Mi teléfono suena, una y otra vez, noto que son casi las cuatro de la mañana, puedo ver el nombre de Emma en la pantalla.

—¿Hola?
—Leilany, perdón por marcarte a esta hora, pero... no sé a quién más acudir.
—¿Qué pasó? ¿Estás bien? —pregunto angustiada
—Chloe, está en el hospital, llevaba algunos días con malestares, pero en Rye me dijeron que la trajera con urgencia a Londres, y aquí estoy.
—¿En qué hospital estás?
—Saint Thomas.
—Voy para allá.

Chad se quedó a dormir en casa de los Dunne, hemos preferido alejarnos sanamente, a veces está aquí a veces no... trato de comunicarme por teléfono con él pero no responde, Albert tampoco está en casa, trato de comunicarme con Duncan, seguramente debe de estar con él.

—¿Qué pasó Leilany? —dice más dormido que despierto.
—¿Está Chad por ahí?
—Si, aquí está ¿Te pasó algo?
—Necesito ir al hospital
—¿Qué te pasó Leilany?
—necesito hablar con Chad.
—Chad se volvió a emborrachar; yo te llevo. —y colgó

Ni siquiera me dio tiempo de explicar y yo... ¡Dios! No puede acompañarme, se dará cuenta de lo mucho que nos parecemos Emma y yo... solamente puede ser Chad, le intento seguir marcando para decirle que prefiero irme en taxi pero no responde, me visto rápidamente, agarro unos jeans y una sudadera, y corro a la puerta, Duncan llega a la casa rechinando y dejando el olor a llanta quemada por todo el lugar.

—¿Qué te pasó Lany?
—Yo puedo irme en taxi
—¡Ya estoy aquí! Déjame llevarte.
—¡Está bien!
—¿A cuál vamos?
—Saint Thomas.
—¿Qué te pasa? 
—A mi nada Duncan, es... no te sé decir porque ni siquiera sé que sucedió —trato de ganar tiempo —¿Por qué tomó Chad?
—Por lo mismo de siempre...
—¿Y eso es?

Solo me mira sin decir absolutamente nada, estoy segura que lo sabe, pero solamente no quiere decirlo, como si esperara a que cualquiera de los dos le digamos, ¡Qué temple tiene este hombre! Para no preguntar directo o para no decir las cosas como van, pero mientras él no dijera o preguntara nada, todo seguiría de la misma manera, yo no planeaba delatarme.

Bajamos los dos del automóvil rápidamente y logro encontrar con mi mirada a Emma en la sala de urgencias, no es difícil, cabello rojizo.

—¿Qué pasó Emma? -
—Chloe, ha tenido fiebre, sangrado, se amorata fácilmente, y la llevé al doctor, me pidieron que la trajera a Londres.
—¿Cuánto tiempo llevan aquí?
—Llegamos hace un par de horas.

Voltea y ve a Duncan un poco confundida.

—Chad no se quedó a dormir en casa, y Duncan, un amigo nuestro se ofreció a traerme.

Duncan solo nos observa, es bueno observando e intuyendo, pero no ha mencionado absolutamente nada de nuestro gran parecido.

—Soy Emma, mucho gusto, tía de Leilany, hermana de Mary.

Mi corazón salta de alegría, nunca se me hubiera ocurrido usar eso como coartada.

—¡Con razón el parecido! —responde Duncan
—¿Y qué te han dicho Emma?
—mañana le tenemos que hacer análisis, están pensando que pudiese ser... —rompe en llanto —leucemia.
—¡Oh! —la abrazo.

Ahora soy yo quien consuela a Emma, me siento mal por Chloe, a final de cuentas es mi media hermana.

—¿En qué te puedo ayudar Emma?
—¡Sólo necesitaba compañía! Mi mamá y mi hermano no pudieron venir a acompañarme, tienen que trabajar para ayudar a pagar las cuentas del hospital.
—¡No te preocupes por eso Emma! Yo... yo tengo un poco de la herencia de mi madre, con gusto puedo...
—¡No! ¿Cómo crees?
—¿Por qué no? A final de cuentas es... mi prima...
—No hermosa, de verdad que no lo puedo aceptar.
—Duncan, ya estoy con Emma, si quieres, puedes irte, mañana hay clases —le digo mientras él niega con la cabeza.
—¡No! Yo me quedo contigo, con ustedes —corrige

Quiero deshacerme de él pero se me olvida que es persuasivo, me siento a lado de Emma y ella solo recarga su cabeza en mi hombro. Se le nota cansada, y hambrienta, estoy segura que no ha comido absolutamente nada.

—¿Emma?
—Si —dice mientras se limpia con un pañuelo la nariz.
—¿Has comido algo?
—¡No! Ni hambre me ha dado.
—¿Quieres que te traiga algo?
—No hermosa. —me gusta la manera en que me dice.
—No sé porque no te creo, iré a buscar algo para que comas.

 Me levanto y Duncan sigue detrás de mí, observa que estemos lo suficientemente lejos de Emma y por fin habla.

—No sabía que tu mamá tenía hermanas, eres idéntica a ella, solo... los ojos... sus ojos son cafés. ¡Es muy joven!
—Si... la verdad es que casi no se llevaban, no entiendo bien porque. —miento
—Quizá es secreto, como los que tienen todos los Berry.

En ese momento me tenía muy sin cuidado su comentario, no estábamos en el lugar correcto para ponernos a entablar una plática acerca de los secretos de mi familia... y si de secretos familiares hablábamos, la verdad es que los Dunne no se quedaban atrás y él lo sabía a la perfección.

—¿Y Chad?
—¿Chad qué? —pregunto
—¿A quién se parece?
—No sé muchas veces creo que lo recogieron de la basura, —utilizo eso para dar por terminada la plática.

Pasan de las diez de la mañana, Emma sale del consultorio, y solamente nos confirma la noticia, Chloe tiene leucemia y tendrán que quedarse en Londres para el tratamiento.

—Puedes quedarte en casa —le sugiero
—No quiero incomodar, sobre todo... tu padre.
—Tranquila, él no está; ¡Además en la casa hay lugar! Para ti, para Chloe.
—Prefiero buscar algo para nosotras.
—Emma por lo menos mientras consigues algo.
—Está bien.
—De hecho, deberías de ir a descansar. O por lo menos ir a tomar un baño a casa.
—No quiero moverme de aquí.
—Emma, no son horas de visitas, te puedo traer al rato junto con Chad.
—Está bien. —dice más forzada que de ganas, pero necesita descansar

Duncan y yo hemos decidido asistir a clases después de dejar a Emma en casa, me lleva por el jardín abrazándome y diciéndome palabras reconfortantes, se nos puede notar en la cara que no hemos tenido buena noche. Chad está con Albert platicando acerca de algo cuando nos ven llegar y corren a nosotros.

—¿Dónde estaban? —pregunta Chad en un tono molesto —¿Estaban juntos?
—¡Si! —dice Duncan fastidiado —fui por Leilany a su casa a las cuatro de la mañana
—¿Para qué? —pregunta, todo lo deja al aire, puedo notar su vena en el cuello
—Chad, por favor no grites, todos nos están observando —sugiero —en esta ocasión de verdad, no quiero pelear...
—Duncan no te pases de listo con Lan
—¿Qué intentas decir? —pregunta Duncan
—¡Te conozco y sé de tus escapadas con Cassandra a la mitad de la noche!

Tuerzo mis ojos, y me doy la media vuelta, no planeo soportar esta escena de celos.

—¿A dónde crees que vas Leilany?
—¡A dónde no me arruines la gran noche que tuve con Duncan! —digo sarcásticamente

Duncan y Chad se quedan discutiendo. ¿No odian eso? Qué nunca me de oportunidad de decir las cosas, de dar mi versión de los hechos, Con Brandon era celoso, pero hasta un momento era digamos ligeramente y lo podía sobrellevar, pero con Duncan es muy enfermizo y no entiendo porque si se dicen ser los mejores amigos, estoy más que segura que Duncan le va a aclarar la situación, pero yo... no planeo estar ahí... que se haga rollos en su cabeza... y que se sienta un asco por pensar siempre mal de mí. Duncan me alcanza.

—¿Todo bien?
—Las cosas con Chad van de mal en peor. ¿Le dijiste algo? ¿Le aclaraste lo que pasó?
—¡No!, sólo le reclamé por cómo se puso, le dije que la próxima vez que te haga sentir como ahora le voy a partir la cara, odio que te haga sentir mal.
—¡Duncan pero él y tú! Son los mejores amigos.
—Pero no significa que siempre tenga que estar de acuerdo con él! Mucho menos tratándose de ti. si tú fueras mi hermana, trataría tenerte de aliada no de enemiga. Al rato que llegue a casa se dará cuenta que está su tía ahí y verás que se va a sentir terrible por cómo te hizo sentir a la mejor de esa manera aprende a ser menos temperamental, y a pensar primero en ti, antes que en él. Te veo en la tarde, te llevo a casa después de clases. ¡Te quiero Lany! Pon atención en clases —me guiña el ojo y me deja un beso en la frente para irse corriendo, solo lo veo alejarse con su cabello rubio y su mochila en la espalda...

Tomo algunas clases, entrego algunos trabajos, prácticamente estoy libre; salgo al pasillo, Chad no me quita la mirada de encima, me giro para irme de ahí, pero aún puedo sentir su mirada sobre mi cabeza.

Me acuesto sobre el pasto, y me entretengo observando el cielo, trato de prestar atención a las nubes, a disfrutar del aire, el aroma de los árboles. ¿Qué diferencia tenía que besara a Brandon y a Duncan? ¡Y con Brandon seguía siendo tan su amigo como siempre! ¡A veces trato de descifrarlo pero simplemente no puedo y me frustro! Puedo sentir como salen lágrimas de mis ojos cerrados y hago un gesto para poder controlarlo.

—¿Por qué lloras Lany? —pregunta Duncan que se encuentra sentado a mi lado,salto de pronto del susto.
—¿A qué hora llegaste?
—Hace un par de minutos, pensé que dormías.
—¿Y por qué no me despertaste?
—¡Te veías muy tierna! Hasta que salió esa lagrimita. —dice mientras la quita con su dedo.  —¿Por qué lloras? ¿Te preocupa tu prima verdad? ¿Y lo de tu hermano? Y... cariño, llevas tantas cosas cargando en tu corazón desde lo de tu mamá, y estoy seguro que desde antes.

Duncan se acomoda de tal manera junto a mí que termino abrazada en su pecho,escucho su corazón latir mientras sigo llorando, siento que estoy mojando su playera y me levanto.

—¿A dónde vas? —me vuelve a jalar hacia él
—Tu playera...
—Lany... deja de preocuparte por cosas tan tontas, a mi no me incomoda, llora,llora todo lo que tengas que llorar, incluso si no me quieres contar, sólo déjame estar para ti.

Me quedo acurrucada otro buen rato, tratando de asimilar todo lo que ha pasado los últimos meses de mi vida, como si mi cabeza se inflara poco a poco y solo quisiera estallar.

Duncan y yo llegamos a casa, Sara está haciendo comida, sabe de nuestra visita,pero tampoco ha querido hacer más preguntas de las necesarias, de hecho intuyo que aparte de mis padres la otra persona que conoce acerca de nuestra adopción es ella, es nuestra nana, y parte de la familia.

Emma baja y se dispone a ayudar a Sara.

—¡No es necesario que lo haga! Usted es invitada de Leilany. —dice Sara
—¡No! No me gusta depender de otras personas, y por lo mismo que soy invitada de Leilany, prefiero ayudar y no ser una carga.

Duncan se une a ellas, mientras que yo decido acomodar la barra para que comamos, estoy segura que se escuchan nuestros murmullos por toda la casa, Duncan suelta algunos chistes que las dos mujeres hacen que se rían, observo a Emma mucho más tranquila y de alguna manera siento que reconforta mi corazón.

—¡Chad! Ahí estás —dice Emma yendo hacia el chico rubio pecoso y abrazándolo con todas sus fuerzas.
—¿Qué haces aquí Emma? —pregunta con una sonrisa y un poco de confusión.
—¡Oh!
—¡No lo vi en todo el día en la universidad y no le he contado! —digo
—¡Ah! Espero que no te moleste que esté aquí en tu casa.
—¡No! Para nada —responde Chad
—Chloe está internada en el hospital; Leilany y Duncan fueron muy amables de acompañarme en la madrugada, me invitaron a venir para que descansara y comiera un poco, debo de regresar al hospital en un rato para saber cómo está.

Puedo notar que a Chad se le cae la cara de vergüenza, ahí está su merecido por ser un completo idiota, y hacerme sentir mal.

—¡Vengan a comer! —Dice Sara...

Todos nos sentamos y seguimos disfrutando de la comida, Chad sigue interesado en el tema de la salud de Chloe, mientras que Duncan solo observa orgulloso el haberle dado una lección a su amigo.

Unos pasos llegan hacia la cocina, volteo seguramente debe de ser Albert con Gabrielle pero me encuentro con los ojos azules de mi padre.

—¡Se me olvidó decirte Leilany que me avisó papá que vendría hoy! —Chad dice nervioso.

Volteo a verlo con cara de querer asesinarlo.

—¡Emma! ¿Qué haces aquí? —pregunta mi padre. 

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¿Quién habrá asesinado a la mamá de Chad y Leilany? 

 ¿Leilany tendrá el valor de elegir a Chad por encima de todos?

¿O será que termine enamorada de Duncan?

¡Louis y Emma! los papás de Leilany frente a frente... (inserte música de suspenso aquí) 

¡Necesito que me digan sus teorías! ¿Qué piensan que sucederá?

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