Capítulo 5
Seguimos por el pasillo a Lena y Damon, sigo sin saber porque siento tanto odio hacia Lena cuándo la acabo de conocer.
—¿Todo bien Emily?— pregunta Harper a mí lado.
—Si, es solo que, hay algo raro, eso es todo.— explico tranquilamente.
—Claro que es raro, estamos siguiendo a dos desconocidos, no deberíamos fiarnos de ellos.— interviene Ethan con los brazos cruzados.
—Que desconfiado eres.— sonríe Noah.
—Habló el mudo y dijo lo que pudo.— se entromete Harper.
—La sala de los archivos no está lejos.— informa Ethan.
—Más os vale no estar llevándonos a una trampa.— Noah frunce el ceño mirando a Lena y Damon.
—No me fío de ellos.— murmuro a Harper.
—Si te soy sincera yo tampoco, pero son Géminis así que supongo que los necesitamos.— explica ella con un dejo de indiferencia.
—Eh pelirroja, ya estamos llegando.— informa Lena mirándome.
—Al menos informan.— Noah me mira expectante.
—Oh bueno si para ti eso es lo más importante vamos mal.— se queja Ethan.
—Hay científicos por todos lados.— informa Damon asomándose.
—Bueno, pues destellos de luz y problemas adiós.— sonríe Harper.
—No todo se soluciona con impulsividad.— Interviene Noah tranquilamente.
—Dejad a los expertos.— habla Lena.
—¿Tú?— juzga Harper con la mirada.
—Ella no tiene poder, yo si.— Damon se cruza de brazos.
—Oh genial, entonces tu copia barata no sirve de nada.— sentencia Ethan con indiferencia.
—No soy ninguna copia barata, somos el mismo experimento, hermanos gemelos por así decirlo.— explica Lena a regañadientes.
—Ya, a nadie le importa tu vida.— sonríe Ethan con frialdad.
—Eso iba a decirlo yo, deja de robarme las frases.— se queja Harper dramatizando.
—Vosotros dos, ya lo tenéis bien, tenemos trabajo que hacer.—interrumpe Noah con el ceño fruncido.
—Odio admitirlo, pero tiene razón.— admite Harper.
—¿Y que hacemos?— pregunto.
—Yo me encargo.— habla Damon yendo hacia los científicos.
—Sujeto 3, ¿que hace fuera de su habitación?— pregunta uno de los científicos amablemente.
Eso me sorprende, a Noah y a mí nos han tratado con hostilidad desde el principio y a Damon lo tratan cómo a un niño perdido.
—¿A nadie más le parece raro?— pregunta Ethan cómo si me hubiese leído el pensamiento.
—Demasiado.— admite Noah cruzándose de brazos.
Seguimos observando, Damon alza los brazos lentamente, los científicos se elevan del suelo, realiza un gesto brusco con su cuello, rompiendo activamente los cuellos de todos los científicos.
—¿Que ha sido eso?— pregunta Harper frunciendo el ceño.
—Se llama telequinesis.— explica Lena yéndose hacia Damon.
—No hablaba de eso y lo sabes.— Harper entrecierra los ojos.
—No he hecho nada más.— explica Damon.
—¿Ah no? ¿Y por qué te han tratado cómo a un bebé?— pregunta Ethan sin creerse ni una sola palabra.
—Me tendrían miedo.— se encoge de hombros.
—Si, claro y nosotros somos idiotas.— se queja Harper.
—Harper, cálmate, tenemos que ir a los archivos, no discutir entre nosotros.— trato de suavizar la situación.
—Emily tiene razón, vámonos.— ordena Noah.
Camino al lado de Noah, con los demás tras nosotros, Ethan abre la puerta, al entrar a la habitación, observamos estantes llenos de archivos, cajas e incluso estanterías con hojas sueltas.
—Parece que aquí no han limpiado en años.— se queja Noah.
—A mi me daría pereza limpiar.— admito con orgullo.
—Que vaga.— bromea Harper.
—Si soy.— sonrío.
—Venga a buscar, no tenemos mucho tiempo.— exige Ethan.
—Ya vamos, cálmate.— responde Harper poniendo los ojos en blanco.
—Noah, busca en el lado izquierdo, Emily y Harper, revisad las cajas de ese rincón, Lena y Damon, id al fondo, y yo buscaré aquí.— ordena Ethan mientras se acerca a una de las estanterías.
—Qué mandón.— murmura Harper, pero comienza a revisar las cajas asignadas.
—Al menos alguien tiene un plan.— le replica Noah sin apartar la vista de los estantes.
Comienzo a revisar las cajas junto a Harper. La mayoría de los papeles están amarillentos y escritos con términos científicos que no entiendo.
—Esto parece más un archivo de experimentos fallidos.— comento mientras Harper saca un par de carpetas.
—Si, pero ¿y si entre toda esta basura encontramos algo importante?— Harper revisa rápidamente los documentos antes de lanzarlos al suelo con frustración.
Del otro lado de la habitación, Lena y Damon parecen más interesados en cuchichear entre ellos que en buscar.
—¡Eh! ¿Os importaría hacer algo útil?— grita Ethan desde su lugar.
—Estamos buscando, tranquilo genio.— responde Damon sin mirarlo.
—Sí, claro, buscando excusas para no hacer nada.— añade Harper en tono burlón.
—¿Podemos concentrarnos?— interviene Noah con calma, aunque su tono deja entrever una pizca de irritación.
Sigo revisando mientras escucho los pasos de Lena acercándose.
—¿Buscáis algo específico o solo os paseáis por diversión?— pregunta ella con sarcasmo.
—No sé, Lena, quizá la verdad sobre por qué sois tan raros.— le responde Harper sin contenerse.
—Eso es algo que nunca entenderías, rubia.— le espeta Damon desde el fondo.
—Dejad de discutir.— exclama Ethan, esta vez perdiendo la paciencia.
Mientras tanto, Noah saca un documento grueso de una de las estanterías y lo examina detenidamente.
—Creo que tengo algo.— anuncia, captando la atención de todos.
Nos acercamos a él, dejando nuestras búsquedas a medias. Noah abre la carpeta, mostrando varias páginas llenas de gráficos, fotos y texto que parecen detalles de los experimentos.
—"Sujeto 3: Telequinesis avanzada... Géminis..."— lee Noah en voz baja.
—Eso somos nosotros.— dice Lena con una mezcla de orgullo y desafío.
—"Objetivo: replicación perfecta en dos cuerpos, con la habilidad de telequinesis..."— continúa Noah, frunciendo el ceño.
—Eso explica por qué Damon tiene poderes y tú no.— dice Ethan, cruzándose de brazos.
—No es tan simple.— interviene Lena.
—Pues parece bastante claro.— Ethan señala el documento con un gesto seco.
—No importa lo que digan esos papeles, hay más cosas de las que vosotros no sabéis.— responde Damon, cerrando la carpeta bruscamente.
—Damon, no somos tus enemigos.— intento mediar, pero él me corta con una mirada dura.
—Entonces empezad a comportaros como aliados y no como inquisidores.— responde antes de volver al fondo del archivo.
El silencio se extiende incómodamente.
—¿Sabéis? Este grupo empieza a ser un caos.— comenta Harper mientras se recarga contra una estantería.
—Y lo será más si no conseguimos lo que necesitamos.— Ethan toma la carpeta de las manos de Noah y la guarda debajo de su camiseta.
—Sigamos buscando, aún no sabemos todo.— añade Noah.
Asiento, y todos volvemos a nuestras posiciones. Sin embargo, la tensión en el aire es innegable. ¿Hasta qué punto podemos confiar unos en otros?
Mientras sigo buscando con la ayuda de Harper veo algo más: Sujeto 5, Leo, capacidad manipulativa de luz, photokinesis.
—Harper.— susurro.
—¿Mhm?— murmura antes de mirarme.
—Mira esto.— le entrego el documento que encontré.
Harper lo toma con curiosidad y lo examina en silencio. Sus ojos recorren rápidamente las palabras, deteniéndose en "Sujeto 5: Leo, capacidad manipulativa de luz, photokinesis".
—¿"Sujeto 5"?— susurra, mirando de reojo a Lena y Damon, quienes parecen demasiado ocupados discutiendo entre ellos para prestarnos atención.
—Esto es sobre ti, ¿verdad?— le pregunto en voz baja.
—Parece que sí.— responde Harper, todavía concentrada en el documento. Sus manos tiemblan levemente, pero rápidamente lo disimula cerrando el archivo con fuerza.
—¿Qué dice?— insiste Ethan al notar nuestra conversación en murmullos.
—Nada relevante.— responde Harper rápidamente, metiendo el archivo bajo su brazo.
Ethan arquea una ceja, claramente dudando, pero no dice nada más. Mientras tanto, Lena y Damon finalmente se callan, y Noah se acerca a nosotros con otro documento.
—He encontrado algo sobre "Cetus y Ofiuco".— informa Noah, su tono más grave de lo habitual.
Eso capta inmediatamente la atención de todos.
—¿Quiénes son?— pregunta Lena, notando que Harper todavía está tensa.
—Son los experimentos fallidos más peligrosos, según esto. Fueron creados para superar las capacidades humanas, pero... algo salió mal.— explica Noah, mostrando la hoja.
En ella se ven dos siluetas oscuras y una descripción breve: "Cetus, capacidad cinética de abrir portales; Ofiuco, tiene la capacidad cinética de manipular el hielo, cryokinesis. Ambos representan una amenaza catastrófica para la estabilidad del programa. Proceder con precaución."
—Genial, ahora también tenemos monstruos persiguiéndonos.— murmura Harper con sarcasmo, aunque su rostro refleja preocupación.
—Esto explica por qué los científicos están tan obsesionados con recuperar el control.— añade Ethan, mirando detenidamente la hoja.
—¿Y qué tiene eso que ver con nosotros?— pregunta Lena, cruzándose de brazos.
—Mucho, me temo.— responde Noah, señalando una línea en el documento: "La clave para contener a Cetus y Ofiuco yace en la sincronización de los sujetos compatibles con los doce signos."
El silencio se hace pesado. Todos nos miramos, procesando lo que eso significa.
—¿"Sincronización"? ¿Qué significa eso?— pregunto, tratando de entender.
—Que nos necesitan para arreglar su desastre.— responde Damon con tono ácido.
—O para ser sacrificados.— añade Harper con una risa amarga.
—No vamos a dejar que eso pase.— asegura Ethan, cerrando el archivo con decisión.
—¿Y cómo planeas evitarlo, genio?— cuestiona Lena con sarcasmo.
—Primero, salimos de aquí con toda la información que podamos.— dice Noah, con más calma que nadie.
—Y luego, encontramos una forma de destruir este lugar.— añade Ethan, con una chispa de determinación en su mirada.
—¿Alguien más piensa que esto es una locura?— pregunta Harper, alzando una ceja.
—Yo, pero parece que no tenemos muchas opciones.— admito, mirando a los demás.
El silencio regresa, pero esta vez está cargado de una nueva sensación: miedo, sí, pero también una chispa de esperanza.
Salimos de la sala corriendo, la alarma sigue resonando, no oímos pasos, pero veo unas escaleras que suben a algún piso de dónde quiera que estemos, agarro de la mano a Harper y ambas nos vamos juntas, los demás nos siguen tan rápido cómo se dan cuenta de que nos hemos ido.
Subimos las escaleras, hay un pasillo inmenso y oscuro, parece que aquí la alarma no llega, caminamos por el pasillo a tientas.
—Luz por favor.— exijo.
—Da gusto sentirse necesitada.— puedo notar la sonrisa de Harper aún en la oscuridad.
Tan pronto cómo ella dice esa frase, se ilumina por completo de un tono amarillento, sonrío al verla tan segura de si misma y caminando con orgullo, mientras Noah y Ethan van detrás de nosotras con Damon y Lena a su lado.
—Eh, una puerta.— señala Lena.
La puerta de ♏ Escorpio es imponente y misteriosa, con un diseño que evoca peligro y poder. Está hecha de un metal oscuro y pulido, que refleja apenas un débil brillo carmesí bajo la luz. En el centro, destaca un símbolo del zodiaco de Escorpio tallado con precisión, rodeado por grabados de un escorpión cuyos ojos parecen brillar como si estuvieran vivos. Las líneas curvas de la cola del escorpión se extienden hacia los bordes de la puerta, formando un intrincado patrón que parece moverse cuando se lo observa por mucho tiempo.
A ambos lados de la puerta, hay pilares decorados con serpientes enroscadas, sus cabezas apuntando hacia el símbolo central. Una leve neblina roja parece emanar del suelo cercano, dándole un aire de amenaza constante. La energía que irradia la puerta es pesada y sofocante, como si alguien estuviera observando desde el otro lado.
En su base, un mecanismo complejo de cerraduras y engranajes se activa solo con una combinación específica de poderes, reforzando la idea de que cruzarla no es una tarea sencilla, ni mucho menos segura.
—Eh, oye, sabemos que estás ahí dentro, sal ahora mismo si no quieres una paliza.— ordena Harper.
—Eso, tú fomenta la agresividad.— comento con sarcasmo.
Harper no duda en lanzar un potente rayo de luz destruyendo así la puerta, la habitación es igual que las demás, blanca y sin accesorios, solo una cama blanca, con un muchacho acostado en ella, tiene el cabello negro y corto, ojos rojos, camisa y pantalones grises, también va descalzo cómo los demás.
—¿Qué crees que haces?— pregunta el muchacho sentándose en la cama pero mirándonos con ira.
—Liberarte, básicamente.— responde Harper con indiferencia, apoyando una mano en su cadera mientras su luz aún ilumina la habitación.
—¿Liberarme?— el muchacho se ríe con ironía, pero sus ojos rojos brillan con algo más que simple burla. —¿Creéis que quiero ser "liberado"?
—¿No?— pregunto, dando un paso al frente. —Entonces, ¿qué haces aquí? ¿Por qué sigues encerrado?
—Porque yo lo decidí.— responde con calma, aunque su voz es un filo cortante. —Vosotros sois los que estáis cometiendo un error al venir aquí.
—¿Un error?— Noah frunce el ceño, su postura tensa. —Parece que no entiendes que esto es más grande que tú.
—Oh, lo entiendo perfectamente.— el chico se pone de pie con movimientos lentos, pero cada paso que da hacia nosotros hace que el aire en la habitación se vuelva más pesado. —Soy Escorpio, Sujeto 8, y a diferencia de vosotros, sé exactamente lo que soy y para qué estoy aquí.
—¿Y qué eres? ¿Otro peón de estos científicos?— se burla Ethan, cruzándose de brazos.
—Soy el único que sabe jugar al ajedrez en este tablero.— responde Escorpio con una sonrisa cargada de desprecio. —Mientras vosotros seguís sus migajas de información, yo he estado esperando. Planeando.
—¿Esperando? ¿Para qué?— Harper da un paso al frente, su luz parpadeando mientras lo desafía con la mirada.
—Para que los signos vinierais a mí.— declara Escorpio con una calma peligrosa. —Porque para ganar este juego, se necesitan piezas sacrificables... y ahora que estáis aquí, mi paciencia ha dado sus frutos.
—Eres un egocéntrico.— murmura Lena desde atrás, pero Escorpio apenas la mira.
—No confundas confianza con egocentrismo.— replica él, sin apartar la mirada de Harper. —Tú deberías entenderlo, Leo.
—No me metas en tus juegos psicológicos.— Harper alza una mano, su luz intensificándose como un reflejo de su irritación. —Si no estás con nosotros, estás contra nosotros.
—¿Contra vosotros?— Escorpio ríe suavemente, pero su risa es como un eco siniestro. —¿Acaso entendéis a lo que os enfrentáis? Cetus y Ofiuco no son los mayores peligros aquí. El verdadero problema está más cerca de lo que pensáis.
—¿Qué quieres decir con eso?— pregunto, sintiendo un nudo en el estómago.
—Quiero decir que no todos los signos son aliados.— susurra Escorpio, su tono cargado de significado. —Y yo estoy aquí para recordároslo.
—Entonces, ¿qué vas a hacer? ¿Atacarnos?— lo desafía Ethan.
—¿Atacaros?— Escorpio sonríe con frialdad. —No. Eso sería demasiado simple. Pero tampoco voy a seguir vuestro plan. Mi lealtad no es hacia vosotros.
El silencio que sigue es abrumador. Nadie parece saber cómo responder, pero todos podemos sentir la tensión crecer. Finalmente, Harper rompe el silencio.
—Perfecto, quédate aquí entonces, Sujeto 8.— espeta con desprecio. —Nosotros seguiremos avanzando sin ti.
—Eso está por verse.— Escorpio se cruza de brazos, mirándonos con una confianza inquietante. —Cuando llegue el momento, me buscaréis. Y entonces, decidiré si merecéis mi ayuda.
Harper se da la vuelta con un bufido, y Noah hace un gesto para que salgamos de la habitación. Mientras caminamos de regreso al pasillo, no puedo evitar mirar por encima del hombro y ver los ojos rojos de Escorpio fijos en nosotros, como si estuviera evaluando nuestras almas.
—Ese imbécil es un psicópata.— murmura Harper cuando estamos lejos.
—O alguien que sabe más de lo que dice.— comenta Noah, pensativo.
—Lo que sea, tenemos que seguir. Si quiere quedarse encerrado, es su problema.— dice Ethan con un tono cortante.
Asiento, pero el encuentro con Escorpio deja una sensación inquietante en mi mente. Hay algo más profundo en todo esto, algo que no alcanzamos a comprender... y siento que Escorpio tiene la clave para ello.
Mientras ellos se alejan, me asomo a la habitación dónde se encuentra el chico con el signo zodiacal de Escorpio.
—Entonces... tú sabes más de lo que dices, ¿verdad?— pregunto apoyándome en el marco de la puerta rota.
—Mi nombre es Zane, pero si, se cosas, ahora vete con tus amiguitos o te perderás la diversión.— me mira con indiferencia.
—Los signos de agua sois tan insulsos.— pongo los ojos en blanco.
Salgo de la habitación y me voy con los demás rápidamente, Harper al verme sonríe y me agarra del brazo cómo si fuésemos viejas amigas contándonos cotilleos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro