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"—Si quieres saber cómo es que terminé saliendo con el chico al que asalté, checa el siguiente video."

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El pelinaranja estaba desparramado sobre el sillón de la sala del departamento que compartía con su mejor amigo, el peliazul Taehyung. Se moría de aburrimiento y estaba seguro de que se derretiría si fuese un sólido que puede hacerlo. Su dedo pulgar gordito se deslizaba de abajo hacia arriba por la pantalla de su celular, pausando de vez en vez para ver algunos videos de Tiktok que le llamaban la atención; últimamente habían muchos sobre bromas a extraños en la calle y la mayoría eran divertidos.

En eso, Jimin escuchó el código de la puerta ser colocado y poco después entró Tae con una bolsa de papel en la mano derecha, dentro de esta había comida de Panda Express.

—¿Recuerdas el banco que está enfrente de PE?— le preguntó el de piel canela en tanto dejaba la bolsa de papel sobre la mesa del comedor una vez estuvo dentro de su hogar y cerró la puerta detrás de sí.

Park se levantó del sofá y se encaminó a la cocina por un par de platos y vasos desechables, era un día aburrido y sabía que ninguno querría lavar la loza después.—Sípi, ¿por?

—Es que un par de chicos quisieron asaltar el banco y malió sal, intentaron excusarse con que era una broma, pero ese tipo de cosas no se hacen con un arma de fuego real y cargada, ¿o sí?— relató mientras sacaba la comida y la colocaba sobre los platos, acomodándolos donde él y el más bajo solían sentarse para comer.

—Pff, idiotas... la inteligencia les persigue pero ellos son más rápidos— el de labios pomposos negó con la cabeza hacia los lados, no podía creer que compartía oxígeno con gente tan tonta y tan mala. Luego, una loca idea llegó a su cabecita y jadeó, haciendo sobresaltarse a Kim.—Tae, ¿y si grabamos un Tiktok de una broma de asalto? Obviamente no iríamos a un banco ni llevaríamos un arma real porque ni siquiera la tenemos— le propuso.—pero sería divertido e interesante de probar, ¿no crees?

—Además de que el día de hoy está jodidamente aburrido, sabes que yo te haré segunda incluso si tienes la idea de pellizcarle los pezones a un luchador profesional que nos puede hacer pedacitos con una sola mano— contestó de inmediato con una sonrisa traviesa y cómplice, emocionado.—Pero primero hay que comer, tengo muchísima hambre, Minnie.

Jimin dio brinquitos en su lugar mientras sonreía emocionado y asintió.—Sí, sí, sí.

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—Okay, ¿estás listo?— le preguntó Taehyung a su mejor amigo.

Después de terminar de comer, ambos amigos comenzaron a prepararse para su broma callejera. Jimin había sido el de la idea, así que él sería el que la llevaría a cabo mientras que Tae sería el chico de la cámara, el primero estaba vestido como ambos imaginaban se vestirían un miércoles por la tarde para robar. Casual, lo normal. Antes de salir se su departamento, habían ido a comprar una pistola de juguete similar a las de balines, solo que en lugar de balines, tenía bolitas de goma color naranja y no causaban un gran dolor, solo una molestia para nada grave.

Sí, habían perdido al menos una hora jugando a dispararse entre sí al momento de probarla, apuntando la mayoría de las veces en el trasero del otro.

Ellos no harían la broma en un lugar tan serio y peligroso como lo era el banco. "Tal vez seamos imbéciles pero no estúpidos" había dicho Taehyung. Escogieron una tienda de abarrotes que se veía tranquila, a esas horas de la tarde en las que todo el mundo está ocupado y no tiene tiempo de andar de compras en tiendas provisionales, no había clientes dentro de esta en esos momentos, así que les pareció una idea perfecta. También estaban preparados para correr por sus vidas si resultaba que el vendedor cargaba con un arma de verdad para defenderse, quizá como un palo con clavos o algo así, en el caso de que la broma no le cayera para nada bien.

—Sí, estoy listo, ¿tú?

El peliazul se preparó para grabar con su celular y le alzó el pulgar derecho en una señal afirmativa. Jimin respiró profundo y afirmó su agarre sobre el juguete en su diestra, le dijo que comenzara a grabar y empezaron con su estupidez.

—Buenas tardes— saludó el pelinaranja al adentrarse a la tienda, acercándose al mostrador y escondiendo la pistola de juguete detrás de sí.

—Buenas tardes, ¿en qué le puedo ayudar?— contestó el pálido chico en el mostrador.

—Oh, sí, cierto... ¡ABRA LA CAJA Y ARRIBA LAS MANOS!

Min pegó un pequeño brinco del susto cuando enfocó el arma en la diestra del chico apuntándole y rápidamente alzó las manos a la altura de su cabeza como se le gritó. ¡Pero no! No podía dejar que le robaran la caja, era la tienda de su hermano mayor y no permitiría que le asaltaran, así que tomó la primer idea estúpida que le cruzó la mente como la más brillante de la historia y la usó.

Park se sorprendió cuando el chico peligris del mostrador colocó su grandes manos sobre sus mejillas y chocó sus labios delgados contra los suyos más pomposos casi con rudeza, más que nada pánico. Quiso separarse y forcejearon un poco pero... oh, qué suaves eran sus labios.

Tímidamente comenzó a corresponder y a mover suavemente sus belfos al ritmo de los ajenos, saboreando la sensación de sentir su labio inferior preso entre los del contrario. Le besaba con seguridad, firmeza y gentileza al mismo tiempo, tan dedicado, se sentía como si las nubes hubieran hecho una fila con solo el objetivo de darle un beso. Para cuando Yoongi escuchó que el de mejillas abultadas había soltado el arma que ignoraba era de juguete, supo que su plan de hacerle olvidar al asaltante su idea de robarle había funcionado, ¿y cómo no, si a Jimin ya hasta se le había olvidado su nombre? Esa forma en como sus lenguas habían comenzado a chocar entre sí sin forzamiento o brusquedad lo tenía flotando en otra galaxia, se sentía cálido y perfecto.

El aire comenzó a faltarles de a poco y no querían dejar de sentir la suavidad de los labios ajenos, así que comenzaron a disminuir el ritmo, separándose con pequeños chasquidos y volviendo a juntar sus bocas una y otra vez con lentitud. Cuando se detuvieron, sintieron el cálido aliento del otro chocar contra sus rostros y ambos supieron que ese había sido uno de los mejores besos que habían tenido en toda su maldita vida.

—Cuando imaginé los posibles escenarios a esta tonta idea, ninguno se acercaba a este— dijo Taehyung, quien había estado grabando todo desde el segundo uno.

Yoongi y Jimin se separaron con un enorme sonrojo tiñendo sus mejillas al oír la voz del peliazul, volviendo de su burbuja.

—U-uh... lo lamento, n-no venía a asaltarlo de verdad, es u-una broma para Tiktok...— habló el pelinaranja con vergüenza, desviando la mirada para no ver a esos labios delgados que ahora estaban hinchados y rojizos, los mismos que le habían dado tremendo beso que le hizo temblar hasta las manos.

El peligris, por su parte, quería que la Tierra lo tragara y lo escupiera en México o a otro planeta. Había besado a un extraño y resultaba que era una broma...

—Sí, bueno...— intervino Kim, quien en medio de la vergüenza del otro par había dado un corto recorrido a la tienda, dejando unos cuantos paquetes de galletas y un par de latas de refresco sobre el mostrador.—Ya que estamos aquí, aprovecharé a comprar cositas— dijo, aguantándose las ganas de reírse del tono en las mejillas de los dos más bajos.

—¿S-sería todo...?— preguntó Yoongi con la mirada fija en el teclado de la caja registradora, calculando los precios de la mercancía y registrándola para el inventario.

—Síp, a menos de que me venda otro beso para mi mejor amigo, o que tenga un amigo suyo para que también me bese. Los besos son buenos para la circulación de sangre en los labios, ¿sabe?

Jimin casi se ahoga con el cinismo de su mejor amigo y le soltó un manotazo en la espalda, sintiéndose completamente avergonzado y deseando desaparecer en ese momento, o poder correr hasta su cama y taparse hasta la cabeza, o quizá que llegaran los aliens y lo raptaran para sacarle el cerebro y examinarlo.

Taehyung finalmente se apiadó del bochorno de sus pómulos y dejó de molestarlos, pagó la cuenta de sus pequeñas compras y tomó la pistola de plástico que su mejor amigo había estado cargando hasta que le besuquearon las ideas, momento en el que el pálido pudo notar que era un juguete y ya, uno que máximo podría matar a un gusano quemador.

El dúo de cabellos fantasía salieron de la tienda y caminaron de vuelta a su edificio de conjuntos departamentales entre las estruendosas carcajadas burlonas del de piel morena y los sonrojos y reclamos del mayor de ambos por mes. La gente les miraba raro por tanto alboroto pero a Taehyung eso no podía importarle menos.

—¡Yah, Tae, deja de burlarte!~— chilló Jimin cuando cruzaron la puerta de su hogar, huyendo hacia su habitación en tanto escuchaba las risotadas de su supuesto mejor amigo traicionero.

Al estar en su pieza, se dejó caer de pancita contra el colchón de su cama y se retorció como gusanito en sal ante la vergüenza que aún sentía, quería esconder la cabeza en el suelo como avestruz. Luego, se acurrucó sobre su costado izquierdo con el entrecejo fruncido y una trompita de pato, berrinchudo, y lentamente fue ascendiendo su mano derecha hasta rozar sus labios con las yemas de sus dedos suavemente, sintiendo aún impresa la sensación de aquellos belfos delgados sobre los suyos. Casi se le escapaba un suspiro, bueno, ¿para qué mentir? Sí se le escapó uno.

En eso, escuchó que Taehyung jadeó sorprendido demasiado alto y luego escuchó sus pisoteadas por el suelo hasta su habitación, viéndolo abrir la puerta de su habitación con una patada voladora al estilo Jackie Chan.

—¡El chico de la tienda es un maldito coqueto!— gritó, restregándole un pequeños papel en la cara apenas estuvo frente a él.

Jimin apachurró el gesto ante la brusquedad de su mejor amigo y mejor tomó él mismo el papel para poder verlo correctamente, notando que era el recibo de las compras que se habían hecho una vez que lo analizó y leyó.

—¡Dale la vuelta!— le indicó el peliazul con desespero y entusiasmo.

"Para el lindo ladrón de bonitos labios♡ ;)

967 190 56 47"

¡Oh por Dios!— gritó Jimin, poniéndose de pie sobre el colchón de su cama.—¡Me dio su número, Tae!

El más alto también se subió a la cama, ambos se tomaron de la manos y comenzaron a brincar sobre esta.—¡Lo sé, lo sé!— chilló emocionado.

Después de calmarse se sentaron sobre el colchón en posición de loto, mirando el reverso del papel del recibo como si hubiese un mapa de un tesoro antiguo grabado en él en lugar de un número telefónico.—¿Y... y ahora qué hago, le mando un mensaje?

—En otra situación diría que te hagas del rogar por unas cuantas horas... ¡pero necesito saber ya qué pasará entre ustedes! Juro que voy a escribir un fanfic de esto, Jimin— contestó en tanto escabullía su elegante mano entre los bolsillos del pantalón de su mejor amigo sin pena alguna, sonriendo como si hubiera ganado la lotería cuando encontró el celular del más bajo.

Mientras Taehyung chillaba y gritoneaba en tanto le hacía compañía a Jimin en el intercambio de mensajes, los hermanos de Yoongi y sus amigos estaban igual o peor mientras observaban la conversación que el peligris estaba teniendo por mensajes con el "ladrón" que visitó la tienda familiar de los Min esa tarde.

Desde la tienda de conveniencia, Yoongi se encontraba escribiendo una respuesta al último mensajes del pelinaranja, contándole que acababa de terminar su hora de descanso para la comida.

—Oh por Dios, no puedo creer que mi Yoonie haya logrado coquetearle al chico, está creciendo muy rápido— dramatizaba Geumjae, el mayor de los tres hermanos Min.

—¡Lo sé!~— se emocionó Jungkook, tomando en puños la tela de la camiseta de su segundo hermano mayor para hacerle sacudir de un lado a otro.

—¡Yah!— se quejó el peligris, manoteando para que sus hermanos dejaran de molestarle.—Bueno, la verdad es que yo tampoco sé cómo rayos tuve tanta valentía en primer lugar de besarle, en segundo de darle una nota con mi número, y en tercero de contestarle el mensaje.

Luego, escucharon el celular del segundo hermano sonar sobre la mesa, delatando una notificación de un nuevo mensaje de Park recibido. El pálido desbloqueó el móvil y vio que se trataba de una foto de el chico junto a su mejor amigo. Dios, ¿cómo podía existir alguien tan bonito? Apenas le acababa de conocer y ya aceleraba su corazoncito.

Geumjae jadeó sorprendido al darse cuenta que sus dos hermanos menores miraban embobados la pantalla del celular, del pálido era algo justificable, pero de Jungkook no, con él era algo nuevo.—Uy, parece que a Kookie le gustó el azulito— bromeó al verle flechado por le chico de cabellos azules.

Después de unas cuantas horas de chatear, el par Minimini se organizó para salir a cenar ese mismo día. Vale, ¿por qué no? Ya hasta se habían besuqueado, qué más daba ya.

La hora había llegado y el pálido estaba esperando en la banqueta de la cuadra, impaciente y nervioso por la llegada del de mejillas abultadas. E inhaló aire profundamente cuando divisó una mata de cabellos anaranjados como melocotón entre el cúmulo de gente que estaba frente a él.

—Te aseguro que este es el mejor restaurante de boneless en el área— le dijo Yoongi con una pequeña sonrisa al más bajo, viéndolo caminar hacia él al cruzar la calle.

—Eso ya lo veré yo— habló una vez estuvieron frente a frente.—Y después yo te llevaré al mejor negocio de brochetas de cordero del área.

El trato había sido que, después de decirse entre ellos lo que más les gustaba comer, uno llevaría al otro al mejor local que conoce de dicha comida, así ambos cenarían lo que más les agradaba a sus paladares.

Ambos se sonrieron con ánimos y nervios reprimidos, mirándose. Jimin se alzó de puntitas y se volvió a apoyar sobre sus talones.—Hola...— dijo como si lo hubiera hecho entre risitas.

Yoongi suspiró con una sonrisa.—Hola— después de unos segundos se dijo a sí mismo que debía de ser muy extraño que estuvieran en medio de toda la gente simplemente viéndose a los ojos, así que rompió el contacto visual y miró hacia sus espaldas, donde estaba el local de boneless.—¿Vamos ya?— preguntó señalando con su pulgar.

—Ujúm— asintió.—Bien, debemos ordenar lo suficiente para que me hagas probar todos los sabores y aún nos quede espacio para las brochetas de cordero, hyung— por medio de mensajes habían hablado sobre muchas cosas, entre ellas sus edades, y así se habían dado cuenta de que Yoongi era el mayor de ambos por dos años.

Como acordaron, pidieron un par de boneless de cada sabor que ofrecía el local junto a unas papas fritas con queso amarillo, además de los aderezos.

—Oye, eso que dijo Taehyung sobre si tenía un amigo para que lo besara, ¿era en serio? Porque mi hermano menor Jungkook lo vio en la foto que me enviaste y le atrajo— le preguntó el pálido entre bromeando y serio. Ya estaban sentados en una mesita para dos en espera de su orden, suficientemente alejados de los demás para poder platicar tranquilamente.

Jimin rio con diversión.—Oh, no lo dijo en serio, pero lo hará cuando se entere. Si quieres te doy su número para que se lo pases a tu hermano, hyung— ofreció y el mayor aceptó, hicieron el intercambio de contactos y ahora solo les quedaba esperar a que Tae y Kook actuaran solitos.

El mesero llegó con sus órdenes y ellos agradecieron el servicio antes de volver a quedarse solos y empezar a comer.

—A ver, prueba esta de mango habanero primero— le sugirió el mayor, señalando la pieza de pollo de ese sabor.

—Uh, empezamos fuerte.

Varios minutos después, los dos tenían la lengua afuera, respirando por la boca en busca de que el picor disminuyera en esta, con los labios rojos y levemente hinchados, con dos vasos de limonada fría ya adentro en sus sistemas. Habían probado de todo tipo de boneless, como pimienta limón, BBQ, búfalo, parmesano... además de probarlos con distintos aderezos picantes, lo caliente de la comida había afectado bastante a sus pobres lenguas.

—Queo que dsí me gudstó muchdo edste lugá, hyundg— dijo Jimin y el peligris rio por cómo había hablado, era gracioso y tierno.

—De lo dije, ahoda toca que me llevesd a comed blochetasd.

El de mejillas abultadas tomó de su bebida y esperó a que el picor y ardor en su lengua se detuviera, asintiendo.—Okay, pero primero, vamos a tomarnos fotos en la máquina de allá, ¿sí?— pidió señalando con un movimiento de cabeza hacia donde había una cabina de fotos instantáneas.

—De acuerdo— aceptó el más alto y ambos se levantaron de la mesa hacia la cabina. Estando frente a esta, pagaron algunos pocos wones para activar la cámara y se apegaron entre sí, sonriendo hacia la mini cámara y poco después teniendo en sus manos cada quien una tirita de cuatro fotos.—Ahora sí, ya podemos irnos.

Dicho y hecho. Pagaron la cuenta, diciendo que deberían volver pronto al restaurante, y salieron del local en dirección al establecimiento del que Park le había hablado a Yoongi, caminando por las veredas con sus manos rozándose tímidamente entre sí, hasta que terminaron entrelazando sus meñiques y fingiendo que no se daban cuenta de nada.

—La verdad hoy por la mañana no me imaginé que un chico quisiera hacerme una broma de asalto y terminara saliendo a cenar con él— habló Yoongi con voz divertida en tanto observaba el local con atención, viendo las decoraciones. A esas horas de la noche, solo eran ellos dos y el personal que estaba terminando de cocinar lo que ellos ya habían pedido para poder cerrar la cocina correctamente, estaban haciendo la limpieza mientras tanto.

—Oh, hablando de eso...— Jimin recargó ambos codos sobre la superficie de la mesa, con ambos brazos cruzados entre sí.—¿Piensas que soy lindo, uh?

Al oírle, Min unió puntos y lo relacionó a la nota donde le había dejado su número, sonriendo.—Ujúm, así es— sentía sus mejillas calentarse de a poco, pero no dejaría ese mini juego que habían comenzado, no.

—Y piensas que tengo bonitos labios...

—Absolutamente— contestó de inmediato, sintiéndose la persona más capaz en la faz de la Tierra cuando causó que el contrario sonriera y se sonrojara un poco. Pero ahí no quería terminar, aún no. Ahora él también optó por una postura similar a la del menor, recargando su codo derecho sobre la superficie de la mesa y apoyando su mentón sobre su puño, encantador.—¿Sabes? Había pensado en disculparme por eso del beso, pero no lo haré porque realmente no me arrepiento.

Entonces extendió su mano hasta tomar la mejilla sonrojada del más bajo y lo acercó hacia sí mientras que él también se impulsó un poco para acercarse, uniendo sus labios en un beso pequeño pero maravilloso.

Jimin bajó la mirada hacia la superficie de la mesa cuando se separaron y volvieron a acomodarse sobre sus asientos, sonriendo tontamente.—Eres un bobo, hyung.

—Si es de tus bonitos labios de donde vienen esas palabras, por mí, soy el bobo más grande de todos.

—Sí, uno que solo atinó a besar a su asaltante, ¿quién hace eso, hyung? Pensándolo detenidamente, es extraño— el pelinaranja rio con diversión.

—¿Tú te arrepientes?— inquirió, enarcando la ceja derecha.

Negó y le sonrió a lo grande, encantador y coqueto.—Ni un poco.

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—... y después fuimos a un restaurante de brochetas de cordero, ahí nos dimos nuestro segundo beso y decidimos dejar crecer lo que comenzaba a haber entre nosotros. Ahora vamos por nuestro sexto mes de novios y vivimos en el mismo departamento, quizá les suene muy apresurado pero todo va genial— decía Jimin hacia la cámara frontal de su celular.

Había decidido relatar esa maravillosa chocoaventura en Tiktok en lugar de subir el video de aquel día sin más, ya que últimamente la gente subía muchos videos cortos contando anécdotas interesantes, divertidas, de miedo o de ese estilo. Nunca creyó que tanta gente vería sus videos y quisiera seguir la historia en cada parte que había hecho, era sorprendente que su historia se hubiera vuelto viral en toda la plataforma, recibiendo interacciones de distintas partes del mundo.

—Mi mejor amigo grabó todo, así que la siguiente y última parte será de ese vergonzoso video... dato interesante: Tae y Jungkook, el hermano menor de mi novio, sí comenzaron a salir poco después— decía en tanto caminaba por el departamento hacia la cocina, donde sabía que se encontraba su pareja.

Al llegar a dicha parte del departamento, pudo observar a Yoongi con el delantal de cocina amarrado a su cintura en tanto cocía comida en la sartén, moviéndose fluidamente de un lado a otro y tarareando, hogareño.

—Amor,— le llamó y el peligris de inmediato le cedió toda su atención, riendo con penita al notar que estaba siendo grabando para Tiktok.—Saluda a la cámara, es el penúltimo video— le indicó.

El pálido sonrió pequeño y saludó con mano zurda.—Holaa~

—Bueno, en las partes anteriores me encontré con muchos comentarios reclamando el uso de mi, recalco, arma de juguete... y quiero aclararles que a la única persona que le disparé con bolitas de goma fue a Taehyung, en su trasero, no se preocupen, sus pompis están bien. Además de asegurarles que no robé nada— era verdad, siempre había un grupo de personas tóxicas comentando las partes de su historia con comentarios fastidiosos que le agotaban la paciencia, pero había otras más que les deseaban cosas buenas a su relación y dejaban comentarios positivos muy bonitos que le arrancaban risas y sonrisas a su pareja y a él.

—No es verdad, sí robaste algo ese día, pequeño ladrón— reclamó Yoongi con un gesto molesto.

—¿Eh? No, estoy seguro que no robé nada— dijo Jimin con el entrecejo fruncido, delatando su confusión. Lo único que alguna vez robó fue un dulce y era apenas un nene que no sabía ni caminar, un bebé que solo tomó en su puñito aquello que le llamó la atención y se lo llevó a la boca para babearlo.

—No te hagas lolo, ese día que nos conocimos y me hiciste la broma sí te robaste algo— declaró.—Te robaste mi corazón, bonito.

El más bajo rodó los ojos con diversión y sonrió amplio, sintiendo sus mejillas calentarse de a poco hasta quedar muy colorado.—¡Hyung!~

Jimin aún guardaba ese recibo en su billetera como lo más preciado que tenía, era un precioso recuerdo, de la misma forma en la que Yoongi guardaba un par de las fotos que se habían tomado en la máquina. Ese día no solo hubo un ladrón, ambos le habían robado el corazón al otro, y no pensaban pelear para pedirlo de vuelta. Y quizá ya era prácticamente el final del relato de ese hermoso y divertido recuerdo por medio de videos cortos de Tiktok, pero su historia juntos apenas estaba comenzando.

Holaa^^

Este pequeño OS lo publico en detalle por el cumpleaños de mi bias, mi chiquito, del amor de mi vida, de mi ejemplo a seguir: Min Yoongi aka Suga.

Jxyeodn me emociono más por su cumple que por el mío, pero la verdad es que me hace muy feliz poder celebrar su cumple de alguna forma por tercera vez. Estoy tan agradecida de que exista y de haber podido saber de él y de los demás chicos, bangtan hizo un cambio positivo muy significativo en mí y estoy agradecida por ello. Solo quiero desearle todo lo bueno y que tenga una vida muy larga que pueda disfrutar al máximo como él merece y quiere.

En fin, es algo cortito e imprivisadoxd pero hecho con mucho amor. Espero les haya gustado y que se encuentren bien, sino, no olviden que todo siempre pasa💕 Si ven algún error, tengan la confianza de decirme uwu

¡Cuídense muchoo!

Adem🍒

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