel, al ser demasiado pronto para actuar.

(Roxanne)

Why does my heart cry?

(Roxanne) Feelings I can't fight

La pista de baile iluminada por luces tenues seguía los movimientos de ambos demonios. Deslizadose con pasos certeros, sus pasos iban precisos y coordinados, aunque pocas veces habían compartido un baile.

You're free to leave me, but just don't deceive me

And please, believe me when I say I love you

Ambos siempre iban en perfecta armonía, como si no les hiciera falta hablar para entender el siguiente movimiento del otro. Y en ese momento podían notarlo tan claramente, mientras se veian fijamente durante el baile.

Yo que te quiero tanto, qué voy ha hacer

Ambos se detuvieron, respirando agitadamente, las palabras de Asmodeous recitando un clamor herido de un amante abandonado. Charlie y Alastor se miraron, sintiendo algo extraño. Aquellas palabras tan distantes a lo que representaba ese anillo eran un inverosimil de lo que ciertamente pasaba.

Me dejaste, me dejaste en un tango

En el alma se me fue

Se me fue el corazon

Ya no tengo ganas de vivir

Todos los presentes guardaban silencio, observando la presentación del pecado hecho demonio, ignorando a la pareja que allí yacia en medio de un conflicto que no esperaron presenter en ese momento.

Porque no te puedo convencer

Que no te vendas Roxanne

El violin comienza a sonar.

Las palabras mueren, un certero presentimiento de algo desconcido comienza a subir por sus gargantas como una daga, así como el crescendo del climax, el violin arremolinado y el calor subiendo por sus pechos. El wendigo toma con firmeza su mano y Charlie cierra sus ojos, tratando de no pensar aquello que nubla sus pensamientos.

Roxanne

(Why does my heart cry?)

You don't have to put on that red light

Feelings I can't fight

(You don't have to wear that dress tonight)

Ambos retoman la danza. Alastor guía a Charlie con habilidad, haciendo que cada paso sea fluido y grácil. En el escenario, Fizzarolli y Asmodeos cantan con intensidad, ambos al unisono, expresando con claridad lo que también sucede entre ellos.

Roxanne

(Why does my heart cry?)

You don't have to put on that red light

Roxanne

(Feelings I can't fight)

You don't have to wear that dress tonight

La pasión se siente en el aire mientras continúan bailando, sin importarles nada más que el momento presente. Es una escena cautivadora que deja a todos los espectadores sin aliento.

Roxanne

La ultima nota plago el lugar mientras de forma energica y elegante, Charlie daba una vuelta y era observaba por Alastor. Ella se encogio en si misma, sufriendo con el tono culmine de la sinfonía, alzando el rostro cuando el wendigo la esperaba extendiendo su mano. Ella inmediatamente la tomo, girando hacia su pecho y cayendo suavemente hacia atrás.

Roxanne

La canción termino. Y con ella, solo quedo un tremendo pavor. Respirando con dificultad, Charlie estaba en el suelo, mientras Alastor seguía de pie, sin mirarla. Algo extraño les había pasado a ambos y no lo sabían explicar, pero aquella melodía había sacado algo que habían pensado que pudieron enterrar cada uno en lo más profundo de su corazón.

Una vez culmino la canción, el rey del pecado desapareció tras bambalinas, dejando a Fizzarroly emitiendo algunos chistes de doble sentido y disparando algunos chorros de liquido inflamable sobre algunos incautos. Alastor y Charlie se retiraron del medio de la pista, notando que Asmodeo caminaba hacia el segundo piso del local, siendo acompañado por un grupo que formaba parte de la seguridad. Esa fue la señal de Alastor y Charlie para salir del salón en búsqueda de su objetivo.

El palacio de Ozzies era grande, teniendo varias secciones aparte del entretenimiento abierto. Había una sección más privada, repleta de cuartos en los cuales sonaban diferentes voces ahogadas en jadeos y unos que otros gritos de placer que se confundían con la música del primer piso. Los dos demonios subieron

—Debe estar cerca, su esencia sigue demasiado fuerte por este pasillo —indico Charlie. Atendiendo eso, Alastor llamo a su sombra que se irguió del suelo, posándose ante su maestro.

—Búscalo —le ordeno a su sombra y este asintió, perdiéndose entre los diferentes cuartos que había allí.

Mientras tanto, tanto Charlie como Alastor comenzaron a caminar lo suficientemente juntos para pasar por una pareja que buscaba entrar a uno de esos cuartos. El espacio no era cómodo y se encontraba plagado de un miasma que el wendigo podía reconocer como las feromonas de los súcubos. Al ser este un espacio manejado directamente por el demonio de la lujuria, era natural que aquel pecado se volviera casi como una necesidad para quienes se paseaban por allí.

Mirando de reojo a Charlotte, a diferencia de lo acalorado que empezaba a sentirse luego del baile, ella parecía completamente normal y eso era un verdadero alivio, quizás afiliado a su verdadera naturaleza, ese miasma era como el aire normal para ella. Aun así, no quería sentirse en desventaja en caso de verse en la necesidad de pelear, por lo que apretó sus garras contra sus palmas, afianzándose a que el dolor lo dejaría en el pleno de sus reacciones.

Pero conforme avanzaban, el hedor dulce solo aumentaba y empezaba a marearlo. Trato de disimularlo lo mejor que pudo, pero cuando su sombra llego para avisarle que los había encontrado, no pudo permitir que la debilidad se hiciera presente en frente de la princesa.

Tal parecía que la sombra de Alastor los había visto entrar en la habitación más exclusiva del segundo piso, resguardados por varios guardias que acordonaban el lugar. Había intentado ingresar pero una fuerte barrera le impidió el paso, así que no podría observar nada a menos que su maestro pasara directamente al lugar donde su objetivo se encontraba. Aun así, el espectro pudo ver el momento exacto en que Andrealphus ingresaba al lugar siendo escoltado por Asmodeus.

Aun así, no había rastro alguno de Amon en el lugar.

Ese descubrimiento los hizo reflexionar sobre sus siguientes movimientos. Bien podría ser que el demonio estuviera ya dentro o podría no haber llegado, siguiendo latente la opción de que fuera una emboscada como habían temido. Fuera como fuera, los dejaba en una encrucijada sobre cómo proceder. Era demasiado peligroso entrar al lugar en persona, pero parecía que no tendrían opción.

—Yo debo entrar —propuso la princesa mientras esperaban detrás del cruce del pasillo. Alastor la miro con perspicacia y sorpresa, no esperando que ella dijera algo de eso.

—Tenemos que ser cuidadosos cariño, no sabemos bien como se manejan estos dos demonios, no recomiendo ser atrevidos sin conocer a lo que nos abstenemos—dijo con prudencia, más Charlie parecía lo suficiente confiada en ese momento.

—No lo hare de primera fuente—expreso y allí fue que lo entendió cuando ella hablo de los ductos de ventilación. Una idea un poco torpe y muy anticuada, pero quizás era justo lo que necesitaban. El espacio era lo suficientemente justo para que ambos entraran y de ser descubiertos, podrían escapar en el momento justo con sus portales, así que era perfecto

—¿Seras capaz de hacerlo? —le pregunto y la princesa asintió, aunque estaba algo nerviosa con respecto a un breve asunto.

Alastor se puso manos a la acción, la tomo del brazo para entrar a la habitación que tenían alfrente. Allí había una pareja de diabillos besándose ferozmente, pero el wendigo los envio lejos, dejándolos caer en uno de sus portales. Charlie sintió un poco de lastima por ellos, pero estaban con el tiempo corriendo. Ella se acerco a la pared, no se escuchaba nada como temía, pero tenían el ducto del aire acondicionado de la habitación justo frente a ellos. Miró a Alastor.

—Es hora —dijo y con un chasquido, la placa protectora del ducto cayo en el suelo.

Uno por uno, los dos ingresaron al frio pasillo de metal que los conduciría al lugar de la reunión. Era más estrecho de lo que habían esperado, pero podían moverse a la par sin quedar atrapados. Era incomodo, considerando especialmente lo mucho que sus cuerpos se rozaban al avanzar, pero no podían arriesgarse al estar tan cerca de su objetivo, evitando hacer sonidos o movimientos inesperados que pudieran alertar al resto de que estaban allí.

Luego de unos turtuosos minutos, ambos llegaron al otro lado del pasillo, justo en medio del gran salón de la habitación King. Atraves de una fina rejilla por donde pasaba el aire acondicionado del lugar, observaban como estaban sentados Asmodeous y Andrealphus en una fina mesa bien decorada con dulces y galletas con formas alusivas a órganos sexuales. El rey del pecado parecía bastante como esperando, disfrutando de revisar su teléfono celular mientras que su acompañante parecía ya perder su paciencia.

—¿Dónde puede estar? Ya llevo mucho tiempo esperando mucho tiempo a ese pequeño engreído obsesionado con la guerra —comento Andrealphus, llamando la atención del otro, quien casi tira su teléfono al suelo.

—Amon me comento que pronto estaría por aquí, seria bueno ser pacientes —dijo el señor de la lujuria, pero Andrealphus no mejoro su humor.

—Le agradezco que no me hable tan ligeramente, usted podrá ser un príncipe del infierno, pero eso no quita que sigue siendo la burla de todo el infierno al acostarse con diablillo de poca clase —bramo el pavo real, ocultando su rostro detrás de su abanico.

Asmodeous se encogio en su sitio, resintiendo las duras palabras. Al ser parte de los cabecillas de los Ars Goetia, considero cercanos a los que integraban ese grupo, pero luego de hacer pública su relación con Fizzarolli, muchos le habían perdido el respeto.

Por otro lado, Andrealphus se encontraba ya bastante molesto en su asiento cuando Amon entró sin previo aviso. Andrealphus levantó la vista y frunció el ceño al ver a su colega del Ars Goetia.

Encima de ellos, Charlie y Alastor veian con atención lo que se estaba a punto de desarrollar.

—Lord Asmodeos, nuevamente es un placer verlo —saludo Amon mientras Andrealphus seguía de brazos cruzados en su asiento. Su pico estaba apretado, no disimulando su mueca de disgusto. Por otro lado, el señor del pecado acepto el saludo gustoso.

—Lo mismo digo, es un placer ser el intermediario a los deseos que puedan dar nuestra majestad, el rey —indico. Sin embargo, el demonio pájaro no tenia animos para formalidades ni saludos.

—Bueno, seamos rapidos, no tengo tanto tiempo —los interrumpio de forma brusca, obligándolos a verle—. ¿Qué quieres, Amon? —preguntó Andrealphus con un tono de voz frío y soberbio, aunque el demonio contrario no se inmuto.

—Muy bien, creo que es lo mejor —aseguro igual—. Ire directo al grano. Su majestad, Lucifer quiere que nos encarguemos de Lady Hazbin —respondió Amon con una sonrisa malvada en su rostro.

— No estoy interesado en los asuntos del cielo y los pecadores —dijo Andrealphus con calma, pero Amon no parecio retroceder.

—No puedes negarte a ayudar a Lucifer - dijo Amon con un tono amenazante—. Si no lo haces, podrías arrepentirte. Mas Andrealphus solo bufo, divertido.

—Tengo cosas más importantes que hacer —comento campante y dispuesto a cerrar el tema, pero Amon no lo permitió.

—¿Cómo velar por el divorcio de tu ridícula hermana? —increpo el demonio, siendo como un golpe bajo para el demonio pájaro.

—Hump, son negocios de otro costal ¿Cuál es el interés de su majestad con esa terrorista? —cuestiono tratando de desviar la atención de su propia situación a lo que Amon le entrego un sobre de información que este abrió enseguida.

Desde su lugar no podían ver de que trataba, pero la soberbia y confianza en la voz del pavo real se deshizo en segundos con lo que estaba leyendo.

—¿Qué se supone que es esto? —increpo, sus ojos desorbitados se dirigieron al otro demonio con temor mientras sostenia los papeles en sus manos, arrugandolos—. ¿Esto es a causa de ella?

Sin embargo, noto el giro de sus palabras, resintiendo sus propias acciones.

—¿Para esto me convocaste a mi, un Gran Marques? —increpo el pavo real, escondiendo su pánico a través de un tono de indignación.—. Este asunto es insignificante para todo lo que tengo que hacer aquí.

Pero la realidad era que ahora que su hermana se estaba separando de su única mina de oro llamada Stolas, su ala de la familia estaba comenzando a caer en la bancarrota. Nadie sabía de su satirico estilo de vida, en la que se pasaba de prostitutos en prostitutos, disfrutando de los amantes que el dinero podía proveerle, así como de los lujos de una vida acompadada. Pero sin su pensión familiar y reducidos ahora sus negocios, sus deudas con Mamon podrían llegar a ahogarlo más rápido de lo que espero.

Amon sabía bien eso, por eso se afinco en ello para alcanzar sus objetivos.

—Yo no lo veo de ese modo —respondio—Esta afectando el trafico de acero divino del que eres intermediario en un 30% —contesto y eso hizo que este apretara sus manos con desesperación, al verse amenazado. Pero, aun así, trato de continuar con su actuación.

—N-No afecta tanto mis negocios personales —contesto, pero un ligero temblor en su voz le hizo saber que podía llegar a perder mucho dinero si Mamon se enteraba de que estaban perdiendo el monopolio de acero bendito—. S-Si quieres, puedo ofrecerte a mis hombres para que la busques, no tienen que llamar a Mamon o decirle algo al respecto.

—Me parece mucho mejor esa respuesta —indico Amon sonriendo con soberbia ante la decisión elegida—. Todo lo que puedas otorgar por el bien de su majestad es lo correcto, de igual modo, tu...

Pero este se detuvo en seco, quedándose rigido en su lugar.

Tanto el wendigo como la princesa se miraron con preocupación, para ese punto, las cosas que habían escuchado era preocupantes, pero no tenían todos los detalles del asunto como para retirarse todavía, pero la repentina pausa del otro demonio capto su atención, así como los otros que lo acompañaban.

Asmodeous y Andrealphus lo miraron, no entendiendo que le pasaba. Su rostro estoico y siempre inexpresivo, comenzaba a trasnformarse en una mueca espeluznante y tremula, mirando hacia todos lados.

—Este es el olor... ¡De un humano!

Charlie aguanto un grito de terror cubriendo su boca mientras veía a Alastor desesperada. Este invoco sus runas, luchando contra la barrera del señor del pecado cuando un gran humo de color rosa cubrió todo el espacio en el que estaban, así como el resto de la hbaitación en donde Asmodeos estaba.

Mientras Andrealphus tosia copiosamente producto del miasma, el señor del pecado salio de la habitación con Amon, viendo sus hombres completamente despistados en la puerta.

—¿Qué están esperando? ¡Hay un intruso humano que debemos encontrar! —ordeno Amon a los guardias, quienes se espabilaron a duras penas, corriendo por el pasillo a cumplir la orden dada— ¡Revisen toda la maldita habitación y los alrededores, no los dejen escapar! —bramo. A su lado, Asmodeous se acerco para decirle unas palabras.

—He dado la orden de cerrar todo el local, nadie podrá entrar o salir sin ser verificado primero —explico al demonio, quien asintió, aunque sabia que no había seguridad de que no los hubieran perdido ya—. Igualmente, he lanzado mis feromonas, aun si lograron salir de su escondite, no podrán ir demasiado lejos debido a su propio aturdimiento —expreso.

Sin embargo, eso no era suficiente. El simple hecho de sentír la esencia de un ser humano allí, en el circulo de la lujeria, un sitio tan alejado del anillo del orgullo, era algo para tomar cuidado, no podían dejar que nadie escapara y Amon mismo tenia que tomar cartas en el asunto.

Si lady hazbin estaba allí o uno de sus secuaces, tenia que atraparla de inmediato.

Al otro lado del salón, tanto Charlie como Alastor aparecieron dentro de una de las habitaciones del lugar, teniendo la suerte de encontrarla vacia para ese instante. Sin dudarlo, el wendigo cerro la puerta con llave haciendo uso de su magia, la cual funciono luego de un momento, notando como la visión le temblaba.

A su lado, Charlie daba vueltas por la habitación, mordiendo una de sus uñas.

—Tenemos que irnos, tenemos que escapar ya —decía la princesa con apremio mientras veía por todos lados, pero Alastor no le contesto.

Un calor infernal ahogaba el nacimiento de su garganta, dejándole una sed terrible que lo ahogaba con cada respiración que hacia. Trato de mantenerse en pie, siendo imposible por un momento, flaqueando una de sus piernas, dejándolo arrodillado a los pies de la cama resapiraba dificultosamente.

—Por satan ¡Al! —esta lo miro, corriendo para auxiliarlo cuando de la nada algo terriblemente fuerte la lanzo por los aires.

La princesa cayo sobre la cama, cerrando los ojos por tan fuerte impacto pese a lo mullida que era la cama. Pensó en un primer momento que habían sido atacados y se insto a reaccionar rápido, abriendo los ojos, pero quedo congelada cuando sus manos fueron sujetas sobre su cabeza y encima de ella, estaba una figura conocida pero presa de una locura que no había visto antes.

—Alastor...

La princesa le veía respirar forzosamente, su pecho subiendo y bajando con fuerza, el rostro tan enrojecido que podía confundirse con su pelo.

—¿Alastor? ¿Qué pasa? ¿Qué estas haciendo? ¡Debemos escapar! —dijo.

Pero el wendigo no respondio, gruñidos leves salían de forma gatural de su garganta y un hilo de saliva fluia por el borde sus labios. Sus cornamentas estaban libres, cubriendo casi toda su cabeza. Este bajo hacia ella, aun sujetando sus manos. Se acerco a su cuello, respirando su aroma y suspirando al sentir su esencia. La princesa estaba quieta, presa en las manos se su propio socio, pero lo que hizo que esta entrara en pánico fue cuando sintió la fuerte erección del wendigo rozar su cadera y frotarse con fuerza contra si.

—¡Alastor, no podemos hacer eso! —chillo tratando de separarse y luchando para levantarse—, Al, por favor, nosotros tenemos —pero este la callo tomando con fiereza sus labios.

Charlie se detuvo, acorralada contra la cama y con los firmes brazos del demonio a cada lado de su cabeza, inmovilizándola por completo. El la beso una, dos y tres veces, lamiendo sus labios y mordiendo un poco la comisura, suspirando en cada movimiento de sus caderas aun por encima de la ropa. Charlie trato de gritar, pero este aprovecho para introducir su lengua en ella, acariciando la otra en baile húmedo e insidioso que la dejo completamente derrotada contra el colchón, presa de un deseo que no pensó volver a sentir de nuevo. Asimismo, separándose tan solo un poco, en medio de su propia bruma, Alastor solto sus manos para acariciar su rostro.

—Eres mia... tienes que ser mia —expreso con firmeza, separándose de sus labios lo suficiente para verla fijamente.

Charlie contuvo la respiración cuando vio su mirada escarlata con sus ojos transformados en diales, una vista salvaje que alguna vez había observado en circunstancias similares y que había dejado una huella tan profunda en ella que el estremecimiento aún seguía recorriendo su espalda, calentando sus mejillas y llevando un hormigueo a la parte baja de su vientre.

¿Qué se suponía que estaban haciendo? ¿era parte del embrujo de Asmodeus que los había dejado en esa posición? ¿o era tan solo el impulso de algo más? Algo que habían estado conteniendo por tanto tiempo y que parecía pender de un fino hilo que solo necesitaba algo más para romperse. Trago con dificultad cuando el wendigo se acercó más a ella, quedando a escasos centímetros de su cuello. Podía sentir el fuerte aroma de su esencia y el jadeo de su respiración en su piel, abrumándola y mareándola hasta debilitarla.

Afuera de la habitación escuchaba a los guardias del local buscarlos con énfasis y desesperación. Si eran encontrados de este modo, fácilmente serían atrapados, estaban en una clara desventaja y con sus sentidos afectados, sus fuerzas debilitadas por el misma. Charlie trato de espabilarse, de tomar nuevamente el control de su cuerpo. Se supone que debería hacer algo para moverse, para alejar a Alastor de ella y pensar con claridad, pero con cada momento que pasaba sus piernas perdían fuerzas, su vientre quemaba y sus labios estaban secos, Alastor no parecía mejor, en un completo trance mientras las astas de su cabeza habían aparecido por completo, ramificadas en un árbol que rallaba la cabecera de la cama. No se movía de su cuello y la princesa no sabía que era peor, su inmovilidad o si prosiguiera en sus avances.

¡Tenía que hacer algo!

Entonces, Charlie sintió como el wendigo volvía a moverse, cerro sus ojos con ansiedad, cuando el sonido de algo romperse y extraerse de tajo la obligo a abrir los ojos. Alastor tenía su boca enrojecida, manchada de sangre al mismo tiempo que escupía a un lado de la cama un dedo que se había cercenado. Con cierta dificultad, se incorporó de la cama, ayudando a una jadeante Charlie a levantarse, invoco su micrófono mientras tomaba a la princesa de la cadera con posesión.

—Vámonos —le murmuro con apremió.

Y antes de que los esbirros de Amadeus pudieran pensar en buscarlos en aquella habitación, los dos demonios escaparon usando un portal creado por Alastor que los llevo lejos del hotel del pecado, acercándolos los suficiente al elevador que los llevaría nuevamente al círculo del orgullo. Durante todo el camino permanecieron lo suficientemente cerca para no separarse ni crear sospecha, a ojos de todos, parecían una simple pareja que regresaba de una alocada cita en el círculo de la lujuria, aunque no se dijeron palabra alguna. Los disfraces que habían construido perdieron su efecto una vez se alejaron lo suficiente del elevador camino al Happy hotel, la magia de ambos estaba descontrolada y no les quedo de otra de caminar. Estaban cansados, pero no podían simplemente detenerse, en ese estado de completa debilidad, eran presa segura de todo cuan pecador o demonio que quisiese atacarlos.

Pasaban de las tres de la mañana cuando por fin sus pies pisaron el lobby del hotel con calor y cansancio. La fuerza de Charlie casi la abandona cuando se sintió finalmente en su zona de confort, siendo apenas sostenida por el abrazo protector de Alastor que evito que cayera al suelo. Sus habitaciones estaban en el mismo piso, de modo que no habría problema si ambos se daban un último esfuerzo para apoyarse mutuamente y caminar hasta el ascensor.

Mientras subían entre pisos, la cabeza de Charlie comenzaba a dar vueltas, el calor que había tardado en consumirla finalmente estaba tomando fuerza, nublando mucho más sus pensamientos y agudizando sus sentidos, la cercanía, el tacto, su piel, todo quemaba. Incluso sentirlo respirar con fuerza a su lado hacia que la espalda de la súcubo temblara, y con cada nuevo minuto que pasaba, una nueva agonía crecía en su vientre bajo, que se retorcía en necesidad.

—Hemos llegado —fue lo único que dijo el wendigo una vez las puertas del ascensor se abrieron. Ambos caminaron por el desierto pasillo apoyados en el otro.

Por suerte para ambos, las habitaciones no estaban tan lejos, al ser pocas dentro de aquel piso, las únicas habitadas eran las de ambos. La primera de estas era la de Charlie, en el medio de todo. Con delicadeza, Alastor la dejo frente a su puerta, separándose de ella con cierta dificultad.

—Buenas noches —se despidió apenas sopesando un asentimiento de cabeza, apretando sus manos detrás de su espalda y comenzando a caminar.

Sin embargo, Charlie aun no quería que se fuera. El calor era demasiado insoportable para ella y se había sentido tan bien estando a su lado apenas un momento, los recuerdos de su apasionada noche llegaban como estelas a su cabeza y las caricias en Ozzies estaban aún presentes en su piel, como un tatuaje tallado en fuego.

—Alastor... yo —su mano estaba cerca, estaba tan cerca de embriagarse con su calor y sus brazos, ahogada en aroma que se sentía en trance, cuando el wendigo desapareció en una nube de sombras, apareciendo apenas unos metros más adelante sin dirigirle la mirada.

—Le pido que no me toque —le ordeno con cortesía, apenas cubriendo el desespero y la debilidad de su voz, su mano alejando forzosamente el cuerpo cadente de Charlie que reposaba a duras penas sobre la madera de la puerta—. No creo que sea una buena idea en este momento —aseguro. Su voz jadeante era ya signo de su clara debilidad y las astas prominentes en su cabeza

Y Charlie lo sabía, era un mal momento, con los estragos del miasma afrodisiaco aun corriendo por sus venas y entumeciendo sus pensamientos, el ultimo atisbo de racionalidad en la cabeza de la princesa le gritaba que debía dejarlo ir, que no era sensato buscar más. Por eso asintió en silencio, ingresando por la puerta de su habitación, dejándolo ir.

Aunque eso significo un infierno posterior para ambos. 

Bueno, que puedo decir, este es un mega lanzamiento que tenia tiempo que no hacia, pero estoy dentro de las escenas que mas adoro de esta mitad del segundo arco que no puedo evitar extenderme en los capítulos ¿Qué tal les ha parecido? Tengo tantas cosas que quisiera decir pero seguro serian spoilers, así que me iré por lo general. La canción que nuestros lindos chicos bailaron es una de mis favoritas de Moulin Rouge El tango de Roxanne, espero les haya gustado, igualmente, hay muchas escenas de canto y baile que esperan a nuestros protagonistas, tanto como la injuria y las infiltraciones, el drama político solo esta por comenzar, tanto como el drama sexual, así que esperen con ansias estas semanas. Les pido paciencia esta semana mientras logro culminar el resto de los capítulos, si todo sale bien, tendremos actualización esta semana de lo contrario, podremos esperar al sábado 10 de noviembre para mayor placer, sea como sea, tendrán su capitulo esperado pronto, preparen sus corazones y pañuelos. Un gran saludo desde Venezuela y se me cuidan mucho

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro