ALBERT

Escucho que Leilany se queja, me levanto sigilosamente, prendo la lámpara que tiene en su buró la observo y parece estar sudando.

—Leilany... Leilany... —no me hace caso, toco su frente y me doy cuenta que tiene temperatura —mierda

Soy pésimo para este tipo de situaciones, así que busco entre sus cosas alguna pequeña toalla y la remojo en agua fría, mientras decido ir por Anthony al departamento de a lado.

—Anthony, Leilany tiene temperatura —digo detrás de la puerta. 
—Ya voy —abre la puerta y veo a una chica en su sala, tapándose con una sábana. 
—Buenas noches —digo sonrojándome. 
—Buenas noches —dice la chica y me doy la media vuelta —deberías de invitar a tu amigo ahora que vuelvas —camino rápidamente... y finjo no haber escuchado eso.
—No le hagas caso —dice Anthony viniendo detrás de mí. 
—No planeaba hacerlo. 
—¿Está en su recamara? 
—Si...
—sabes eso pasa muy seguido... 
—¿Muy? 
—Si... me imagino que es por el recuerdo de Chad, y por lo general me quedo aquí, pero como estabas tú, se me olvidó comentártelo. 
—¿Te quedas aquí? 
—Si... tiene miedo a dormir sola... 
—¿Ustedes?
—¡No! no no... es como mi hermana Albert... me recuerda a mi hermana menor... nunca se lo he dicho... yo tuve una hermana... falleció cuando tenía dieciséis... y todo el proceso que está pasando ya me tocó... por eso la entiendo tan bien... —Veo que le toma la temperatura, y le pone más toallas con agua fría alrededor de ella.
—Tendré que despedir a la chica, no te muevas de su lado, regreso en unos minutos. 
—Sí, claro.

La observo, me preocupa que esté así... le cambio las toallas y me recuesto a lado de ella, para seguirla cuidando, ella parece solo sufrir por lo frío de los paños de tela, la veo temblar pero no puede abrir los ojos y solo escucho que susurra el nombre de Chad...

Juego un poco con mi celular y veo que Duncan me envía un mensaje.
D: ¿Qué hacen?
A: estoy cuidando a Leilany.
D: ¿Cómo?
A: tiene temperatura...
D: ¿Puedo marcarte?
A: si...

Pongo mi mano sobre su frente y siento que están surtiendo efecto le cambio nuevamente las toallas porque enseguida se ponen calientes.

—¿Qué tiene? —pregunta Duncan en cuanto respondo. 
—Temperatura hermano, ya te dije... 
—¿No le hace daño al bebé? —me quedo en silencio varios segundos, según tengo entendido él no estaba enterado. 
—¿Qué dijiste Duncan? 
—Albert... sé que está embarazada... 
—¿Quién te lo dijo?
—Me enteré cuando se lo dijo a sus papás... yo... estaba con ellos, ella no sabe que lo sé, no le digas nada... 
—espera deja la reviso... —vuelvo a cambiar las toallas y sigo con Duncan —Trata de ser fuerte Duncan, pero está mal... extraña mucho a Chad... 
—debe de ser así, era su novio... y ahora está enfrentando esto sola y yo... yo quiero ir corriendo para allá. Pero no lo haré, no hasta que me lo diga o hasta que me lo pida... 
—Duncan, hazte a la idea no lo hará... 
—¿Ya se le nota Albert? 
—Si... ligeramente
—¿Cómo se ve?
—se ve muy tierna... 
—Albert... con el dinero que te envié compra cosas para el bebé no le digas que es de lo que yo te envié... lo que necesite... ropa, biberones... 
—Se compró una camioneta, la próxima semana se la deben de entregar... podría comprarle un asiento para el bebé... 
—¡Si! me parece perfecto... 

Mientras hablo por teléfono sigo bajándole la temperatura, Anthony llega después de unos minutos.

—Dame chance Duncan, te marco en un rato.
—Si... mantenme al tanto.
—Si.

Cuelgo y Anthony me ayuda a quitarle un poco de ropa a Leilany.

—¿No le hace daño al bebé? —pregunto para disipar la duda que tenía Duncan
—Pues el doctor me ha pedido que solo vea que no rebase los 39 grados, y hasta ahora no lo ha hecho. 
—¡Gracias por cuidarla Anthony! 
—ya te dije que... no tengo ningún problema con ello. 
—¿Qué le pasó a tu hermana? —pregunto —claro si quieres contarme. 
—Tenía un problema en su corazón y simplemente llegó a un punto en el que ya no pudo más. 
—¿Por qué no le has dicho a Leilany? 
—No es la única que guarda secretos... y solo quiero que me vea como su fortaleza, no como su igual.
—¿Por? 
—Eso es lo que necesitas cuando estás en ese tipo de situaciones, alguien que te saque a flote... ella debe de enfrentar todo esto... le está costando trabajo pero va a lograrlo, estoy seguro... 
—Es una chica fuerte... 
—Si, solo este no es su mejor momento. —Anthony se acerca y vuelve nuevamente a tomarle la temperatura. —Ya está... Leilany... Leilany... —dice y por fin ella despierta. 
—Anthony... —susurra la pelirroja 
—Volviste a tener temperatura, ya estás bien... descansa... —le da un beso en la frente, veo que ella asiente. Y se vuelve a quedar dormida —haré café ¿Quieres venir? —Voy detrás de él, y nos quedamos en la barra de la cocina...—¿Cómo era Chad? —pregunta.
—¿A qué te refieres? 
—Me gustaría saber como era... no solo tener la versión de Leilany... 
—Pues... era uno de mis mejores amigos, Duncan, Brandon y yo siempre estábamos juntos... 
—¡Cierto! Tú eres hermano de Duncan... 
—¡Si! 
—¿Sabes de él? 
—¡Claro es el chico perfecto según las palabras de Leilany! 
—jajajajaja si... algunos lo ven así... 
—Dejaste enamorada a mi cita de esta noche... así que me imagino que es lo que causan ustedes... —me río... —en fin cuéntame de Chad. 
—No sabíamos que eran adoptados, bueno él, eran tan tiernos juntos, desde niños, siempre había esa complicidad, esa entrega entre ellos, él la cuidaba como si fuera su muñeca, como si dependiera de ella para seguir vivo, y creo que viceversa... Leilany te provoca eso, creo... el verla tan pequeña delgadita y con su cara de inocencia, pero... cuando la conoces bien te das cuenta que es lo que menos necesita... bueno... en ocasiones... por ejemplo este es un caso en el que si nos necesita, y me imagino que al ir creciendo y ellos saber que no había algún lazo de sangre, simplemente se dio, la verdad es que siempre creí que así uno se llevaba con su hermana, hasta que lo confesaron... fue ahí que entendí muchas cosas de las que pasaban alrededor... ¡Cuántas cosas no habrán pasado y yo no me enteré! Seguido dormía con ella en su cuarto... – muerdo mi lengua y me río... —qué bueno que no sabía si no que cosas hubiera pensado yo... viví un tiempo con ellos, creo que justo en la temporada en que más drama había en sus vidas, en nuestras vidas... 
—¿Y Duncan?
—¿Duncan qué?
—Sé que fingieron ser novios, y ella me ha dicho que él si le dijo que le gustaba...
—¡Duncan respira por ella prácticamente!
—Sabes... siento que ella lo quiere, es solo que... a la mejor solo juzgo mal, o es únicamente mi perspectiva de lo que conozco, pero siento que Chad y ella... si se pudieron haber amado, pero era un amor muy dependiente... es decir... "lo amo porque es lo único que conozco y porque es el único que me entiende, porque está en el mismo lugar que yo" no lo sé...
—Si creo que se hayan amado... solo... no era muy sano su amor, y no no no hablo por la hermandad... si no porque Chad de verdad no toleraba que alguien se le acercara a ella —suspiro —al final nosotros podemos creer algo, pero solo ellos sabían que sucedía... cuando ellos decidieron decirlo a todo mundo, Chad cambió impresionantemente, se veía más relajado incluso creo que hasta dejó de beber. 
—Y Duncan como se sintió con eso... 
—Duncan es un caso suele sacrificarse mucho, prefiere la felicidad de todos antes de la suya; si Leilany le pide que baje el sol de un salto porque eso a ella le causará felicidad... él lo hará... 
—¿Eso es amor no?
—O masoquismo... —respondo 
—iré a ver cómo sigue Leilany —Juego con la taza del café, Anthony viene y se vuelve a sentar frente a mí.
—parece estar mejor; nos necesita Albert... sé que solo viniste por unos días, pero no te desprendas de ella cuando llegues a Londres... y sé que no le quiere decir nada a Duncan, pero ayúdenme a mantenerla en la tierra mientras llega el bebé... ¡Por favor!
—Cuenta con eso...
—¿Quieres que me quede o me voy a mi departamento?
—Tranquilo, yo la veo, cualquier cosa voy contigo.
—Claro... Nos vemos...

Anthony sale del departamento y cierra la puerta, inmediatamente marco a Duncan, y él responde.

—¿Cómo sigue? —pregunta en cuanto responde
—Ya mejor 
—Cuídala Albert por favor —me dice con los ojos llorosos. 
—Hermano... ella estará bien... me dice Anthony que es algo que le pasa seguido y solo que el doctor les ha pedido que la temperatura no rebase de los 39 grados... ella sigue con su duelo... y le está doliendo dejar ir a Chad... 
—Solo tiene que pedirme que vaya... yo estaré ahí...
—Duncan... dale tiempo... si es para ti el tiempo lo dirá... todo se acomodará... ella está en un proceso de aprendizaje en este momento y quizá solo, necesita crecer de esta manera sola para poder seguir con su vida, sigue siendo el amigo de Leilany... sigue ahí con ella, cuidándola... pero deja que ella se reencuentre... y eso seguramente llevará algo de tiempo... seguramente el bebé traerá muchas enseñanzas y cosas nuevas en su vida... y ella necesite explorar esa nueva faceta.. 
—Albert... 
—Si hermano...
—Muero por ser el padre de su hijo...
—Lo sé Duncan... lo sé... sé que darías la vida por ella si te lo pidiera...
—las veces que fueran necesarias... moriría y resucitaría por ella...

Presente Duncan

Siento que me observan así que abro lentamente mis ojos unos ojos azules me miran detenidamente y demasiado cerca diría yo sonríe y me deja un beso en la nariz. giro a mi izquierda y Lany está ahí profundamente dormida, se ve tan dulce dormida... mi pequeña pelirroja... si supieras cuanto desee estar así con ustedes dos, me estiro en la cama y decido levantarme, seguramente Chad ha de tener hambre, además debo de darle su medicina.

—¡Eeey! ¡Ven conmigo! —le digo en susurros y él me da las manos para que lo cargue, trato de salir de la habitación haciendo el menos ruido posible y cierro la puerta detrás de mí.

Muchos podrán decir que es raro que me quiera sentir el padre, pero es que desde que supe que ella estaba embarazada me he sentido de esa manera, quiero ser la figura paterna del bebé, solo por el hecho de que es hijo de mi mejor amigo, de mi hermano del alma, y solo quiero estar ahí para verlo crecer, lo bueno es que logré que ella por fin me dijera que si; bien me lo dijeron si es para ti... lo será... en el momento correcto...

Lo pongo en su periquera, reviso la receta de sus medicinas, desde que nació el hermano de Leilany, era el pequeño más cercano que tenía así que Emma había accedido a que yo la ayudara con él para irme entrenando, ella sabía perfectamente cuales eran mis intenciones con su hija, así que mientras Leilany decidiera ocultar el secreto... pues yo ayudaba a su madre, así que no vengo tan novato, sin contar que cuando Albert estuvo en N.Y me dio santo y seña de todo lo que compró para él de mi parte y busqué tutoriales para cuando lo necesitara.

—¿Qué te puedo dar de desayunar pequeño? —él solo me observa curioso.
—¿comer? —pregunta mientras balbucea algunas otras cosas.

seguramente está tratando de explicarme en su propio idioma que es lo que quiere... ¡Es como si viera una pequeña versión de Chad! Es idéntico y agradezco, fue un gran amigo, aunque los meses en los que sucedió todo con Lany era un dolor de cabeza, vaya, lo entendía... era el amor de su vida y sentía que todos se la estábamos arrebatando... ¡Qué distinta sería la vida si siguiera aquí! ¡Lo extraño muchísimo! Aunque yo no estaría aquí... no importaba, lo tendría a él cerca de mí... sería el papá más feliz... sobre todo porque cuando me dijo que vendrían a vivir a Nueva York me decía lo mucho que quería formar una familia con Lany... vaya... suelto una ligera lágrima y me la quito inmediatamente. Escucho que tocan a la puerta y voy a abrir.

—¡Hola! ¿interrumpo? —pregunta el mejor amigo de Lany.
—¡No! para nada, ella sigue dormida, ayer dormimos muy poco.
—¿Quieres que cuide a Chad para que duermas tú?
—No, tranquilo... solo... ¿podrías ayudarme con el desayuno? No sé que prepararle exactamente de desayunar.
—¡Claro! Tranquilo.

El individuo pasa, sintiéndose como en su casa, entiendo que esa era la forma que llevaban su vida entre ellos, de hecho sé que incluso él estuvo en la sala de parto cuando Chad nació.

—Haré primero el desayuno de Chad, y después el de nosotros.
—¡Si! claro...
—¡Hola pequeño Chad!
—Oa tio Anny —sonríe —Unca —me señala 
—Ya lo conocí ¿Recuerdas que ayer venía con ustedes? —el pequeño se queda pensando y asiente
—¿Y qué tal te está tratando N.Y?
—Pues... llegué directamente al hospital y después fue cuando vinimos para acá y eso es prácticamente lo que hemos hecho —veo al ojiazul y acaricio su cabello, soy suyo, totalmente suyo.
—Leilany ha deseado que vengas por ella desde que llegó de Londres... Tardaste muchos años Duncan...
—¿Años? —volteo a verlo
—Sabes... ella pudo amar mucho a Chad... podría en ese momento haber dicho que era el amor de su vida, su primer amor, su todo... pero la forma en que hablaba de ti... lo supe desde el primer momento en que te mencionó... cuando pregunté quienes eran los Dunne... de Albert y Brandon habló de manera muy fraternal... pero cuando habló de Duncan... le brillaron los ojos... sé la historia, me la ha contado cientos de veces, muchas veces me la contaba para superar el duelo, o se la contaba incluso a Chad estando embarazada... tú le dabas paz Duncan, se la sigues dando... eras el arcoíris al final de la tormenta, si... Chad pudo haber sido importante en ese momento de su vida... pero Duncan tú eres mucho más importante, es solo que... el haber perdido a Chad digamos que le dejó una cicatriz importante en su corazón y es lógico, imagina, perder a quien amaste por tanto tiempo, de verdad, lo sufrió mucho, lloró infinidad, por eso cuando nació Chad sus padres fueron muy amables de venir a cuidarlo y la saqué del país, necesitaba reencontrarse... a veces siente que fue egoísta con su hijo, pero sus padres y yo le hemos dicho que no, que tenía que salir a despejarse, Chad —señala al bebé —ayudó muchísimo en que los primeros meses se sintiera clavada al suelo, pero después de que él naciera todo se intensificó aún más, desde la depresión postparto hasta caer en cuenta que realmente no estaba viviendo eso con Chad, que no estaba el padre de su hijo, no iba a ver sus primeros pasos, sus primeras palabras, su primer diente... sus papás encantados la dejaron ir... sabían ellos que ella lo necesitaba y cuando regresó, vino más liberada, más tranquila, lo estaba dejando ir... ¿Y sabes que era lo que quería hacer? Ir a Londres y verte... tú  te convertiste en su razón.
—Yo... yo no sabía...
—No, tranquilo, a veces es muy terca...y no sé porque tiene la manía de guardar tantas cosas...

Sonrío, me entrega un plato y una cucharita para comenzar a darle de comer lo que parece ser avena a Chad.

—¿Tú y ella? —pregunto
—¿Ella y yo qué Duncan?
—¿Te ha gustado? —suelta una risa.
—¡Claro! Es una chica guapísima, ¿la he visto como posible pareja? No... la veo como una hermana, muchas veces nos hemos presentado como novios, o pareja, o incluso como esposos, para que pueda correr a algunas chicas por aquí, pero no, nunca la he visto de otra forma. Y a Chad lo quiero como un sobrino, además me ayuda a ligar chicas... ¿Verdad Chad? ¡Somos un gran equipo! Dame cinco... —los dos chocan sus manos, lo disfruto Chad es un niño muy dulce.
—Yo, yo siempre la quise... desde que tenía unos diecisiete años... solo... cuando supe que Chad estaba enamorada de ella elegí alejarme...
—Entiendo... Por cierto Chad y tú... —nos señala a los dos —¡Hacen muy buena mancuerna! Incluso se parecen bastante
—¡jajaja! Gracias... ¡Si! dice Lany que le sorprende que se deje cargar por mí, no suele hacerlo.
—¡Duncan! quizá esto suene muy atrevido pero creo que eres su padre... —se ríe —quizá no de sangre... pero el destino los ha unido... no sabes cuánto "peleamos" Chad y yo... es terco e independiente como su madre, sin embargo, desde que te vi cargarlo ayer por la noche los ojos con los que te veía... él lo sabe... son muy inteligentes los niños... sabe quién los quiere... y quizá su padre le ha advertido... —se ríe.
—¿Cómo?
—¡Ya sabes! Los niños ven cosas que nosotros los adultos no... me gustaría creer que él ha sido el que se ha encargado que ustedes dos estén juntos, ya sabes, su mejor amigo, el amor de su vida... su pequeño... ¿Quién más podría cuidarlos que no fueras tú? Yo digo que el pequeño Chad conoce a su padre —guiña el ojo, se da la media vuelta y sigue cocinando, yo sigo en lo mío, prestándole atención a Chad.
—¡Estoy pensando en serio eso de la relación poliamorosa! —dice una voz que viene desde el pasillo.
—¡Sabía que te terminaría convenciendo! —dice Anthony guiñándole el ojo, mientras ella se acerca a Chad y a mí.
—¿Qué le estás dando de comer?
—Lo preparó Anthony...
—¡Oh! A Chad le gusta comer solito... —dice observando al pequeño
—Ahora tiene alguien que lo alimente y eso parece gustarle —dice Anthony
—¿Por qué no me levantaste?
—Te veías cansada después de cuidarlo casi toda la noche.

Anthony nos acerca unos hotcakes con huevos estrellados, y un poco de jugo de naranja.

—Desayuna —Dice Lany —yo le sigo dando a Chad su comida.

Me levanto, pero en cuanto doy un paso hacia mi izquierda el pequeño hace un puchero y comienza a llorar, volteo a ver a Anthony y él solo sonríe guiñándome el ojo...

—No, él, —me señala -comer —dice Chad entre pucheros
—¿Qué? ¿De verdad Chad?... yo soy tu madre...
—Pero yo soy su padre... —digo, me salió muy naturalmente y ella solo abrió los ojos junto con su boca y solo asintió, se sienta junto a mí y parece estar procesando lo que acabo de decir —desayuna, yo puedo darle a él y desayunar.
—Eres muy buen actor —le dice Anthony a Chad para aligerar el ambiente y el rubiecito suelta una sonrisa —Te llevaré a castings si tus padres me lo permiten
—¿más? —dice viéndome con ojitos suplicantes y yo me quedo totalmente sorprendido por la situación, me rebasa, pero para bien, quiero comérmelo a besos y agradecerle a Dios por esto.
—Qué si por favor le sigues dando de desayunar —dice Lany queriendo hacer igual un puchero; Solo observo que Anthony está tratando de no reír...
—Siento que me están rompiendo el corazón —dice de manera triste.
—No seas dramática... —dice Anthony.
—¡Yo lo parí! A mí me dolió y él viene y le hace ojitos y cae rendido...
—Es el efecto que causa Duncan, que uno caiga rendido a él... —pone su codo en la barra y recarga su cara sobre su mano mirándome y suspira fingiendo estar enamorado.

Yo solo me comienzo a reír, Anthony es muy agradable, me gusta su personalidad, super relajada, me recuerda un poco a Mary la mamá de Lany... mi celular comienza a sonar puedo ver que es una videollamada de parte de mamá y respondo

—¿Te mandas solo? ¿O qué sucede? si no fuera porque tu hermano logró contactarte estaría buscándote quien sabe donde. —me río 
—Lo dices como si nunca me hubiera desaparecido. 
—¿Cuándo entenderán que aunque estén llenos de canas yo me voy a seguir preocupando por ustedes? —giro mi rostro hacia el pequeño Chad y comienzo a entenderla. —¿Dónde estás? y no es porque no lo sepa... sino porque quiero que tú me lo digas. 
—Mamá, estoy en Nueva York. 
—¿Qué estás haciendo allá?
—Vine a seguir al amor de mi vida... 
—¿Y dónde está Leilany? —me río y giro la cámara. —Aquí está. 
—Hola Abby —responde sonrojada. 
—Perdona al imprudente de mi hijo... ¿Pero qué hacen allá? ¿Y la boda de Albert? —Leilany se muerde los labios 
—Regresaremos antes de la boda, no te preocupes, ahí estaremos solo vine por algo muy importante. —la observo atento, quizá no quiere que mamá se entere de Chad; Lany suspira —Abby... yo... vine por mi bebé. —Mi mamá abre los ojos y pareciera que se queda sin más que decir 
—Lany y yo ya somos novios —cambio el tema, pero mamá sigue pareciendo procesar la noticia. 
—¿Soy abuela? —dice con voz temblorosa —porque yo quiero a Leilany como mi hija y a Chad también, crecieron aquí, y ahora... ¿Soy abuela?¿tengo un nietecito por partida triple? —asiento y Leilany toma en brazos a Chad y me pide que se lo muestre 
—Él es Chad, saluda a Abby mi amor. —el pequeño ve la cámara y sonríe 
—Oaa
—¡Dios! ¡es hermoso me recuerda tanto a Duncan y a Chad cuando estaban pequeños! —dice mi mamá casi al borde del llanto
—Mami no seas exagerada —le digo 
—Tienes razón, él está más bonito, ¡es hermoso! ¿Cuánto tiene? 
—Un año nueve meses Abby
—¡Oh! los esperaré con ansias para ver a mi pequeño... 
—En una semana estaremos por allá... solo tengo que dejar listas algunas cosas por aquí y regresaremos. —tomo a Chad en brazos porque de inmediato me pide que lo cargue y Lany toma el celular. 
—¿Te seguirás quedando con tus papás? 
—Si, supongo. —se sonroja. 
—Muy bien, Los quiero, a los tres, ¡Oh soy la más feliz! en estos momentos iré a quejarme con Emma y con Louis por no haberme dicho nada. 
—Mamá por favor no digas nada, no le digas a papá. 
—No te preocupes —guiña el ojo. 
—Bueno, no les quito más su tiempo, iré a tejer chambritas para mi primer nieto —sonríe —ya añoro tener una casa lleno de nietos. 
—Mamá —se ríe 
—Hijo, te ves espectacular de padre, adios Chad. 
—aios
—mándales un beso soplado amor... —le dice Lany y él levanta su boquita y mueve su mano hacia el celular
—¡Qué tierno!, adiós. 

Dejo a un lado mi celular, y le digo a Lany que se acerque a mí ella se recarga en mis piernas,  y acomodo su cabello hacia un lado, me gusta tenerla así tan cerca de mí, y a Chad, esto es lo que siempre soñé... ¡Mi familia!

—¿Te irás Leilany? —pregunta el pelinegro.
—Ahm...  si... puedo comenzar el próximo ciclo escolar en Londres, extraño mucho a mi familia, y por lo que huía... al final creo que lo he superado.
—¡Los voy a extrañar!, en fin... ¿Qué harán?
—Estaba pensando en que fuéramos a algún lugar para conseguir ropa —digo
—¿Quieren que les cuide al niño? —pregunta alzando una ceja.
—¡No!... —respondo inmediatamente —no tienes ni idea de cuantas veces quise estar aquí y estar con los dos, de salir con ellos, de disfrutarlos, de poder pasear, de ser una familia.
—De hecho, por cierto ¡Cómo parte de esta relación poliamorosa —se aclara la garganta —no quiero más secretos!...
—¡Lo prometo! —respondo.
—¡No vuelve a suceder!
—¿Cuántas cosas se pudieron haber ahorrado si siempre solamente hubieran dicho todo lo que sabían? ¡En fin! Los dejo... tengo que ir a checar unas cosas de un casting... puede ir Duncan al departamento a buscar algo para ponerse mientras van a comprar algo ¡Nos vemos al rato! Los quiero... nos mensajeamos...
—¡Adiós! —Sale del departamento
—¿Puedes cuidarlo mientras me baño? —me dice la pelirroja y la miro con una mueca —perdón, perdón es solo que nunca me imaginé que seas tan bueno cuidando bebés...
—es mi hijo —respondo
—¡Se escucha lindo como lo dices! —dice con una carita de tristeza, sé lo que está pensando.
—¡Eeey! —levanto su cara con mi mano... —¡Aquí estoy! ¡Te Amo!. ¡Lo Amo! ¡Amo a su padre!... no pretendo ser Chad, pero si pretendo ser la figura paterna que el bebé merece —ella asiente. —ve a bañarte que ya hueles feito —sonríe y veo que entra al baño...
—¡Chad! —me mira con sus ojos azules...

Suspiro, extraño tanto a mi hermano del alma, definitivamente siempre nos hará falta, pero por lo menos nos dejó un gran regalo, ¡un hermoso regalo de su parte! Nunca pensé que pudiera amar algo más que a mí mismo

—ven te cambio y te peino mientras mamá sale de bañarse 

Lany se la ha pasado diciéndome que Chad no es así de amistoso con la gente, pero inmediatamente nos caímos bien, Emma siempre me mandaba fotografías de él, osea que para mi él es bastante familiar, pero entiendo que para él soy alguien nuevo, pero ha pasado todo lo contrario, es tan dulce.

—¡Así es Chad Como vas a conquistar a las chicas allá afuera como todo un Dunne...! —Le digo mientras termino de peinarlo; él me mira curioso y suelta una tierna sonrisa.
—Dun —dice y yo prácticamente suspiro y beso su frente —la sonrisa es de tu madre pequeño... Chad... déjame decirte que desde que supe de tu existencia quise venir corriendo... era lo único que deseaba... desde que mamá les envió una ecografía a tus abuelos... desde ese momento supe que te amaba y quería ser parte de tu vida, a tu madre la quiero desde hace tanto, también quiero mucho a tu papá, eran mis dos personas favoritas en el mundo, ahora tengo tres, tú eres uno de ellos, le prometí a tu papá que si mamá me daba una oportunidad sería el mejor padre para ti... tendré que aprender y espero me tengas paciencia... seguramente en la adolescencia me odiarás, ¡pero también prometo que estaré ahí para ti en las buenas y en las malas! No seré tu amigo... eso si te lo aseguro... seré tu padre y te aconsejaré... y siempre velaré por ti... pero cuando necesite reprenderte y mostrarte como es la vida, lo haré... y prometo amarte el resto de mis días... a ti y a Lany... ese es uno de mis propósitos en la vida... —siento unos brazos rodear mi cintura...
—Duncan... ¡Te quiero! —dice una tierna voz detrás de mi... —puedo sentir su rostro recargado en mi espalda.
—Lany yo a ustedes más...
—Lo acepto... acepto que me hiciste mucha falta, y que quería compartir esto contigo, es solo que... me dio vergüenza, decirte que estaba esperando un bebé de Chad, no me preguntes por qué...
—Yo si lo sé...
—¿Por qué? —volteo hacia ella...
—Amaste mucho a Chad Lany... pero también me quisiste a mi... ¿Verdad?, era obvio él era importante en ese momento, pero a final de cuentas... —ella asiente sonrojándose
—Me hiciste dudar en ese momento... si no hubieras desaparecido después de año nuevo, probablemente... amé mucho a Chad, pero en esos momentos nuestra relación se estaba tambaleando y tenerte cerca me hacía confundirme demasiado... si te hubieras quedado, seguramente... yo... hubiese terminado olvidándolo... —Mi corazón late rapidamente, mis sospechas eran ciertas, ella estaba comenzando a sentir algo por mi.
—Todo pasa por algo Lany, ese era el momento de él, y se fue feliz gracias a eso; este es el mío... ¡Este es nuestro momento correcto! ¡Lany! soy tuyo... —llevo su mano hacia mi corazón —tú decides que hacer con mi corazón, si amarlo o romperlo... te doy el permiso de hacer con mi vida lo que tú quieras porque soy tuyo completamente sin dudas desde el día en que besé tus labios por primera vez... y si... estoy diciendo que tienes mi corazón desde que tengo 12 años. 

Lany para mí es el mundo, la chica por la que el sol brilla y el mundo gira, la chica con la que podría durar una eternidad. 

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