Son las cuatro de la mañana y Chad llora incontrolablemente, llevamos una semana fuera de la casa de Duncan, y eso ha sucedido todas las noches, pregunta por su papá y llora con tanto sentimiento, me siento mal porque sé que estoy haciendo sufrir a mi pequeño, pero también estoy consciente que necesito digerir la noticia, mi papá entra a la habitación con un café en la mano para entregarme. 

—Háblale —dice en un susurro —Chad no tiene la culpa de nada —asiento y suspiro. 
—¿Cómo estás con todo lo que nos dijeron? —hemos procurado no hablar de ello, supongo que cada uno estaba lidiando con la noticia a su manera. 
—He aprendido a perdonar, nada me traerá de vuelta a Mary, ni a mi hijo. —me deja un beso en la frente —Al principio pensé en demandarlo, pero no tiene caso, su pago es que perdió a alguien a quien quiso tanto, y uno de sus hijos nunca supo que era su padre, mientras que a mí me amó como tal; todo se paga en esta vida; dejemos que ella se encargue. —Chad sigue dando pataletas en mis brazos y pidiendo a su papá; tomo el celular y marco el número de Duncan mientras que veo a mi papá salir del cuarto, estoy segura que nadie ha podido dormir por los lloriqueos de mi pequeño porque incluso sé que mamá también está lidiando con Louis que se despierta a cada dos por tres cuando escucha a Chad. 
—Hola Lany ¿Todo bien? —responden al otro lado del teléfono y lo escucho demasiado despierto. 
—Chad... 
—¿Qué pasa con Chad Lany? 
—Te quiere a ti, no ha podido dormir —susurro. 
—Estoy en casa de mis papás en diez minutos estoy allá. 
—Gracias. —noto que cuelga el teléfono sin decir nada más. 

En menos de diez minutos Duncan está cruzando la puerta de mi recamara, en cuanto Chad nota su presencia lleva sus brazos pidiéndole que lo cargue, y se acurruca entre su hombro y su cuello suspirando con sentimiento y pesar, le sonrío de boca cerrada a Duncan y le digo que iré al baño un momento; asiente y los dejo solos, entro al baño y lavo mi cara con agua fría, doy un suspiro grande y me recargo en la pared dejándome caer rendida, amo a Chad, es mi hijo y daría mi vida por él, pero hay ocasiones como esta en la que entiendo que ser mamá es muy difícil, en que no todo es de color de rosa y comienzo a llorar, porque odio verlo así, porque sé que quizá estoy siendo egoísta, y pensando que es lo que debo de hacer, no me siento lista aún para decirle a Duncan que podemos seguir con lo que tenemos, pero tampoco quiero que ellos se alejen; si decidí que esto avanzara hasta aquí dejando que mi hijo viera en Duncan una figura paterna no se la puedo quitar. lo quería evitar con Gustavo; pero nunca previne nada de esto con él, sé que él velará por mi hijo siempre independientemente de que yo decida no seguir con esto, a final de cuentas, tiene su sangre. 

Después de una media hora escucho silencio en la recamara, imagino que logró dormirlo, sigo en el mismo lugar sin moverme cuando escucho un toque en la puerta. 

—¿Estás bien Lany? 
—Ajá —respondo. 
—¿Puedo entrar? —limpio mis lagrimas. 
—Si, está bien. —sorbo la nariz y escucho como gira la perilla de la puerta; nota donde estoy y se acerca a mí, le noto también ojeras debajo de esos ojos esmeraldas, se sienta frente a mi llevando mis piernas alrededor de él para quedar demasiado cerca y estar frente a frente, sus dedos van a mis ojos limpiando las lágrimas que sin prevenir han vuelto a caer. 
—¿Cómo estás? 
—No muy bien ¿y tú?
—Tratando de lidiar con todo. 
—¿Por qué estabas en casa de tus papás? 
—No quiero estar en nuestra casa hasta que regresen ustedes, se siente vacía y sin vida sin mi bebé —lo observo atenta —pero no te forzaré a nada Lany, me conoces a la perfección; tomes la decisión que tomes, quiero estar en la vida de Chad; a final de cuentas es mi sobrino. —niego 
—eres su padre —tomo su mano y sonríe de boca cerrada. —¿Cómo te ha ido con George? 
—Está muy arrepentido, nunca me imaginé que estuviera enamorado de tu mamá; quizá era por eso que siempre se aferró a que alguno de sus hijos terminara contigo —levanta los hombros —y y pensar que prácticamente conquistaste a todos sus hijos —sonríe de forma ladeada. 
—Chad no es su hijo, si tu hermano y el de Albert, pero no su hijo, su padre es Louis —muerde sus labios. 
—¿Cómo te sientes tú con ello? somos amigos antes que algo más. ¿Lo sabes no? —muevo mi cabeza de forma afirmativa y lo observo. 
—Es difícil Duncan, Chad de verdad añoraba saber quien era su familia biológica y saber que la tuvo siempre tan cerca, ¿Por qué habrá dicho Lena Gray que él era producto de una violación? 
—Ni idea, quizá podría investigarlo con papá; porque yo me he hecho la misma pregunta. 
—Ustedes lo supieron ya muy tarde, el hecho de que fuéramos adoptados, a veces creo que por eso nos aferramos tanto el uno con el otro, porque éramos lo único real en nuestra vida, porque yo no sabía que era realmente hija de papá, fue hasta después de la muerte de mi mamá que él lo confesó, pero pasamos dieciocho años creyendo que ninguno de los dos pertenecíamos a este mundo, y por eso creo que todo sucedió entre nosotros, no había secretos entre nosotros, sabíamos de donde veníamos, y todo simplemente fluyó. 
—entiendo. 
—¿Cómo está Albert y Gabrielle? 
—Ella apoyándolo en todo, de hecho en unas horas le harán la prueba de ADN a Michael. 
—¿Qué dice George de ello? 
—por lo que he podido platicar con él, es que apreciaba realmente a Bridgitte, me imagino que más de lo que quiere aceptar, no mueves todo el mundo por alguien que te es igual, y de hecho nos dijo que el niño es igual a Albert. 
—¿Y Abby? 
—Ellos han hablado mucho antes de que nos lo contaran a nosotros, y ella como siempre ha decidido apoyarlo, ya sabes... 
—Ama lealmente como tú amas. —llevo mi mano hacia su mejilla para acariciarla y asiente; me acerco más a él dejando que me lleve hacia su cuerpo y hundiéndome entre su cuello y su hombro como hace unos momentos lo hizo Chad, y lo entiendo, te hace sentir segura. —Te amo Duncan, nunca dudes eso, de verdad lo hago, con todas mis fuerzas lo hago, solo estoy tratando de digerir la noticia, de dejarlo pasar, no niego que al principio me asusté demasiado, al final eres el hermano de mi primer amor; pero después de tanto pensarlo él ya no está; él nunca supo que fueron hermanos tristemente, así que esa fue su realidad, no te puedo prometer que regresaré porque no lo sé; pero si quiero que sepas que todo lo que ha pasado entre nosotros ha sido real y sincero. 
—tiempo al tiempo. 

mi celular suena justamente para demostrarme que son las seis de la mañana y que hoy es mi primer día de clases, la alarma nos regresa a la realidad y lo apago de inmediato para no despertar a mi bebé, pero es demasiado tarde porque escucho un llanto en la recamara. 

—yo lo veo, ¿Irás a clases? 
—si, tranquilo, ya estoy acostumbrada a esto. 
—bien, lo dormiré nuevamente ¿Quieres que te lleve a la universidad? 
—no, tranquilo mi papá va para allá. 

Salgo del baño después de darme uno con agua muy fría para despabilarme, Chad está dormido sobre el pecho de Duncan quien solo me observa como voy de un lado a otro. 

—He decidido en contratar una niñera, no quiero cargarle la mano a mamá; ella tiene suficiente con Louis. 
—Yo puedo cuidarlo Lany mientras tú estás en clases, para eso me tiene a mí. 
—¿Y tu trabajo? 
—Ventajas de que sea el nieto del dueño de la empresa donde trabaja su papá. 
—¿utilizarás tus influencias?
—No, utilizaré las suyas, mi papá está embelesado con él, no le niega absolutamente nada, así que aprovechémonos de ello. 
—¿Seguro? 
—Claro. 

Mi papá se asoma por la puerta, saluda a Duncan con una sonrisa de boca cerrada y me avisa en susurros que estará abajo desayunando que me de prisa. 

—Buena suerte en tu primer día de clases de tu último semestre, serás una gran abogada. 
—Gracias. —me acerco a él dejándole un beso en la frente a mi bebé quien solo noto sus ojos hinchados de tanto llorar y luego intento darle un beso a él en la mejilla pero ambos movemos la cara hacia el mismo lado terminando de darnos un beso de pico en los labios; solo nos miramos y voy directamente hacia sus labios dándole un beso cargado de sentimiento, el cual es totalmente correspondido. 
—Te amo Lany —dice entre mis labios. 
—Te amo Duncan, más de lo que en mi vida he amado a alguien más. —me levanto de inmediato sin darle oportunidad de que diga algo más. 

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Esta semana tuvimos maratón!! Jejeje, estamos a pocos capítulos de terminar, nos leemos el martes, dejen sus teorías mensajitos y demás, ¡Me encanta leerlas!

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