Capítulo 15. Interrogatorio
A las afueras del hotel aún existía una turba enfurecida deseos de ingresar al edificio, los equipos periodísticos cubrían el hecho como la noticia del año mientras otros curiosos solo pasaban por allí, sin ningún interés en particular sobre la situación. Sin embargo, la atención del staff del Happy Hotel estaba centrada en la espectral figura de Alastor quien, con su eterna sonrisa, hacía uso de su carisma para presentarse con gesto de triunfo pese a las expresiones diversas que había en todo el grupo.
Charlie no estaba segura que estaba haciendo ahí, justo cuando le había pedido que tomara cuidado con sus acciones y procurara regresar en un día, mientras calmaba su situación con Vaggie. Sin embargo, la tensión solo aumento con su presencia, causando que analizara bien cómo proceder. El problema es que el wendigo nunca esperaría a que ella diera el primer movimiento.
—¡Buenas tardes, mis estimados! Lamento terriblemente la demora, tuve severos inconvenientes en una tarea muy importante, pero logré dar con él terminando en tiempo record—expreso el wendigo campante. Charlie se acercó a él con prudencia.
—¿A qué tarea te refieres? —le pregunto la princesa, sin entender. No le había dado ninguna instrucción aparte de la de permanecer un poco alejado del hotel.
—Bueno querida, es todo un caso especial, porque que me asigné esta tarea a mí mismo ya que tuve la oportunidad de hacerlo y estoy seguro que quedaran encantados con el resultado hahaha —se rio estrepitosamente, ignorando las miradas estupefactas de todos y la iracunda expresión de Vaggie, quien no perdió el tiempo acercándose a él para apuntarle con su lanza.
—Ya me cansé de este maldito circo ¿Por qué carajos estas aquí? ¡No deberías haber regresado! —le expreso con la lanza en dirección a sus narices.
—¡Vaggs, calma! —intento detenerla esta vez Ángel, pero la polilla no dio marcha atrás—. Grandes bolas tienes al venir aquí como si nada luego de todo este desastre, estarás feliz con todo esto —le dijo. Sin embargo, Alastor solo rio, muy divertido.
—Como siempre, tienes una patética expresión en tu cara, querida, una sonrisa no te vendría mal de vez en cuando —le dijo ignorándola, causando que el rostro de Vaggie se encendiera de ira.
—¡No vengas a joderme con eso! Sé muy bien tus intenciones, no creas que no me he dado cuenta —dijo. Alastor se rió en su cara.
—¿A sí? —la retó esté, acercándose peligrosamente a su rostro—. ¿Y cuáles son esas? Sería muy interesante ver eso.
Desde su lugar, Husk noto el brillo rojizo de la mirada del wwndigo, conociendo muy bien ese tono luego de haberlo visto innumerables veces en el pasado. Un mal presentimiento se ajustó a su garganta cuando la princesa intervino en el momento oportuno.
—Basta por favor —los separo Charlie interviniendo la tensa atmosfera que había entre todos—. No es buen momento para discutir entre nosotros —enfoco su mirada en Alastor, endureciendo su expresión—. ¿Qué sucedió, Alastor? Creí que regresarías el día de mañana.
—Y así iba a hacer, cariño. Pero como les decía, logre finiquitar mis compromisos antes y me pareció adecuado que pudieran tener finalmente entre sus manos al escurridizo gusano que nos ha metido en todo este lamentable problema —y con sus palabras, mostro el cuerpo ensangrentado que yacía detrás de su espalda.
Con horror, vieron como estaba amordazado y sujetado por cuerdas el cuerpo inconsciente de uno de los integrantes del plan de rehabilitación que recientemente se había unido al hotel.
—¿E-Ese es...?
Ese era Loock, el mismo pecador canino que Charlie había rescatado de aquellos matones, el que defendió el honor de LADY HAZBIN a pesar de recibir golpes por ello ¿de verdad había sido él? Pero ¿Cómo había sabido que era ella? Se había mostrado tan interesado en el plan de redención, agradecido de cómo le había ayudado y en cómo podría alcanzar el cielo si expiaba de sus pecados. De verdad había creído que quería cambiar ¿acaso se había equivocado? Pero nunca recordó mostrarse como algo más que la princesa del infierno ¿Qué había hecho mal?
La mente de Charlie estaba inmersa en muchos pensamientos, Alastor notaba esto con gusto, ya que había sido fácil entrever como esta reaccionaria, después de todo, a pesar de sus palabras y sus precauciones, la princesa seguía siendo muy ingenua. Por eso, aprovechando ese momento, deshizo su micrófono acercándose a una distancia segura, alejando al pecador de la vista de ella.
—Creyó que podía librarse fácilmente de mí, pero cometió el gran error de comunicar sus sospechas a la prensa y no imagino como pronto sería fácil presa de mí, deberían agradecerme por este logro —se galardono el wendigo.
Charlie no podía creerlo, se le había algo inconcebible e incluso, un deseo desesperado de liberarlo cruzo su mente en ese instante, pero para ese punto, no podían dejar cabos sueltos, así como así. Aunque la situación le destrozara el corazón terriblemente, tenía que entender que al menos, pese a sus métodos, tendría que darle el beneficio de la duda.
—¿Cómo podemos creer que él es el infiltrado?
—Podemos interrogarlo si ustedes gustan, pero pueden tener fe que claramente él es el responsable de todo —sin embargo, pese a la clara duda en los ojos de la princesa, Vaggie no se trago aquel asunto tan fácilmente.
—¡YA BASTA! ¡Todo esto es su culpa! ¿Acaso no ven que puede ser otro de sus trucos? ¿Quién nos dice que en verdad sea la persona que nos delato? —alego, mas Alastor se enfocó en el resto del staff, que parecían divididos en torno al tema.
—Pues de he decir, querida, que, aunque me gustaría ser la causa de tu desgracia, en esta oportunidad no he sido yo —expreso con seguridad, poniendo su mano en su pecho a forma de promesa.
—Pueden creerle —agrego Nifty, llamando la atención de todos—. El señor Alastor es un desquiciado sanguinario, y a veces tiene un tornillo flojo, pero no miente, no es un mentiroso —asevero.
A ese mismo punto, Husk también levanto la mano, llamando sorpresivamente la atención de todos al querer hablar.
—No soy de los que arriesgan mi cuello por este maldito bastardo, pero he visto a este cabrón peludo paseándose demasiado cerca de la dulce princesita en el último tiempo, no puedo decir que sea el culpable, pero algo tiene que ver —expreso, y esta vez, los rostros tanto de Ángel como Charlie, incluso la misma Vaggie, se vieron un poco contrariados. Era fácil que Nifty se pudiera del lado de Alastor, pero de Husk, quien siempre era tan reacio y despectivo con él, podían darle el beneficio de la duda.
—¿Por qué hemos de creerte? —pregunto la morena sin ceder y sin bajar su arma—. Fácilmente podrías estar encubriendo
—Oh cariño, podre ser muchas cosas, pero no soy un mentiroso, incluso si lo desean, pueden aplicar cualquier tipo de tortura que requieran para verificar que es verdad lo que digo —indico.
Los tres amigos se vieron con rostros pensativos, cada uno parecía tener su propia opinión y en tales circunstancias, despreciar un elemento que pudiera ser fatal para su grupo no era una opción, ya estaban lo suficientemente afectados internamente como para dejar ir, así como así a un posible infiltrado. De modo que, asintiendo de forma colectiva la toma de su decisión, tomaron como siguiente acción la captura y encarcelamiento del demonio can hasta el momento que pudieran dilucidar todo ese engorroso asunto, así entonces, solo tenían un camino viable.
Tendrían que interrogarlo.
Es así que Look fue llevado a una parte muy desconocida del hotel, un lugar oculto que estaba solo a disposición de Charlie y al cual solo ella tenía capacidad de acceder gracias al poder de su sangre. Hasta ese momento, solo unos pocos sabían de ese espacio, pero solo tres personas aparte de la corona del infierno conocían la clave para poder ingresar. Ángel, Vaggie y un tercero que no se trataba de Alastor, aun cuando este los acompañaba para ingresar al infiltrado al lugar para interrogarlo.
Una vez llegaron, la princesa se viró hacia sus amigos, quienes asintieron en respuesta, ayudándola a quitar los escombros que impedían su paso. Por su parte, Alastor veía todo con interés, entendiendo que finalmente conocería lo que había impedido que fueran atrapados por los caballeros del infierno.
—Oh, es un honor finalmente conocer el secreto detras de estas singulares puertas.
Sus palabras mostraban halago, pero en momentos como este Charlie prefería ser más precavida, especialmente con el secreto que tras aquella guardaba.
—Agradecería que cierres tus ojos y los de Look mientras realizo esto —le pidió la princesa al retirar de quitar los escombros que escondían la puerta hacia el pasadizo secreto del hotel. En respuesta, Alastor se rio, viéndola de lado.
—Oh querida ¿acaso te has unido a tu amiga para desconfiar de mi todavía? —pregunto con inocencia.
Vaggie inmediatamente se colocó en guardia, dispuesta a obligarle o a sacarle del lugar en caso de no cumplir lo que se le estaba exigiendo.
Sin embargo, los ojos escarlatas en la propia princesa miraron al wendigo en señal de advertencia, quizás estaba dispuesta a mostrarle uno de sus más grande secretos, pero no el mayor de todos. Charlie confiaba plenamente en Alastor, eso era una realidad, aunque Vaggie no estuviera de acuerdo. Pero aun con ello, no tenía la suficiente confianza como para demostrar su as sobre la manga y actuar de forma incorrecta destruiría los avances que Alastor había logrado en todo ese tiempo, así que, por esa ocasión, decidió ceder a sus demandas.
—Muy bien —expreso, chasqueando los dedos para que tanto en sus ojos como en los del perro del infierno, apareciera una venda negra que cubriera por completo la vista de ambos.
Era algo bastante rudimentarios, pero parecían servir para lo que Charlie requería en ese momento, y una vez constatado que ambos no podían ver (el infiltrado ni siquiera había recuperado la conciencia incluso), de modo que comenzó con su ritual, dando un profundo respiro.
—Kee Kee —lo llamo, invocando una llama del infierno en la palma de su mano—. Es hora de que sirvas a las órdenes de tu ama.
Del fuego, apareció un pequeño gato ciclope de hermoso pelaje negro, este cariñoso y dócil, se paseó por las mejillas y cuello de la princesa, acariciándose de esta mientras ella emitía un ligero murmullo. Enseguida, con un chasquido de sus dedos, el animal se transformó en una llave que reposo en la mano de Charlie y la cual accedió con facilidad en la cerradura de la puerta de oro. Al girarla, el mecanismo que tenía esta comenzó a abrirse, una serie de pasadores de gran tamaño que fueron liberándose hasta finalmente, dejar la puerta abierta en su totalidad. Una vez cumplida su misión, la llave volvió a transformarse en gato, cayendo en la palma de la mano de Charlie quien le miró con agradecimiento.
—Muchas gracias —le dijo, y este con un profuso ronroneo, desapareció en medio del fuego, casi como si ni siquiera hubiera estado en primer lugar. Cuando esto termino, se viró hacia Alastor que seguía de pie en el mismo lugar—. Ya puedes quitarte la venda.
Cotidianamente, Alastor sabía manejar muy bien sus expresiones pese a cualquier tipo de emoción que internamente pudiera estar sintiendo en realidad, era un buen maestro para engañar a las personas. Y aunque imaginaba un pasadizo secreto ligado al conocimiento único de la corona del infierno, mas no espero ver lo que se hallaba ante sus ojos.
Era un portal... pero no uno común como los que estaban acostumbrados a invocar los pecadores o demonios más poderosos dentro del infierno, este era diferente porque no su principio estaba ligado a un espacio físico y porque tenía algo que, por primera vez en mucho tiempo, hizo a Alastor sentir cierto interés mezclado de precaución. El portal estaba revestido en una magia muy antigua y difícil de descifrar, que ni con todo su poder el sería capaz de invocar o controlar, pudiendo destrozarle o llevarle a lugares inimaginables, obligando a su alma vagas por quién sabe dónde por toda la eternidad.
—Vamos —indico Charlie y todos detrás de ella caminaron ingresando al portal, incluyendo al wendigo.
Decir que estaba impresionado era poco, una vez pasaron por la puerta, el mismo los dejo a pasar a un largo pasillo que fue iluminándose conforme la princesa ingresaba en el lugar, las lámparas de fuego maldito revoloteaban al compás de Charlie quien caminaba con seguridad por el espacio que asemejaba una cárcel medieval. Cuando finalmente la rubia se detuvo, se volteó a ver directamente a Alastor, el cual traía una expresión compleja de descifrar, pero a la cual Charlie considero como sorpresa.
Ese era otro de los trucos que tenía en su potestad como princesa del infierno, y era por supuesto, una carta de triunfo para Lady Hazbin.
—Debo decir que estoy gratamente sorprendido, no imagine que fuera algo similar ni en mis grandes especulaciones —dijo Alastor.
De verdad no mentía, no había esperado semejante demostración. Sabía que como ser primigenio, poseedora de varios siglos de edad y el producto de la unión del pecado original, la princesa Charlotte tendría en su interior un inimaginable poder que pensaba, incluso era desconocido y despreciado por ella. Quizás, había más cosas de las que aún no podía conocer, pero que estaban allí en ella,
En otros momentos, Charlie hubiera emitido una ligera sonrisa ante sus palabras de sorpresa, siendo estas razonables, pero entendiendo lo que estaban pasando, tenía que actuar conforme a su papel.
—No puedo dar más detalles, pero este lugar nos ayudara a mantener encerrado a Look mientras pensamos el modo correcto de interrogarlo para entender sus motivos —expreso, pidiéndole que dejara al perro del infierno en la celda que dispuso para él, con el chasquido de sus dedos, el pecador apareció allí sin inconvenientes—. Una vez aquí, no podrá salir sin que yo lo permita, nadie podrá sacarlo ni hacerle algo mientras yo no abra el portal.
Eso era una advertencia, Alastor lo sabía por el modo en como salieron las palabras de Charlie. Y Vaggie, ubicada a un lateral de la princesa, se mostró al menos con suficiencia al ver su expresión porque era un claro indicativo: no podría hacer lo que quisiera mientras estuviera obligado a estar al lado de la súcubo.
—Es un excelente mecanismo, tal como se podría esperar de nuestra Lady Hazbin—contesto con elegancia, gratamente sorprendido.
De verdad, había sido una jugada astuta de todos, lo admitía. Pero eso solo hacía más interesante todo el asunto ¿hasta qué punto podrían llegar para evitar sus siguientes acciones? Se preguntó.
—Deberíamos entonces proceder con el interrogatorio en este momento, mientras más rápido encontremos la conexión de este mentecato con nuestro pequeño secreto, más rápido podremos deshacernos de él —indico nuevamente Alastor, elevando la presión mental de Charlie.
—Lo sé —expreso—, pero quisiera pensar bien que cosas voy a preguntarle y las formas en como deberíamos sonsacarle la información, dudo que nos las quiera decir de buena gana —indico, pero el wnedigo solo se rio de su ingenua forma de pensar, acercándose hasta rozar su mano con el borde del hombro de Charlie.
—Pudiera encargarme bien de eso, conozco muchos métodos infalibles para hacer hablar a la gente —expreso ladeando su rostro con diversión.
Un escalofrió recorrió la espalda de Charlie, siendo más incómodo que espeluznante, aunque no lo quisiera admitir. Era claro que conocía las formas, ella misma sabía muchas practicas (de forma teórica) de cómo sacar la información de un infiltrado. Sin embargo, no quería tener que recurrir a ese tipo de acciones, no se le hacia cómodo en lo absoluto, además, quería consultar los pasos a seguir con Ángel y Vaggie, no podía despreciarlos como si no fueran nada.
—Aprecio tu propuesta, pero primero pensare que debemos hacer —volvió a insistir, y caminando en dirección al portal, la decisión quedo zanjada de momento instándolos a todos a regresar a la comodidad del interior del castillo.
Una vez salieron todos y con un ligero aplauso realizado por sus manos, el portal se cerró dejando al infiltrado solo en un espacio casi inaccesible. Solo así, luego de un largo rato, la tensión corporal de Charlie se liberó un poco de toda la rigidez que había acumulado todo ese tiempo, pero aun no podía relajarse.
—Por lo el momento, lo mejor será espantar a los pecadores que están rodeando la barrera del hotel antes de que esta ceda en cualquier momento —le expreso directamente al demonio escarlata, dándole de esa forma una nueva tarea que podía cumplir—. Ángel, Vaggie, necesito que vengan conmigo un momento.
Ambos asintieron y se apresuraron a seguirla, caminando a cada lado de esta. En ese momento, la demonio polilla se volteó para ver a sus espaldas, permaneciendo un instante en su lugar. Por primera vez en mucho tiempo, el rostro de Vaggie se dibujó en una sonrisa de victoria y autosuficiencia dirigida directamente a Alastor quien se quedó acompañado de Husk en el lobby del hotel mientras el trio subía las escaleras en dirección a la oficina de la princesa.
Siendo el único sonido siguiente el repiqueo de las garras de Husk abriendo una nueva botella del bar, este llevo su atención de forma parcial hacia Alastor.
—Parece que te dejaron en la retaguardia —comentó vagamente el bartender, el wendigo se volteó a verle, riendo.
Ciertamente, había sido algo inesperado el modo en como la princesa le había dejado tan fácilmente tirado sin dar mayores explicaciones, llevándose a su grupo de siempre a su lado para posiblemente discutir las formas de proceder en el interrogatorio, pudiendo entrever como la polilla volvería a culparlo de todos los inconvenientes soportados, aunque solo fuera responsable de los menos importantes de ellos. Después de todo, un movimiento en falso y su cuello también estaría en juego.
Pero ¿Qué era de una apuesta si no existía cierto riesgo?
Por eso, había dejado ir fácilmente a Charlie junto a su equipo sin decir nada. Oh no, eso no le molestaba. Era una situación natural, ya que por mucho poder tuviera y aun con los avances que había logrado, era entendible que estuviera siendo puesto en tela de juicio ante su propia reputación y el peso de las palabras de la gerente del hotel. Incluso, el mismo hubiera hecho lo mismo si hubiera sido él, por eso, no hizo nada al respecto. Y con aire travieso y despreocupado, despeino el cabello lanudo del demonio gato, obteniendo un gesto obsceno de su parte como señal de molestia al cual solo se rio.
—Paciencia mi querido Husker, tarde o temprano ese muro invisible podrá caer dándome el mismo lugar que los otros dos gusanos, entre tanto —se encamino en dirección a la puerta del hotel—... me encargare de eliminar y limpiar el perímetro tal como se me fue encargado.
—Mientras no me metas de más en tus malditos asuntos suicidas, mejor para mí —le espeto, dando un sorbo profundo de la boquilla de su licor.
Para Alastor todo era muy fácil, no le importaba cuantas vueltas tuviera que dar o cuan flexible tuviera que ser, mientras su plan siguiera el curso que iba pasando, todo estaría de acuerdo sus deseos.
En la oficina de Charlie, las cosas no eran menos tensas. Ángel parecía sentirse agobiado en medio de un fuego cruzado en el que solo se ignoraban sin decirse nada, pero si era claro, si la tensión pudiera ser palpable, ya estuviera asfixiado por ambas.
Por un lado, la rubia seguía inmersa en miles de pensamientos, entre la culpa, la angustia y el miedo, así como la inundaba la indecisión. Se sentía presionada en la forma de cómo proceder, puesto que, aunque habían integrado a varios pecadores que en algún momento quisieron filtrar información sobre sus reuniones, nunca supieron la relación de su verdadera identidad junto con el hotel feliz, además de estar el hecho de entender como pudo darse cuenta. Habían sido tan cuidadosos en muchas oportunidades, que revisaron hasta la plantilla de nuevos trabajadores del hotel hasta el cansancio ¿Qué había salido mal?
Hasta ese momento, Vaggie había permanecido en silencio viendo a la joven rubia consumirse lentamente como muchas veces en el pasado. Las señales dadas en el movimiento nervioso de sus piernas y en como mordía furiosamente sus pulgares, eran indicación clara de ello. Y en verdad, solo para demostrar su punto, podría decir más cosas que pusieran a la pobre princesa en una situación que la obligara a tomar decisiones forzadas, que quizás solo quisieran dar a favor de su punto de vista. No obstante, eso no es lo que debía hacer.
—Charlie —la llamo. Esta la miró asustada, pequeñas lagrimas asomadas en su mirada afectada por la ansiedad.
Sin decirse nada, Vaggie la abrazo, la sostuvo delicadamente entre sus brazos, acariciando su cabeza rubia con suavidad mientras hacia ciertos movimientos que buscaban calmarla. Está respiro con fuerza, viéndola sin entender.
—No es tu culpa —dijo, logrando que esta soltara todo el aire que había estado acumulando en el pecho, sintiendo como un peso se iba de su pecho—. Si en verdad Look resulta ser infiltrado, no es tu culpa el cómo se enteró de nuestra identidad como Hazbin, algún truco o alguien más pudo haberle dado una pista de como relacionarnos, tenemos demasiados enemigos y muy pocas personas en las que confiar —expreso esto último con dureza—. Pero, a pesar de todo eso, no es tu culpa, y lo único que podemos hacer es salir adelante para resolver esto.
Una lagrima broto de sus ojos, sintiéndose más tranquila.
De verdad, no quería discutir con Vaggie, en verdad quería resolver todo el asunto sin importunarla, pero había sido tan terca, tan desconfiada, que se sintió herida y despreciada, como si no tuviera la fuerza suficiente para valerse por sí en un plan en el que todos corrían peligro. Pero verla de ese momento, buscando la tranquilidad para ambas, le recordó que pese a las diferencias o disyuntivas que pudieran tener, seguían siendo parte del mismo equipo y grandes amigas.
—Entonces ¿de verdad piensas que Alastor no es culpable? —le pregunto esperanzada.
—No —negó ella con firmeza, dando entender que pese a que quisiera reconfortarla como amigas que eran, su forma de pensar ni su percepción de Alastor habían cambiado mágicamente—. Sigo pensando que ese bastardo es el causante de todo, pero solo tenemos dos pistas que seguir, y no serviría de nada si estamos aquí distanciadas, tenemos que trabajar juntas.
—Entiendo—respondió bajando la mirada, un poco decepcionada. Pero no podía pedir demasiado, le parecía suficiente con el hecho de que pudieran limar sus asperezas y volver a interactuar como el equipo que eran.
—No pienso creerle —continuo la polilla—, pero lo mínimo que puedo hacer es investigar a fondo el asunto y ver si estoy en lo correcto—contesto determinada mientras le veía —. Lo que más deseo es protegerte y que tu sueño se cumpla sin importar lo que debamos hacer.
—Muchas gracias Vaggie, en verdad —le sonrió verdaderamente agradecida, y detrás de ambas, un par de aplausos acompañados de un
—¡Ángel! —le regaño está completamente avergonzada, su lanza dirigida hacia él, aunque estaba claro que no iba a atacarle. Este se rio, encogiéndose de hombros.
—Bueno, si se encuentran con tales ánimos no puedo decir nada al respecto —expreso, Vaggie seguía completamente enrojecida, pero Charlie solo se rio, feliz de que el ambiente pudiera ser el que llevaban antes—Entonces, si estamos tranquilos ahora ¿Qué haremos con el pequeño bastardo?
Los tres se vieron los rostros. Era claro que, superada una crisis, debían afrontar la forma correcta de abordar a Look para sacar la información necesaria. Por muy poderosa que fuera la magia de Charlie, la misma no serviría para controlarlo y obligarle a decir la verdad, de modo que tendrían que usar la persuasión y otro tipo de técnicas para poder sacarle la información.
Así que, hubo una propuesta en la que los tres coincidieron como la más viable y segura en la que estuvieran seguros de que podría funcionar.
En este punto, Look ya había recuperado el conocimiento, viéndose encerrado y amarrado, imposibilitando toda posibilidad de escapar. Estaba mirando hacia todos lados cuando la alta figura de Ángel ingreso al lugar captando su atención, de inmediato, este realizo un gesto de desdén y asco.
—¿Qué carajo? Pero si es el marica —escupió viéndole de arriba abajo, Ángel coloco sus manos sobre su cadera, no muy sorprendido.
—Heh, ahora si muestras tus verdaderos colores —comentó, Look no cedió en su expresión.
Con precaución, este se paseaba alrededor del perro del infierno evaluando sus reacciones, la diferencia corporal era apenas notoria y era más clara la diferencia de altura, su ropa en si mismo no daba ningún apelativo que pudiera considerarse "aterrador" o "imponente", por eso Look solo soltó una risa despreocupada.
—Vamos, sácame de aquí ¿quieres? —dijo— No queremos alargar esta burla. De paso dime donde está la perra de tu jefa, tengo un par de demandas hacia ella —indico con superioridad.
Se le veía confiado, después de todo, todo el infierno conocía bien la reputación del ex actor porno y una de las muñecas favoritas de Valentino hasta que se convirtió en un nuevo juguete de la insulsa princesa del infierno ¿Qué podría hacer un simple prostituto?
—Mala respuesta —expreso y le propino otra patada en el esternón.
La sorpresa y el dolor sacaron el aire que tenía Look en sus pulmones de un solo golpe. Sin piedad, la araña lo jalo del cabello tomando su cabeza, impactándolo varias veces contra los ladrillos de la pared. Con cada nuevo golpe, un nuevo brote de sangre comenzaba a cubrir el rostro del canino quien estaba impávido de la sorpresa. Una vez se detuvo, y soltando apenas un quejido, Ángel lo jalo nuevamente del pelaje
—Mira y entiende de una vez, saco de mierda, no estás en posición de exigir nada ¿Qué es lo que buscabas en primer lugar? ¿Quién te dio información sobre nosotros?
—No me das miedo marica —le dijo, pero Ángel solo endureció su expresión.
—Tú así lo quisiste.
Desde el exterior de la celda, en una sección aparte desde donde Charlie, Vaggie y Alastor tenían una vista privilegiada. Con sus ojos brillando de emoción, el wendigo se viró hacia su socia a fin de comentar lo que estaba sucediendo.
—Es interesante, verdaderamente impredecible —decía, viendo como la araña seguía retando a Look, golpeándolo en la ingle en respuesta de otra respuesta equivocada—. Creí que nuestro afeminado amigo solo era bueno para cierto tipo de actividades indecentes —comento, aquel grupo tenía una interesante adición de dotes secretas. Al respecto, Charlie no pareció muy alegre con ese hecho.
—Vivió en una época difícil, su familia era parte de la mafia italiana y no tuvo un buen final —le contesto sobando su brazo, un poco afligida de que Ángel estuviera haciendo eso, pero al final de cuentas, el mismo se había propuesto por la larga experiencia que tenía de los trabajos que llevo a cabo gracias a su familia.
"De algo tiene que servirme todo ese maldito trauma" comentó caminando con determinación hacia las escaleras del sótano acompañado de sus dos fieles amigas.
Si no fuera tan débil, Charlie estaba segura que Ángel no tendría que estar obligado a realizar ese tipo de cosas, no tendría que ensuciar sus manos de nuevo por algo que él no había planeado en primer lugar.
Por eso debía fortalecerse.
Pasaron varias horas en las que el ex actor porno estuvo controlando y tomando diferentes estrategias para sacarle información a su cautivo, en algunas ocasiones, incluso tuvieron que recurrir a ciertos tipos de artefactos que le causaran dolor agonizante, pero sin comprometer su alma. El problema fue que aun con todo eso, Look no cedió, negándose a decir alguna palabra, solo insultando Ángel en diversas ocasiones.
Fue solo cuando pasaba de la medianoche, en donde el demonio araña estaba completamente exhausto que termino saliendo de la celda, caminando hasta donde el resto se encontraban, dando una señal negativa ante cualquier indicio de palabras. Vaggie fue la primera en decir algo.
—No está diciendo nada —decía Vaggie con frustración, Ángel por su parte, se recostó a su lado, bastante cansado—. ¿No se suponía que este era el famoso infiltrado que habías encontrado? —increpo ahora a Alastor. Este solo la miró.
—Y así es querida, yo no he mentido con mis palabras en ningún momento —contesto con seguridad y solemnidad.
—Entonces ¿Por qué diablos no está hablando? ¿Acaso nos han tendido otro de tus viles trucos? —cuestiono. Había tratado de darle el beneficio de la duda únicamente por no despreciar un sospechoso, así como así, pero sin resultados de ningún tipo, solo silencio y más silencio, no podía quedarse de brazos cruzados.
—Algo sabe —intervino Ángel, llamando la atención de la polilla—. Alguien que no sabe nada o es solo un cebo no es tan testarudo, incluso si no fuera, terminaría rompiéndose en algún punto, estaría llorando de pavor implorando que le dejen ir porque justo no sabe nada —explico—. Pero este tipo no dice nada, solo nos insulta y nada más, esa no es la actitud de una víctima, lo sé yo bien.
Vaggie miró a su compañero a la par que Charlie evaluaba la situación. En ese punto, no podrían avanzar por más que quisieran, así que lo mejor sería 'posponer el asunto e irse a descansar mientras pensaban en otra mejor solución.
—Creo que es mejor terminar por hoy, no parece que vaya a decir algo y todos nos encontramos cansados, mañana en la mañana veremos qué podemos hacer con él —indico, Ángel y Vaggie asintieron en respuesta.
En fila, empezaron a retirarse del lugar mientras iban en dirección a la entrada del portal. Charlie era la última de ellos, caminando pensativa mientras delante de ella, los ojos escarlatas de Alastor parecían interpretar de cierto modo sus pensamientos.
Era momento de realizar su intervención.
¡Feliz noche mis corazones! Me alegro de que nos podamos leer nuevamente, espero que hayan pasado un gran dia de san Valentin y sino, espero al menos disfruten los proximos dias, en mi pais estamos celebrando los carnavales así que ando algo más libre, y como les habia dicho, les he traido la actualización de nuestro querido Fic Lady Hazbin ¿como les ha parecido la historia hasta el momento? Hemos visto la inclusión de nuevos personajes, intriga y muchas dudas, asi como un rol diferente de parte de Ángel en todo este asunto ¿que creen lo que pasara? Me gustaria leer lo que piensan. Les anuncio que a partir de ahora tendremos las actualizaciones de Lady HAZBIN los sabados, Juntos en el abismo sera los martes y un miercoles cada 15 días sera la actualización de Princesa Imperial, así que esten atentos desde ahora.
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