Me encontraba caminando por las calles de Nueva Orleans para acudir a mi cita con Davina,me necesita para ayudarla a esconderse de las brujas del Barrio Francés,al parecer ella era una de las brujas de la cosecha y al escaparse no han logrado el poder de los ancestros por lo tanto,necesitan que muera para lograrlo.

Sentí una presencia pero decidí ignorarla ya que llevo varios días preocupándome por peligros que luego resultan no serlo,sentí un pinchazo en mi cuello y cuando quise actuar ya todo se había tornado negro,lo último que pude sentir fueron las frías esposas que pusieron en mis manos,y no eran unas normales,era un objeto mágico que anulaba mi magia.

(....)

Narra Klaus.

Un fuerte dolor en mi pecho me indicó que algo no estaba bien,no tuve que dejarla salir sola,hace unas horas que debería haber vuelto,el dolor aumentó y sentí la rabia apoderarse de mi,cerré los ojos con fuerza y entonces la vi,esposada y herida en la vieja iglesia.

-Tengo que acabar con algunas brujas.-informé a Freya ya que era la única que estaba en la casa.-No tardaré.

Asintió poco convencida y sacó su teléfono mientras observaba como me marchaba,con la velocidad vampírica llegué en muy poco tiempo.

Gruñí cuando mi mirada conectó con la de Yade,tenía arañazos y señales de que estuvo peleando para poder soltarse,parte la mirada y busqué a quienes hicieron esto.

-¡No puedes hacer nada para pararnos,debemos hacer esto para salvarnos!.-gritó Monique,madita niña.-Matar a tu hija es la única solución,es la única manera de que el mundo sobrenatural esté equilibrado,la única manera de que sobrevivamos.-alcé una ceja.

-Estando dispuesta a mancharte las manos con la sangre de un ser tan inocente como es un bebé.-grité.

-Lleva la sangre Mikaelson,es una asesina,es cuestión de tiempo que ella sea igual que tu.

-Estoy intentando controlarme pero quiero que sepas que todo aquel que esté involucrado en esto...morirá.-sonreí.-Me deleitaré con sus gritos agónicos y sus súplicas mientras me vendo hasta la última gota de sus vasos sanguíneos.

La bruja sonrió y movió su mano provocándome un fuerte dolor de cabeza,no pude evitar gritar de dolor,los ojos de Yade se iluminaron y no tardó en gritar también,a veces esta conexión es demasiado fuerte.

-¡Déjalo en paz!.-gritó ella.

Un par de hombres lobo y vampiros aparecieron y no pude evitar sonreír,al menos podría divertirme un poco.

Me moví con rapidez y fui rompiéndoles el cuello,mordí a los vampiros para que sufran un poco antes de su trágico final y sonreí hacia las brujas cuando todos sus aliados estaban desangrándose.

-¿Ya está?.-alcé mis brazos.-Parece que es vuestro turno.

Antes de poder alcanzarlas alzaron sus manos a la vez y me hechizaron,peleaba por despegarme de la pared para poder ayudar a Yade,pero era imposible,una de las ancianas del Barrio se acercó a Yade.

Ella comenzó a gritar provocando que mi rabia subiera todavía más,sentía una impotencia terrible al no poder moverme.

-Ya viene.-susurró con la respiración agitada.

Comenzó a respirar con cada vez más rapidez,su pecho subía y bajaba incontrolable mente y no fue hasta que el llanto de un bebé resonó por toda la sala que abrió los ojos,me quedé de piedra al verla,mi pequeña,en los brazos de su madre,Yade me miró y luego a ella con una sonrisa la cual se borró cuando la arrebataron a nuestro bebé de sus manos,en un rápido movimiento cortaron su cuello y salieron con rapidez.

Caí en picado y caminé a su lado,no respiraba,estaba muerta,y yo completamente perdido.

La cogí en mis brazos y sentí mis ojos humedecerse,una figura se hizo presente ante nosotros y no tuve que levantar la mirada para saber de quien se trataba.

-Yade.-susurró Elijah con la voz temblorosa.-¿Está..-no pudo terminar la frase.

La observé una última vez con la esperanza de que se quedase grabada en mi mente para siempre,cada detalle,necesitaba recordar todo,la necesitaba.

-Vuelve,lobita.-susurré pegándola más a mi pecho.

(....)

Me levanté bruscamente buscando aire para mis pulmones,fruncí el ceño cuando vi a Klaus con las mejillas mojadas y a Elijah sentado en uno de los bancos con la camisa remangada y la chaqueta a escasos metros de él.

-¿Dónde está mi hija?.-grité a todo pulmón.

Ambos germanos se quedaron estáticos como si hubiesen visto un fantasma,me lleve las manos a la cabeza en señal de desesperación.

-Creía que estabas muerta.-susurro el híbrido antes de acercarse.

-Quiero a mi hija,Klaus.-susurré entre lágrimas.-Y tenemos que darnos prisa si queremos encontrarla.

-Vamos,hermano.-no dejó tiempo a que respondiéramos pues ya se había ido.

Me moví con rapidez hasta el cementerio y comencé a caminar escoltada por los hermanos,caminamos por mucho tiempo,a pesar de que no era tan grande,nos estaba costando mucho dar con el paradero de las brujas.

-Estamos dando vueltas en círculos.-susurró Klaus.

-Nik,puedo sentirla,¿vale?,-sollocé.-Cierta los ojos,escúchala.-su boca se entreabrió.-Nada ha cambiado,su latido sigue aislado para el resto,solo sus padres pueden oírlo,y eso debemos hacer.-me abracé a mi misma.-Tiene miedo,está llorando.-informé.

Me giré y fruncí el ceño cuando no vi a ninguno de mis acompañantes,segundos después sentí una ventisca.

Klaus lanzó una barra de hierro y me moví con rapidez para identificar a la victima,sonreí cuando vi a mi bebé en el altar.

-Soltadla.-grité.

-Es lo mejor para todos.-gritó.

-Su no sueltas a mi hija te juro que te mataré,Genevieve.

-Si no lo hago...Los ancestros me matarán.

-Me importa una mierda.-respondí.

Elevó el puñal y no dudé en empujarla para alejarla de Hope.

Escuché el llanto de mi hija y giré mi cabeza,antes de poder reaccionar,Monique se llenó de heridas que comenzaron a sangrar,observé el objeto oscuro que tenía incrustado en su frente y busqué a quien lo lanzó.

-¿Me echasteis de menos?.-susurró Derek con una sonrisa de oreja a oreja.

Tomó a la bebé en sus brazos.

-Marchaos.-pedí.

Tanto Klaus como Derek me obedecieron aunque tardaron un poco ya que en el fondo no querían hacerlo.

Me acerqué a la pelirroja y la obligué a ponerse de pie.

-Yade,te juro que no quería hacerlo pero era tu hija o yo,me resucitaron y no quiero volver a morir,ese lugar es horrible.-me mantuve seria.

Tomé el puñal con el que pretendía matar a Hope y me acerqué con tranquilidad.

-Nadie hará daño a mi pequeña mientras yo esté viva,cuando pases al Otro Lado dile a los tuyos que piensen las cosas dos veces antes de volver a meterse con cualquiera que lleve el apellido Mikaelson porque pienso acabar con cualquiera que quiera hacer daño a quienes me importan.-susurré para después clavarle el puñal .

Miré su cuerpo sin vida una última vez antes de salir de allí.

Sentí la mano de Elijah sobre mi hombro,sentí una punzada de dolor cuando vi esa decepción en su mirada pero no dije nada.

Usé mi velocidad vampírica para llegar a la mansión,busqué con la mirada a mi hija y la tomé en brazos.

-Estás en casa,pequeña.-besé su cabeza.

Carraspeé mi garganta.

-Acaba de nacer y ya han tratado de matarla,Klaus.-mordí mi labio.-Necesitamos crear un entorno seguro para ella.

-Rebekah se la llevará hasta que Nueva Orleans sea lo suficientemente seguro para Hope.-la cogió en brazos.-Eres todo lo que me importa,pequeña Hope,voy a hacerlo bien por ti.

Me quité la pulsera plateada que llevo desde que nací y la coloqué en su muñeca.

-Te quiero.-fue lo único que pude decir antes de que se formara un nudo en mi garganta.

Subí a mi habitación y me miré al espejo,mis manos ensangrentadas,suspiré.

-Se que crees que soy un monstruo.-susurré.-Qué no queda nada bueno en mi,que te he decepcionado.-miré su reflejo.-No permitiré que nada malo le pase a mi hija,Elijah.-me giré para mirarlo.-La única forma que tienen para conseguir hacerla daño es matándome,no les dejaré.-se acercó a mi y me abrazó.

-No estoy decepcionado,al contrario,Yade.-acarició mi mejilla.-Has sido muy fuerte y has peleado como toda una Mikaelson,no importa cómo,siempre la protegeremos,te lo prometo.

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