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Capítulo 25

La brisa y el olor característico de la playa, adoraba estar sentada en la arena simplemente existiendo, cada vez era más notorio mi embarazo, siento su mano acariciar mi cabello, seguido de un beso en la mejilla...

-Me gusta esto Lan -dice con su hermosa voz.
-A mí también -tomo su mano y la pongo sobre mi barriga.

Observo su cabello rubio que revolotea con el aire, está atento al tacto, voltea hacía mi y sonríe, sus preciosos ojos azules, su nariz llena de pecas.

-Es mi bebé Lan...
-Si amor... vamos a ser papás.
-Lo sé... hiciste mi sueño realidad... -Me da un ligero beso en los labios y me sonríe mientras me ve dulcemente, esa manera en que amo que me observe, ilusionado, emocionado, feliz por la noticia.

-Te echo mucho de menos Chad...
-Aquí estoy Lan, dije que no te dejaría sola... además voy a ser papá... y prometí que nos casaríamos... ¿Lo recuerdas?...
-¡Si!
-Ahora que estamos en N.Y podríamos hacerlo...
-Chad... ¿Estás aquí conmigo?
-¡Claro! ¿Por qué no habría de estarlo?
-Chad... soñé que te perdía para siempre. -me voy hacia sus brazos y comienzo a llorar inmediatamente. -Fue horrible Chad... tuviste un accidente en motocicleta, y soñé todo... como nos despedíamos me dolió mucho... casi me vuelvo loca, y después venir a N.Y sin ti... y enterarme de que estaba embarazada y estaría sola... pero... qué bueno que estás aquí... qué bueno que todo solo fue una pesadilla.
-Tranquila Lan, tranquila... aquí estoy mi amor... -dice mientras acaricia mi cabello.

De pronto estamos en la habitación de Chad en la casa de Londres, estamos recostados en su cama, y él recarga su cabeza sobre mi barriga, le da ligeros besos, y parece susurrarle algo...

-¿Ya sabes que es Lan?
-Es niño...
-¿Cómo crees que sea?...
-Seguramente sacará los ojos azules...
-Quiero que se parezca a ti Lan...
-Yo a ti...
-Te Amo Lan y lo haré para siempre... -dice mientras acaricia mi cabello...

Me encanta sentirme así de esa manera, frente a él, en uno de nuestros lugares favoritos, él disfrutando conmigo de mi embarazo y de pronto solo desaparece... me encuentro abrumada, busco en cada una de las habitaciones y no está en ningún lugar, me desespero... no... ya lo perdí una vez... llego hasta la puerta de la casa y veo a Duncan y a Anthony recargados en el automóvil... no sabía que se conocían... Duncan inmediatamente va hacia mi y me abraza...

-¿Estás bien Lany? -pregunta
-¿Dónde está Chad?
-Él se fue -responde Anthony
-¿A dónde?
-no sé -dice Duncan

Mi corazón se comienza a acelerar y siento que nuevamente estoy sola, comienzo a llorar y son lágrimas saliendo de mis ojos lo que me despiertan, trato de reconocer el lugar, volteo hacia un lado y solo observo a Anthony... estoy en N.Y... en mi departamento y Chad no está a mi lado.

Nunca había soñado con Chad, y me gustó tenerlo cerca, besarlo, abrazarlo... pero carajo se siente horrible saber que solamente fue un sueño... solo un sueño... Anthony me descubre llorando...

-Leilany ¿Estás bien? -pregunta
-No Anthony no lo estoy...
-¿Qué pasó? ¿Te sientes bien?
-Soñé con Chad y de pronto en un instante solo sentí que todo había sido una pesadilla. -Anthony me jala hacia él y me abraza...
-Leilany, de nuevo tienes temperatura... sabes que esto no está bien... lo siento mucho hermosa... pero necesitas ir a terapia... vamos a buscar un psicólogo o un tanatólogo, te estás haciendo mucho daño... y al bebé también...
-¿Por qué nadie puede entender que perdí a Chad? ¿Por qué solo todos me juzgan y no entienden?
-Te entiendo más de lo que crees...
-Anthony claro que no...
-Tú no eres la única persona que ha perdido a alguien... yo... yo perdí a mi hermana, y sé lo que estás pasando, por eso te he cuidado tanto, porque me la recuerdas, por eso siempre te procuro... y solo quiero que estés bien...
-Yo no sabía...
-No... porque no es mi carta de presentación.
-¿Estás diciendo que yo me presento de esa manera?
-prácticamente
-vete de mi casa Anthony...
-No lo haré, no seas una niña berrinchuda... yo te quiero... te quiero como si fueras parte de mi... y no voy a dejar que te hundas... eres una chica valiente, por algo estás aquí, pero ya no te tires más... Sabes cuan angustiado has dejado a Albert... ¿Cómo tus papás me marcan diario para preguntar cómo estás? No es que me crea importante pero soy a la única persona que tienes en N.Y y aunque te enojes y patalees yo no te voy a dejar sola. Tienes que dejarlo ir... no te estoy pidiendo que lo olvides... porque estoy consciente que eso no sucederá jamás... pero es momento de que lo dejes descansar...
-No creo que sea tan fácil...
-Siquiera inténtalo...
-Es lo que he hecho... intentarlo...
-¿Por qué no le dices la verdad a Duncan y le pides que venga?
-No quiero que cargue con esto...
-¿Por qué con Albert si?
-Porque es como mi hermano...
-Pensé que de esa misma manera veías a Duncan...
-No sé ni siquiera que hago con mi vida no me preguntes acerca de cómo veo a Duncan...
-Ven acá -Me toma nuevamente entre sus brazos...
-Leilany... preciosa... sé que ha pasado muy poco tiempo de que falleció y que has tenido muchos sentimientos encontrados, estar lejos de casa, enterarte de que estás embarazada, pero... todo saldrá bien... es momento de que comiences a soltarlo... mientras más te tardes... menos vas a disfrutar del bonito regalo que tienes frente a tus ojos, la vida misma y que estás creando vida dentro de ti... vida que proviene también de él... es su hijo... es su bebé... tienes una parte de él dentro de ti...

Y de pronto recuerdo todo lo que soñé y también lo mucho que decía que ser papá haría que tuviera algo real, algo suyo... y está conmigo... acaricio mi barriga...

Amor perdón... soy muy egoísta... muy tonta... no estoy actuando como debería de hacerlo... Te Amo... y te espero ansiosa... te prometo que si... es solo que duele dejar ir a papá... pero podremos con esto juntos ¿Verdad? Y de pronto siento como se mueve, nunca había sentido que se moviera... ¿Es acaso? Si... eres tu amor... y de pronto sonrío... me doy cuenta que eres real... lo único real también para mí de que Chad fue parte mía y de mi vida... Chad ... te amo con todo mi corazón... mami promete ser mejor portada para que te sientas orgulloso de ella...

-¿Estás mejor Leilany? -yo asiento -Anthony se recuesta y me lleva consigo a su pecho...
-Todas mis chicas te envidian... -se ríe
-¿Por?
-He dormido más veces contigo que con ellas...
-Pero conmigo no tienes sexo...
-No todo en la vida se basa en sexo... digo... muchos de los mejores momentos se basan en eso... -se ríe -pero no... es tener a alguien a tu lado que te quiera, te cuide, te mime, te apapache y siempre esté ahí para ti... Leilany... la vida te recompensará esta pérdida te lo aseguro...
-¿Lo crees?
-Si... de hecho creo saber quién es esa recompensa...
-¿Quién?
-Deja que la vida te sorprenda... pero lo tienes más cerca de lo que crees...

¿Acaso algo sabe que yo no?

-Duerme bonita... mañana será un nuevo día... Te quiero...
-Yo también te quiero Anthony...

Me quedo así en su pecho, mientras trato de conciliar el sueño, no quiero olvidarme de Chad, no lo quiero dejar ir, pero sé que en estos momentos no tengo otra opción, mi bebé no se merece estar dentro de solo sentimientos de tristeza y frustración... tengo que ver por él... suelto una ligera lagrima... al final de todo... fue un buen sueño... me gustó ver a Chad siendo feliz, por ser papá... lo que él siempre quiso, lo que siempre deseó y soñó...

Chad... donde quiera que estés cuida de nuestro bebé...

-Anthony...
-Si Leilany...
-Me disculpas...
-¿Por?
-Por ser como una niña chiquita, siento mucho lo de tu hermana, me gustaría saber acerca de ella y cómo te sientes al respecto...
-Si bonita... mañana lo platicamos... duerme... -le doy un beso en la mejilla.
-¡Gracias!
-Eres mi mejor amiga... te quiero.

PRESENTE

Ha sido un buen día, un día que lo siento muy nuestro, siendo solo Duncan, Chad y yo, acepto que me encanta su compañía y creo que mucho más la disfruta Chad, no entiendo porque han congeniado de una manera tan rápida y fácil como si lo conociera de toda la vida.

Si con Anthony convive desde que era un recién nacido, incluso fue él quien me acompaño en la sala de parto, y aún así Chad le demuestra su personalidad y no se deja, con Gustavo también convivió desde meses de edad y sin embargo aunque sé que lo quiere mucho, tampoco lo veía de la manera en que noto que observa a Duncan, es como si ambos se hubiesen elegido...

¿Me da miedo? claro que me da miedo, me paniquea que lo de Duncan y yo no funcione porque ambos podemos querernos mucho ¿Pero qué tal si en algún momento nos damos cuenta que no hay nada más que siempre la ilusión de lo que pudo ser? También me da terror el como dice mi bebé, mi hijo, soy su padre, pero... a la vez se siente tan bien. Aunque entiendo que Chad en algún momento va a necesitar esa figura paterna y sé que Duncan es perfecto para ello, porque aunque nosotros dos no funcionemos, él nunca dejaría de ver por Chad porque es leal a sus padres.

-¿Este te gusta? -pregunta Duncan a un pequeño Chad que está frente a un automóvil eléctrico, me río porque justo es el mismo automóvil que tiene en Londres; el pequeño rubio lo observa ilusionado y solamente voltea a verme como diciendo ¿Puedes comprarmelo? yo finjo ignorarlo, y entonces voltea hacia el ojiverde.
-Shi -Ahora ambos me voltean a ver como si me quisieran convencer de algo, yo solo levanto la ceja.
-¿Qué? -pregunto "confundida"
-¿Podemos llevarlo? -abro mis ojos.
-No -el chiquito comienza a hacer un puchero y Duncan solo se sorprende.
-Amor -voy hacia Chad -no es porque no quiera comprarlo, pero en unos días nos vamos a ir a vivir a otro lugar, y no tiene caso que lo compremos porque no vas a poder utilizarlo, ni tampoco nos lo vamos a poder llevar. ¿Entiendes? mejor espérate unos días y lo compramos, o mejor aún, puedes pedírselo a Santa Claus para navidad. -Chad deja de hacer sus muequitas tristes en cuanto escucha la idea, porque aunque es pequeño, entienden acerca de lo divertido que es la navidad y asiente, mientras que veo a Duncan solo observar el pequeño automóvil. veo que toma una fotografía y se levanta para seguir tomando de la mano a Chad y salir de la tienda.

A veces creo que se les olvida que vengo con ellos porque ambos disfrutan de la compañía del otro, Chad señala una heladería y ahora ninguno de los dos me observa, y ambos entran al lugar, supongo que pensarían que si me volteaban a ver iba a decir que no, y no estaban equivocados, pero dejaré que se salgan con la suya en esta ocasión.

Llegan a la fila y la chica que atiende parece que solo le falta una tacita debajo de la boca para dejar de babear por el rubio, yo me quedo atrás esperando a ver a que hora ambos se acuerdan que existo.

-Bienvenidos, ¿De qué van a querer sus helados?
-Ocolate -dice Chad muy decidido, pequeño travieso, está aprovechándose que no estoy cerca.
-Chocolate, ¿Y el de tu hermano? -yo me río y muero por acercarme, pero esperaré pacientemente, me parece que Duncan ni siquiera ha notado que la chica intenta coquetearle y que utilizó la frase para descartar que sea suyo.
-Dame uno de vainilla por favor.
-¿Será algo más? -gira buscándome y es mi momento.
-Mi amor, yo quiero uno de yoghurt, -me acerco a él abrazándolo y señalándole a la chica el que quiero -últimamente tengo mucho antojo de yoghurt -acaricio mi vientre y le sonrío; ella no sabe donde meter su cara, y la entiendo Duncan es muy guapo, y con el pequeño en brazos altera las hormonas de más de una, ¡si! obviamente también las mías, y si... estoy marcando mi territorio a la mala, y él es tan despistado que ni siquiera ha notado lo que quise dar a entender.
-¿Por qué de yoghurt Lany? -me acerco a su oído.
-Este pequeño diablillo no toma helado de chocolate, pero aprovechó de que estaba lejos para pedirlo, haré un trueque con él -le susurro y el rubio mayor solo se ríe.
-¿Enserio? -asiento.
-Sería todo -le guiño el ojo.
-En un momento.

Me entrega los helados y salimos del lugar, buscamos algún pequeño jardín para poder sentarnos y dejar todas las bolsas que traemos, Chad observa pacientemente la repartición de helados.

-Vainilla para Duncan -le entrego. -Yoghurt para Chad -solo observa el helado de chocolate con ilusión -Y chocolate para mi.
-ocolate mío -dice el pequeño.
-pero sabes que después eres muy travieso, a menos de que Duncan prometa que él te cuidará -sonrío victoriosa, se las apliqué a los dos.
-¿Yo iba incluído en el trueque? -asiento y se ríe.
-Eres una tramposa Lany.
-¿lo toman o lo dejan? -Duncan mira a Chad y ve la cara con la que ve el helado de chocolate.
-¡Lo tomamos! -me río y le entrego su helado de chocolate a Chad.
-No olvides que debes hacer que deshaga en tu boquita y esté calientito para que te lo pases. -así evito que se enferme de la garganta.
-acias.

Ambos rubios están sentados frente a mí, y disfruto de la imagen, Duncan comienza ya a morder el cono de su helado mientras que el rubiesito es todo un arte abstracto de chocolate, dejo que se ensucie a su antojo, lo cambiaré después de que se lo termine, cuando Duncan nota que el helado le gana a Chad, solo veo que le ayuda y vuelve al suyo, y Dios... estoy enamorada de ellos dos, se ven tan bellos juntos, podría jurar que es su hijo, se parecen demasiado, Chad y Duncan siempre parecían hermanos.

-¿Leilany? -alguien me despierta de mis pensamientos, pero a primera instancia no reconozco la voz; hasta que lo observo y sonrío.
-¿Daniel? ¡Oh! eres Daniel... -me levanto de inmediato y corro hacia él y lo abrazo con todas mis fuerzas.
-¡Novia mía! -alguien carraspea la garganta y noto al ojiverde queriendo asesinar a Daniel.
-Oh Duncan... Te presento a Daniel... Daniel, te presento a Duncan -mi amigo solo se ríe y le extiende la mano, mientras su mirada hacia mí es como un ¡Explícame que está pasando! hace tanto que no sabía de él!
-¿Duncan? ¿Y Chad? -pregunta.
-Yo Chad -dice el pequeñito y más confundido deja a mi amigo; yo suspiro.
-Es una larga historia, larga y muy triste.
-Tengo tiempo, quedé de verme con mi novio aquí pero me acaba de avisar que tardará, claro si no les molesta que los acompañe. -noto la cara de duda de Duncan; sin embargo le dice que no se preocupe que puede esperarlo con nosotros. -¡Entonces explícame todo!

Le comienzo a contar todo acerca de Chad de su muerte veo sus ojos ponerse llorosos, porque aunque solo una vez se vieron en persona Daniel fue mi paño de lágrimas mientras viví en Chicago y yo el suyo, fingimos frente a su familia ser novios porque él no se atrevía a decir que era gay, y yo de alguna manera entendía lo difícil que era enfrentar a tu familia así que le ayudaba con ello, le conté de mi bebé y después de que Duncan y yo nos estábamos dando una oportunidad.

-¡Eres una mala amiga! Te quedaste con mi crush -se ríe y Duncan solo se sonroja.
-Yo creía que ustedes dos... -dice tanteando las palabras Duncan.
-¿Leilany y yo? -se ríe -si pues es la única mujer a la que he besado, pero... no, a mi me gustan los chicos, y muchas veces vi fotos de Los Dunne, y siempre fuiste mi crush.
-Creo que yo nunca le aclaré a Duncan que solo fingíamos -me sonrojo.
-Pero se ven espectaculares, novia ¿Te incomoda que le diga así? Es mi Mary Austin en caso de que yo fuese Freddy Mercury -le guiña el ojo
-No, tranquilo -le sonríe.

Seguimos platicando, acerca de su vida, Duncan se encarga de limpiarle la carita a Chad e incluso se ofrece a ir a cambiarlo.

-Te ves radiante junto a él -dice Daniel.
-¿Tú crees? -pregunto.
-Si, recuerdo la tarde de graduación y sé que aunque Chad y tú no estaban en su mejor momento, se veía como se querían, se podía ver la tensión, y sé que fue difícil su relación en muchos aspectos, pero siento que Duncan te da paz y tranquilidad, es otra vibra en ti, no sé si hayan sido los años, o que... pero confieso que me gustas más con Duncan, es triste que Chad haya fallecido, pero... te ves muy bien con Duncan.
-Gracias.
-No lo dejes ir, es de esos chicos que valen la pena, se puede ver en la forma en que te mira, es como si respirara por y para ustedes, porque también puedo ver como se deshace de amor por el pequeño Chad. Leilany merece eso, un amor que sea capaz de bajar el cielo por ella y por su pequeño; alguien que la haga vibrar bonito y no le haga sentir miedo. Todo sucede por una razón, Chad te dejó un gran regalo, pero Duncan es tu para siempre, tu compañero de vida, quien irá contigo, y te noto muerta de miedo de olvidar a Chad, no tengas miedo, vive Leilany, que vida solo hay una y demasiado corta. Disfrútalo, quiérelo, amalo. ¡y hazle muchos hermanitos a Chad!

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