Siento que floto dentro de mi propio cuerpo, como si me quedara grande, esa sensación de que todo lo que has vivido no es más que una mentira, algo que te hicieron creer y que al final de cuentas solo fue mero montaje, así me siento, no puedo creer que Duncan ese chico que vi tantas veces abrirse ante mí para decirme como odiaba que su papá llegara tarde mientras su madre lo esperaba por irse con otras mujeres, ese hombre que me juró que nunca lo haría... ¿Qué tanto me habrá mentido? ¿Qué tanto me habrá engañado? Es como si sintiera que no lo conozco, que no es el hombre del que me enamoré, al que le permití ser parte de mi vida después de la mayor pérdida, él sabía lo mucho que me había costado dejar ir a Chad... toco la puerta que está frente a mí, mientras que un par de ojos verdes me examinan de arriba hacia abajo.

—Leilany, estás empapada —no tomé ningún taxi hacia acá, necesitaba despejarme, y la lluvia me tomó desprevenida, pero ni siquiera me importó, sentía que estaba drenando junto a las gotas todo aquello que me estaba desmoronando por dentro.
—Lan —dice Terrence detrás de él y lo hace a un lado para encontrarse conmigo —¿Qué pasó? —levanto mi mirada para encontrarme con esos ojos azules grisáceos, siento que no puedo controlar más mis lágrimas.
—Quiero a Chad de vuelta —él me abraza y me echo a llorar.
—Estoy aquí —dice de manera dulce y cálida —¿Qué sucedió Lan? —no puedo ni siquiera decirlo, comienzo a sollozar con todas mis fuerzas porque siento que he perdido otra vez a alguien que amaba, y duele, porque es horrible sentir que tú has dado todo por la otra persona, sé que he cometido errores, que no era la novia perfecta, pero al final, él fue mi elección, el hombre al que amo, con quien me vi formando una familia, estando frente a un altar vestida de blanco, y él simplemente mandó al demonio todo. —ven, entra, no puedes seguir mojándote, Darren, ayúdame a preparar el baño.
—Si, claro. —veo a Cara de reojo, me da mucha pena volverla a ver en este estado, ella ve de Terrence hacia mí; una y otra vez y de pronto suaviza su mirada.
—Leilany, el pequeño Adrien está dormido en uno de los cuartos, ven debes de darte un baño porque si no te enfermarás. —me aferro a Terrence mientras asiento y me indica donde está el baño.
—Buscaré en tu ropa, hasta aquí te acompaño. —dice el rubio mientras me suelta lentamente, Cara me entrega una toalla y una bata para utilizar, Darren me sonríe de boca cerrada mientras me indica que el agua ya está lista, los tres salen y me encierro en el baño, seguramente me veo patética pero me meto a la regadera con todo y ropa, mientras el agua caliente moja mi cuerpo.

¿Cómo puede hacerte tanto daño la persona a la que amas? ¿En la que confiabas ciegamente? ¿Cómo pudo haberme creado un mundo fantástico en el que me decía que jamás me haría daño? ¿O yo fui demasiado inocente? Él sabía lo mucho que había sufrido al perder a Chad, sabía que no quería volver a enamorarme, sabía que no me quería volver a despedir de nadie más, y parece que me llevó nuevamente justo a ese estado en el que siento que desfallezco de tanto dolor por alguien más ¿Por qué me pidió que confiara en él? Y al final, terminó ahí, fallando... con lo que más juró que no sucedería.

Creó un mundo ideal para mí, donde él fingía ser el hombre perfecto... ¿Dónde quedó ese hombre que me pedía que le diera una oportunidad? ¿Dónde quedó el que después de partir Chad me cuidó hasta las madrugadas para que yo no intentara cometer estupideces? ¿Dónde está ese hombre que me decía que si necesitaba un abrazo simplemente tenía que marcarle y él cruzaría un charco para hacerlo? Justo ahora necesito un abrazo... y es feo que la única persona que puede sanar tu dolor es justamente la que te lo causó, ¿Dónde está el chico que me dijo que después de la oscuridad siempre venía el amanecer? El que juró que siempre me cuidaría... olvidaste cuidarme de ti mismo Duncan Dunne...

Salgo del baño Darren, Cara y Terrence se callan en cuanto me ven, parecía que discutían

—¿Cómo sigues? —pregunta Darren.
—¿Incomodo?, puedo rentar una habitación de hotel —pregunto nerviosa
—No Leilany —dice sonrojada Cara — Solo regaño a Darren por encubrir a su hermano—medio sonrío al escuchar acerca de su segundo hijo quien lleva un buen tiempo en Sudáfrica como voluntario. —Tú eres bienvenida, tú y ese hermoso pequeño que se ha robado ya mi corazón.
—¿Qué pasó Lan? ¿Ya me dirás? —pregunta el ojiazul.
—Duncan será papá —me observa confundido —Meghan y él esperan un bebé —susurro, él abre sus ojos
—Estás de broma —niego; Terrence voltea hacia el ojiverde, se gira y solo lo veo irse hacia la puerta.
—¿A dónde vas? —pregunto
—A partirle la cara a ese niño bonito —Darren me ve
—Tranquila lo haré entrar en razón —levanta los hombros y va corriendo detrás de él.
—Ven Leilany —me dice Cara —él es así, explosivo y a veces hay que darle su espacio, está molesto, no le gusta que se metan con las personas que él ama, aunque a veces él no tome las mejores decisiones.

Ella parece conocerlo bien...

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Duncan

En mis oídos siguen resonando una y otra vez ese par de tacones negros, decidida, fuerte, valiente, solo necesita espacio y tiempo.

Un par de golpes en la puerta me saca de mis pensamientos camino descalzo con el vaso de whiskey en mis manos mientras abro la puerta, un puño viniendo hacia mi rostro, una luz que parece cegadora, el sonido del vaso estrellándose contra el piso y yo cayendo.

—Suéltalo —escucho otra voz que no reconozco.
—¿Cómo pudiste Duncan? ¿Cómo pudiste traicionar a una mujer como Leilany? —no puedo abrir los ojos del golpe que aún me tiene aturdido pero esa voz la conozco
—Ya estarás feliz —digo mientras entre abro los ojos para encontrarme con Chad —tienes el camino libre.
—Estás muy equivocado Duncan, ella te ama, ella confiaba ciegamente en ti. —Veo su puño venir nuevamente hacia mí, mientras me hago hacia atrás como puedo para tomar impulso y poder levantarme.
—¡Yo no la traicioné! Pero si te hace sentir mejor golpearme, adelante, ¡Hazlo!
—¡Ah! Ahora resulta que Meghan se embarazó por arte de magia ¿no? —él se deja venir nuevamente, no me defiendo, esta vez no lo haré, porque en el fondo siento que lo merezco, porque a pesar de cómo sucedieron las cosas siento quela traicioné, por mis ideales, por mis principios, por todo lo que le juré y al final terminó sucediendo.
—¡Defiéndete! —grita el ojiazul que tengo enfrente
—No lo haré, yo me siento el peor hombre del mundo así que si eso te hace sentir mejor, desquitarte, hazlo, porque yo haría lo mismo si esto fuese al revés, es tu momento de gloria Chad, puedes quedarte con la mujer que ambos amamos.
—Yo no la amo Duncan, no como pareja, no me quiero quedar con ella, yo solo.
—Él la ve como un hermano. —dice el otro hombre quien reconozco como el doctor.—él no podría tener nada con ella. —Chad lo voltea a ver y parece querer asesinarlo con la mirada. —El hombre que yo conozco permitiría que él explique lo que pasó. —dice el ojiverde y mi hermano solo me observa, cierra los puños, veo como comienza a controlarse y me invita a hablar.
—Bien, dime ¿Qué fue lo que pasó? Porque no te creo una mierda, pero solo porque Darren lo está pidiendo, te estoy dando un par de minutos para explicarme.
—No, pues gracias. —digo de manera sarcástica; camino como puedo y de encima dela meseta de la cocina recojo los análisis clínicos, extendiéndoselos al médico que seguramente tiene una mejor noción que yo. —eso sucedió —él abre el sobre, Chad se sienta en el sillón, mientras que el hombre observa detenidamente lo que le acabo de mostrar.
—¿Estos análisis son tuyos?
—Así es, me los hice horas después de haberla llevado a su casa porque su carro se había descompuesto, me invitó a tomar un par de tragos —el rubio me examina con su mirada — sí, sé que eso no suena muy bien, pero no creí que pasara a mayores.
—Terrence, lo drogaron —le extiende los análisis. —Los narcóticos que te administró debieron de dormirte. ¿Qué pasó? —Les explico con detalles lo que medio recuerdo.
—¿Y ella dice que está embarazada? —pregunta mi hermano
—Si, eso es lo que ella dice, pero podría jurar que no pasó nada ahí.
—Es muy probable que no haya sucedido —dice Darren, —¿Ella te mostró alguna prueba de embarazo? —asiento
—Cuando regresé después de que Leilany se fuera me entregó esto. —Extiendo el otro par de análisis a nombre de la rubia.
—Gonadotrofina Coriónica Humana presente en su sangre definitivamente ¡Está embarazada!, eso significa que si pudo haber sucedido.
—¿Qué harás? —Chad pregunta pareciendo querer juzgarme por todo.
—Supongo que esperar a que nazca para hacerle una prueba de ADN, si es mío, obviamente me haré cargo de mi bebé, pero no quiero estar con ella.
—Hay pruebas prenatales, se pueden hacer a partir de la semana trece.
—¿Cuántas semanas tendrá de embarazo?
—La fecha de los análisis es de hace un mes y días; podría tener unas seis semanas. —hablan entre ellos.
—Tendríamos que esperar unas siete semanas aproximadamente para poder hacérselas. ¿Estás de acuerdo Duncan? —asiento, él parece más calmado. —Debes de hablar con Leilany.
—No creo que sea prudente justo ahora.
—Duncan prácticamente en caso de que sea tuyo, en caso de que hayas logrado tener una erección que me parece difícil pero no imposible, pero como digo si complicado, te violó. —dice Darren. —deberías denunciarla.
—Lo haré en cuanto sepa que el pequeño que espera no es mío, y si lo es, esperaré hasta que nazca, no quiero que el bebé que viene en camino sufra.
—¿Quieres que hable con Leilany?
—No... —me duele decirlo con todo mi corazón.
—¿Por?
—Quizá ella esté mejor sin mí, quizá yo solo la estoy deteniendo a que ella sea realmente feliz con la persona con la que merece serlo.
—Ese eres tú Duncan, ella te ama a ti.
—Y yo creo que ese eres tú Chad Berry —me acerco a él —cuídala mucho, cuida mucho a Adrien, hazlos felices.
—Duncan, estás tan equivocado, ella no necesita de ninguno de nosotros dos para que sea feliz, porque ella es impresionante; es una de las mujeres más fuertes que conozco, solo dale su tiempo... ella entenderá lo que sucedió.
—¿Y si no me perdona?
—Si no lo hace nos quedará muy claro que ni tú ni yo éramos su final feliz, y encontrará al hombre que realmente lo sea. —y me duele, me duele saber que la mujer a la que amo pueda encontrar a alguien que la ame con la misma intensidad que yo, que la haga feliz, que se vea con alguien más, que otro la lleve al altar, que comparta con alguien más la dicha de volver a ser mamá, que lleve en su vientre el bebé de alguien que no sea yo...

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