
★﹕capítulo 11
Pero tres días los alfas de Minho se divirtieron con Soobin, tres días en los que tampoco le daban alimento ni agua hasta que el patrón llegará.
Este rogaba que de una vez le quitaran la vida porque sabía bien a lo que se enfrentaba si Minho aparecía, por lo que, suplicaba a Hyunjin que lo matara con rapidez, este se hizo el sordo hasta que por fin el patrón llegó. Sentía pánico y unas inmensas ganas de llorar, mientras todos los alfas se burlaban de él escuchó los pasos del alfa líder entrar al lugar, claro que se tenía que dar por muerto y aceptar su destino pero eso no impidió que sintiera arrepentimiento.
Todo el lugar se quedó en silencio, Minho estaba frente a él con el rostro serio.
—Señor Lee Know, por fa...— un gran golpe en el rostro lo hizo callar en seco.
—Cuando yo te diga que hables lo harás, mientras ciérrala— lo tomó de los cabellos levantándole el rostro—. No quiero tus putadas de explicaciones que no me sirven.
Soobin solo lo miraba con miedo.
—Tuviste los suficientes huevos de traicionarme para que se robaran a mi omega junto a mi cachorro y todo por unos jodidos billetes— ríe con sarcasmo, lo suelta hace una señal a que le entregaran algo, Seungmin le entrega un fajo de billetes para después tomarlos en un puño y dárselos en la boca de Soobin—. Trágatelos jodido muerto de hambre.
Y en su mente llegó esas posibilidades de que ese alfa haya logrado hacer que Yeonjun se llevara a su omega y la ira le inundó al cuerpo, soltó con rabia golpes directamente a su rostro hasta dolerle los nudillos, no se podía quedar solo con golpearlo necesitaba más.
—Piedad— susurró, Minho río como si le hubiera dicho el mejor chiste del mundo.
—No, aunque te arrodilles no la voy a tener. Sabes bien que les sucede a los pendejos que me traicionan, y por si se te olvidó te lo haré recordar.
Con eso finalizó, la tortura que tenía preparado especialmente para el alfa hacía que Seungmin por primera vez sintiera escalofríos, sus gritos eran tan escalofriantes que los presentes tuvieron que taparse los oídos con disimulo. Minho sentía que todo su odio se iba con cada cosa que le realizaba, sabía bien que no iba a dejarle una muerte simple porque eso para él era bueno y liberarse de todo.
Mientras agonizaba Minho lo miraba con desprecio, estaba aliviado de cierta manera que ese bastardo no sería un problema más en su vida ni el de su familia, por ello al verlo tirando en el suelo destrozado llevó ahora su atención hacia sus hombres quien miraban atentamente.
—Esto es una pequeña enseñanza por si se les cruza por la cabeza querer traicionarme o hacerle algo a Jisung. Recuerden que le han vendido el alma al diablo y él sabe cuándo y cómo les quita la vida.
Por último da la indicación de deshacerse de él, con toda la tranquilidad pide que le traigan agua de un balde para poder limpiarse las manos y el rostro, hoy estuvo muy preparado y pidió a Jisung que le preparara un conjunto de ropa nueva. Ya listo salió del lugar directamente a otro lugar para hacer otro negocio, claro que hoy es un día de muchas cosas buenas, porque no solo tenía ese nuevo negocio en aquel distrito sino también en nuevos estados de diferentes países. Se haría más millonario de lo que ya era.
Recuerdos vagos llegaban a su mente cuando su hermano menor lloraba por las madrugadas despertando a todos haciendo molestar a su padre, esa forma de pedirle a su madre que fuera ella a calmar a su hijo tan desagradable que se podía escuchar claramente hacia su habitación.
—¡VE Y CALLA A ESE ENGENDRO O LO CALLO A GOLPES!— Minho de tan solo cuatro años se escondía debajo de sus sábanas diciendo en voz bajita que su hermano se callara para que no le hiciera nada malo.
Y exactamente dando las tres de la mañana un Jeongin de meses lloro con tanta intensidad haciendo despertar a Jisung y Minho. El omega sintió miedo y nervios porque el llanto del bebé había despertado al alfa, se levantó con prisa.
—Perdón alfa, lo callaré enseguida— Minho frunció el ceño por el comportamiento de Jisung y dedujo qué tal vez aún tenía ese miedo de que él reaccionara como Yeonjun.
—No, no, mi amor, tranquilo— bosteza—, voy yo tú sigue durmiendo.
—Pero-
—Sigue durmiendo, precioso— estando frente a él le da un beso sobre sus labios sonriéndole y sin ver la reacción del menor salió de la habitación.
Los llantos del pequeño Jeongin eran aún más escandalosos, entró despacio acercándose a la cuna del bebé y tomándolo en brazos, admiro como sus mejillas regordetas rojizas y empapadas por el llanto, sus enormes ojitos se cerraban con fuerza, beso su diminuta frente y lo pego a su pecho soltando feromonas de tranquilidad. El llanto fue disminuyendo cada vez más hasta que abrió los ojitos mirándolo fijamente, Minho sonrió limpiándole las mejillas con cuidado.
Sintió una emoción en su pecho cuando se dio cuenta que su bebé se estaba quedando dormido otra vez, su pequeña mano estando sobre su boquita soltando un suspiro. Mientras cantaba aquella canción de cuna y lo mecía suavemente sobre sus brazos Jisung camino silenciosamente hacia ellos observando atentamente la tierna escena, no pudo contener las lágrimas y sintiéndose cálido. Sabe bien que Minho puede ser uno de los alfas más temidos y despiadados del país e incluso siendo un mafioso pero cuando se trataba Jeongin era todo lo contrario, le hablaba con una voz tierna preguntándole si lo había extrañado en lo que el bebé sonreía extendiendo sus bracitos para que lo cargara, al darle el biberón pedia hacerlo y mientras se lo daba tarareaba una canción. Y era muy afortunado, y agradecía cada vez que tenía oportunidad a la madre luna por haber puesto a Minho a su vida porque Jeongin jamás sufriría por los maltratos de su antiguo alfa, sino que ahora gozará de un amor tan grande de sus papás.
Minho cerraba los ojos sintiéndose relajado con el bebé en sus brazos, Jisung río por lo bajito al darse cuenta que él se estaba arrullando de igual forma. En cuanto se dio cuenta que su cachorro se quedó completamente dormido, lo dejo con mucho cuidado en su cuna dejando un suave beso en su frentecita, froto sus ojos junto a un bostezo y camino hacia la salida, despertó enseguida con un pequeño brinco del susto al ver a Jisung en la puerta.
—¡Ouh mi Dios!— exclamó tratando de gritar para no despertar a su hijo, el omega tapó su boca mientras reía—. Casi muero de un susto, ¿en qué momento despertaste?
—Hace un rato, ¿todo bien?— dijo cuando se calmo, este lo brazo dejando un beso en sus labios.
—Se quedó dormido— sonrió—, no creo que despierte hasta el amanecer.
—Estabas quedándote dormido también.
Minho trato de no reír porque era real.
—No, estaba descansando solamente los ojos un ratito.
Jisung ríe ante el comentario, lo toma de la mano saliendo de la habitación para ir a la suya e irse directamente a la cama a descansar.
Al siguiente día puso de encargado en el negocio a Seungmin ya que decidió pasar tiempo con su familia, Jisung estaba tan feliz de tener al alfa junto a él y más ayudándole a regar su jardín, él le enseñó como hablar con ellas mientras las regaba para verse más preciosas y más al girasol que apenas había plantado el omega, Minho por un momento se sentía extraño porque jamás hizo eso en su vida e incluso no le interesaba en absoluto si ese jardín tenía plantas o no, ahora le importaba más que nunca porque es donde su omega pasaba mayor tiempo y fue uno de las terapias haciéndolo sentir seguro.
Después de ello, Minho les dio el día libre a las betas que se encargaban de la limpieza y de la cocina, el alfa estaba tan emocionado por estar a solas con su familia por la sencilla razón de proponerle a Jisung realizar ellos un pastel de mandarinas. El estómago del omega dolía por las carcajadas de las ocurrencias de su chico, que tenía harina por todo el rostro, Jeongin sentadito en la barra de la cocina riendo de igual forma mientras aplaudía. Ahora este sostenía al omega con el propósito de también ponerle harina en su rostro mientras este se negaba, y en cuanto pararon las bromas se dieron cuenta que eran malísimos para hacer un pastel porque al darse cuenta de la forma que tomó el postre ambos rieron.
Es feliz, muy feliz.
No solamente hicieron un pastel sino también prepararon la comida juntos, Jeongin estaba algo inquieto así que Minho lo tomó en brazos jugando con él mientras la comida se calentaba, tomando el pequeño cuerpecito haciéndolo simular que era un avión dando vueltas y el pequeño Jeongin riendo escandalosamente. Fue el mejor descanso de su vida y jamás se sintió tan vivo como hoy, en ese precioso instante olvidó ser el mafioso más buscando sino un padre de familia disfrutando de su amado junto a su bebé.
Al siguiente día Jisung le comunicó que quería tomar clases de danza porque su sueño siempre fue ser bailarín como en los programas que veía cuando apenas tenía quince años, Minho sin negarle absolutamente nada inmediatamente busco uno de las mejores academias de danza y una de las más reconocidas del país que Jisung casi se atraganta cuando se enteró, no iba a meter a su omega en un lugar cualquiera le daría una de las mejores y se destacará en ello.
Empezó yendo a sus clases con la compañía de Seungmin todos los jueves contratando a una niñera para Jeongin, pero específicamente un jueves la niñera con toda la vergüenza del mundo le aviso a Jisung que no podría ir a cuidar al cachorro porque tenía que realizar un examen muy importante por lo que el omega le dijo que no habría ningún problema, sin embargo, no había nadie que cuidara de su bebé hasta que miró a Minho acomodándose bien la camisa.
—¿Pasa algo?— pregunta con el ceño fruncido.
—Nina no podrá cuidar de Jeongin le surgió un inconveniente— suspiró—. No podré ir hoy a mis clases porque no tengo a nadie quien cuide al bebé.
Jisung bajo la mirada algo triste, y es que, aprendió muy rápido y más que amaba cada segundo estar ahí. Minho lo miró pensando quien podría cuidar de su pequeño, claro que no lo dejaría con cualquiera era bastante peligroso, así que no hubo más remedio que...
—Dile a Seungmin que prepare la camioneta junto con Devon para que puedas ir a tus clases, mi vida.
—¿Y Jeongin..?
—Me haré cargo de él, así que no te preocupes, ve con calma.
Jisung suelta un gritito de emoción y rápidamente aviso al omega mayor que alistará todo para poder irse. Llegó la hora exacta para que Jisung se pudiese ir, se despidió de Minho y de su cachorro y se fue confiaba que todo saldría bien, y vaya que confío demasiado.
El alfa tenía de acompañante a Changbin y Chan los tres preocupados observando cómo el pequeño Jeongin lloraba desconsoladamente, apenas había pasado una hora y Minho estaba mordiéndose las uñas pensando que podría hacer.
¿Qué haría Jisung en esta situación?
Llevaba un gran rato meciéndolo entre sus brazos pero eso no lo calmaba.
—¿Por qué no intenta darle de comer? seguro tiene hambre— propone Changbin, Minho solo toma el biberón preparado por una de las empleadas y se lo da al bebé pero no lo quiere, sigue llorando.
—Ya, mi amor, ¿qué es lo que tienes?— el alfa sigue meciendo tratando de calmarlo.
Chan arquea una ceja.
—¿Y qué tal si..?— hace una mueca de asco.
—¿Si qué?
—Hay algo entre sus pompis.
Tanto Minho como Changbin se miran entre ambos algo confundidos.
—Habla bien— Changbin le da un zape en la cabeza.
—Bueno, olfatee su pañal si no huele mal.
—Hazlo tú— levanta al bebé cerca de el alfa y este hace una mueca retrocediendo.
—¿Y por qué yo y no Changbin?— pregunta ofendido.
—Porque soy tu patrón y porque te lo estoy ordenando, y te pago por ello.
—Ojalá me pagará más— bufa pero recibe una mala mirada de Minho—. Ya voy, ya voy.
Chan con cuidado se acerca a la parte trasera del bebé y con algo de fuerza inhala haciendo que su rostro se quedara sin expresión alguna, Changbin y Minho estaban atentos a cualquier cosa que dijera o hiciera el alfa pero no hubo nada, hasta el final que logró hacer un gesto de asco.
—Eres un exagerado, Chan, esa cosita hermosa no puede oler tan mal.
Changbin olfateó de igual forma y esta vez casi se desmaya.
—¿QUÉ LE DAN DE COMER A ESE NIÑO?— grita tapándose la nariz.
Minho observa a su bebé y sonríe con nerviosismo, necesitaba cambiar ese pañal.
Lee Know sabe muy bien de armamento, cualquier tipo de droga y cuantos gramos va en cada paquete, conoce locaciones, coordenadas, sabe como deshacerse de las personas que no necesita además de cómo escapar de la misma ley, él no le tiene miedo ni a la misma muerte, pero ahora está nervioso y viendo un tutorial en Youtube de cómo cambiar un pañal con mucho cuidado. Jeongin solo está hipando esperando con paciencia a su papá para estar limpio, en algunas ocasiones Minho hace caras graciosas para distraer a su bebé y que no llore más, a los alfas se les hace extraño ver a su patrón en ese modo.
Cuando termina levanta con orgullo a su cachorro con un pañal limpio y puesto no importa que haya gastando dos rollos completos de papel, su hijo está como nuevo.
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