13.
— ¿Qué es eso? — preguntó seria Holly señalando el poema en mi mano.
— El poema ganador del concurso. — me sonrojé y agarré fuertemente el poema, no me quitaría este.
— ¡Aaah! ¡Déjame leerlo! — se inclinó hacia mi mano pero me aparté como si me hubieran dado corriente — ¿Eh? Oh vamos, te lo devolveré.
— No es eso, no quiero. — comencé a sonrojarme aún más.
— Ay, que mono te sonrojaste. ¡Ya sé lo que pasa aquí! — trago saliva ante sus palabras.
— ¿Ah, sí? — permanezco callado.
«¿De verdad me habrá pillado?».
— ¡El poema habla sobre la chica que te gusta de verdad y te da vergüenza! — «en cierto modo tiene razón.» — ¡Puedes confiar en mí! ¿Quién es la afortunada?
— Nadie. — aclaro mi garganta para que no me tiemble la voz — Osea, hum, Simplemente me da vergüenza.
— ¡Pero si yo leo casi todos tus poemas! No tienes por qué tener vergüenza. — se acerca a mí para tomar el poema pero me aparto otra vez.
— ¡No! — le grito y ella se asusta. El resto de la clase nos miró. — Perdón, se me ha ido la voz a veces...
— No pasa nada, mi dirección. Ven hoy a las 18:00 a mi casa para hacer el trabajo. — dijo algo triste dándome un pequeño papelito. La miré a los ojos y pude ver un pequeño brillo lastimoso.
— ¿Seguro que estás bien? — la agarro del brazo antes de que se vaya.
— Sí, estoy bien. — contesta sin mirarme y noto angustia en la última palabra.
Se va a paso rápido.
«Genial, ¿viste lo que hiciste Ben? Sí, la cagaste. Como siempre.»
— Memorias de Ben
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro