XI. Emisario del mal
Wei WuXian fue ingenuo.
Pensó que una vez solucionados los problemas de aburrimiento de Lan WangJi, este dejaría de buscar su atención tan constantemente. Fue todo lo contrario. Reorganizó el punto de reunión de la cena; ahora, se encontró cada noche, al menos cuando lo recordó, tomando alimentos en el anexo del segundo joven maestro Lan.
Lan WangJi dejó ir el mal humor y la indisposición rápidamente. Pasó sus días en los jardines, alimentando con hojas verdes y heno a sus conejos; tocó música al aire libre, en la pérgola en donde el estanque cortaba con la bifurcación, y encontró placer en hojear algunas de las investigaciones menos mortales de Wei WuXian.
Pese a sus deficiencias previas, Lan WangJi se destacó por un aura digna e inmortal. Con una belleza envidiable en ambos reinos. Wei WuXian reconoció largos pendientes de cinabrio y ojo de buey; colas de caballo altas con pesados e intrincados adornos de oro blanco, sin olvidar las cintas largas que se ataron junto a la banda reguladora Lan.
Wei WuXian no pudo ignorar el cambio, especialmente porque GusuLan se rigió por severos preceptos que dictaron el máximo de porciones de arroz y colgantes en el yaopei. Sin embargo, al abandonar su secta de nacimiento, adoptó un estilo recatado. Cubrió su cuerpo en joyas y accesorios de buen gusto, y distó del amarillo chillon de los idiotas de LanLinJin.
Tal vez, el entorno no ameritó el uso de accesorios. Después de todo, no le resultó cómodo pensar en Lan WangJi en una cacería nocturna, vistiendo una túnica de seda blanca bordada, tampoco una chaqueta de encaje enraizado en medio del campo de batalla. Le gustó, porque distó de la imagen previa que tuvo alguna vez de Lan WangJi, y fue capaz de discernirlo como dos personas diferentes.
Se preguntó si las damas fantasmas, en su afán por mimarle y arruinarlo tuvieron que ver en ello, o si aplicaron su influencia en el cambio más allá de la perforación en sus lóbulos.
Wei WuXian pensó en que Lan WangJi era injusto con esas pobres chicas. Le había atrapado con una mirada intensa algunas noches, en la que casualmente se paseaba cerca de su estudio y le encontraba en medio de una fiesta de bebidas con las damas fantasmas o alegó a la falta de un compañero de Go. El semblante fue tan sombrío, tan visceral y amargo que Wei WuXian pensó de manera genuina que atravesaría a alguien con Bichen.
¿Segundo maestro Lan, acaso sientes celos? ¿o solo consideras a estas bellas meimei demasiado lindas para tú gusto?
Wei WuXian apartó la vista de la forma serena de Lan WangJi y añadió un último trazo al papel. Se le había pintado mientras leía alguno de los rollos del estudio privado. La razón de ello partió del hecho de que no hubo más material de lectura del interés del segundo jade.
Consideró la opción de adquirir algo de poesía o novelas populares en el mercado de Yiling, incluso en sus próximas andanzas; de este modo Lan WangJi se abstendría de apuñarlarle de puro aburrimiento.
Apartó la vista y dio un último trazo al papel.
Sin darse cuenta había pintado a Lan WangJi mientras leía un rollo. Pero no tuvo tiempo ni intención de censurarse, así que dejó secar su trabajo.
Lan WangJi se puso en pie al poco tiempo, sus cejas se fruncieron y el rollo se evidenció como un desafío indescifrable para él. Wei WuXian, distinguió los caracteres referentes a la talismanología. No respondería por su mala caligrafía, pero podía hacer excepciones por redacciones realmente espantosas. No se le pudo pedir demasiado cuando el trabajo de los últimos diez años fue escrito en un estado absoluto de intoxicación.
La pregunta en labios de Lan WangJi quedó atascada en su garganta, su atención se apartó hasta permanecer fija en el dibujo de su persona.
"¿Qué es?"
"..."
"¿Te gusta tanto?"
Lan WangJi no dio respuesta. En su lugar apretó el rollo entre sus manos y los labios formaron una línea fina. Wei WuXian no supo interpretarlo, ya que su rostro era un eterno vacío, habiendo pocas alteraciones entre gestos.
"Si tanto te gusta entonces tenlo".
Lan WangJi hizo el rollo a un lado; barajó la pintura fresca entre sus manos como papel de arroz y lo depositó en su mesa de estudio con cuidado. Lan WangJi caminó en su dirección para continuar con sus dudas, pero su cuerpo se apretó con cierta tensión, mostrándose más disperso que antes.
Menos enfocado que en un inicio. Ni siquiera hubo ceño fruncido entre sus cejas. Saliendo del estupor dijo: "Tengo una duda".
Wei WuXian apuntó a la almohadilla a su lado y le indicó que tomase asiento.
Hanguang-Jun obedeció. Y Wei WuXian dio un vistazo por encima del hombro. Hasta que la punta de los mechones desiguales se rozaron contra la piel del pómulo.
Lan WangJi: "¿Qué tipo de talismán es este?"
Wei WuXian se encogió de hombros con cierto desenfado y dijo: "Un Chuansong Fu, supongo".
"... ¿Un talismán de transporte?"
Asintió de manera casual. Lan WangJi tuvo sus reservas, por lo que se obligó a refutar. "Los caracteres no corresponden al talismán de transporte". La punta de sus delgados dedos señalaron el carácter superior e inferior, e incluso se hizo con un talismán de su bolsa qiankun y los comparó.
Wei WuXian se alegró de su astucia. Fue evidente el porqué se le llamó un maestro prestigioso con gran talento para el cultivo, aún cuando se desarrolló en áreas que no eran su especialización. "Claro que no, Lan WangJi. Porque este es un talismán totalmente nuevo", apuntó. "Los talismanes de transporte se escriben con los radicales, que corresponden a transportación (传送); y fulu (符)".
Lan WangJi analizó los caracteres dibujados con tinta. Y reconoció, a duras penas, trazos irregulares de tinta derramada. Los principales radicales, bushou, así como esqueleto base del talismán revelaron se trató de un arreglo de transporte. Lan WangJi no era experto en talismanes ni su elaboración, pero se mantuvo atento a los trazos que formaron talismanes de alto nivel ya que fueron utilizados como último recurso durante las invasiones Wen. Al menos eso hizo saber a Wei WuXian.
Este se apresuró a dar una explicación al joven Lan, en relación a los caracteres irregulares. A lo que Lan WangJi siguió sin comprender la intención del hecho. A sus ojos, un talismán de transporte convencional, y la versión alterada de Wei WuXian tenían el mismo uso, pero una escritura distinta, aún así se les encasilló en categorías diferentes y se añadieron condiciones poco habituales. Se dibujó ZhuanWei, 转位 para indicar 'desplazamiento'; lo curioso fue que los caracteres también se utilizaban para la transposición, que en música se comprendió como el intercambio de sonidos en un intervalo; intrigado, Lan WangJi trazó el carácter con sus dedos sobre el papel, y un garabato ilegible correspondiente a Ying, 影, que fue comprendido como 'sombra'.
Wei WuXian descansó su barbilla contra el hombro de Lan WangJi, y bebió su expresión pétrea, a espera de que la misma descifrase el acertijo. "¿No es divertido?"
"¿Ese es otro juego de palabras?", replicó el segundo jade, ahora familiarizado con los juegos y acertijos de Wei WuXian. En Mo XuanYu como un falso nombre, y referenciar a Zhong Ziqi en sus elogios, incluso nombrar a su arma espiritual, Suibian.
Lan WangJi lo pensó un tiempo, y se devanó los sesos tratando de identificar el poema o epopeya a la cual estaría referenciando con aquel nombre. La frustración en su rostro evidenció la falta a dichos conocimientos, y Wei WuXian no se inclinó a dar pista de ello. Lan WangJi saboreó las sílabas para ZhuanWei Ying, desplazamiento sombra [转位影]; pero no encontró nada. Así que Wei WuXian dio fin al asunto: "Me temo que no tengo ninguna referencia para darte por ahora".
"Entiendo".
Una vez que la carcajada de Wei WuXian se detuvo, dijo: "El talismán de transporte consume mucha energía. Las personas comunes caen enfermas y se debilitan si intentan utilizar uno. No son útiles, ni siquiera durante las emergencias, así que ¿qué sentido tiene un talismán de transporte que es tan poco práctico?"
Lan WangJi asintió a sus palabras, y se mantuvo atento. Desde el rabillo del ojo, Wei WuXian fue capaz de saborear todas y cada una de las expresiones contenidas, el interés, la duda y el cuestionamiento.
Los talismanes de transporte de alta complejidad se otorgaron a personalidades dentro de las altas esferas del cultivo o en su defecto a cultivadores poderosos. Pero eso solo hizo más injusta la situación desprivilegiada de las personas comunes. Wei WuXian solo tenía pocos cientos de años cuando encontró algunos talismanes de transporte, por lo que aprovechó para descomponer sus raíces y reinventó tal concepto. Los maestros en talismanes eran celosos en su trabajo, llegando a sentirse insultados de solo pensar que alguien humilde pudiese manejar un talismán cuidadosamente elaborado de manera tan vaga.
Existieron maestros en el arte de talismán que no escribían talismanes de gran complejidad a cultivadores comunes a menos que lograsen probar su alto nivel espiritual.
Lan WangJi resplandeció ante la explicación, y se interesó por conocer más de los talismanes que alguna vez escribió en pro de las personas indefensas.
De esta manera la mañana dio paso a la tarde, y la tarde en la noche.
Había sido mucho tiempo desde que Wei WuXian compartía sus experimentos con otra persona, y no pudo evitar pensar en que fue un momento medianamente bueno.
☸ ☸ ☸
Después de algunas semanas en relativa calma, inmersos en una convivencia amena, Wei WuXian llegó a la conclusión de que, debido al comportamiento eficiente de Lan WangJi, le permitiría hacer lo que tuviera en gana a partir de ahora.
Comprendió que parte de la búsqueda constante por Wei WuXian partió del aburrimiento y la alteración a su rutina. No importó si eran obsequios en joyas, libros de poesías, un pabellón para sí, un jardín con flores que rememoraron la naturaleza del Yunshen Buzhichu, nada pareció ser suficiente para mantener a Lan WangJi entretenido. De este modo decidió levantar las maldiciones para que el segundo jade pasease por Yiling si estaba hastiado de ver la cara de Wei WuXian. Lo que a su vez daría cabida a Wei WuXian para trabajar en sus maleficios. La próxima idea en mente era una matriz de inundación. Aún se debatía donde lanzarla.
Debido a que había sido bueno, y se planteó ganar la simpatía de Lan WangJi, apenas tenía opositores ante los ataques poco elaborados sobre las sectas del cultivo. Sin duda, tener a su rival dentro de las barreras del Luanzang había dado la libertad para poner en práctica cada una de sus intenciones maliciosas. Por supuesto, aún no lanzaba maldiciones de muerte sobre las sectas, pero eso solo era cuestión de tiempo. Porque, definitivamente asesinará a cualquier opositor de su nombre e impedirá un segundo asedio.
Wei WuXian alimentó la matriz dibujada en el suelo con un cuenco de sangre fresca. Los principios de dicha maldición permanecíeron en evaluación, pero ¿no sería más entretenido ahogar a algunos tontos en un mar de sangre densa?, después de todo en el Lianhua Wu se les elogiaba por ser buenos nadadores.
El charco de sangre, y la matriz dibujada en el suelo, evocaron extremidades sanguinolentas y el alarido de las almas de los muertos que clamaban por su liberación de aquella trampa de sangre. Wei WuXian añadió algunos trazos a su reporte, evaluó la calidad de las formas fantasmas y se satisfizo del resultado parcial. La maldición buscó arrastrar a las víctimas a un charco de sangre para alimentar al resentimiento con la carne y huesos. Sin embargo, aún estaba en etapa experimental y se debatió qué elementos eran necesarios para expandir el rango de alcance.
Escuchó el golpe de la puerta del estudio, e hizo la investigación de lazo. Con un movimiento de mano borró parte de la matriz. Lanzó un talismán de fuego y la arenilla y polvo de ataúd se quemó.
Wei WuXian tomó un puñado de osmanthus y crisantemos del jarron decorativo en la pared aledaña, en cuanto deslizó el panel, golpeó la punta de la nariz de Lan WangJi y le dijo: "Mantenlo cerca de tú cara".
Lan WangJi obedeció.
Mientras se adentraba. Wei WuXian se apresuró a abrir las ventanas y lanzó un segundo talismán para contener el olor. Él estaba acostumbrado al hedor de cadáveres putrefactos calcinados, pero Lan WangJi no parecía ser el caso.
El segundo jade apenas dio un vistazo a la matriz quemada, más no preguntó nada. Wei WuXian señaló un lugar, y este obedeció, a la par que se hacía en el escritorio.
Wei WuXian no pudo evitar pensar: 'Segundo maestro Lan, ¿por qué te arreglas tanto? ¿No estás cerca del Hai-Shi?'; sin embargo, se abstuvo de preguntas absurdas y olvidó el asunto.
"Tengo una encomienda para tí".
"¿Una encomienda?", repitió Lan WangJi.
"Necesito que bajes al mundo del cultivo y monitores como ha ido todo en la política interna a partir del fin de la guerra".
Lan WangJi no contuvo el asombro. Pareció tentado a preguntar sus planes, pero no lo hizo. No es que a Wei WuXian le interesara nada de la política de cultivo, pero si se estaba barajando algún plan de caza con su nombre figurando como la presa, le gustaría estar enterado para devolver la transgresión. Dio los pormenores de manera vaga, pero lo suficientemente claro para que el asunto no presentase complicaciones frente a cuestiones demasiado ambiguas. Lan WangJi se mostró taciturno por la ausencia de Wei WuXian en dicho viaje, a lo que el temido patriarca de Yiling apenas deseó dar segundas lecturas a dicho comportamiento.
Lan WangJi asintió de manera solemne, con ojos tranquilos jugueteó con las flores pasando la punta de sus yemas sobre los pétalos.
Cuando se le despachó, Lan WangJi se interrumpió: "Pero-...".
"¿Qué es?"
"Las protecciones".
Wei WuXian le dio la razón. Las protecciones del Luanzang eran tan restrictivas como las propias en GusuLan, pero más mortales. Era imposible abandonar a menos que se tratase de un espíritu, o en su defecto tuviese algún pase.
Apuntó hacía el yaopei, y Wei WuXian dijo, "¿tienes un amuleto de jade ahí?"
Lan WangJi asintió. Desató los nudos del colgante de su fajín y lo tendió a Wei WuXian. El segundo cristal superior, se caracterizó por una cuenta de jade blanco, tan claro que era transparente. Se cortó en la palma hasta obtener algunas gotas de sangre, y, las mismas se diluyeron con el resentimiento hasta formar una masa negra. Esta golpeó el cristal; le maldijo. Pronto el cristal de jade evidencio un núcleo negruzco, distinguible bajo la luz del sol. Devolvió el artículo a su propietario y dijo: "Aquí. Con este pase podrás entrar y salir a voluntad".
Lan WangJi sostuvo el colgante con cuidado entre sus manos, casi como estar en presencia de un tesoro invaluable y agradeció con un gesto ligero. Wei WuXian entonces le despacho para que fuese a descansar, y él retomó sus oscuras prácticas.
***
Wei WuXian se había intoxicado por horas, en un intento vago y patético por conciliar el sueño tras una semana de vigilia. No fue poco común, a veces necesitaba un descanso; y, en contra de su razón, se forzó a ello.
Su cabeza yacía debajo de un puñado de hojas de papel; tomó por lugar de reposo el rígido suelo de madera, se torció en una posición dolorosa que hizo estragos en las articulaciones. Sin embargo, no importó, porque la bruma que cubrió sus pensamientos de pelusa entretejida fue bienvenida.
Como Wei WuXian no podía ser afortunado, apenas un shichen de conciliar el sueño, fue apartado de la inconsciencia por una persona ya conocida. Lan WangJi llamó su nombre y Wei WuXian le ignoró.
Comenzó a plantearse la idea de levantar algunas protecciones para impedir el paso. Quizá dibujaría algunos talismanes de sellado, tal vez no.
Se le llamó de nueva cuenta pero no reaccionó.
"... Mo... Mo XuanYu", le llamó el joven con cierta duda tras patéticos intentos que consiguieron frustrarlo.
Wei WuXian le dio la espalda y cerró los ojos en un intento por encontrar una posición cómoda. "Ya te dije que ese no es mí nombre".
"No conozco tú nombre".
Wei WuXian fue pinchado en la mejilla. Las páginas de su investigación fueron apartadas, lo que provocó que el brillo enceguecedor de la mañana le quemase las retinas. Se desperezó como un gato doméstico y forzando a abrir un ojo, trató de enfocar a Lan WangJi, pero todo lo que encontró fue un halo luminoso alrededor de sus facciones de jade. "¿Qué ocurre?"
"Es hora de partir". Lan WangJi se mostró sincero y cauteloso. Wei WuXian sintió el calor de su piel emanar a poca distancia, y el segundo maestro Lan permaneció arrodillado en una pose digna de un inmortal celestial. No fue tan hostil para decir, '¿Fue esa la razón por la que interrumpiste mí sueño ocasional?'. Por el contrario se giró, apoyandose contra mejilla, y luchó por sostener su cabeza.
"Quería despedirme".
"Eso es considerado de tú parte", bostezó.
Lan WangJi mantuvo el silencio. Se preguntó si acaso esperaba que Wei WuXian le elogiara, diese palabras de aliento o incluso emitiese una siguiente orden. Pero todo en lo que pudo pensar fue: "¿Dónde están tus túnicas de luto?"
El joven segundo maestro Lan se mostró confundido, e hizo una inspección a sus prendas. Rápidamente comprendió que hablaba de las vestimentas tradicionales de GusuLan y se corrigió: "No considere propicio utilizarlas para evitar mostrarme partidario de ninguna afiliación, ¿Debería cambiar de ropa?"
"No", tras pensarlo un instante se encogió de hombros y dijo: "Has lo que quieras".
Más inconsciente que racional, Wei WuXian se hizo un ovillo, y escondió el rostro debajo del cabello. Trató de volver al sueño intranquilo, escuchó a Lan WangJi ponerse de pie, listo para despedirse. Wei WuXian estiró su brazo con apenas nula fuerza y deseo un buen viaje.
Tal vez...
Probablemente lo dijo entre sueños... Quizá lo dirigió a Lan WangJi.
"Si ya sabes lo que tienes que hacer entonces no me traiciones".
"Yo nunca te traicionaría", se escuchó la Lan WangJi sofocada por el aletargamiento.
Este se aferró a su extremidad miserable, y pareció enrredar algo bajo las cicatrices engrosadas de sus muñecas. Algo ligero y delgado como el hilo de seda. Satisfecho por lo que había hecho, Lan WangJi abandono.
Cuando Wei WuXian abrió los ojos, se percató de que se le había cubierto con una de sus chaquetas negras, de nueva cuenta. Y el blanco de una cinta particular se enroscó en su brazo.
☸ ☸ ☸
Transcurrió poco más de medio mes, antes de que Lan WangJi diera noticias de su persona.
A ese punto, Wei WuXian ya había considerado que el segundo jade había regresado con los suyos.
Pero aquello ya no era relevante, porque Wei WuXian había superado en fuerza a Lan WangJi, y podía hacer frente a todo enemigo presentado. En su tiempo libre, y en un estado maníaco ante la ausencia del sueño; inmerso en alcohol y apenas sobreviviendo de fideos picantes, aumentó el número de sus marionetas fantasmas, cuervos que por casualidad, tenían naturaleza humana, er... al menos en otro momento antes de terminar inmersos en su inofensivo talismán.
Wei WuXian se hizo con algunos bocadillos, y se amargó al probar una semilla de loto agria.
Observó su próxima invención. Sobre una mesa de piedra se organizaron las formas a medio ensamblar de una variación al cadáver viviente. El detalle enriquecedor en dicha marioneta partió en que, en lugar de utilizar un solo cuerpo, dio caza a las diferentes partes del cuerpo de cultivadores poderosos. Muertos en guerra o no. Algunos fueron donados amablemente a la causa y otros se desenterraron del Luanzang.
Wei WuXian se encontraba uniendo el brazo derecho de un cadáver de Nie a un torso de MeishanYu, cuando las barreras vibraron reconociendo la presencia recién llegada y Wei WuXian se apartó para limpiar los restos aceitosos del cadáver con un pañuelo.
Las sombras se enroscaron en sus tobillos y susurraron de quien se trató dicha persona. Wei WuXian lavó la sensación poco grata de la descomposición, y al volver a su laboratorio encontró a un joven maestro con las mejillas cubiertas de polvo fino. Wei WuXian contuvo el impulso de pellizcarle hasta que Lan WangJi se enojara por la ofensa a su orgullo y en su lugar golpeó la parte baja de su cola de caballo. "¿No fue un poco pronto, Lan WangJi? ¡Eso fue veloz!"
Lan WangJi frunció el ceño, y su atención se desplazó a la criatura inerte con alta concentración de energía yin.
Wei WuXian lanzó una manta sobre su experimento inconcluso, y se giró en dirección de Lan WangJi para empujarle a un lugar que fuese menos ofensivo para su vista. En el jardín interior, tras los arcos del siheyuan, Wei WuXian le instó a tomar lugar, y el gingko liberó una lluvia de hojas muertas. Lan WangJi apenas criticó el experimento, pero se mostró reacio, así que expresó su opinión: "El resentimiento utilizado para fines siniestros daña el corazón y el temperamento".
"No tengo un corazón, Lan WangJi. Deja los asuntos intrascendentes". Lan WangJi se hubiese agraviado por el trato tosco, pero pasó a hacer un puchero de frustración, apartando las manos de Wei WuXian de su cara, después de pincharle la punta de la nariz.
Wei WuXian podía actuar como un lunático cuanto menos dormía, y los niveles de alcohol se mantenían en cero. Pero Lan WangJi apenas se ensaño con ello y comenzó a recitar un informe de la situación actual mientras servía el té.
Después de terminar con algunos bollos dulces de frijol rojo, Lan WangJi concluyó el reporte. Wei WuXian se vio anonadado. A pesar de la brevedad y efectividad de las palabras de Lan WangJi, aquella era de lejos la primera vez que escuchaba al segundo jade hablar más de veinte palabras en una oración. Dio un gran bocado al bollo dulce y aplaudió como si se tratase de un artista itinerante merecedor de toda honra. Lan WangJi se retorció incómodo en su sitio, a lo que Wei WuXian empujó una taza de té para que descansara la garganta un rato.
Inmerso en una carcajada ante sus propios pensamientos, Wei WuXian fue apartado de toda diversión, y se presentó ante él un jugo de cartas dirigidas a su persona.
Sostuvo la pila de papel entre sus manos y tentó el peso. "¿Qué es eso? Si son más lloriqueos de las sectas aliadas, no me interesa".
Lan WangJi negó. "Solicitudes".
"¿Solicitudes?"
"Mmhm, de la gente común", Lan WangJi bebió de su taza caliente, y sus mejillas recobraron el color. Un rosado pálido que recordó la piel de durazno.
Wei WuXian se extrañó.
La gente temía de él, y le odió. No se acercaban en búsqueda de protección.
A excepción de aquella ocasión. Pero eso ocurrió en una vida anterior. Los Wen se encontraron desesperados, fue la única explicación coherente al porqué buscaron el asilo de Wei WuXian.
Se preguntó si Lan WangJi se habría golpeado la cabeza en alguna de sus andanzas.
¡Había un maldito ojo siniestro en el cielo por encima de las sectas de cultivo a manera de amenaza!
Los campesinos le convirtieron en una historia para dormir popular. Y se le antagonizó. Fue tomado por villano, por supuesto, nadie quiso su ayuda.
"Pero... ellos realmente necesitaban ayuda", replicó WangJi.
"Entonces porque no lo solucionaste, segundo maestro Lan. Eres muy habilidoso por cuenta propia".
Lan WangJi se encogió en su sitio. Bebió el té y dio una mirada como de pez muerto. Wei WuXian ansio gritar: '¡No me mires asi!', en su lugar apartó la vista, y Hanguang-Jun se excusó: "Los campesinos honrados redactaron sus peticiones especialmente a tí".
Wei WuXian aplicó presión en el puente de la nariz, y estiró la mano para obtener la primera carta. Leyó el contenido y se sorprendió. Inicialmente había mantenido sus reservas, pero se encontró cediendo por el recuerdo que evocó la misiva.
Supuso que podría dar respuesta a un par de peticiones, pero Lan WangJi se quejó, y su rostro pétreo se cubrió de oscuridad y desazón. Parecía tan esperanzado en la intervención de Wei WuXian que apenas tuvo voluntad de decepcionarle.
'¡¿Qué quieres de mí, segundo maestro Lan?!', con un suspiro, hizo de lado el asunto.
Sin embargo, Lan WangJi no se permitió ignorar la falta de respuesta. Durante la cena, el segundo jade rellenó su taza con rico vino perfumado que trajo de Caiyi a manera de obsequio y colocó piezas de carne en su tazón. Wei WuXian cedió, incapaz de encontrar fuerzas para negarse o apartarle.
Lan WangJi cortó el espacio habido entre ambos, el calor se diseminó. En el roce de sus hombros, y la calidez de los muslos que se tocaban bajo las múltiples capas de ropa. "¿Qué harás con las cartas?"
Wei WuXian entrecerró los ojos, y repitió, con una porción de pato glaseado en labios. "¿Qué haré con las cartas?"
"Mmhm".
Wei WuXian pensó: '¿Desde cuándo Lan WangJi hace esa expresión tan brillante y determinada?'
Tragó la porción de arroz y preguntó de manera irónica, "¿Qué debería hacer?"
"Ayudarles".
Lan WangJi posó sus manos sobres brazo de Wei WuXian y sus ojos buscaron su rostro. El agarre fue intenso y amenazador, pero también albergó la cálida esperanza en el brillo de ámbar de sus ojos. Wei WuXian sintió que Lan WangJi tenía demasiada fe puesta en él. Trató de quejarse, pero pronto razonó que la gente no tenía la culpa de nada de lo ocurrido.
Tras un suspiro y una sonrisa cansada, se dejó caer sobre el hombro de Lan WangJi y le dio la razón entre dientes.
Lan WangJi pareció complacido por conceder aquella única petición, y apenas dejó ir su brazo lo que resto de la cena.
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