Él solo me observa con esos ojos que tanto me hicieron sentir en su momento, gira su rostro y sale del auto, lo sigo no sin antes sacar a mi pequeño de la camioneta, está acostumbrado tanto a ir y venir que no se incomoda y solo se acurruca en mi hombro mientras me abraza, sigo hasta donde está Terrence.

—¿Estás bien? —pregunto
—Si, yo… solo, entiendo que la vida haya seguido Lan, lo entiendo, no soy tonto. Y obviamente no pensaba que la otra persona esperaría a que yo regrese después de tanto tiempo, o de pronto no regresara, más bien me pone mal que no sepa nada de eso, que no lo recuerde, a veces quiero saber que hay detrás de la persona que se despertó en un hospital, pero a veces siento que es mejor no saber, me da un poco de miedo remover o recordar cosas que quizá por algo están ahí.
—Probablemente. —decido por acomodar a Adrien pero Terrence de inmediato me da las manos para quererlo cargar.
—Dame, te ayudo con él. —sonríe y después de cargarlo se acomoda en un piedra para quedar sentado y ver el paisaje, lo sigo.
—Una ocasión mi papá y tú estaban pescando aquí en el lago —me ve —llevaban mucho tiempo queriendo pescar, y yo estaba junto a ustedes observando lo que hacían, ustedes muy profesionales venían con su caña y todo el asunto, pero creo que me viste aburrida y tomaste hilo de caña para ponerle un anzuelo, le pusiste la carnada y me lo diste, como diciendo anda, juega a pescar, yo seguí el juego comencé a aflojar y jalar el hilo, pensando en que si hacia eso el pez creería que estaba vivo lo que yo tenía en mi anzuelo, y cuando menos me di cuenta mi hilo pesaba, yo grité de emoción y ustedes no me creían hasta que me ayudaste y jalaste el hilo hacia ti y notaste el pescado que estaba en el anzuelo, fui la única que pescó ese día. —lo veo sonreír.
—Qué buen recuerdo, ¿Qué edad teníamos?
—Yo tendría como 14 y tú 16. —mueve sus labios como queriendo encontrar las palabras.
—Lan —me observa, y decido acercarme a él.
—¿Si?
—Me siento un poco extraño.
—¿Por?
—Mis hermanos tienen una buena vida, Albert y Gabrielle con sus pequeños, Gabrielle es una gran chica y apoyar al hombre de su vida y darle la bienvenida a su familia a Michael, mi hermano repitió el patrón de papá. Y supo encontrar una buena mujer como ¿le digo mamá a Abby? —se nota frustrado.
—supongo que debes preguntarle a ella. —asiente
—Lan esto se siente correcto y a esto… —me ve y luego gira su rostro hacia Adrien mientras acaricia su cabello —me refiero mi tocayo, tú y yo —mi corazón se congela —no me malinterpretes, yo sé lo que tienes con mi hermano, se ve en sus ojos como se aman, eres la madre de su hijo, pero… busca mi mano y va hacia el meñique — no me he podido sacar de la cabeza el hecho de que nos tatuaramos algo tan significativo solo, pienso que… si no te hubieses enamorado de mi hermano, probablemente esta sería mi vida. —estoy a punto de separarme de él. —¡no huyas! No esta vez, ya te dejé ir en una ocasión esa noche en la que te abracé con todas mis fuerzas —me quedo estática —déjame soñar, déjame creer que esta es mi vida.
—Chad —digo en un susurro, estoy a punto de desmoronarme
—Shhh —lleva su dedo índice a mi boca pidiendo silencio, cierra los ojos; Estoy segura que mi corazón se quiere salir, y sin embargo me quedo en silencio contemplándolo cargando a su pequeño, y… le estoy negando su propia vida, él entendería todo, pero no sé porque no me atrevo a abrir la boca y decirle todo, tengo un poco de pánico, no quiero enfrentarme a ello, no quiero decir lo que sucede realmente. —Leilany necesito hablar con la persona que fue mi última pareja, quiero que me diga que y quien fui para ella, sé que siguió con su vida, y yo solo lo necesito para saber quién fui, tuve que comenzar de cero, seguramente no soy para nada quien fui entonces, ¿Crees que podrías buscarla?
—Hablaré con ella —trago y sonríe separándose de mí.
—Eres increíble cuñadita; te lo agradeceré mucho.

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Duncan:

Lany baja de la camioneta y Chad le sigue trayendo en brazos a Adrien, mi estómago siente un nudo porque eso es como debería de ser la situación, si él no hubiera tenido ese accidente en el que lo creímos muerto esta sería su vida, su mujer, su hijo, y yo solo sería el hermano, el eterno enamorado secreto de esa mujer; Ninfa me da unas patadas en mi pierna con sus patitas, hace eso cuando quiere llamar mi atención, y agradezco que lo haga porque esos pensamientos solo me hacen daño y mal.

—Hola hermano —dice cuando me tiene frente a él. —nos hiciste falta.
—La junta se alargó y tuve que venir a modificar algunos papeles, de hecho me gustaría que los revisaran es un contrato.
—Claro —dice Lany mientras baja unas bolsas con comida.
—Bueno, yo me tengo que ir —dice Chad entregándome a mi hijo, quien en cuanto ve a Ninfa me pide que lo baje y comienza a acariciarla.
—¿No te quedarás a cenar? —pregunta la pelirroja mientras entra a la casa, giro hacia ella y con la cabeza incito a entrar a Chad.
—Tengo que ir al departamento, ando guardando todas mis cosas para irme con Brandon, ya conseguimos departamento, incluso Anthony se nos unió.
—Debería de ir a casa de mis papás por las cajas que tengo de cosas tuyas que guardé.
—¿Qué hacen en casa de tus papás? —Lany no notó su comentario, pero él de inmediato replicó.
—Cada uno se quedó con cosas tuyas Chad —digo restándole importancia —pero Leilany prácticamente se quedó con todo, ya sabes cosas de mejores amigos —guiño el ojo, Lany me observa y la veo gesticular un gracias que pasa desapercibido por mi hermano.
—Me parece bien, me gustaría ver fotos, Lan hoy me platicó algunos recuerdos que tiene conmigo. ¿Qué hay de ti? —mi hijo me pide que lo suba a su silla periquera, le entrego algunos juguetes; mientras mi mujer comienza a servir comida y Chad la ayuda.
—Seguramente tengo varios interesantes, como cuando íbamos de cacería a buscar chicas o incluso las veces que peleamos a golpes.
—¿Peleamos a golpes? —parece sorprendido.
—Claro, muchas veces, en ocasiones eras demasiado exasperante.
—Lo siento. —alguien toca el timbre y Lan sale corriendo de la cocina.
—no te preocupes, me gusta que estés aquí, me gusta que estés de vuelta,
—¿Si?
—Claro, eres mi hermano, mi mejor amigo.
—¿Qué pasó con ustedes después del accidente Duncan? me refiero a… quiero preguntarle a Lan pero siento que a ella le afectó mucho, yo medio le he platicado que pasó conmigo, pero ¿Qué pasó con ustedes? —No sé qué tanto pueda decir no sé qué es lo que ella quiere exactamente que le diga.
—Puedo hablar por mí no por ella; yo la pasé mal Chad, perdí a mi mejor amigo en un accidente, y efectivamente Lany la pasó mal, la apoyé en todo lo que pude pero ella necesitaba alejarse de Londres
—Es cuando se va a Nueva York —asiento
—¿Por qué no la seguiste Duncan?
—Hay cosas que hay que enfrentar solos hermano, su duelo tenía que enfrentarla sola.
—Pero ella necesitaba de ti, tenía a tu bebé en su vientre. —siento un dolor en mi corazón; mientras giro mi rostro hacia el pequeño que juega con sus carritos.
—Amo demasiado a mi hijo, pero no podía hacer nada en ese momento, no por cobardía Chad, porque yo amo a Lany desde que tengo uso de razón, solo que hay ocasiones que tienes que dejar que la otra persona decida por si misma, ella eligió alejarse, callarse, y ella lo necesitaba, de todos nosotros, ella ha sido la que más te ha amado.
—¿Incluso más que ustedes?
—Chad… para ella en ese momento eras como todo lo bien que había en esta vida, conocían todo de la otra persona, todos sus secretos, eran como hermanos que tenían una conexión demasiado especial.
—¿Cómo hermanos?
—Si, supongo… —levanto los hombros.
—Yo —parece dudar —Siento que es lo que menos aparentamos ser, me refiero a odio tener que decírtelo a ti, porque sé que es tu prometida, pero… también eres mi hermano y mejor amigo —su mirada aparecía constantemente en mis recuerdos Duncan ese y el de un anillo de compromiso, ella me dijo que ella tiene ese anillo, que se lo entregó la persona a la que se lo di. ¿Estuve comprometido? ¿Quién era ella? Yo… Duncan necesito saber, es horrible sentir que no sabes nada de ti mismo. Todos ustedes podrían mentirme y yo lo creería completamente. —Muerdo mi labio
—¿Crees que te mentiríamos? —pregunto.
—Quizá decirme las cosas de una manera más dulce para que no duela, o simplemente omitir verdades, guardar secretos.
—Qué los Dunne y los Berry no sabemos de eso —digo de manera irónica. —ella te amó mucho Chad, deberías de platicar con ella sobre eso, como se sintió, si, es claro que le dolió, le afectó más que a nadie, pero solo ella te puede dar las respuestas a esas preguntas, todos te amamos, a todos nos dolió.
—Duncan ¿Ella y yo? —suspiro.
—Lo único que puedo decir es que muchas de nuestras peleas a golpes fueron por ella. La amábamos, ambos lo hacíamos. —él observa su dedo meñique y luego ve hacía mí. —yo llevo sus labios sobre mi pecho —se lo muestro. —esa mujer es como la perdición de los Dunne… cada uno cayó redondito ante ella, y si hablo de los cuatro, en esta familia tenemos muchos secretos Chad, pero no me corresponde a mi decirlo, no es mío, pero hablaré con ella. —él solo observa al pequeño que está frente a nosotros
—¿Dolerá?
—seguramente alguno de nosotros tres terminará con el corazón roto.

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¡Aaaaah!

Duncan cree que estorba

Leilany seguramente se molestará porque la están orillando a decir todo.

Y Chad quizá está a punto de "descubrir todo"

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