Despierto y Brandon está acomodado en el sillón ¿Qué dijeron? Este par seguro tuvo su noche de pasión ¡Pues no!

Sólo no quería estar sola, porque las noches se han vuelto insoportables, nos desvelamos viendo una serie que nunca había visto, de terror, soy muy niña para ese tipo de cosas, y cuando me quedé dormida solo sentí que se alejó de mí y se fue directo al sillón, ¡Todo un caballero!

Lo dejo dormido y bajo a la cocina, Chad está desayunando algo, le hemos pedido a Sara que no se preocupe por nosotros los fines de semana, que nosotros nos las arreglamos, tomo un poco de pan y comienzo a tostarlo

—¿Por qué te tatuaste? —dice Chad

Finjo no escucharlo y sigo haciendo mis cosas, me gustaría responderle, pero sé que no voy a llegar a ningún lado, así que simplemente lo ignoro.

—Contéstame

Voy al refrigerador, tomo la mantequilla, la mermelada, la leche, si, lo hago lento para que él comience a desesperarse. Y comienzo a prepararlos.

—¿Estás sorda? —levanto mi mirada y lo observo con odio, creo que nunca en mi vida lo había visto de esa manera, pero estaba enojada, decepcionada, tenía mi corazón roto por su culpa.

—Sólo quería hacer algo nuevo en mi vida, y ayer fue día de experimentar muchas cosas que antes no había hecho, no eres mi papá, así que deja de indagar dentro de mi vida, y métete en la tuya y en la de tu novia.

Se queda callado detrás de mí, sólo me observa, sé lo que está pensando y me burlo secretamente de él.

—¿Sabes dónde están las pastillas para el dolor?

—¿Te sientes mal? ¿Qué te duele? —dice asustado

—¡No te interesa! ¿Sabes dónde están? —pregunto en modo irritado

—¿Qué hiciste anoche? —su voz baja al nivel que lo hace cuando está molesto

Me acerco a él, demasiado cerca que podría asustarse, me acomodo casi en sus hombros para responderle.

—¡Lo que yo haga con Brandon! No te interesa, así como a mí no me interesa lo que hagas con Lara. —susurro 

Intento tomar mis cosas, observo que lo dejé frío y molesto; va detrás de mí y me toma de la cintura.

—Desde que me pediste que no la tocara, no lo he hecho, y estoy casi seguro que no está embarazada, le pedí que se hiciera una prueba de embarazo y no quiere hacerla...

—Pues... bien por ti, ¡Ya no me interesa!

—¡A la que amo es a ti Lan!

—No tendrías porque, esto nunca nos va a llevar a ninguna parte ...

Baja la manga de mi pijama para poder observar el tatuaje, estamos en una situación demasiado comprometedora...

—Te queda lindo —dice a mi oído

Siento que todo mi cuerpo se deshace, ¿Han visto el hielo en un día soleado? ¡Así!, soy solo agua resbalándose entre sus dedos.

—Brandon podrá hacerte el amor... pero yo te sigo derritiendo...

Lo sabe, sabe que me tiene en sus redes, que puedo caer en cualquier instante, me muerdo los labios, tratando de tener la fortaleza suficiente para enfrentarlo y decirle que no lo quiero nunca más cerca de mí, pero me quita las fuerzas el tenerlo tan cerca, sintiendo su respiración en mi hombro, su cuerpo pegado a mi espalda, ¡Quiero gritarle! Tómame soy tuya, pero... ¡no! Tengo que ser fuerte.

—¡No lo creo!... lo que me hizo experimentar Brandon anoche no creo que nadie lo supere, si no te incomoda, vamos a desayunar en mi recamara, y te agradecería que no nos molestaras.

Tomo mis cosas y las subo rápidamente, lo dejé helado, Brandon sigue dormido, yo me río por dentro, pobre... si supiera que allá abajo creen que tuvimos una tremenda noche de pasión...

Tomo mi celular y comienzo a checar mis mensajes.

A: ¿Ya se despertaron?
L: ¡Yo ya! Tu primo sigue dormido. —le saco una foto donde se ve acostado en el sillón!
A: ¡Ya despiértalo!
L: ¿Dónde estás?
A: Duncan se quedó a dormir aquí, estamos en mi cuarto.

Escucho que comienzan a tirar cosas, dejo mi celular a un lado, Brandon se despierta y todos nos encontramos en el pasillo, puedo ver a Duncan todavía adormilado, todos bajamos corriendo hasta la cocina, ahí está Chad aventando todo lo que se le cruza enfrente.

—Chad ¿Qué haces? —pregunta Duncan

—¡Estoy harto de todo! De ustedes, de Leilany, de Brandon, de Lara... —dice entre sollozos

Duncan corre hacía él y lo toma entre sus brazos para que no siga tirando lo que tiene enfrente.

—¡Sólo estás estresado por lo de Lara! —responde Duncan

—¿Qué con Lara? —pregunta Albert

—Me dijo que está embarazada —Chad lo dijo, se lo dijo a todos, yo suspiro y me doy la media vuelta

No quiero escuchar esto nuevamente, estoy harta de todo esto, de ver como todo lo que siento siempre hubiera sido una mentira, de darme cuenta que esto nunca va a volver a ser realidad.

—La iba a terminar, por qué no quiero estar con ella, porque amo a otra persona, y sólo me dijo que no, que no podíamos terminar, que estaba esperando un bebé.

—Demonios... —dice Albert

—¿De quién estás enamorado? —pregunta Brandon

¡No! No vayas a decir mi nombre, por favor no lo digas, no es el momento, trato de huir de la cocina pero mis pies no me obedecen, me pesan, pie derecho muévete ya, y ¡no hace absolutamente nada!

—No la conocen...

Mi alma vuelve a su lugar, entre comillas, porque sigo en un limbo desde que me dijo que iba a ser papá, todos me observan... como queriendo saber que me sucede.

—¡Tendremos que enseñarle a hacer travesuras a un nuevo miembro de nuestro clan! —respondo con todo el dolor de mi corazón como si no me importara volteo nuevamente hacía él

—¡Hermanito! voy a ser tía...

Él no entiende lo que estoy haciendo, solo veo sus ojos de que no puede con esto, y que se le sale de las manos.

—Papá te va a apoyar, no tienes de que preocuparte, y aquí estoy yo, sabes que soy incondicional y los chicos... serán como sus tíos...

—Si, claro —dice Duncan

—Tranquilo; sugiero que vayan y tengan un día de chicos, vayan, salgan, hagan que este pobre hombre olvide todo lo que le pesa.

—¿No vienes? —pregunta Brandon

—¡No! Tranquilo, tengo mucha tarea por hacer, eso y tengo que limpiar este desorden.

—¡Nosotros te ayudamos! —dice Albert

Chad se queda recargado en la pared, se le olvida que somos buenos actuando y que no iba a demostrar que me estoy muriendo por dentro, que odio amarlo, y que estoy sufriendo junto con él, pero esta vez no hay marcha atrás, me repito en mi mente, una y otra vez.

Esta vez no, no vas a caer en esta ocasión, no es para ti, sólo es tu hermano, no de sangre, pero así lo dice su apellido, y todos ellos lo creen, yo también debo de creerlo. Es muy triste y feo a la vez tratar de convencerte a ti mismo que lo que sientes es irreal, que no puedes con ello.

Terminan de ayudarme a recoger y se llevan a Chad, yo me quedo en la cocina pensando que hacer con mi vida, ¿Y si decido irme de nuevo a Estados Unidos? Si vuelvo a poner distancia entre nosotros, necesito sanar, voy hacia el despacho de mi papá, encuentro su botella de Whiskey y comienzo a tomar.

Un vaso, dos vasos, tres vasos... después pierdo la cuenta, tomo una fotografía donde aparecemos los cuatro cuando éramos unos niños y me quedo recostada en el sillón.

—Lan, despierta Lan —dice Chad

Estoy mareada, observo sus ojos azules, sus pecas, me toma entre sus brazos y me lleva hasta mi habitación, no ha dicho absolutamente nada.

Me acuesta en la cama y se sienta junto a mí.

—Nos estamos auto destruyendo Lan... sólo nos estamos haciendo mucho daño, estoy pensando en irme. A final de cuentas esta es tu casa, no la mía.

—¡No digas eso! —digo y me acomodo detrás de él recargándome en su espalda.

—Tú sufres, yo sufro, tú por lo del embarazo y yo por saber que Brandon te hizo suya.

—No sucedió nada... solo vimos una serie, me quedé dormida y él se pasó al sillón. —Voltea a verme. —Solo quería que lo creyeras... puedo ser muy despiadada a veces.

—No vuelvas a mentirme con eso, por favor. Por eso hice todo ese desastre allá abajo.

—Debes de aprender a controlar tu temperamento, no puedes ir tirando y rompiendo todas las cosas que tienes a tu alrededor cuando algo no te sale como quisieras, no será un buen ejemplo para tu bebé.

—No me mientas nunca más.

Chad acomoda mi cabello hacia detrás de mi oreja, me sonríe y yo disfruto la vista de sus bellos ojos azules, nuestros labios se unen nuevamente, es inevitable, se buscan ellos solos, como si tuvieran un imán y necesitaran estar cerca el uno del otro, lo jalo hacia mí, y me recarga sobre la cama, quito de inmediato su playera.

—Has bebido, no —dice

—¡Es la única forma en la que tengo el valor para besarte de nuevo, y ser tuya!

—No voy a poder detenerme Lan...

—Te exijo que no te detengas, que sea nuestra despedida, después de esta noche, olvidaremos todo lo que hubo entre tú y yo.

—No quiero que sea nuestra despedida

—No nos queda de otra, no podemos más contra esto.

—Espérame entonces.

Va hacia su habitación, regresa y deja la puerta abierta.

—¿Y Albert?

—Se quedó en su casa esta noche. Así que no hay nadie más.

Veo que trae una pequeña caja de cartón en sus manos, vuelve a ponerse encima de mí y sus dedos se deslizan debajo de mi pijama para poder quitarme la parte superior, estoy nerviosa, ¡Muy nerviosa! Puedo sentir como mi corazón se quisiera salir de mi pecho, las yemas de sus dedos rodean mi tatuaje, y bajan hacia mis pechos desnudos, sus ojos parecen hipnotizados y sus labios se hunden en ellos, siento la humedad de su lengua juguetear en la zona más sensible de ellos, mis piernas rodean sus caderas, siento que está listo para todo y en el fondo deseo ser yo quien está provocando todo eso.

—Siempre he sido tuyo —dice —siempre he pensado en ti, solo en ti.

No sé si sentirme bien o mal con lo que acababa de decir, pero no me iba a mortificar en ese momento, por que ansiaba ser suya con todas mis fuerzas, mi mano se dirige hacia su cinturón y lo desabrocho mientras que mis labios besan sus hombros y mi otra mano juguetea bordeando su abdomen bien marcado, toma con sus manos mi short y lo baja lentamente, las yemas de sus dedos van desde mi cadera hasta mis tobillos y vuelve a subir, mis manos deciden bajar sus jeans, puedo sentir la textura de su ropa interior y después su piel erizarse en cuanto mis dedos van recorriendo el pantalón para que llegue hasta sus pies.

Su mano va directo hacia mi entrepierna, juguetea un poco, puedo sentir que estoy por demás húmeda y dispuesta, ¿Cuántas veces no soñé con esto? De ser de Chad, suya completamente, sin miedo, sin ocultarnos, que fuera mío completamente. Aún lo que hace está provocando cosas increíbles, y es que nunca he estado con absolutamente nadie, así que todo lo que hace es nuevo para mí. Y lo disfruto. Mi mano va directo debajo de su ropa interior, lo envuelvo, sus ojos azules me observan mientras le sonrío. Subo y bajo, subo y bajo.

Hago desaparecer su bóxer con un movimiento, él avienta su ropa con los pies, y se acomoda para poder estimularme aún con mi panti puesta, esto se siente bastante bien, increíblemente bien, besa mis labios, mi cuello, mi pecho... sus dedos se posan debajo de mi ropa interior. Puedo sentir que juguetea pero no entra y eso todavía me enciende mucho más, mi cuerpo se contrae, mi entre pierna lo exige a gritos, quiero ser suya, de los pies a la cabeza, envolverlo con mi cuerpo, y que me haga estallar de placer... su dedo está a punto de deslizarse cuando de pronto escuchamos un ruido, es la puerta de la casa, los dos nos quedamos quietos...

—Chad, Leilany ¡Ya llegué! —grita mi papá desde el recibidor.

—¡Demonios! —decimos al mismo tiempo,

Los dos inmediatamente nos vestimos, él acomoda la caja de los preservativos debajo de la almohada.

—¿Qué hago?

—¡Finge que estás dormida!

Él se queda a mi lado, revisando su celular, escucho que mi papá entra a la habitación.

—Dije que ya llegué —dice mi papá en voz baja, me imagino que al notar que estoy dormida.

—¿Papá? ¿A qué hora llegaste? ¡No te escuché! —dice Chad

—Si prestaras más atención a lo que sucede allá abajo y no en tu celular. ¿Qué haces aquí?

—Leilany se enfermó del estómago y la he estado cuidando, de hecho me iba a poner a ver una serie, pero me entretuve platicando con los Dunne.

—Traje la cena ¿Quieres comer algo? —pregunta papá

—Si estaría bien.

—Lan... Lan... papá trajo cena... ¿Quieres venir?

—Ahora bajo. —digo "adormilada"

—¡Está bien! No tardes.

Escucho que los dos salen de la habitación, mi corazón se vuelve a normalizar, ¡Qué horror! Por poco y nos encuentra en plena acción.

Me levanto, me baño para quitarme el olor a alcohol y quizá bajarme un poco ese calor por todo lo que estuvo a punto de suceder; me cambio de ropa. Bajo a la cocina, mi papá me ve como inspeccionando.

—Estaba húmeda toda mi pijama

—Tuviste fiebre, te la bajé con un trapo húmedo —responde Chad como si fuera un fastidio tener que cuidarme

—¿Quieres que te lleve al doctor? —pregunta papá

—¡No! Ya me siento mejor —finjo

—Bien, come un poco de la ensalada, la pasta te hará daño.

—¡Está bien!

—¿Y cómo les ha ido estos días en la universidad?

—¡Muy bien papá!

—Bien —dice Chad

—¿Alguna noticia nueva? —observo a Chad esperando a ver si dirá algo sobre Lara.

—No, creo que no, ya sabes, esgrima, natación...

—¿Y tú Leilany?

—Pues... escogí danza y entré al equipo de porristas.

—¡Muy bien! ¡Los extrañé!

—¡Nosotros a ti!

Chad y yo solo nos observamos el uno al otro, en miradas cómplices y divertidas acerca de lo que estuvo a punto de ocurrir, a final de cuentas... creo que esa adrenalina era la que se había vuelto nuestro vicio.

Hace un par de horas que me encerré en mi recamara, la puerta se abre, observo la sombra de Chad colarse a mi recamara.

—¿Qué haces aquí? —pregunto
—No puedo dormir
—¿Por?
—Quiero terminar lo que comenzamos hace rato
—No... es mejor que no —digo —está papá y yo... yo no sé si realmente quiero, solo me dejé llevar por el momento.
—¿Puedo solo quedarme aquí entonces?

Me hago a un lado y se acurruca, toma un largo suspiro.

—Muero de miedo de ser papá —dice
—Me imagino
—¡Ahora entiendo a Bridgitte!
—¿Qué?
—No planeo atentar contra mi vida, pero creo que es fuerte, siento que mi papá se va a decepcionar, aún me faltan dos años para terminar la carrera, no me parece que sea prudente, pero tampoco creo que la mejor opción sea no hacerme cargo...
—Tienes razón, siempre nos han enseñado a asumir las consecuencias de nuestros actos, así que creo que lo mejor es que te hagas cargo de todo.
—No la quiero Lan...
—Pues... ¿Qué te puedo decir? Soy la peor persona a la que le puedes pedir consejos, me ha dolido mucho la noticia, mi corazón se rompió y la verdad no me he sentido bien, no soporto ni siquiera verla, me pone de mal humor, y pensar que la tendré que soportar por el resto de mi vida...
—Por lo menos tú no vivirás con ella.
—¿Y ya se hizo la prueba de embarazo?
—No, no ha querido, por eso te digo que no creo que esté embarazada y solo me está chantajeando para que no la deje...
—¿La crees capaz?
—Una mujer dolida a veces es lo peor con lo que te puedes encontrar, unas hasta tatuajes se hacen... —me río —Te voy a extrañar Lan... porque sé que esto hará que te alejes de mí y lo nuestro lo mucho o poco que tuvimos termine, y así como tú te sientes, de esa misma manera me siento yo, sin esperanzas, sin ganas de seguir...
—Siempre seré tu hermana Chad, creo que solo fuimos dos tontos creyendo que podríamos ir contra esto.

Me acurruco en su pecho, y ahí me quedo profundamente dormida...

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¿Quién habrá asesinado a la madre de los Berry? 

Chad y Leilany están luchando para no volver a caer en esa relación ¿Será que después de lo que casi pasa entre ellos podrán alejarse? 

¿Será que el bebé que está esperando Lara no sea de él y por eso no acepta hacerse una prueba de embarazo? 

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