-Entonces no pude negarme -Escucho la voz de mi padre. Camino hacia la sala de estar y lo veo que conversa con mi hermana y mi madre -Hay padre, aun puedes negarte.

-No puedo... hemos ofrecido tantos bailes que decir que no, podría dañar mi reputación.

-Perdón que interrumpa, pero ¿De que están hablando? -Pregunto con curiosidad mientras me siento junto a mi mamá -Hoy en la iglesia me pidieron que sea quien dirija las donaciones para el orfanato. Claro que debo donar una cantidad noble.

-Pobres niños. Que bueno que tenga el corazón tan bondadoso para ayudar a aquellos niños -Digo con admiración. Mi padre sonríe al escuchar mis halagos
-Padre, le quiero hacer una pregunta.

-Dime hija -Juego con mis manos con nervios -¿El baile que están organizando es para conseguirme pretendiente? -Pregunto nerviosa
-En parte si hija. Tu tía Evangeline esta metiendo mucha presión. Me ha dicho que sino llega el amor de tu vida aquí, ella te buscará uno en Londres -Volteo a ver a Marian preocupada y ella me mira de igual forma -¿Cual es el motivo de esas caras?.

-Bueno papá, lo que pasa es que hay un posible pretendiente -Dice mi hermana mientras juega con sus manos
-Esas son buenas noticias ¿De quien se trata? -Pregunta con curiosidad mientras mi madre nos mira boquiabierta -Al parecer el comandante Palmer está interesado en Katherine -Mi papá me mira confundido -Ha mandado a su tío veterinario para los cuidados de Rose y pagó todo el servicio, incluso pagó por adelantado.

-¿Que?.

-También le ha regalado una rosa de su jardín, pero mi hermana la perdió -Mi mamá me mira con ojos de orgullo, como si hubiese salvado el planeta
-Oh vaya. Eso explica algunas cosas.

-¡¿Qué cosas?! -Preguntamos las tres con curiosidad, mi papá se acomoda en el sofá y me mira con una sonrisa mientras frunce el ceño -Eso explica porque viene con la excusa de acompañar al joven Williams. También explica las preguntas que hace sobre ti. La vez que se avereo su carreta se la pasó preguntando por ti.

-¿Que cosas preguntaba? -Pregunta mi hermana con emoción -Preguntaba si tenias algún compromiso con algun caballero. Incluso preguntó si saldrías pronto de viaje para ver a madam Evangeline -Una sonrisa tímida se apareció en mi rostro mientras mi hermana y mi madre pegaban un grito de alegría.
-Pues háganle saber que se debe de dar prisa -Dice mi papá mientras se pone de pie -Hoy tendremos visitas. Algunos mercaderes vendrán a hacer algunas donaciones para la iglesia. El dinero debo entregarlo personalmente en dos semanas.

-Ordenaré que preparen un gran banquete -Dice mi madre mientras Marian y yo nos ponemos de pie para ir a caminar en el jardín.

-¿Crees que cancelen los planes sobre el baile?

-Rezo porque así sea. Ya bastante presión tengo con la boda -Dice Marian mientras entrelazamos nuestros brazos y caminamos en círculos -¿Como es el caballero Williams? -Pregunto con curiosidad -Marian mira el cielo y sonríe con ternura -Es caballeroso, amable, me hace reír todo el tiempo. Pero sobre todo, me hace sentir segura en sus brazos -Dice con tanta dulzura mientras suelta sun suspiro -¿Y ya te besó? -Ella me mira con una sonrisa pícara y asiente con la cabeza. Siento como la curiosidad se apodera de mi y con poca paciencia le digo -¿Y como es? Dime -Ella suelta una ligera carcajada y nos detenemos
-Solo nos hemos dado besos pequeños.

-¿Y como son esos? -Mi hermana toma mi mano y me da un beso en los nudillos -Asi pero en los labios -Abro los ojos como platos y siento como mis mejillas se ponen calientes -Ash ¿Porque el comandante Palmer es tan lento? Debería venir ahora mismo y declarar su amor por ti -Suelto una ligera carcajada -Oye ¿Que tal y nos equivocamos? ¿Y si en verdad no esta interesado?.

-No seas tonta. Ningún hombre abraza a una mujer solo porque si. Debe haber un sentimiento que lo haga actuar de ese modo -Le muestro una sonrisa y continuamos caminando mientras hablamos sobre los preparativos de la boda.

Justo como lo mencionó mi padre, vinieron cinco hombres a hacer su donación. El mercader Javier Hotman, que se dedica a vender relojes. El señor Ronaldo de Acantar, que se dedica a vender espejos. El señor Ed Pitterson, el dueño de transportes en barcos. El señor Brandon Benet, tío de Palmer, el mejor veterinario de Westle y el coronel Williams, que vino junto con su hijo Robert. Todos estábamos sentados en la mesa del salón, cenando. Las risas y las voces acapararon el lugar. De repente veo como Beatriz entra al salón y con educación le dijo a mi padre -El comandante Palmer ha llegado -Dice Beatriz. Mi hermana y yo nos miramos con disimulo y una sonrisa discreta se apareció en mis labios. Lo veo entrar al salón con un traje elegante. Como de costumbre y junto con una reverencia nos dijo a todos -Buenas noches, lamento llegar tan tarde. Provecho.

-Sobrino mio. Que gusto verte.

-Hola tio, me gustaría decir lo mismo pero no soy fanático de decir semejantes mentiras -Noto como se quedan mirando seriamente, causando un silencio incómodo en el comedor y mi corazón vuelve a latir cuando veo que ambos se sonríen. Palmer camina hacia su tío y se dan un abrazo -Me da gusto verlo tío.

-Siéntese comandante. En seguida le traen su plato -Dice mi papá con una sonrisa amplia. Siento como mis manos comienzan a temblar de nervios al percatarme que Palmer se sentó justo frente a mi. La mirada pícara que me lanza mi papá provoca que se me dibuje una sonrisa. El comandante me mira con el ceño fruncido, como si quisiera leer mi expresión y voltea a varios lados
-No me diga que ¿Es su sobrino Palmer? -Dice el Señor Pitteson -Así es, este caballero es el pequeño Palmer.

-Ya tiene mucho que no se le veía en Westle.

-Eso se debe a los viajes que he tenido. No había tenido oportunidad de hospedarme aquí por un largo periodo.

-¿Cuanto tiempo se quedará Palmer? -Noto como el comandante me mira por unos segundos y luego vuelve a mirar al señor Pitterson -No lo se todavía. El destino es quien decidirá mi tiempo en Westle -Beatriz llega con su plato de comida y cuando esta por colocarlo justo sobre la mesa, Robert, que está del otro lado de Palmer, se levanta sin previo cuidado y choca con Beatriz haciéndo que se derrame un poco de comida encima del saco del comandante.
-Discúlpeme caballero, fue un accidente -Dice avergonzada Beatriz mientras deja el plato sobre la mesa y toma una servilleta para ayudarlo a limpiarse -No se preocupe, yo lo hago.

-Hay niña ¿Porque no tiene cuidado? Hoy en día es difícil contratar personal competente. Si gusta yo tengo buenas referencias señor Kenedi -Dice el Señor Hotman. Noto la vergüenza en el rostro de Beatriz. Pues este tipo la ha humillado. Aprieto los puños mientras observo con enojo mi plato, pues no puedo responder por ella ya que dejaria en ridiculo a mi padre -No es incompetencia, son accidentes. No se si sepa, pero se lo explicaré de todos modos. La clase viene de la educación y el respeto, no de cuantos billetes lleva en los bolsillos -Dice Palmer mientras observa con una mirada retadora al señor Hotman -Fue mi culpa Palmer, choque con ella por accidente -Dice Robert mientras lo ayuda a limpiarse
-Retírese Beatriz -Le pide mi padre a la joven y ella asiente con la cabeza, hace una reverencia y sale a toda velocidad. Observo a Palmer y cuando su mirada se cruza con la mía, me guiña un ojo con complicidad mientras yo le muestro una sonrisa de gratitud. Mi padre carraspea y luego de darle un trago a su vino rompe con el silencio
-Bueno, caballeros. Quiero expresarles mi gratitud ante noble acto. Todos ustedes han donado una noble cantidad al orfanato de la iglesia. Me da mucho gusto que una causa tan noble nos haya permitido compartir esta cena -Dice mi padre mientras observo como el señor Hotman tiene su cara de enfado.
Mientras mi padre vuelve a sacar tema de conversación, el Señor Brandon se inclina un poco en mi dirección y en voz baja dice -Como le mencioné, silencioso. Que solo abre la boca para expresar su descontento -Dice mientras señala con el pulgar a Palmer. Suelto una discreta carcajada y el comandante nos mira con una pequeña sonrisa, se inclina también en mi dirección y con burla me dice -Ya le dijo las palabras mágicas "Es un mezquino silencioso que solo habla para expresar su descontento" -Dice en forma de burla. Me río al ver la manera tan extraña que tienen de convivir -Aún que debo reconocerlo. Este cabeza hueca tiene corazón. Cada año manda un cheque para esta causa, es la primera vez que viene personalmente -Dice el señor Brandon -Basta tío, me haces quedar bien y no me gusta -Dice con algo de incomodidad en su mirada -A ti nada te gusta.

-Claro que si... Pero no se puede comprar -Dice mientras me mira a los ojos. Siento como mi corazón se acelera. Me siento tan nerviosa. Apuesto a que mis mejillas están sonrojadas. Así que tomo mi copa de vino y le doy un sorbo para cortar con el contacto visual. La noche fue grata. Interesante al escuchar como es el mundo de los hombres emprendedores. De momentos volteaba a ver a Marian y a Robert y los veía reír disimuladamente con complicidad. Cada que los observaba una sonrisa en mis labios aparecía.
-¿Y ya se casó señor Palmer? -Pregunta El señor Acantara, todos lo miran con curiosidad y niega con la cabeza -No -Dice y luego le da un trago a su vino -Me imagino que hay una doncella por ahí, en sus pensamientos -Al parecer mi familia no es la única buscando más información sobre el comandante ya que todos los presentes lo miramos con atención. Noto como se acomoda en su asiento un poco incómodo y me mira fugazmente, para luego fijar su atención en el señor Acantara -Así es. Soy un hombre y el mundo está lleno de estas criaturas preciosas, llamadas mujeres -Sonrio al escuchar la elegancia de su respuesta y lo elocuente que suena su voz al expresarse así -Pero danos un nombre, al menos dinos si le darás una pronta propuesta ¿O acaso ya hubo una propuesta?.

-Vaya cuanta indiscreción señor Acantara -Dice espontáneamente. Como si se le hubiese escapado de los pensamientos. Los presentes sueltan una carcajada mientras noto como le da un trago a su copa para ocultar su incomodidad -Pero respondiendo a su pregunta, aún no le he dicho nada.

-Pues salud por aquella mujer afortunada -Dice el Señor Acantar mientras levanta su copa. Todos tomamos nuestras copas y decimos salud al unísono.

Ahí me tienen, brindando posiblemente por mi o posiblemente por otra mujer, cuyo corazón del comandante se ha robado. Veo que entra la señora Cristine y se dirige con discreción hacia mi. Se inclina un poco para decirme algo al oído -Señorita Katherine. Llegó una carta con urgencia para el señor Kenedi -La observo con preocupación y me levanto de la mesa para ir con ella a la cocina. Me entrega la carta y leo la escritura del sobre. Me percato que es de la tía Evangeline -No debería abrirla, es para mi padre.

-No quise interrumpirlo, pero si quiere le pido que venga -Lo dudo por un momento y me quedo mirando el sobre
-Lady Katherine ¿Esta todo en orden? -Dice Palmer desde la entrada de la cocina -Ssh venga por favor -Le pido en voz baja. Entra a la cocina y Beatriz cierra las puertas de la cocina -¿Puedo ayudarla?.

-Necesito su consejo. Llegó una carta para mi padre, es una carta emergente pero a mi padre no le gusta que lo interrumpa ¿Cree que deba leerla?.

-¿No cree que se moleste más si la lee?.

-No lo se -Digo mientras me encojo de hombros -Si gusta lo aparto de los demás y usted llega con la carta. Así no caerá de inoportuna la carta.

-Es buena idea -Dice Beatriz y asiento con la cabeza -Debo volver dije que iría al tocador -Asiento con la cabeza y lo veo salir de la cocina.
-Gracias chicas -Digo mientras salgo de la cocina. Me siento con discreción en mi lugar y Palmer me mira pensativo
-Disculpe la interrupción señor Kenedi, olvidé preguntarle si dejé en el lugar adecuado el carruaje.

-No se preocupe ¿Donde lo dejó?.

-Si gusta le enseño.

-Claro, adelante -Dice mi padre mientras se pone de pie -En seguida regreso caballeros -Veo como los dos salen y espero unos segundos para luego salir detrás de ellos. Afortunadamente nadie nota algo sospechoso.

Los veo cerca del carruaje de Palmer y camino rápidamente hacia ellos
-Padre llegó una carta con urgencia -Digo mientras le entrego la carta. Mi papá la toma con el ceño fruncido
-Gracias hija -Dice mientras abre la carta -¿Que dice? -Pregunto con curiosidad -Dame un momento -Me pide mientras la lee, comienzo a pasearme de un lado a otro impacientemente y cuando la termina de leer me mira con sus ojos preocupados -¿Todo bien? -Pregunta el comandante Palmer -Tu tía se ha enfermado gravemente de salud. Solicita mi presencia inmediata.

-Pero, las donaciones de la iglesia ¿Quien las llevará acabo?.

-Me temo que tendrás que encargarte tu hija. Eres la mayor y tu madre debe ayudar a Marian con los preparativos de la boda -Asiento con la cabeza mientras Palmer coloca su mano sobre el hombro de mi padre -Lamento esta triste noticia, cualquier cosa que necesite de mi quedo a su merced -Mi papá coloca su mano sobre la del comandante y le muestra una sonrisa de gratitud -Por ahora solo quiero pedirle que cuide a estas señoritas. Es lo único que me angustia de mi partida.

-No se preocupe. Yo las cuidaré -Caminamos junto a mi padre hacia la casa y llegando al comedor, nos sentamos.
Siento tanta tristeza al saber que esta enferma, pero más tristeza siento al saber que mi padre debe partir por un tiempo lejos de casa. Siempre me ha dolido separarme tanto tiempo de mi padre.