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Capítulo 33

Los ojos de Gabrielle tienen una expresión de borrego a medio morir mientras me ruega que por favor no la deje morir sola.

—Por favor Leilany, acompáñame. —niego
—No quiero ver a Duncan.
—Ni yo quiero ver a Albert, somos dos contra dos, podemos aliarnos. —me río.
—No creo que George Dunne quiera ver a sus ex nueras —digo simple
—Pero tenemos que llevar a los niños, ¿o tienes algún otro plan?
—Pensaba en que solo fuera Terrence con Adrien. —ella se queda pensativa —puedes enviar a Noah con él, estoy segura que él estará encantado de cuidar a otro pequeño.
—De hecho me parece mejor idea ir y demostrar que no me perderé de eventos por su culpa, él falló no yo, deberías de hacer lo mismo, me siento tan mal contigo porque yo la consideraba una amiga.
—No pasa nada, algunas amistades no definen nuestras personalidades; además tienes razón, no tengo porque dejar de ir a lugares solo porque él va a estar presente.
—¡Así se habla! Es más deberíamos de irnos temprano e ir al salón de belleza y llegar espectaculares, empoderadas y en plan divas —me río pero es cierto, cierro mi laptop le guiño el ojo y me levanto.
—¡Hagámoslo entonces!

Salimos ambas de mi oficina y me encuentro con Terrence en el pasillo el cual por cierto viene acompañado de Darren, ambos nos sonríen, pero Gabrielle parece que tiene un imán con el ojiverde porque de inmediato sus ojos se posan en ella y parece que mi hermano y yo desaparezcamos del panorama.
—Qué guapa te ves el día de hoy Gabrielle.
—Muchas gracias Darren, tú también te ves muy apuesto hoy. —Terrence y yo solo nos observamos confundidos, ¿Están coqueteando frente a nosotros?, el ojiazul carraspea la garganta.
—¿A dónde van?
—Iremos al salón de belleza a ponernos lindas para el cumpleaños de George Dunne.
—¿Siempre si decidiste ir? —me pregunta el rubio.
—Si, al final no me voy a perder de ir a lugares solo porque él estará presente
—Podrían aprovechar y platicar —no entiendo porque Terrence parece querer defenderlo cada que tiene oportunidad.
—No —digo seria y él solo levanta los brazos.
—¿Nos veremos allá? —pregunta Gabrielle sin dejar de observar al amigo.
—Yo sugiero —dice Darren aclarándose la garganta —que podemos incluso pasar por ustedes para que no lleguen solas.
—¿No es mucha molestia? —pregunta la pelinegra.
—Para nada al contrario será un placer. —esto se está poniendo intenso
—Terrence —trato de que se corte la tensión aquí —¿Pueden pasar igual por Adrien y Noah que están en la casa de mis papás?
—Si, claro. —tomo de la mano a Gabrielle y la jalo hacia mí.
—Te mando la ubicación, ya se nos hace tarde —él se ríe y asiente; Gabrielle y yo caminamos rumbo a la salida del bufete mientras le doy un codazo.
—¿Qué fue eso?
—Darren es lindo.
—Lo sé, pero ¿Se coqueteaban? —se ríe.
—Si, él es un hombre soltero y demasiado atractivo ¿has visto su instagram? Tiene unos oblicuos de ensueño y yo bueno... parece que igual y la sequía de sexo ya me está cobrando factura, además no estaría mal conocer a otro hombre en ese ámbito... solo fue Albert en mi vida y a la mejor yo estaba tan encaprichada con él porque no conocía otra cosa. —esta Gabrielle me asusta, pero tiene razón, llegamos hasta el auto y nos subimos a él para ir hasta nuestra primera parada. — tú por lo menos tienes punto de comparación, Chad, Gustavo y Duncan, pero yo... nada... ¿Cuál de los tres lo hace más deli? —abro los ojos y contengo la risa.
—¿Es enserio?
—Ajá. —me quedo pensativa...
—Gustavo y yo, nada de nada, nunca pude dar ese paso con él —ella abre la boca en una o casi perfecta
—¿Estás diciendo que tenías a ese latino sexy y no lo aprovechaste? Dicen que son de los mejores amantes —me río.
—Vaya aplaca tus hormonas mujer —le digo de manera divertida
—Sigo esperando la respuesta entonces entre Chad y Duncan. —parece curiosa
—Definitivamente Duncan, con Chad todo siempre fue muy tierno, muy romántico ya sabes, y no digo que con Duncan no lo haya sido, pero creo que con Chad aunque ya tenía un poco de experiencia al final descubrimos muchas cosas juntos, y con Duncan, bueno... él definitivamente es muy buen amante —solo de recordar mi entrepierna se pone ansiosa y si, lo extraño en muchos aspectos, pero realmente me siento tan traicionada, está esperando un bebé con otra mujer y si, probablemente incluso tenga que lidiar con la pareja en la fiesta, ella me toma de la mano.
—Debemos de ser fuertes, los podemos extrañar, pero al final ambos nos traicionaron.
—¿No lo extrañas? —pregunto porque yo si lo extraño mucho, en el día puedo parecer normal, pero cuando la noche llega y mi pequeño se duerme, soy un mar de llanto.
—Claro que lo extraño, he estado tantos años con él, pero aunque quiero mucho a Abby y respeto su decisión de perdonar siempre a George yo no soy así, si estoy contigo me tendrás al cien por ciento, pero si me traicionas, me pierdes de la misma manera.
—Te entiendo, porque así me pasa... —limpio una ligera lágrima que se asoma por mi mejilla.
—Por eso haremos esto, les demostraremos lo que se han perdido —guiña el ojo —ya después de eso si nos sentimos mal, vamos a tu casa o a la mía y nos ponemos una borrachera de aquellas.
—Trato —aunque puede ser que yo no pueda seguirle el ritmo

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La pelinegra va del brazo de Darren quien carga a Noah y estoy segura que ese retrato no le gustará para nada a Albert, además de que Gabrielle se ve de infarto con ese minivestido negro de lentejuela que marca todas sus curvas y tiene un escote que volvería loco a cualquiera, sonrío a Terrence y tomo de la mano a mi pequeño para poder entrar.

—Eres como un diamante andante —dice el ojiazul
—Gracias ¿Te gustó mi vestido? —asiente, mientras yo doy pequeños movimientos modelándolo mientras Adrien solo observa interesado lo que hace su mami
—billa
—Si, como tu mamá. —responde nuestro acompañante.

Cuando decidí hace un par de meses que iría con todo por Duncan aparte del vestido verde jade que me compré, también me decidí por el que traigo puesto hoy en tono nude y es que es pequeño (casi para no dejar nada a la imaginación) con una falda circular, lleno de pedrería en tonos plateados y las mangas que aunque son largas tienen una pequeña campana en el puño, pero son justo las aplicaciones en el vestido el que hace que mientras camine estos destellen, me siento guapa, segura y decidida... si el vestido de la reconquista era precioso, este es mi vestido de la venganza.

—Muchas gracias, son ustedes todos unos caballeros. —sonríen ambos cuando en la puerta aparece el cuerpo del rubio al que pretendo ignorar en esta velada
—Papá —grita mi pequeño soltando mi mano y corriendo hacia él.
—Hola Adrien cuanto te he extrañado.
—Yo tambén.
—Bien, iré a saludar a George —dice Terrence mientras parece huir de nosotros.
—¿Cómo has estado? —me pregunta mientras carga a Adrien.
—Toma mano de mi mami. —pequeño traidor (la verdad es que no, él no sabe todo lo que ha sucedido), pero pareciera que sabe que quiero alejarme de Duncan y que es su aliado porque hace un puchero cuando los dos solo nos quedamos viendo, siento la mano fría de Duncan querer enredarse entre mis dedos.
—¿Y Meghan? —pregunto. —supuse que la madre de tu hijo estaría aquí. —susurro
—No la voy a traer a un evento familiar, ella no se merece ni un poco estar en este lugar. —ruedo los ojos mientras suelto mi mano de la suya en cuanto otra cosa llama la atención de mi hijo, Duncan solo me observa con sus ojos verdes.
—Es lo mejor, no finjamos algo que no somos; iré a saludar a tu padre. —me alejo de ellos, lo amo, me siento muy decepcionada, pero no voy a fingir que todo está bien cuando la verdad es que no, no lo voy a perdonar tan fácil, no son así las cosas, me falló y yo no perdono algo así tan fácil.

George está rodeado de varios de sus conocidos, ríe alegre, luce bastante delgado, pero parece estar de buen ánimo, poco a poco la relación con Terrence ha sido cada vez más cordial, lo veo entretenido mientras Abby está junto a él y ambos nos dan esa imagen de "pareja perfecta", Darren y Gabrielle hablan animadamente mientras veo que del otro lado del lugar está Albert solo observándolos mientras lleva la copa de vino a su boca, un mesero se acerca a mí y me invita de los aperitivos que lleva, ¡trae camarón!, tomo un par de galletitas y las llevo a mi boca, saben deliciosos, saludo efusivamente a Abby y después felicito a George, me alejo de ellos, y camino por el lugar, cada que encuentro al mesero le robo uno de los canapés que lleva, y lo hago tantas veces que llega un momento en que me lleva una bandeja entera.

—Parece que le gustaron.
—Si, están deliciosos —me sonrojo.
—Si quiere más solo dígame y con gusto se los sirvo.
—Gracias.

De vez en vez Terrence se acerca a mí y platica un poco en otras ocasiones es Adrien que me va a buscar, Un amigo de mi papá se acerca a saludarme, me comienza a platicar algo acerca de un caso que quiere que tome más adelante ya que quiere demandar a uno de sus socios, comienzo a orientarlo cuando llega su esposa con un perfume que de pronto siento que es demasiado pesado, sonrío ante los dos, pero comienzo a marearme, y comienzo a sentir nauseas.

—Acabo de recordar que necesito... —señalo hacia mi hijo que utilizo como anzuelo para correr hacia donde está el baño, me topo con mi hermano y le encargo al niño logro llegar al baño para vomitar...

Llevo un par de semanas con estos síntomas, de pronto llega a mí un olor, luego me mareo, llegan las náuseas y voy directo al baño a vomitar, día tras día, doy arcadas y espero a que se me pase un poco el malestar para levantarme, tan ricos, que estaban los aperitivos; hago un puchero, tomo una toalla y la mojo para refrescarme el rostro, busco entre los cajones un poco de enjuague bucal pero mientras busco mi bolsa cae haciendo que todo caiga de ella, una caja luce entre todo lo que llevo dentro, muerdo mis labios, y la levanto "prueba de embarazo casera" llevo dos semanas cargándola, esperando quizá que todos los síntomas solo desaparezcan, y podría jurar cual es el resultado pero no tengo el valor de hacerla, llega un mensaje de Terrence, y pareciera que me conoce demasiado bien porque logro leer "deja de tener miedo y ya haz esa prueba"

L:Tengo miedo
T: ¿De confirmar lo que ya sabes?
L: puede ser
T: deja de tener miedo, tu familia siempre te apoyará, estaré aquí para ti también.
L: Gracias.

Mis manos tiemblan mientras abro la caja, rompola bolsita y leo las instrucciones, sigo los pasos uno por uno, la dejo en ellavamanos, mientras decido recargarme un poco a esperar, me pasan muchas cosaspor la cabeza, con Adrien fue mucha incertidumbre, con mi angelito era muchaemoción por que llegara, era deseado, lo esperaba con ansias, y si salen estasdos rayas también será muy deseado, pero no tendrá la familia convencional quetanto desee que tuviera...

Tomo la prueba de embarazo cierro los ojos, me deseo mucha fortaleza y me echoporras para abrir los ojos, pero la puerta abriéndose es la que logra que yolos abra, un rubio, de ojos verdes, se asoma por la puerta, ¡no le puse seguro!

—No sabía que estaba ocupado —me ve y luego baja su mirada hacia mis manos, sus ojos van de mí hacia el objeto que tengo, una y otra vez, sube y baja. —¿Estas embarazada? —dice con voz temblorosa y mi mirada va hacia la prueba que muestra dos líneas rojas, comienzo a sentir como mis ojos se inundan, escucho como se cierra la puerta y como alguien me abraza, acercándome a él —estás embarazada Lany... vas a ser mamá, un bebé, dice de manera nerviosa como si quisiera confirmar algo.
—Vamos a ser papás —digo en voz baja.
—Mi sueño hecho realidad —mi corazón se rompe porque sé que lejos de aquí otra mujer también lleva un bebé en su vientre del hombre de mi vida, siento como deja un beso ligero en mis labios y se inca frente a mí abrazándose a mi vientre.
—Papá te ama con todo su ser, no tiene ni un minuto sabiendo que existes, que vienes en camino, pero te amaba incluso antes de que existieras, prometo estar para ti siempre, desde ahora hasta el final de mis días.
—Duncan —susurro mientras lágrimas salen de mis ojos.
—Eres un bebé muy deseado, por mamá, por papá, por toda la gente a tu alrededor, Adrien será un gran hermano mayor, estoy seguro que estará encantado de cuidarte, y protegerte siempre, y tienes otro hermanito que también te cuidará desde donde quiera que estés, ¡pero sobre todo papá! Él jamás te soltará, él daría su vida por ti. —comienzo a sentir humedad encima de mi vientre y eso me indica que él también está llorando, deja un beso lento sobre esa parte de mi cuerpo y siento que tiemblo, de amor... de lo dulce que es, pero también mi corazón se vuelve a romper cuando recuerda la razón por la que no estamos juntos.
—Serás papá por partida doble —odio decirlo pero es cierto.
—Déjame explicarte.
—Duncan, hoy no... me acabo de enterar que voy a ser mamá, no lo eches a perder.
—Tienes razón... ¿Qué haremos? —suspiro y tomo valor.
—Serás un gran padre, sabrás todo acerca del embarazo, prometo que todo lo que pase con bebé en camino lo conocerás.
—¿y nosotros volveremos a ser pareja? —tiro la prueba al bote de basura que está cerca.
—No hay un nosotros, seremos papás si, pero no habrá una pareja; me dolió lo que pasó, estoy realmente decepcionada, el nosotros se convierte en tú por tu parte, yo por la mía...
—Hay una explicación Lany...
—Y hoy no es el día que la quiera saber...
—te entiendo...
—¿Puedes hacerte cargo de Adrien?, necesito espacio y distancia de ti... —él asiente y comienza a soltarme; sus ojos han derramado ya algunas lágrimas que mis manos están a punto de limpiar pero me arrepiento a última hora.
—Duncan, felicidades, serás papá —digo mientras doy la media vuelta y salgo del baño; Terrence me observa salir, ve quien va detrás de mí, pero lo detiene.


Un bebé, un bebito deseado por mamá y por papá, en el peor momento, pero querido, lo amaremos con todas nuestras fuerzas aunque no estemos juntos; me subo al automóvil, acaricio mi vientre.

—Prometo ser buena mami y cuidarte mucho de la misma manera que papá. 

Enciendo el automóvil para salir de la fiesta, acelero y de reojo veo a un chico de cabello negro y ojos azules que me parece conocido, ¿De dónde? ¿De dónde?

Me pierdo en mis pensamientos y a la distancia recuerdo donde he visto a ese chico...

—¡Charles Gray!

*************************************
¿Creen que Duncan llego en el momento menos inoportuno o en el mejor momento?

¿Si él no hubiese estado ahí ella se lo hubiese dicho?


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