Capítulo 25. Resorte
Como era costumbre, cada cierto periodo de tiempo, cuando justo estaban por aproximarse al cambio de estación en el infierno y una vez habían pasado las fechas especiales en el hotel, quedaba un periodo de tranquilidad que la princesa atribuía como "temporada baja". No solo de clientes para el hotel, sino también de otros tipos de actividades relativas al programa de redención. Eso aunado a que finalmente se concretó todos los episodios más abruptos dentro del exterminio anual, dejaron un espacio con agenda libre que permitía planificar o realizar algunas actividades que en el último tiempo se habían pospuesto mientras se acostumbraban a la nueva dinámica.
Claro, el hotel nunca se detenía, seguían teniendo algunos clientes ocasionales, pero en pleno invierno infernal, a nadie le interesaba un hotel que carecía de aspectos adecuados a esa estación. La piscina y el sauna estaban cerrados, así como que no muchos disfrutaban de los espectáculos musicales ocasionales, sino había strippers de por medio. Por lo cual, estaban libres. En ese tiempo, la administración solía darles algunos días libres cada trimestre a los inquilinos para que ellos pudieran socializar fuera de la ciudad y pudieran a su vez, fungir como una prueba de cómo podían llegar a tolerar la tentación de volver a pecar. Así que al menos durante un par de semanas, estarían más cómodos en cuanto a tareas.
Eso dejaba mucho tiempo a Charlie para sumergirse en sus pensamientos. Muchas preguntas corrían por su cabeza durante las últimas semanas y para ese punto, Alastor era una constante que no le dejaba en paz. Ni siquiera en la oficina, ni siquiera cuando estaba haciendo otro tipo de actividades, sus pensamientos siempre iban a Alastor y lo sucedido esa noche.
Era verdad, ya han pasado muchos meses de aquel encuentro, y hasta ese momento ninguno había dicho absolutamente nada, a pesar de que el ambiente entre ellos era cada vez más incómodo hasta el punto que creía que el wendigo la había estado evitando.
Por supuesto, la princesa tenía que admitir que al principio lo considero lo mejor, era más sencillo para ella de ese modo, pero pasadas ya algunas semanas, comenzó a ser tan incomodo como el hecho de enfrentarlo.
— ¿Algo pasa por su cabeza, Lady Hazbin?
Casi suelta un jadeo que logro contener mientras se sobresaltó ante la repentina pregunta. Tan inmersa en sus pensamientos había estado que olvido que estaba en una reunión en ese momento. Frente a ellos, los integrantes de su equipo así como unos nuevos agregados estaban viéndola con confusión, obligándola a toser para afinar su garganta.
—No, continúen por favor —indico a Seviathan mientras este asentía para continuar con su exposición ante la presenta de la cúpula principal de HAZBIN.
Vestida con su traje de Lady HAZBIN por mero protocolo, recibían en su cúpula principal a cinco nuevos integrantes que habían dado la talla en el escuadrón de la princesa junto a Arackniss en el pasado exterminio. No eran muy poderosos, ni muchos menos eran fieles a la causa de la redención, pero consideraban en su fidelidad a Charlie, quien los había sacado de un estrepitoso problema junto a Arackniss año y medio atrás, por lo que, merecían esa oportunidad luego de tantas pruebas a ese momento.
Entonces, viendo la imagen en reflejada en la pared de aquel espacio, se mostro con claridad algunos titulares que se han emitido en cadenas televisivas de otros anillos. Seviathan hizo una presentación de ellas explicando lo que decían a continuación.
—Bien, ahora que se puede decir plenamente a casi cuatro meses del pasado exterminio que como grupo hemos logrado superado la primera barrera que ha impuesto la corona del infierno sobre HAZBIN, alcanzando diversas opiniones en relación a nosotros a partir del asesinato de Lord Abigor a manos de nuestra líder Lady HAZBIN.
Gracias a su facilidad para conseguir información y sus altas conexiones como miembro de la alta nobleza del infierno, Seviathan Von Eldrich era un valioso informante sobre los asuntos que estaban sucediendo en el palacio de infierno o los movimientos que tenían el resto de las familias nobles.
Alastor lo observo en silencio por largo rato mientras este hablaba.
El demonio, haciendo un recuento de las opiniones divididas que tenían con respecto a su grupo, explicaba cómo era una ventaja que los consideraran algo ajeno a sus respectivos territorios, considerando que era un deber de los señores supremos hacerse cargo del problema que sus propios pecadores habían causado. De modo que, al menos ese lado, Hazbin estaba seguro.
En un instante, las miradas de ambos se encontraron, y algo similar al repudio surgió de los ojos del demonio esmeralda, una clara advertencia que este osaba realizar, logrando que Alastor sintiera brotar su estática apenas buscando controlarla.
Fue así, como Seviathan pasó ahora explicar como la noticia más nueva del infierno: la reciente visita de emisarios del cielo al palacio de infierno.
—Desconocemos quienes bajaron o que fue lo que trataron con exactitud en aquella reunión, solo sabemos que el rey los recibió en su despacho —indico Von Eldrich.
—Si lo que intuimos es certero, significa que están hablando respecto a nuestra batalla contra sus ángeles —expreso Charlie—. No pude verlo directamente, pero Adam, quien sonó las trompetas que dan inicio al exterminio, no se quedo el tiempo suficiente para averiguar nada más sobre nosotros —comento.
—Existe una gran posibilidad de que haya bajado al infierno para reunirse con su majestad, pero aun son presunciones —indico—. En los días siguientes existe una reunión del consejo del infierno, solicitare permiso para acompañar a mi padre y escuchar lo que esté a mi disposición, una vez sepa algo, se lo hare saber —menciono. Charlie asintió con solemnidad.
—Muy bien ¿Alguna otra cosa que deseen decir respecto al tema? —pregunto.
—La matriz de opinión con respecto a nuestro grupo está bien dividida —intervino Baxter—, mientras estuve conectado a la red central de Vox y Velvet gracias a mi nuevo invento, pude notar que gran parte de los usuarios están más interesados en ver cómo se desarrollan los hechos, sin estar completamente interesados en esta lucha.
—Puede que digan eso en tus simplonas redes, pero en la calle varias bandas que no se encuentran afiliadas a ningún señor supremo están comenzando a interesarse en ir en nuestra búsqueda —espeto Arakniss desde su lugar fumando un tabaco—. No han hecho muchos avances, pero por el momento están buscando a los simpatizantes que tenemos uno a uno para encontrar el núcleo de nuestro movimiento, ha habido varias bajas en el camino.
La princesa sabía bien que no eran muy apreciados por algunos sectores de los pecadores, algunos los veían como una esperanza, otros más como una molestia, pero en este caso, eran visto como una oportunidad para pelear. Para muchos matones organizados e incluso algunos señores supremos creían que estaban actuando por debajo de la mesa para incrementar su influencia y en algún momento quitarles sus propios territorios, pero Charlie solo tenía el deseo de algún dia las guerras territoriales cesaran de una vez por todas.
No obstante, eso estaba lejos de suceder como estaban las cosas.
Fue entonces que la princesa se dio cuenta de algo. Alastor no había tomado la palabra en todo ese tiempo.
Era extraño para Charlie verlo tan callado cuando en su primera reunión había sido tan osado que no parecía ser el en ese momento.
No obstante, de forma repentina este se levanto de su asiento, captando la atención de todos.
—Bueno caballeros, en vista de esa situación, si nuestra Lady Hazbin me lo permite, tomare la atribución de desarticular aquellos elementos que pueden inferir de forma negativa en nuestra intensión —ofreció dando una cortes reverencia hacia ella.
Todos entendieron bien a qué se refería, volteando a ver a su líder para escuchar su decisión. Luego de todo lo sucedido con la corona del infierno y la persecución que casi los descubre, era mejor limitar cuanto elemento pudiera perjudicarlos.
Aun así, no estaban seguros que el alma compasiva de la princesa pudiera aceptar algo que afectase a su gente. Una cosa era pelear contra los ángeles, pero otra cosa distinta era actuar directamente contra los pecadores. Todos sabían que eso era lo mejor, por supuesto, pero implicaba muchas cosas.
Y por ello, Vaggie se levanto pidiendo la palabra.
—Pido un poco de tiempo para evaluar la situación, quizás existan otros métodos para atender esta situación —menciono, pero Alastor decidió intervenir.
—Me parece que es el momento apropiado para esta operación, puedo completarla en la brevedad posible, y con el mínimo de víctimas mortales, la información que tengan también puede ser útil para nosotros —expreso, mirando de reojo a Seviathan quien no tuvo forma de refutar lo dicho por este. Por su lado, Vaggie tenía su vista presta en Charlie, atenta a sus palabras.
—Estás autorizado —acepto Charlie sin titubeo, a pesar de la sorpresa de algunos de los integrantes del grupo. Alastor sonrió congraciado.
— ¿Estás segura? —pregunto Vaggie, preocupada por su amiga, pero esta asintió, sin vacilar.
—Sí, lo estoy —aseguro, y ahora miro al wendigo—. Pero limita el uso de la fuerza lo más que puedas, queremos desarticular sus acciones, no llevarlos todos a la nada. Eso sería contrario a lo que estamos luchando —respondió.
Después de todo, ya había entendido que en algunas ocasiones, no podría ser indulgente con todos, menos cuando sus vidas estaban peligrando por sus propias acciones.
—Como usted ordene —acepto Alastor y Charlie solo pudo asentir, aunque el estremecimiento seguía recorriendo todo su cuerpo, ante la mirada tan profunda que este le dirigió en ese momento.
Con ello la reunión se dio por concluida.
Alastor abrió un portal para permitir el paso de algunos de los participantes, entre ellos Von Eldrich que se retiro en silencio, sin dejar de mirarlo hasta que se cerraron los portales.
Como habían optado por una locación diferente al pasaje secreto de la tienda de Rosie, varios de los integrantes buscaron retirarse de forma rápida y con cierta distancia entre cada salida para evitar ser rastreados. No era el espacio más rudimentario, pero nadie prestaría demasiada atención en un bar de mala muerte abandonado en las periferias de Pentagrama city. No al menos que estuvieras buscando drogas o en el caso de Charlie, buscando nuevos pacientes para integrar al programa de redención. Esa había sido su mañana, era una fachada bastante creíble porque ya lo habían hecho en varios espacios de la ciudad junto con la instalación de un comedor comunitario que apenas estaba cogiendo vuelo, así que al menos por esa ocasión, podían explicar que estaban haciendo tan lejos del hotel.
—Oigan ¿Qué les parece si nos vamos a pasear un momento por la ciudad? Cherry me dijo de una tienda de malteadas que abrió en cerca del sector zombie —comento Ángel
—No podemos dejar solo el hotel por tanto tiempo —recordó Vaggie como la voz razonable, recibiendo un sonido de desaprobación de este.
— ¡No seas aguafiestas! —recrimino el ex actor porno dándole un codazo mientras recibía una mueca de furia de parte de la polilla—, hoy el hotel esta en mantenimiento y tanto Husk como Nifty están allí, no hay tanto problema ¿no es así, muñeca? —le pregunto recostándose de su espalda.
La joven rubia lo pensó por un momento. Habían sido días muy tensos para ella, un cambio de aires y una malteada de chocolate con fresas no le caería nada mal. Así se unió a la araña, aceptando la invitación.
—Me parece una buena idea —expreso y Ángel celebro alzando su puño al aire.
— ¡Bien! Sabía que podía contar contigo muñequita —dijo, mirando a Charlie, quien solo le miro sonriendo nerviosa. Vaggie, al ver que eran dos contra una, solo suspiro con cansancio.
—Bueno, si ambos insisten —y camino con los tres a la salida, recibiendo una mirada de confort de Charlie.
—No te desinfles, además Cherry nos encontrara en el camino —le dijo guiñando el ojo al mencionar a su nueva novia, logrando que las mejillas de Vaggie enrojecieran y se ocultara tras su cabello gris. Entonces, este vio como Alastor aun no se había ido, permaneciendo pensativo en su mismo lugar—. Oye, chulo de fresa ¿te unes a nosotros? —pregunto la araña mientras Charlie se tensaba ante la invitación hacia Alastor. No obstante, este no parecía interesado.
En ese momento la mirada de este se encontró con la de Charlie, mirándose por un momento. Pero ese extraño intercambio duro menos de lo que comenzó, siendo el wendigo el primero en apartar el rostro.
—Deberé negarme, mi afeminado amigo, tengo otros planes, de modo que nos veremos nuevamente el hotel —respondió invocando al mismo tiempo otro portal, logrando la rubia suspirara de alivio por su respuesta.
—Eres demasiado aburrido —espeto Ángel, pero Alastor simplemente se encogió de hombros, como si no le interesara.
—Bueno, si me disculpan —dichas esas palabras, desapareció en el portal que se deshizo en una nube de humo verde, dejando a Charlie dentro de su millar de pensamientos mientras Ángel y Vaggie conversaban, metidos en sus propios asuntos.
Mientras conversaban, comenzaron a caminar en dirección al lugar que Ángel indicaba, el cual de verdad no estaba lejos de su anterior ubicación. Así, tan solo unos minutos después, llegaron pronto a la cafetería que el demonio araña mencionaba y estaba bastante agitada.
—Busquen una mesa, yo me encargo de las bebidas —índico la araña.
Ambas demonios asintieron y tomaron una cerca de las ventanas. En el mostrador, Ángel haciendo uso de un coqueteo vulgar lograron conseguir rápidamente sus bebidas, con suficiente crema y chispas en el caso de Charlie. Y mientras el ex actor porno seguía lanzándose miradas con el barista hasta que se volvió a levantar de la mesa, arreglándose el cabello y las bubbies felpudas mientras Vaggie se acercó un poco a su amiga, tomando su mano.
—¿Sucede algo Charlie? Has estado actuando extraño durante semanas —comento la morena algo preocupada.
—No sucede nada —respondió de forma rápida.
— ¿Se trata por la decisión que tomaste hoy? —le pregunto, haciendo referencia al caso de las pandilas—. Aun podemos volver a reunirnos y considerar otras alternativas —expreso, pero Charlie negó de inmediato.
—No, no es necesario, es una decisión inevitable, no podemos echarnos atrás ahora—contesto, pero Vaggie seguía preocupada.
—Puede que no sea la única forma de resolver este problema —menciono como una alternativa, pero la joven siguió manteniendo su posición.
—Es posible que asi sea, pero esta vía es la más eficiente y quizás necesitamos tomar algunas medidas a través de Alastor —expreso esta.
Hubo un momento donde la polilla se quedo evaluando a su amiga, mirándola directamente. Entrecerrando los ojos, la apunto con su bebida en la mano.
—El bastardo no te estará obligando o algo por el estilo ¿verdad? —acuso, pero la princesa salto de su asiento como si la hubieran pinchado.
— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo puedes creer eso?!—exclamo, notando de inmediato su reacción, el como Vaggie la miraba con estupefacción y el resto del local voltearon a verla con confusión y molestia. En respuesta, sintió su rostro enrojecer de vergüenza y sentarse de nuevo, bajando el tono de su voz para hablar de nuevo a su amiga—. ¿Por qué piensas eso, Vaggie?
—Digo, has actuado extraño todo este tiempo y pareciera que el bastardo y tu se han estado evitando no sé por qué motivo, de modo que pensé —Charlie tapo sus labios con ambas manos, negando con efusividad y sus mejillas sonrojadas.
— ¡Claro que no! Digo, el no lo ha hecho, Alastor nunca me ha obligado a nada —intentaba decir, pero las palabras no decían, confundiendo sus recuerdos con los de aquella noche y haciendo que comenzara a sudar, pero si no mostraba una claridad en sus gestos, Vaggie no le creería—. L-Lo que quiero decir es que, yo sola tome la decisión.
Se mantuvo firme en su expresión segura. No podía seguir siendo indulgente, eso era lo que Charlie pensaba, y Vaggie sabía que se estaba esforzando bastante para ello, pero aun así, seguía muy preocupada por su amiga. Quizás ya no eran pareja, y cada una había tomado un camino que seguir respecto a las relaciones, pero eso no la limitaba de ayudarla como siempre lo había hecho, incluso en esas situaciones.
—Solo quiero que sepas que puedes confiar en mí, hare lo posible por apoyarte en todo lo que pueda —le dijo—. No quiero que discutamos otra vez cuando tengas un problema y no confíes que puedo sobrellevarlo contigo.
Y aquellas palabras dejaron a la joven rubia bastante conmovida y a la vez dolida. Porque de verdad le hubiera gustado conversar de ella sobre sus preocupaciones, sobre lo que estaba pasando y como proceder al respecto. Quizás había cosas que aprovecharía para hablar, pero no en ese momento. Así que sonriendo, la tomo de la mano, tratando de confortarla.
—Vaggie, estoy bien, agradezco que te preocupes por mí, pero todo va bien, muchas gracias—le sonrió tratando de convencerla, pero ella no parecía nada convencida.
—Puedes decirme si algo te molesta —expreso con seguridad—. Y en verdad confió en ti, pero te he visto tan pensativa y distante por algo, y siento que te paso algo que no me quieres decir —expreso y Charlie la vio con temor, completamente segura que, si le decía algo, no iba a terminar bien.
En un momento Ángel llego a la mesa luego de lanzar un beso coqueto al barista, mirando con extrañez a las chicas.
—¿Qué sucede? —pregunto este viendo el incómodo ambiente entre ambas mujeres.
—Le estaba preguntando que le pasaba, tiene días demasiado extraña —dijo esta, pero Charlie negó, cada vez más nerviosa.
—No es nada, solo estoy algo cansada, quizás deba descansar al llegar al hotel o ponerme a hacer algo más que simple papeleo —respondió esta con nerviosismo.
—Bueno, puedes darte un gusto un momento, hoy no estamos con tantas tareas —le dijo Vaggie de forma comprensiva, entonces Ángel solo se acercó un poco más a ella, con una expresión sugestiva.
—Si no quieres aguantar más el papeleo, solo tienes que pedirle de forma cariñosa al chulo de fresa que lo haga por ti, estoy seguro que lo hará sin dudarlo muñeca —indico, guiñándole el ojo y logrado que todo el color rojo volviera a su rostro de golpe.
— ¡Déjala en paz, Ángel! ¿Hasta cuándo vas a seguir con eso? ¡Charlie y ese fenómeno rojo no tienen nada que ver! —le grito.
Ángel solo soltó una gran carcajada, dejando el asunto por el momento, y Charlie solo quería que la tierra la tragara. Encogida en su asiento mientras tomaba su malteada.
A ese punto todo el mundo estaba comenzando a notar que algo le pasaba y no estaba segura de cómo enfrentarlo si seguían empujándola a decir la verdad. No sabía cómo Alastor parecía llevar bien todo el asunto mientras ella seguía temblando al recordarlo. Y creyó que aún le afectaba como a ella, llegando al punto de evitarla durante varias semanas.
Bueno, ya no era del todo así, quizás simplemente ya lo acepto y está haciendo como si no hubiera pasado nada más entre ellos, dejando su relación como antes. O simplemente, estaba huyendo de la realidad como ella lo hacía. Fingir algo siempre era sencillo, Charlie como princesa del infierno lo sabía mejor que nadie. Así que, aunque el intentara engañarla, en algún punto logro ver a través de él, aunque sea solo un poco.
Pero entonces ¿Qué debía hacer al respecto?
Incluso Alastor había decidido a cumplir con las ordenes que recibió, y quizás en ese momento le estaba dando caza a cualquiera de los integrantes de las bandas que los estaban buscando.
Ella no pudo evitar suspirar, justo en ese momento, Charlie se dio cuenta que no sabía nada más del wendigo aparte de las constantes actividades que llevaban dentro del hotel y en algunas ocasiones, con el resto de los integrantes de Hazbin.
¿A dónde iba? ¿Cuáles eran las cosas que hacía cuando no estaban en el hotel? ¿Iba a salir con alguien?
No parecía interesado en las relaciones ni en las personas o el romance, incluso ella había oído a hablar a Husk como Alastor se consideraba asexual, buscando detenerse con eso los comentarios fuera de lugar de Ángel con respecto al wendigo.
Y en gran medida de verdad parecía ser así, nunca hablaba de forma indecorosa con otras mujeres, siempre guardando el debido recato y nunca haciendo referencia a su vida personal. Quizás el hecho de ser una persona tan cerrada respecto a si mismo, había hecho que nadie les prestara atención a sus verdaderos intereses, pero luego de todo lo vivido aquella noche, Charlie tenía sus dudas.
¿Qué es lo que tenían ellos? ¿Había sido solo una explosión de una noche? El demonio no había mencionado nada al respecto, y Charlie no se había atrevido a hacerlo cuando ella misma fue quien comenzó todo, abrumada por la vergüenza de lo que había hecho. Pero a ese punto, era el ambiente tan incómodo entre ellos que el deseo de preguntarlo estaba ya demasiado latente en su pecho.
—Por el amor de Satán, necesito un respiro de todo esto —murmuro escondiendo su rostro entre sus manos.
En ese momento, Alastor chasqueaba los dedos de su mano derecha, logrando que la sangre de todo su cuerpo se evaporara mientras veía con gratificación el fruto de su trabajo realizado.
Miles de cuerpos estaban regados en ese hangar oscuro, la lámpara que apenas iluminaba el espacio dejaba ver como algunos de estos seguían suspirando de dolor mientras otros simplemente habían quedado allí, completamente inconscientes. No había sido una carnicería como bien hubiera hecho en el pasado, no se había desestimado ningún artilugio ni golpe sangriento en su paso, liberándose del estrés acumulado durante el día producto de las burdas miradas de parte del antipático Von Eldrich, pero al menos había seguido los "lineamientos" de su líder, dejándoles una clara advertencia de que se metían con el grupo equivocado.
Con una ilusión, ninguno supo bien quien los ataco pero sí que sintieron los golpes que vinieron después de que obtuvo lo que quería.
Con aquel interesante momento que Alastor les había dado, quitaba del medio a un fastidioso obstáculo aunque tenía que admitir que eran más un grupo de insectos que un verdadero oponente a temer. Incluso con su poca capacidad ofensiva, Abigor había resultado en un oponente más interesante que ese grupo de pandilleros.
Entonces, aquel brillo escarlata regreso a su mente como un haz de luz en el amanecer. La figura de espalda de la princesa sosteniendo sus espadas gemelas, irguiéndose ante sus enemigos dispuesta a responder con el mismo fervor que tenía su alma.
Y debió reconocer, que en sí mismos, ninguno de esos viles gusanos se podían comparar con la energía que emitía la princesa del infierno una vez la máscara de lady Hazbin decoraba su rostro. Su sola presencia en acción podía llegar a infundir un verdadero respeto y su poder era algo que no debía ser subestimado, cual llama ardiente que brotaba, era en verdad, indomable.
Por lo cual, estaba dispuesto a querer enfrentarse de nuevo a ella para probar que no podía ser vencido por vanas jugarretas. No era difícil considerar que estaba siendo infantil, pero siempre había sido alguien muy competitivo.
Ahora, viendo el papel ensangrentado entre sus manos, considero conveniente regresar a presentar su informe a la princesa para evaluar sus siguientes movimientos, había un par de cosas que debían investigar, por lo que tendría que hacer uso de su canal de información para ello, pero que puede decir, eso solo hacía las cosas más interesantes. Algunos seres particulares podrían estar metiendo sus narices en lugares que no le correspondían y era momento que tomaran cartas en el asunto. Matizándose entre las sombras, se disolvió en la oscuridad para retomar su camino y retirarse de allí, dejando una llama que envolvió a los pobres mentecatos que gritaron de dolor al sentir sus cuerpos ardiendo entre las llamas.
Al regresar al hotel, apareció directamente en la oficina en busca de Charlie. El problema es que esta se encontraba vacía a pesar del horario rutinario de trabajo que tenían. Pensó que quizás podía seguir fuera con el resto de sus compañeros, por lo que al probar con su sombra, esta le confirmo que seguía aun en el centro de la ciudad.
Encogiéndose de hombros y habiendo cumplido su función del día, considero pertinente retirarse a su propia habitación del hotel. Camino de forma lenta, aprovechando la ausencia de pecadores a su alrededor para avanzar en silencio hasta el elevador que lo llevaría hasta su piso. Una vez llego, miro el fondo del pasillo donde reposaba la habitación de la princesa.
Todos los días, se quedaba preso en el suelo viendo aquel espacio tan lejano y a la vez cercano, donde la doncella de cabellos dorados reposaba cada noche, ajena a todo lo que el wendigo estaba sintiendo producto de aquella lucha interna que se estaba llevando en su interior contra sus propios instintos. Y no podía caer más bajo al abordarla de formas tan discordantes, como si ella tuviera que ver con el algo más que simples acuerdos de negocios. La forma en cómo sus palabras llevaban la saña contra el inoportuno y fastidioso Von Eldrich que parecía gozar de la confianza de aquella princesa que con su luz, parecía atraer fastidiosos insectos.
Era molesto tener aquella sensación en la boca de su estomago, pero aun más molesta era la ansiedad trepando su cuello, con sus sentidos acalorados y teniendo que mantenerse controlado, espacialmente durante ese día. No pensó que el mísero hecho de que esta aceptara su propuesta en la reunión pudiera traerle aquellas consecuencias que lo obligaron a adentrarse a su habitación para deshacerse de su corbatín y gabardina. Se sentía ahogado, atrapado y odiaba luchar tanto contra ese fuego del maldito infierno.
Necesitaba liberarse de alguna forma pero no caería a la patética treta de usar sus propias manos, era tan denigrante que solo pudo entrar a su propia ducha con toda su ropa, esperando que el agua fría calmara su ansia por algo que no estaba dispuesto a dejar pasar de nuevo.
Maldita sea aquella adorable princesa y todo lo que parecía hacerle sentir, haciéndolo incapaz de olvidar lo que paso entre ellos.
Tenía que hacer algo.
Hola mis corazones, espero la semana los haya tratado bien ¿que les ha parecido el capítulo? Puede que para algunos pueda parecer relleno, pero la politica y los pensamientos siempre son importantes, ademas de que siempre adoro cuando Charlie se ve entre la espada y la pared debido a sus amigos, por lo que me parecio muy incluirlos más aquí ¿quisieran más interacciones de ellos así? Pronto se vienen cosas más interesantes, con ciertos personajes que se iran incorporando lentamente a la trama, tambien estamos a esperar de que saquen el trailer de la serie, asi que esperemos nos den algo bueno. Ojala la historia este siendo de su agrado y nos leemos con seguridad el proximo viernes, se me cuidan mucho.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro