CAPÍTULO 12
Me desperté al oír mi celular. No sabía la hora que era, probablemente muy de madrugada y maldije a quien sea que estaba llamando. Maldije más cuando vi que era el Impotente. No iba a contestarle, muchas veces había hecho lo mismo, llamar y luego no decir nada al otro lado de la línea. No sé a qué estaba jugando o qué ganaba haciendo eso; pero no volvería a contestar sus llamadas. Incluso sería mejor bloquear su número de una vez por todas.
Dejé mi celular sobre la mesa de noche y me di vuelta, necesitaba dormir.
Mi celular volvió a timbrar al minuto, maldije nuevamente.
¿No se supone que lo había bloqueado?
Cogí el teléfono para asegurarme de haber hecho precisamente eso, cuando me di cuenta de que no era Joseph Anholt quien llamaba... era Stiles.
No recordaba la última vez que él me llamó. Rápidamente contesté y dije su nombre, la llamada fue casi como las que recibía del impotente, no hubo respuesta. Solo podía escuchar una respiración al otro lado de la línea. ¿Qué demonios sucede?
—¿Stiles? ¿Eres tú?
Por favor, no seas el Impotente... no sé cómo podría haber conseguido el celular de Stiles, tampoco me apetecía saberlo; solo deseaba que esto no fuera real.
—¿Mia?
Al fin respondía.
—Sí, soy yo... ¿sucede algo? Suenas agitado.
—Mia, no sé dónde estoy —su voz sonaba asustada, demasiado asustada para mi gusto—. No sé cómo llegué aquí, creo que caminé dormido... yo... ayúdame, Mia.
Bien, este era un buen momento para tener una visión.
—Lo haré... ¿ves algo, algo que distinga el lugar dónde estás?
—No, está muy oscuro, Mia, no puedo ver nada.
—Enciende la linterna de tu celular —dije apresuradamente, estaba muy preocupada por él y no sabía cómo ayudarlo exactamente. Es decir, si caminó dormido, ¿qué tan lejos pudo llegar? ¿desde qué hora está caminando?
—Creo que algo le pasa a...
La llamada se cortó en ese momento, observé la pantalla de mi celular como si este mágicamente me fuera a mostrar la localización de Stiles. Intenté llamarlo un par de veces, pero siempre me mandó al buzón de voz. ¡Maldición! ¿Dónde está él?
Ok, Mia, debes tener una visión, no te estoy presionando, pero tienes que servir para algo ahora mismo.
Una nueva llamada de Stiles apareció en mi teléfono, inmediatamente contesté, ahora ambos teníamos voz temblorosa y asustada.
—Mia, no creo que pueda salir de este lugar, no me puedo mover
—¿Usaste la linterna? ¿Viste algo? Stiles...
—No sé, Mia, no sé, todo está oscuro, no veo nada y le pasa algo a mi pierna —dijo con voz ahogada—. Creo que está atrapada en algo... creo que está sangrando. Mia...
—¿Es muy grave? ¿Has perdido mucha sangre? —no obtuve respuesta de Stiles, ni siquiera oía su respiración, pensé que me había cortado otra vez, pero seguía en llamada—. ¿Stiles? Respóndeme, por favor.
—Hay un olor extraño aquí —cada vez su voz sonaba más asustada—. Es horrible, Mia, este olor hace que me lloren los ojos.
—Voy a llamar a tu papá, ¿sí? Te encontraremos pronto, no te preocupes.
—No, por favor, Mia, no lo llames, a él no —pidió—. Mi papá se preocupa demasiado por mí, no quiero seguir siendo una carga, por favor, no le digas nada.
—Pero... Stiles...
—Prométemelo, Mia.
—¿Pero qué pasa si no logro encontrarte? —estaba completamente desesperada—-. No puedo prometer algo así, Stiles, no me pidas eso.
—Por favor, Mia, no lo llames.
Tal vez no fue mi mejor decisión en ese momento, pero decidí que le haría caso a Stiles y no llamaría a su papá. Le pregunté si en tal caso podía llamar a Scott.
—Solo no le digas a mi papá, Mia, por favor.
—Stiles...
—Tengo que colgar —dijo de pronto—. Tengo que apagar el teléfono.
—¿Qué? No, Stiles...
—Te llamaré luego.
—¡Stiles!
Era tarde, él había terminado la llamada. Mis piernas temblaban y Lobo había empezado a ladrar por mi reacción. Estaba demasiado preocupada. Tenía que hallar a Stiles. Tenía que llamar a Scott, sin una visión y con un olfato amateur de mujer loba no iba a hallar a Stiles, necesitaba ayuda del Alfa.
—¿Mia? ¿Sabes qué hora es? —se quejó él.
—Stiles está desaparecido, me llamó, parece que caminó dormido y ahora no sabe dónde está y no ve nada. No quiere que le avise a su papá y no tengo idea de cómo empezar a buscarlo porque no tengo ninguna visión y eso de ser Sibila es una mierda si no lo puedes controlar. Necesito tu ayuda, porque no sé qué hacer. Me dijo que iba a apagar el celular y que me llamaría, pero necesito encontrarlo, está herido, Scott.
—Mia, tranquila, lo vamos a encontrar.
Asentí antes de darme cuenta de que él no podía verme.
—Estaré en tu casa en unos minutos —le dije.
No me cambié, solo me puse una casaca sobre el pijama y salí corriendo de la casa. Lo hice tan rápido que no me había dado cuenta de que Lobo me había seguido y ahora estaba esperando a que le abriera la puerta del auto. Volbee aún estaba en reparación y por ahora había alquilado otro transporte. Lobo estaba rascando la puerta. No tenía tiempo de meterlo a la casa otra vez, así que lo dejé subir.
Cuando llegué a casa de Scott recibí otra llamada de Stiles, inmediatamente contesté, mi corazón latía desenfrenadamente.
—¿Lo llamaste? —me preguntó—. ¿Llamaste a mi papá?
—No, solo a Scott, iremos por ti... ¿pudiste ver algo?
—Estoy en un sótano, creo, parece ser un sótano.
—¿En una casa?
—No... se ve más grande. Industrial. Creo que hay un horno, pero hace frío, me estoy congelando. Tengo que apagar el teléfono; se está agotando la batería.
—Espera, ¿qué más ves ahí?
—Mi celular está por apagarse, no puedo hablar más. Tengo que colgar —dijo y luego empezó a susurrar—. Por favor...
—Stiles, ¿por qué susurras?
—Porque creo que hay alguien más aquí.
La llamada se cortó después de eso, otra vez. Intenté llamarlo, pero me llevó al buzón de voz.
La puerta del auto se abrió, Scott estaba ahí junto con Isaac, ambos notaron mi expresión de pánico. Les conté lo que había hablado con Stiles en el último minuto y decidimos que lo mejor sería ir a casa de Stiles, debería haber una pista ahí, o podrían seguir su rastro si empezábamos en su habitación.
Mis manos temblaban demasiado, así que Isaac se ofreció a manejar hasta la casa de Stiles. Me senté en el asiento trasero junto con Lobo e intenté tranquilizarme. Tomé una larga bocanada de aire y logré tener una visión.
Podía ver a Stiles en el piso, estaba sufriendo, su pierna estaba en una trampa para osos, como la que pisé en el bosque... cuando buscábamos a Malia. ¿Por qué había una trampa en un lugar como ese? Era muy oscuro, pero podía notar que estaba en un lugar cerrado, tal como él dijo, parecía un sótano, tal vez de una fábrica u otra cosa, no podía distinguirlo bien. Pero sí podía verlo a él con el teléfono en la mano.
—Mia, por favor —dijo débilmente.
—¡¿Mia?! —Scott me había traído nuevamente a la realidad—. ¿Viste algo?
—Sí, pero nada que Stiles no haya dicho antes, no puedo reconocer el sótano, jamás he estado en un lugar como ese... pero... Scott, su pierna está atrapada en una trampa para osos.
—Ya llegamos —anunció Isaac.
Scott estaba tan nervioso como yo.
—Lo encontraremos pronto, Mia.
La puerta de la casa de Stiles estaba entreabierta, inmediatamente corrimos hasta su habitación sin pensar que alguien pudo haber irrumpido en la casa. Cuando llegamos al cuarto de Stiles nos encontramos con Lydia y Aiden.
—¿Cómo se enteraron? ¿Te llamó a ti también? —le preguntó Scott a Lydia.
—No, lo escuché...
Poderes de Banshee, nuestras habilidades eran muy parecidas, pero las de Lydia parecían ser más estables y recurrentes.
—¿Cómo...? —empezó a preguntar Isaac, pero Aiden le dijo que sería mejor que no preguntara, porque se confundiría más si lo hacía. Ninguno de los dos entendía el poder de Lydia, no es que yo lo hiciera, pero me era más fácil comprender a mi amiga. Estas habilidades eran muy extrañas.
—Hola, Lobo, buen chico —dijo Aiden.
Me tomé un momento para observar la habitación de Stiles. La última vez que estuve aquí tenía una pizarra donde colocaba todos los casos que quería resolver y utilizaba hilos de diferentes colores para separar lo que se ha resuelto y lo que no. Ahora no solo tenía imágenes y recortes periodísticos en la pizarra, ahora estaban por todas las paredes y varios hilos rojos recorrían estos... todos terminaban amarrados al mango de una tijera que estaba incrustada sobre la cama... justo en medio de ella.
—Stiles utiliza los hilos rojos para los casos no resueltos —dije a nadie en particular.
—Tal vez él piensa que es parte de un caso no resuelto —sugirió Aiden, mientras seguía mimando a mi mascota.
—O él es un caso no resuelto —comentó Isaac, quien parecía perturbado por lo que teníamos al frente. No es que yo no lo estuviese, pero me preocupaba más el no hallar a Stiles, luego me tendría que preocupar por todo esto.
—No digas eso —mi voz sonó temblorosa—. No hables así de Stiles.
—Esperen... ¿el que ustedes estén acá significa que Stiles sigue allá afuera? —preguntó mi amiga—. ¿Nadie sabe dónde está?
—No, dijo que está en un sótano industrial —respondió Scott.
Un sótano industrial, lo había podido ver; pero esa visión no me ayudó a distinguir nada. ¿Por qué no pude ver un logo o alguna dirección? Aún me desconcertaba esa trampa para osos. No tengo conocimiento de ninguna fábrica en Beacon Hills que elaborara esas trampas.
—Tuve una visión, pero no me ayudó a reconocer el lugar.
—Vinimos hasta acá para conseguir un mejor rastro —explicó Isaac a la defensiva.
—¿Qué les dijo? —preguntó Aiden.
—Que tiene frio, y está sangrando —contesté—. Está atrapado en una trampa para osos.
—¿En un sótano industrial? —preguntó Lydia.
Me encogí de hombros.
—Eso es lo que vi.
—Se supone que esta noche va a ser la más fría del año, vamos a llegar a una temperatura bajo cero —comentó Aiden.
—¿Qué dijo su papá? —preguntó mi amiga.
Nada. Aún.
—Stiles no quiere que le digamos —contestó Scott—. Mia le prometió que no le diríamos nada.
Sí, eso era verdad... lamentablemente no podré cumplir mi promesa.
—Ha pasado mucho tiempo y no hemos logrado nada, puede que el alguacil logre reconocer el lugar si se lo describo —intervine—. Creo que tenemos que llamarlo. Ha pasado demasiado tiempo, no podemos arriesgarnos.
—Le prometiste que no lo harías —me recordó Isaac.
—Bueno, prefiero que me odie el resto de mi vida a que no lo volvamos a ver.
—Si estaba sonámbulo, no pudo ir muy lejos, con su olor lo encontraremos —me dijo Scott.
—Su Jeep no está —señaló Aiden—. Pudo llegar a donde sea.
No me había dado cuenta de eso, si el Jeep no estaba... ¿hasta dónde pudo llegar? Pudo haber estado horas conduciendo... pero ¿sonámbulo?
Empecé a marcar al papá de Stiles, cuando Scott me quitó el celular.
—La estación está a cinco minutos, vamos en el auto.
Todos asentimos. Era lo mejor por ahora, con la ayuda de los policías podríamos encontrarlo más rápido, fui una estúpida al no haber hecho esto desde un principio.
—Los alcanzaremos luego —dijo Lydia sosteniendo el brazo de Aiden—. Estoy segura de que hay algo aquí, quiero averiguar qué es.
—Hay pruebas de demencia total —murmuró Isaac.
Le di un golpe en el pecho y pasé por su lado hasta llegar a las escaleras y luego hasta salir de la casa. No perdería un minuto más, debí llamar al alguacil desde un principio, no sé en qué estaba pensando.
El señor Stilinski estaba demasiado preocupado, no es para menos. En cuanto llegamos a la estación, le contamos todo lo que sabíamos de Stiles. Inmediatamente ordenó al resto de policías que buscaran el Jeep, si encontrábamos el auto, probablemente encontraríamos a Stiles. Es por este tipo de cosas que debería haberle dicho al alguacil sobre la desaparición de su hijo desde un comienzo. Si le sucede algo a Stiles jamás me lo perdonaría.
Mientras los demás policías mandaban las órdenes para buscar el Jeep y cualquier tipo de sótano industrial donde Stiles podría haberse metido mientras caminaba dormido, el alguacil nos dirigió a Scott, Isaac y a mí hasta su oficina.
—¿Hay algo que deban decirme que no pueden mencionar frente al resto? —preguntó.
—Mia tuvo una visión de Stiles en un sótano y Lydia supo que Stiles había desaparecido antes de que nosotros se lo dijéramos.
La mirada del alguacil fue a parar a mí inmediatamente.
—¿Viste algo que pueda reconocer?
—No, hice un bosquejo de lo que vi; pero no hay nada que sea reconocible, al menos no para mí.
Durante el trayecto había hecho un dibujo para mostrarle al papá de Stiles, pero el movimiento del auto y mi carencia de talento al dibujar—ya no podía hacerlo tan bien como a principios de año—no permitían distinguir algo que nos sirviera para hallar a Stiles.
—Yo tampoco veo nada —comentó el alguacil—. ¿Puedes tener otra visión?
—Lo he intentado, pero hasta ahora no he tenido resultados.
—¿Lydia puede encontrarlo?
—También lo está intentando —respondió Isaac.
—¿Algo más? —el alguacil trataba de actuar paciente, pero sus manos estaban en puños mientras hablaba, trataba de ocultar el temblor.
—Llamé a Derek y Allison para que nos ayuden —dijo Scott.
—¿Pueden encontrarlo por el olfato?
Antes de que pudiéramos responder, Parrish, el ayudante del alguacil entró a la oficina diciendo que habían encontrado el Jeep de Stiles en el estacionamiento del hospital; pero por ahora no lo habían encontrado a él.
Salimos rápidamente de la comisaría, todos con destino al hospital donde trabajaba la mamá de Scott. Cuando llegamos salí corriendo del auto seguida por Isaac, Scott y Lobo. Sí, mi mascota estaba tan al pendiente de Stiles como el resto de nosotros.
El alguacil abrió la puerta del Jeep y nos dijo que la batería se había bajado, Stiles debió dejar prendidas las luces. La verdad es que eso no importaba mucho, lo que necesitaba saber era: ¿Por qué vino al hospital? Scott parecía tener la misma pregunta que yo, pues la dijo en voz alta.
—Eso es lo que tenemos que averiguar —contestó el alguacil.
Seguimos a los policías hasta dentro del hospital, donde nos encontramos con Melissa. Dijo que seguridad ya estaba buscando a Stiles por todos los pisos. Pero lo importante era buscar un sótano, de haber visto una habitación del hospital, la habría reconocido en la visión.
Iba a seguir al resto hasta el sótano cuando Scott recibió un mensaje de Derek diciéndole que había sentido el olor de Stiles en la azotea. No sé por qué estuvo ahí; pero decidí seguirlos... tal vez había una habitación que parecía sótano en el último piso, alguna de la que no me había percatado antes. Es decir, si el olor de Stiles lo percibieron en la azotea, es ahí a donde iría.
—Stiles ya no está aquí —dijo Derek cuando llegamos con él.
—¿Puedes seguir el rastro? ¿Alguno de ustedes puede? —pregunté.
—No está en el edificio, ya no.
—Pero... el Jeep...
—Mia, se fue de aquí —repitió Derek.
Isaac dijo que se lo diría al alguacil, Scott asintió; pero antes de que se fuera le pidió que buscara a Allison, pues hasta ahora ella no había respondido ninguna de nuestras llamadas. La verdad es que ella me estaba empezando a preocupar también, Allison siempre responde.
—¿Sienten lo fuerte que el olor es aquí arriba? —nos preguntó Derek.
—Es el único lugar donde distingo el olor de Stiles —dije. Mis habilidades aún no terminaban de despertar y generalmente no puedo distinguir bien los olores; pero acá arriba podía sentir el de Stiles.
—¿Alguna vez oyeron hablar de las señalas químicas? —preguntó.
—Creo que sí —contesté—. ¿Qué tiene que ver eso ahora?
—Mucho, Mia. Las señales químicas comunican emociones. Nuestro sudor comunica la rabia, el miedo o el asco —explicó él—. Respiren profundo y díganme qué sienten.
—Estrés —contestó Scott.
—Y ansiedad —agregó Derek.
Yo no percibía ninguna de esas; pero les creería. Sabía lo que quería decir Derek, esas eran las emociones que sentía Stiles cuando estuvo aquí.
—¿Qué estaba haciendo en la azotea? —preguntó Scott.
—No lo sé —respondió Derek—. Pero definitivamente hubo algún tipo de pelea.
—¿Pelea? —repetí—. ¿Con quién?
—Él mismo.
Mi celular sonó nuevamente y salté porque pensé que sería Stiles; pero no, era Lydia. Contesté apresuradamente, tal vez mi mejor amiga había encontrado alguna pista con sus poderes de Banshee.
—Está en la Residencia Eichen —dijo inmediatamente.
—¿No es ahí donde internaron a William Barrow?
—Sí, Mia, estoy segura de que está ahí. Por favor, dile al alguacil. Aiden y yo estamos en camino.
—Está bien, nos encontramos allá.
—¿Qué dijo? —me preguntó Scott.
—Lydia sabe dónde está Stiles.
Este capítulo siempre me da mucha pena. Me duele todo el sufrimiento de Stiles. Pero, bueno, olvidémonos de Stiles tres segundos y hablemos de lo buen actor que es Dylan. Yo no sé porqué no fue nominado a los Emmys por esta temporada. En serio, qué indignación.
Han pasado años y yo sigo sin comprender.
En fin, quería aprovechar para comentarles que he subido una nueva historia (no se preocupen que seguiré subiendo esta) se llama «Cameron», no es un fanfic; pero me alegrarían mucho si le dan una oportunidad. Es decir, si no tienen nada mejor que hacer les agradecería que se pasen por ella.
Si recuerdan la aparición de Landon a inicios del libro anterior, les comento que él es originario de esta nueva historia (que no es tan nueva para mí, ya que ha existido por años; pero por fin la estoy compartiendo con el mundo.
xoxo,
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