—Deja ese maldito juego de una vez por todas Lan, o me quieres a mí o lo quieres a él, pero no nos puedes tener a los dos, odio, odio verte con él y ver como todos idolatran su maldito noviazgo. 
—Pero no somos novios —digo para calmarlo. 
—¡Eso no lo sabe la gente! para todos allá afuera son la pareja perfecta, la que se veía venir desde hace años, ya se habían tardado, seguro te encanta el cuñado, si ellos supieran lo mucho que puedo tener odio y amor hacia mis dos personas favoritas en el jodido mundo, ¿Me quieres Lan? 
—Si. 
—¿Entonces porque carajos no luchamos por esto? ¡no me lo digas! no tienes el valor para salir allá afuera y decir que te has enamorado de tu hermano, que nos hemos probado de distintas maneras y que no eres la niña puritana que creen que eres... 
—¡no dijiste eso Chad! —se acerca a mi y toma mis manos llevándolas hacia mi espalda. me besa de manera desenfrenada. —Odio todo aquello que te aleja de mí, porque te amo y no sé quererte de otra manera, porque no podría soportar ver que haces tu vida con alguien más, que alguien más tome de ti lo que yo no puedo, que le des una familia a alguien más, deja este maldito juego por favor Lan... te lo suplico... —Me armo de valor, él no se da cuenta de lo mucho que me hiere cuando se pone en esa actitud. 
—Suéltame Chad. 
—Lan... soy el mayor estúpido lo sé, pero soy tu estúpido y no quiero nada en mi vida si no es a tu lado... 
—Es por esto Chad, justo por esto que intento seguir con mi vida con alguien más porque carajo tú y yo somos como una bomba a punto de explotar y que solo le hará daño a las personas a su alrededor... —noto que una lágrima corre por la mejilla de Chad. 
—Lan hermosa... ojalá un día pudieses sentir lo que yo siento, la impotencia que me da que todos te puedan presumir como su novia mientras que yo solo puedo besarte dentro de cuatro paredes... y puedo percibir que Duncan está haciendo que te alejes de mí... y sé que lo más sensato es dejar que él te haga feliz, pero soy egoísta, porque no te quiero con absolutamente con nadie más que no sea yo... podrá enamorarte, podrá alejarte de mí, podrá darte todo lo que te mereces, pero al final del día, cerrarás los ojos y querrás estar conmigo, desearás haber luchado por mí y será demasiado tarde, yo estaré lejos Lan... muy lejos. porque así como tu pusiste kilómetros entre nosotros, ahora quiero hacerlo yo... —da la media vuelta y sale de la habitación. 

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Llevo la botella hacia mi boca, siento el aire mover mi cabello mientras me distraigo observando el lago que tengo frente a mí, Duncan de alguna manera se había metido con algunas costumbres como venir a hydepark a despejarme. 

—¿Qué pasó Lany? —pregunta Duncan llegando hacia mi, después de que le marcara y le dijera que necesitaba de su compañía. 
—Duncan... solo quiero olvidarme de quien soy por un momento. —con su mano levanta mi quijada para descifrarme mejor, estoy segura.
—¿Por qué?
—Tengo muchos secretos y siento que en cualquier momento voy a explotar.
—¿Tu papá sabe que estás aquí? —niego —¿Tu hermano? —un suspiro sale de inmediato sin que yo pueda evitarlo.
—No... la relación con mi hermano ha cambiado mucho...
—¿Desde que nos encontró besándonos cierto? —muevo mi cabeza para confirmar.
—también se ha alejado de mí; no puedes ir así a tu casa... no sé quien se pondrá peor Louis o Chad —tiene razón y me río por lo inteligente que es.
—Y tampoco quiero preocupar a Emma, ella tiene suficiente con Chloe. - sugiero, y él se levanta mientras me toma de los brazos para poderme poner en pie.
—¡Vamos a casa! —niego.
—Tampoco quiero ir a tu casa...
—¿Entonces Lany?
—Duncan... y si nos vamos lejos de Londres... ¿si me llevas a otro país y comenzamos una nueva vida?
—Puedo por hoy rentar la habitación de un hotel. —me abrazo a él. 

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Salgo del baño después de darme una ducha, Duncan le ha avisado a papá que nos quedaremos en su casa, me siento mucho mejor. y el ojiverde solo me extiende su mano para acercarme a él, quedamos los dos sentados en la cama frente a frente. 

—No quiero forzar nada Lany, pero sea lo que sea que te está sucediendo te está haciendo mucho daño, y me duele verte así, mi corazón quería salirse de mi pecho cuando me hablaste diciéndome que habías tomado y que necesitabas ayuda; Quiero protegerte, quiero cuidarte, siempre lo haré, pero siento que lucho con un fantasma y no sé a que me enfrento. —cuando habla así, me tiene, completamente me tiene. 
—Duncan ayúdame a olvidar. 
—Eso intento... 
—Hazlo, borra de mis labios sus besos, y de mi cuerpo sus caricias. —él me ve y lleva su mano hacia mi cabello y juguetea un poco con él. 
—No quiero malinterpretar... ¿A qué te refieres? 
—Quiero hacer el amor contigo, quiero que seas mi primera vez. 
—Lany... 
—Por favor... —parece pensarlo, meditarlo un poco pero no dejo que lo haga cuando me siento en su regazo y quito de mi cuerpo la blusa que llevo puesta sus pupilas se dilatan y las yemas de sus dedos acarician mi espalda y va directo a mi sostén y lo desabrocha de forma habilidosa, muerdo mi labio porque estoy segura que tiene mucha más experiencia que Chad, ¡olvida a ese hombre! grita mi subconsciente y concéntrate en el hombre que tienes adelante. él desliza los tirantes por mis brazos hasta dejarlo a un lado totalmente, lleva hacia mis pechos sus manos y yo solo puedo contemplar esas hermosas esmeraldas disfrutando de mi cuerpo, levanta su mirada y sonríe. hace un movimiento de pelvis haciéndome saber que me desea, que estoy provocando cosas en él y que está listo para mi. 

No pierdo más mi tiempo y llevo mis manos hacia el dobladillo de su playera para subirla y disfrutar del cuerpo que mantiene a base de gimnasio, con sus tabletas y sus oblicuos bien marcados, de forma habilidosa me carga con un solo brazo y me deja recostada en la cama mientras va hacia el botón de mi pantalón y lo baja dejándome solo en bragas, lo veo también desabrochar su pantalón y ver que debajo de su boxer hay alguien que quiere acción, y si... le daré acción, porque así como Chad pudo perder la virginidad con alguien, yo también puedo hacerlo, así como el pudo olvidarse de mi durante un año con Lara, yo puedo olvidarlo con Duncan

El ojiverde se acerca a mí besa mis labios, mi cuello, mis clavículas, mi pecho y lo siento juguetear en mi ombligo con sus labios, dejando humedad con su lengua y soplándolo, volviéndome loca, erizando mi piel a su paso, sus manos van hacia el sur y sobre mi ropa comienza a darme algunos pequeños masajes que me comienzan a volver loca sin necesidad siquiera de haber hecho algo más dentro de mi. se aleja de mí y busca en su pantalón, lo veo acercarse con un sobrecito metálico entre sus manos y lo comienza a abrir, mis manos buscan su boxer y sobre la tela comienzo a jugar con su miembro. 

—¿Estás segura Lany? ¡Yo estoy seguro! prometo ser cuidadoso, pero necesito que tú estés segura, esto será para siempre, siempre seré tu primera vez... —pregunta y yo asiento. 
—Es lo que quiero Duncan. —él asiente y veo entonces que saca el preservativo de su envoltorio y que está a punto de bajar su boxer cuando el sonido de un celular nos distrae. —no —susurro —no hagas caso. 
—Lany, puede ser una emergencia —muerdo mis labios y odio a quien se le haya ocurrido marcar —no te muevas —deja un beso en mis labios y busca su celular. 
—¿Qué necesitas Chad? —pregunta. —está aquí conmigo, ¿Estás en la casa?, no, no, salimos por unas cosas para hacer de cenar... —Duncan rueda los ojos —hermano... tranquilo Chad, nunca dejaré que le pase absolutamente nada malo, yo la cuido. —logro escuchar al ojiazul decir "¿Y quién la cuida de ti?", tomo el celular de Duncan. 
—Yo me puedo cuidar sola Chad, no necesito niñeras, podrías marcarme a mí en vez de fastidiar a Duncan. 
—No quería hablar contigo. 
—Pero bien que querías saber de mi. 
—Lan... 
—Chad basta... y yo que tú me iba de la casa de los Dunne porque no iré a que me regañes como si fuera una niña pequeña, si mis papás confían en mi, tú deberías de confiar en mi. 
—Lan... ve a casa, necesito un abrazo, quizá soy un masoquista... —sé que esas son mis palabras mágicas, cuando me fui a Chicago fueron las mismas que usé para que fuera a mí, lo éramos, éramos unos malditos masoquistas que no podían con lo que sentían y estábamos hiriendo en el camino a Duncan alguien que absolutamente no lo merecía. 
—voy para allá. —cuelgo y solo escucho reír a Duncan. 
—Se me hace que tiene un radar tu hermano para interrumpir en el peor momento, no te preocupes, sucederá en el momento correcto. —besa mi frente. 
—Gracias Duncan por entender. 
—Ustedes son mis personas favoritas en el mundo, siempre desearé que estén bien, vamos, tu hermano y tú seguramente necesitan aclarar muchas cosas.