Las enredaderas nos aprietan más, gimoteo de dolor, mientras que los demás simplemente se quejan del dolor.

—Bueno guapa, me estás cabreando.— gruñe Liam frunciendo el ceño.

—¿Ah pero alguna vez has estado calmado?— pregunta Harper a pesar del dolor sigue con su sarcasmo.

La muchacha sonríe de forma casi inocente, aunque sus ojos destellan una frialdad que nos pone la piel de gallina. Las enredaderas se tensan aún más, como si respondieran a su voluntad con un placer sádico.

—¿Por qué no os relajáis un poco? Las plantas son buenas para la salud.— Su voz es dulce, pero el tono burlón es inconfundible.

—Claro, nada como un abrazo de muerte para bajar la tensión.— masculla Ethan, apretando los dientes mientras intenta mover los brazos sin éxito.

—¿Quién eres tú?— exijo saber, con la mirada fija en la muchacha. Mi voz es firme, pero puedo sentir el temor que se esconde detrás de sus palabras.

—Soy la que está por encima de la tierra y las raíces del mundo.— La muchacha inclina la cabeza, como si estuviera considerando la pregunta. —Pero podéis llamarme... Hope. Sujeto 2.— Su sonrisa se ensancha. —Y vosotros estáis en MI jardín.

—Pues tu jardín huele mal.— gruñe Liam, un destello de fuego encendiéndose brevemente en sus ojos.

Hope suelta una pequeña carcajada. —Dime, Aries, ¿cuánto crees que durarán tus llamas antes de que te consuma la naturaleza?— Las enredaderas empiezan a moverse hacia él, como serpientes acechando a su presa.

—¡Ni lo sueñes!— exclama Damon, usando toda su concentración para intentar liberar al menos una mano con mi telequinesis. Pero Hope solo chasquea los dedos, y las plantas se fortalecen, bloqueando su poder.

—¿Crees que puedes usar tu mente contra la tierra misma?— murmura con diversión. —Eso no funciona conmigo, princesa.

La rabia y el miedo crecen en mí. Esto no es un simple enemigo más; ella es como nosotros. Otro signo... pero diferente. Más conectada con el poder que la define, como si fuera una extensión de su propia alma. ¿Cómo vamos a enfrentarnos a alguien que es uno con la naturaleza misma?

—¿Me acaba de llamar princesa?— pregunta Damon desconcertado.

—Sí, que malvada.— responde Harper intentando no morir de la risa.

—Hasta aquí mi paciencia.— responde Liam quemando las enredaderas.

—¡Liam, no!— interviene Noah.— Es Tauro.

—Pues cómo si es tu prima.— responde Liam creando llamas en sus manos.

—Eso Liam, demuestra cuán impulsivo eres.— murmura Lena poniendo los ojos en blanco.

—Bueno, si nadie va a hacer nada podríamos echarnos una siesta.— sugiere Ethan sin moverse.

Las llamas de Liam comienzan a extenderse rápidamente, quemando las enredaderas que lo aprisionan. El calor llena la habitación mientras el fuego danza con furia, y el aroma a madera quemada invade el aire.

—¡Oh, genial!— exclama Hope, su voz rebosando sarcasmo. —Nada como un incendio para animar la fiesta.

Las enredaderas que rodean a Liam se sueltan, pero casi inmediatamente, nuevas raíces emergen del suelo y se entrelazan con las quemadas, más gruesas y fuertes que antes. Hope ni siquiera parece preocupada; por el contrario, su sonrisa se ensancha.

—¿De verdad crees que el fuego puede vencer a la naturaleza?— pregunta, sus ojos verdes brillando con una confianza inquietante. —Cada llama que enciendas, yo la apagaré con vida renovada.

Liam se lanza hacia adelante, desatando una ráfaga de llamas directas hacia Hope, pero justo antes de que la alcancen, un muro de espinas gigantes brota del suelo, deteniendo el ataque en seco. El fuego se consume rápidamente, dejando solo humo y cenizas.

—¡Maldita sea!— gruñe Liam, retrocediendo.

—¡Buena idea, Liam! ¡Vamos, quémalo todo! ¡Quizá así nos liberes de una vez!— exclama Harper con sarcasmo, luchando aún por liberarse.

—¡Necesitamos un plan!— grito, el miedo y la adrenalina corriendo por mis venas. —¡Esto no es una simple pelea!

—¿De verdad? No me había dado cuenta.— replica Damon, intentando contener su frustración. Sus ojos se encuentran con los míos, serios y decididos. —Emily, ¿qué ves? ¿Algo... algo útil?

Trato de mirar alrededor, pero no veo ninguna salida a menos que Liam siga haciendo un desastre y nos mate a todos, decido mirar a Noah.

—Noah...— susurro, abriendo los ojos con un jadeo. —Tu electricidad... la tierra puede soportar las llamas, pero no las descargas.

Noah asiente rápidamente, su mirada intensa y calculadora. —Dame espacio.

Las enredaderas a su alrededor vibran, como si sintieran el peligro inminente, pero es demasiado tarde. Las chispas empiezan a bailar alrededor de sus dedos, y una corriente eléctrica corre por las raíces que lo sujetan. Un destello de luz ilumina la habitación, y las plantas se retuercen con un crujido desgarrador antes de ceder finalmente.

Hope da un paso atrás, sus ojos llenos de sorpresa por primera vez.

—Interesante...— murmura. —Esto apenas comienza.

—Muy bien guapa, es hora de Harper.— interviene Harper quitándose las enredaderas.

—No le vais a hacer daño.— habla Noah caminando hacia ella.

—Genial, los signos de tierra uniéndose.— murmura Ethan.

—No es por nada, pero les falta Capricornio.— puntualiza Daniel.

—No llames al mal tiempo.— murmura Lena.

—Noah, apártate, voy a calcinarla.— gruñe Liam.

—No.— Noah se cruza de brazos delante de Hope.

—¿Por qué te interpones en mi camino?— Liam lo mira confuso.

—Ella no es el enemigo, idiota.— interviene Ethan.— Por si no lo sabías una explosión falsa nos ha llevado hasta aquí, supongo que solo se está defendiendo.

—Eso es verdad, toda esa autodestrucción fue falsa, ¿pero cómo lo hizo?— pregunto en alto.

—Bueno, eso es una buena pregunta.— me sonríe Daniel.

—Si, vale, lo que sea, vosotros dos dejad de ligar, dais pena.— interrumpe Harper colocándose a mí lado.

—Nadie está ligando.— reprocho.

—Me da igual si no es el enemigo, pienso darle una paliza.— Liam da zancadas hacia Noah.

—Que alguien detenga a ese imbécil.— gruñe Damon poniéndose la mano en la cara de frustración.

Antes de que Liam pueda dar otro paso, un muro de raíces surge del suelo deteniéndolo en seco. Noah levanta una mano, una chispa danzando entre sus dedos, mientras mira a su compañero con calma peligrosa.

—Liam, si tan solo pensaras un segundo actuar, no tendríamos que estar pasando por esto.— La electricidad brilla con fuerza en su palma.—No pienso dejar que arruines esto por tu estúpido orgullo.

—¿Mi orgullo?— Liam fulmina a Noah con la mirada, sus ojos ardiendo casi tanto como sus llamas.— Esa imbécil casi nos mata.

—Porque nosotros aparecimos de repente, la hemos asustado.— responde Noah con frialdad.— Y si no dejas de actuar como un toro en una tienda de porcelana, la única amenaza entonces serás tú.

—Venga chicos ya basta.— intervengo, mi voz resuena un poco más fuerte de lo que esperaba.— No sé trata de quién destruye más, necesitamos respuestas y pelear entre nosotros no nos va a llevar a ninguna parte.

El muro de raíces se retira lentamente, Hope nos observa con curiosidad y respeto.

—Tienes potencial.— comenta Hope inclinando la cabeza hacia Noah.— La electricidad y la tierra... pueden coexistir si se entienden.

—¿Se ha drogado?— pregunta Harper confusa.

—¿Sabías que vendríamos?— pregunto después de darle un codazo a Harper como advertencia.

—No exactamente, pero suponía que tarde o temprano el resto de sujetos despertarían.— Habla Hope en voz suave, pero la intensidad detrás de sus ojos me hace temblar.— No soy vuestro enemigo, pero tampoco una aliada, al menos no todavía.

—Pues te damos comida y listo.— sonríe Daniel.

—Suena tentador.— responde Hope.

—Espera, ¿cómo que "todavía"?— Damon frunce el ceño.— ¿Y que necesitamos para que eso cambie? ¿Un contrato? ¿Un juramento de sangre?

—Claro y un autógrafo también, no te jode.— responde Harper poniendo los ojos en blanco.

Hope suelta una risa ligera, como una brisa acariciando hojas.— Confianza y tiempo. Los dos escasean en este sitio.

—No tenemos tiempo.— dice Ethan frotándose el hombro adolorido.— Cetus y Ofiuco, mientras seguimos aquí perdiendo el tiempo es una ventaja para ellos.

—Ofiuco...— murmura Hope, y por primera vez su expresión se endurece.—Entonces deberíamos dejar de perder el tiempo y buscar a los demás. La serpiente ha despertado.

—Sí, y necesitamos a los demás.— Habla Daniel con su sonrisa.— Doce signos contra dos monstruos.

—Doce...— Hope repite, como si la palabra tuviera un peso especial. Finalmente su mirada se endurece, decidida.— Está bien, podéis contar conmigo, pero si alguno se vosotros vuelve a quemar mi jardín os entierro vivos.

—Que maja la hippie.— responde Harper.

Liam pone los ojos en blanco pero guarda silencio por una vez.

—Bien.— vuelve a hablar Harper con una sonrisa.— Ahora que somos mejores amigos, ¿alguien tiene un plan antes de que aparezca Capricornio? Porque algo me dice que él no va a ser tan pacífico.

—¿Quién dice que sea hombre?— pregunta Lena.

—Y yo que se, supuse que sería hombre.— explica Harper.

—Bueno, yo me quedo con mi princesa.— sonríe Daniel encomiendo mi cintura con una mano.

—Y tú, como vuelvas a llevarme la contraria...— Liam mira a Noah amenazándolo silenciosamente.

—Ya empiezan.— se queja Damon.

—Y que conste, lo hago por él.— Hope señala a Ethan.

—¿Por mi?— pregunta alzando una ceja.

—Si, no sé, siento una conexión contigo.— explica ella rápidamente.

—Pues me alegro de que todo haya salido bien.— sonrío mirando a Harper.

—Ya ves.— me devuelve la sonrisa con orgullo.

—¿Nadie mas nota la tensión romántica?— pregunta Lena sonriendo.

—Cállate.— decimos todos al unísono.

—Pero, ¿sabes dónde está Capricornio?— pregunta Noah mirando a Hope.

—Pues claro que lo sé.— sonríe ella.

—¿Y lo vas a decir o vamos a tener que ir corriendo de un lado a otro?— se queja Liam.

—Deja de lado tu impulsividad.— suspira Noah.

—No, me cae mal.— gruñe en respuesta.

—No siempre se puede caer bien a todos.— responde Hope abriendo una bolsa de patatas fritas.

—¿De dónde has sacado eso?— pregunta Daniel lanzándome al suelo.

—Con la niña no.— me defiende Harper dándole una colleja a Daniel en la cabeza.

—Yo también me muero de hambre.— dramatiza Lena.

—¡Eh, ese es mi papel, zorra!— Habla Harper frunciendo el ceño.

—Es mi comida y no pienso compartir con nadie.— responde Hope escondiendo las patatas.

—Lo siento tanto.— Damon le roba la bolsa gracias a su telequinesis.

—¡Eh!— se queja Hope.

—Lucha por la comida.— responde Harper cegando a Damon con un rayo de luz.

—Maldita zorra.— gruñe Damon.

—Y con orgullo.— sonríe teniendo la bolsa de patatas.

—Gracias guapa.— le robo las patatas fritas.

—¿Perdona?— se ofende la rubia.

Una columna de piedra aparece entre nosotras dos, lo cuál me golpea la frente y caigo al suelo.

—¿Emily estás bien?— pregunta Harper riéndose.

—Me he comido el pilar.—digo riéndome.

—¡Yo también tía!— se descojona en el suelo.

—Gracias por la comida.— responde Daniel comiendo patatas fritas.

—Emily.— Harper me mira seriamente.

—¿Si?— pregunto.

—Vamos a por él.— ordena Harper.

Asiento con la cabeza, voy a correr, pero una pequeña raíz me hace perder el equilibrio y caer al suelo, Harper me mira, pone los ojos en blanco y cuando mira hacia Daniel un muro de roca se levanta, Harper choca contra él.

—Eso no estaba ahí antes.— dramatiza cayendo al suelo.

El ambiente se llena de risas sofocadas y quejidos mientras Harper se incorpora lentamente, frotándose la frente con una expresión de indignación teatral.

—¡¿Es que todo este sitio está en mi contra o qué?!— se queja, señalando el muro de piedra como si fuera un adversario personal.

—Claramente, el universo ha decidido que necesitas una lección de humildad.— comenta Damon, todavía saboreando el triunfo de su telequinesis.

—Sí, como si tú estuvieras lleno de humildad.— replica Harper con una sonrisa burlona mientras se sacude el polvo.

Daniel se encoge de hombros mientras mastica despreocupadamente una patata. —Es cuestión de perspectiva.

—¿Y de hambre?— pregunta Harper, fulminándolo con la mirada.
—Evidentemente.— responde él, metiéndose otra patata en la boca.

Hope, mientras tanto, observa la escena con una mezcla de diversión y paciencia. A pesar de sus advertencias y su actitud amenazante anterior, hay un destello de calidez en su expresión, como si empezara a entender la dinámica caótica pero sincera del grupo. Su mirada se detiene en mí, que aún intento incorporarme después de mi encontronazo con el suelo.

—No te preocupes, princesa, nadie muere por una bolsa de patatas... creo.— dice con un guiño.

No puedo evitar soltar una carcajada, sacudiéndome el cabello de la cara.— Eso espero. No sería una buena manera de irme.

De pronto, un ruido sordo resuena en la distancia, como un eco que retumba desde lo profundo del suelo. Todos nos ponemos tensos, las sonrisas desvaneciéndose en un instante.

—¿Eso es... Capricornio?— susurra Ethan, su cuerpo entero en alerta.

Hope entrecierra los ojos y su expresión se oscurece.— Sí. Ella no es como yo. Su poder... es el peso del agua misma. Implacable. Y si ya está aquí... no será paciente.

Noah da un paso adelante, su semblante firme.— Entonces es hora de moverse. Si queremos vencerla, tenemos que estar preparados. Y, esta vez, trabajaremos juntos, sin estupideces ni peleas internas.

—¿Y qué pasa si no está dispuesta a hablar?— pregunta Lena, mirando a Hope.

Hope cruza los brazos y sonríe con un toque de ironía.— Entonces vamos a necesitar algo más que patatas para ganar esta guerra.

1. Liam: Aries/Sujeto 1
2. Hope: Tauro/Sujeto2
3. Lena y Damon: Géminis/ Sujetos 3
4.
5. Harper: Leo/ Sujeto 5
6. Noah: Virgo/Sujeto 6
7. Emily: Libra/ Sujeto 7
8.
9. Daniel: Sagitario/Sujeto 9
10.
11. Ethan: Acuario/ Sujeto 11
12.