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Capítulo 8

Nos encontramos rodeados de robots humanoides y un círculo de fuego abrasador.

—¿Que está pasando?— pregunto asustada.

—Pues te lo diré, resulta que nos están rodeando.— aclara Harper.

—Eso ya lo veo.— respondo.

—¿Entonces para que preguntas?— Harper se cruza de brazos.

—¡Deja de discutir y concéntrate!— grita Noah, intentando mantenerse en guardia mientras un robot se aproxima.

—¿Y qué hacemos ahora?— pregunta Ethan, arrancando una piedra del suelo, listo para lanzarla.

—Primero salgamos del círculo de fuego, después nos encargamos de los robots.— propone Daniel, mirando hacia las llamas como si ya estuviera planeando cómo apagarlas.

—¿Y cómo planeas salir sin que nos convirtamos en cenizas?— Damon da un paso atrás, observando las llamas con desconfianza.

—Eso déjamelo a mí.— dice Daniel con seguridad. Levanta las manos y una fuerte ráfaga de viento comienza a girar a su alrededor, intentando debilitar las llamas.

—¡Rápido, antes de que lleguen más!— grita Lena, quien mantiene su mirada fija en los robots, como si estuviera lista para atacar en cualquier momento.

—¿Y qué pasa si esto no funciona?— Harper lanza una mirada incrédula a Daniel mientras retrocede, claramente irritada por la situación.

—Pues entonces esperamos que tú tengas un plan brillante.— responde Ethan con sarcasmo, lanzando la piedra con fuerza contra uno de los robots, haciéndolo retroceder.

Las llamas comienzan a abrirse lentamente gracias a la aerokinesis de Daniel, dejando un estrecho camino hacia el exterior.

—¡Es ahora o nunca!— exclama Daniel.

—¡Corred!— grito, tomando a Harper del brazo para que no se quede atrás mientras todos nos lanzamos hacia la apertura en el fuego.

Detrás de nosotros, los robots comienzan a moverse con mayor rapidez, y el sonido metálico de sus pasos resuena en la sala. ¿Habremos salido realmente del peligro?

Pero entonces cuando he cantado victoria, el fuego se extiende rápidamente, de las llamas aparece un muchacho con la misma vestimenta que todos nosotros, sus cabellos son cortos y pelirrojos, sus ojos anaranjados, de sus manos danzan pequeñas llamas entre sus dedos.

El muchacho avanza con paso firme, sin inmutarse ante las miradas de confusión que le dirigimos. Las llamas parecen obedecerle, rodeándole como si fueran parte de él.

—¿Quién cojones eres tú?— pregunta Harper, todavía sosteniéndose del brazo que acabo de soltar.

—Liam.— responde con voz grave y tranquila, sin apartar la mirada del círculo en el que nos encontramos. Sus ojos brillan como brasas encendidas.

—¿Y qué quieres?— insiste Damon, levantando una mano como si estuviera listo para usar su telequinesis.

Liam sonríe levemente y mueve los dedos. Las llamas a su alrededor crecen un poco más.

—Ayudar. O al menos eso planeaba, pero si preferís quedaros aquí siendo chatarra de esos robots, adelante.— dice con sarcasmo, mirando de reojo a Harper.

—¿Cómo sabemos que no eres uno de ellos?— pregunta Noah, señalando a los robots que comienzan a reorganizarse tras nuestra breve retirada.

—Porque si lo fuera, ya estaríais todos en cenizas.— responde Liam, girándose hacia los robots. Con un simple movimiento de su mano, una enorme columna de fuego surge y barre a dos de ellos, derritiendo el metal en un instante.

El silencio se impone por unos segundos mientras procesamos lo que acaba de pasar.

—Creo que necesitamos su ayuda.— murmura Lena, finalmente rompiendo el silencio.

—¡Por fin alguien con sentido común!— exclama Liam, girándose hacia nosotros con una sonrisa triunfal. —Ahora, salid de aquí mientras yo me encargo de mantener el fuego bajo control.

—¿Y si no queremos dejarte solo?— pregunto, cruzándome de brazos.

—Entonces prepárate para pelear.— Liam extiende ambas manos, y más llamas comienzan a envolver el lugar. —Porque esto apenas comienza.

—Que divertido, un combate.— Daniel da saltitos.

—Este chico es imbécil.— responde Ethan.

Damon los ignora, eleva a los robots sin tocarlos y los lanza contra cada pared de nuestro alrededor.

—Listo, ya no hay amenaza.— sonríe durante unos segundos.

—¿No podrías haber hecho eso antes?— pregunta Harper frunciendo el ceño.

—Eh, dejar de discutir, tenemos trabajo que hacer.— aplaude Noah devolviéndonos a la realidad.

—Noah tiene razón, vámonos, todavía nos persiguen los científicos y los soldados.— llevo a Harper conmigo.

—Oh, están achicharrados.— comenta Liam.

—¿Perdona qué?— pregunta Noah confuso.

—Ah, si, los vi y usé el fuego para calcinarlos.— sonríe Liam.

—Impulsivo el chico.— suspira Ethan agotado.— Ya tenemos de eso por aquí.

—A mi no me mires.— Harper sonríe.

—Es Aries.— comenta Noah.

—Y el mejor signo del zodiaco.— sonríe Liam moviendo sus bíceps.

—¿Perdona? La mejor soy yo.— responde Harper.

—Es suficiente, no necesitamos una pelea de ego ahora mismo.— interviene Lena.

—Oh claro que sí, os creéis superiores a mi, pero superior a mí no hay nadie, soy la mejor.— dramatiza Harper.

—Abajo.—Daniel me empuja al suelo quedando él encima.

—Pero coño que susto.— habla Ethan sorprendido.

—Hola princesa.—Daniel me guiña el ojo.

—¿Era necesario empujarme al suelo?— levanto una ceja.

—Que bonito es el amor.— se burla Harper.

—Cierra el pico, guarra.— gruño.

—¿Que me has llamado, puta?— responde Harper.

—Lo que has oído y te lo vuelvo a decir, guarra.— sonrío con suficiencia.

—¿Quieres pelea, verdad? zorra— responde Harper.

—Me gusta tu olor.— Habla Daniel frotando su nariz contra mi cuello.

—Ya está bien casanova, tenemos cosas que hacer.— Damon me quita a Daniel de encima.

—¡Ya basta las dos!— exclama Noah, colocándose entre Harper y yo, alzando las manos como si estuviera separando a dos gatos furiosos. —Estamos rodeados, ¿o acaso os olvidasteis de los científicos y soldados que vienen detrás?

—Me estoy divirtiendo un poco, pero el chispitas tiene razón.— comenta Liam, cruzándose de brazos y apagando las llamas que aún danzaban en sus manos. —Vamos a dejar las peleas internas para luego.

—¿Y tú quién te crees para dar órdenes?— Harper le lanza una mirada fulminante, pero Liam simplemente se ríe, como si le divirtiera su actitud.

—El que acaba de salvaros el culo, guapa.— responde con arrogancia, guiñándole un ojo.

Harper resopla, claramente irritada, pero guarda silencio.

—¿Podemos enfocarnos?— interviene Damon, ajustándose las mangas con calma. —Todavía no hemos salido de aquí y sinceramente, el drama me aburre.

—Yo sí quiero pelea, pero con esos cabrones que nos persiguen.— añade Ethan, levantando otra piedra del suelo y lanzándola al aire como si probara su peso.

—Bien dicho.— asiento, mirando a Daniel y luego a Liam. —¿Tienes algún plan o solo vas a pavonearte por ahí?

Liam sonríe con suficiencia. —Claro que tengo un plan, pero os vais a tener que mover rápido si queréis salir vivos.

—Pues adelante, "líder".— murmura Noah con sarcasmo, pero al menos parece dispuesto a cooperar.

Liam da un paso adelante y extiende las manos. —Yo me encargo del frente, pero necesitaré apoyo. Daniel, ¿puedes mantener a raya a los soldados con tu viento?

—Por supuesto, jefe.— responde Daniel con una sonrisa burlona, levantando una pequeña ráfaga como demostración.

—Tú controla a esos robots de metal, no dejes que se acerquen.— continúa Liam, y Damon simplemente asiente, ya concentrado en su tarea.

—¿Y nosotras qué?— pregunta Harper, cruzándose de brazos.

Liam la observa un momento antes de sonreír. —Tú, Emily y Lena, quedad detrás de mí. Si los científicos aparecen, quiero que los mantengáis ocupados mientras yo preparo una salida.

—Oh, claro, porque nosotras no podemos hacer más que "quedarnos atrás".— replica Harper con sarcasmo.

—Por una vez, haz lo que te dicen.— intervengo, rodando los ojos. —Quiero salir de aquí viva, y discutir no nos va a ayudar.

—Chicos, vienen más soldados.— avisa Ethan, lanzando la piedra que había estado sosteniendo y derribando a uno de ellos.

—¡Posiciones!— grita Liam, y todos nos preparamos para enfrentarnos a lo que viene.

El fuego vuelve a rodearnos, pero esta vez parece estar de nuestro lado.

—Creo que a nuestro líder se le ha olvidado que tú y yo no tenemos poderes.— me susurra Lena.

—Seguro, ni siquiera nos conoce, aunque parece que sí a Daniel.— murmuro mirando al chico.

Mientras Daniel se mueve lanzando ráfagas de viento y haciendo acrobacias gracias al viento, no puedo evitar quedarme embobada por sus movimientos.

—Tierra llamando Emily.— Harper mueve la mano delante de mi.

—¿Qué?— pregunto atontada.

—No es el momento para tus enchochamientos, céntrate.— ordena Harper.

—Sujeto 1.— habla un soldado sorprendido.

—Tenemos que avisar a los científicos, Sujeto 1 ha sido liberado.— ordena otro soldado.

—¿Que nos hemos perdido?— pregunto confusa.

—No es el momento Emily.— Noah me cubre lanzando un rayo.

—Liam, ¿y Ethan y Daniel? necesitamos refuerzos por aquí.— interrumpe Damon librándose de algunos soldados.

—Nah, yo me encargo corazones.— Liam extiende los brazos, cruje sus nudillos.

—¿Vas a enamorarlos o a hacer algo?— pregunta Harper sarcásticamente.

Los ojos anaranjados de Liam brillan con mayor intensidad, de las manos de Liam se libera una cantidad considerable de fuego, los soldados gritan de dolor, cuándo el fuego se apaga están calcinados y hechos carbón.

—Flipante.— sonríe Ethan.

—Vía libre.— sonrío, pero un láser me da lanzándome contra la pared.

—¡Emily! Con mis putas no se mete ni Jesús.— Gruñe Harper mirando al soldado.

Harper junta sus manos, creando una esfera amarillenta, entonces la lanza atravesando al soldado.

—A eso lo llamo esfera reluciente Harper.— sonríe Harper con orgullo.

—Cada día me sorprende más.— responde Ethan.

—Que bien me lo he pasado.— sonríe Daniel.

—¿Dónde te habías metido?— pregunta Damon cruzándose de brazos.

—Dejad de parlotear.— gruñe Noah mientras aplica rayos en mi herida.

—Eso ha dolido.— me quejo.

—Y más que te va a doler.— se ríe para si Noah.

—¿Desde cuándo los rayos son curativos?— pregunta Ethan.

—No lo son, pero si los ajustas al tamaño de la herida pueden ayudar a la sanación.— explica Noah.

—Que nivel Maribel.— sonríe Daniel.

—Si, lo que sea, vámonos.— ordena Harper.

Con todos en formación. El grupo avanza con cautela por el pasillo que Liam ha despejado, aunque el aire aún está cargado del olor a metal quemado y cenizas. Las miradas van y vienen entre nosotros, con el cansancio reflejado en cada paso, pero ninguno está dispuesto a rendirse.

—¿Y ahora qué?— pregunta Harper, rompiendo el silencio. Su tono aún está cargado de sarcasmo, pero hay una preocupación subyacente en su voz.

—Ahora encontramos una salida antes de que lleguen más soldados o esos científicos.— responde Damon, ajustándose su chaqueta. —Por lo que veo, estamos en la planta baja, así que debe haber un acceso al exterior cerca.

—¿Y cómo planeamos encontrarlo? Este lugar es un maldito laberinto.— se queja Ethan, pateando un trozo de metal en el camino.

—Podemos dividirnos para buscar más rápido.— sugiere Daniel, pero Liam niega con la cabeza de inmediato.

—Dividirnos sería un suicidio. Si esos científicos nos capturan, nos separarán como ratas de laboratorio como al principio.— dice con firmeza, mirando a Daniel. —Seguiremos juntos, pero necesitamos un plan. Y rápido.

Mientras discutimos las opciones, una voz metálica comienza a resonar en el sistema de altavoces:

"Alerta: sujetos experimentales detectados. Refuerzos en camino. Proceder con protocolo de contención inmediata."

—Genial, ahora tienen altavoces.— murmura Lena con sarcasmo, cruzando los brazos mientras lanza una mirada nerviosa al techo.

—Tenemos que movernos. Ya.— insisto, sintiendo que el pánico empieza a crecer. No podemos quedarnos aquí más tiempo.

Liam asiente y se coloca al frente, liderando el grupo. —Seguidme, creo que puedo encontrar la salida. Y si no, al menos podré quemar lo que esté en nuestro camino.

Mientras avanzamos, el sonido de pasos metálicos se hace cada vez más fuerte. Un grupo de soldados se aproxima desde el pasillo a la derecha, sus armas brillando bajo la luz tenue.

—¿Cuántos más van a enviarnos?— gruñe Harper, colocándose en posición de defensa.

—Los que haga falta hasta que caigamos.— responde Noah, levantando las manos mientras un arco de electricidad chisporrotea entre sus dedos.

—Entonces no caigamos.— dice Ethan con determinación, levantando otra piedra y lanzándola con fuerza hacia el primer soldado que aparece.

La batalla se reanuda, esta vez más intensa. Los soldados son más rápidos, más organizados, y parece que han aprendido de los errores de sus predecesores. Mientras luchan, puedo sentir que nuestras fuerzas comienzan a disminuir. Pero también sé que no podemos rendirnos. No ahora.

—¡Por aquí!— grita Liam, señalando un pasillo lateral. —Es una salida de emergencia.

—¿Y cómo lo sabes?— pregunta Damon mientras derriba a un soldado con su telequinesis.

—Porque lo leí en los planos cuando estuve encerrado aquí.— responde Liam, su tono cargado de confianza.

Sin dudar, corremos hacia el pasillo. El sonido de los soldados sigue tras nosotros, pero la perspectiva de una salida nos da el impulso que necesitamos para seguir adelante. Sin embargo, cuando llegamos al final del pasillo, encontramos una enorme puerta metálica cerrada.

—¡No me jodas!— exclama Harper, golpeando la puerta con frustración.

—Dame un momento.— dice Noah, acercándose al panel de control junto a la puerta. —Esto no será fácil, pero puedo intentar sobrecargar el sistema.

—Rápido, Noah, no tenemos tiempo.— le presiona Lena, mirando hacia atrás con nerviosismo.

Mientras Noah trabaja, el sonido de los soldados acercándose se intensifica. Liam y Daniel se colocan al frente, listos para enfrentarlos si es necesario.

—Vamos, vamos...— murmura Noah, sus manos temblando ligeramente mientras intenta manipular los cables del panel.

Finalmente, se escucha un clic, y la puerta comienza a abrirse lentamente.

—¡Vamos, rápido!— grito, empujando a Harper y Lena hacia adelante mientras el resto del grupo comienza a pasar por la apertura.

Pero justo cuando estamos a punto de salir, un disparo láser impacta cerca de la puerta, deteniéndonos en seco.

—No tan rápido.— una voz fría y familiar llena el aire. Desde la oscuridad del pasillo, aparece un hombre con una bata blanca, acompañado por un grupo de soldados armados.

—¿Quién es ese?— pregunto, sintiendo un escalofrío recorrerme.

—El Dr. Adler.— responde Liam con los dientes apretados. —El que dirige todo este experimento.

—¿Creíais que podíais escapar tan fácilmente?— pregunta Adler con una sonrisa siniestra. —Sois mis creaciones, y no voy a dejar que os vayáis.

El enfrentamiento final está por comenzar.

1. Liam: Aries/Sujeto 1
2.
3. Lena y Damon: Géminis/ Sujetos 3
4.
5. Harper: Leo/ Sujeto 5
6. Noah: Virgo/Sujeto 6
7. Emily: Libra/ Sujeto 7
8.
9. Daniel: Sagitario/Sujeto 9
10.
11. Ethan: Acuario/ Sujeto 11
12.

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