Mi papá es un exagerado, solo estoy embarazada, no estoy a punto de morir, pero creo que está contento porque será abuelo por segunda ocasión así que dijo "quédate en casa a descansar" cosa que obvio no planeo hacer, mucho menos teniendo de compinche a Terrence quien solo asintió se río y me dijo al oído que tenía planes para nosotros, si porque a él le pidió que me cuide... papá no se ha dado cuenta que él y yo siempre seremos un peligro juntos; por algo es abuelo...

Tomo de la mano a Adrien quien mira el edificio que tenemos enfrente con la boca abierta y eso que aún no ha visto lo que aguarda adentro, Terrence me sonríe y toma de la misma manera a nuestro hijo de la otra mano para adentrarnos al lugar.

Me encanta ver la cara de mi hijo, el verlo descubrir cosas nuevas, el como se sorprende, creo que justo es lo mágico de los niños, para ellos son cosas nuevas y que a nosotros como adultos con la cotidianidad a veces se nos olvida un poco ser más detallistas con la vida, los ojos azules se le ven mucho más intensos cuando nos adentramos al acuario y ese color predomina por todos lados.

—Mami mira —su boca sonrojada se abre y yo disfruto de la vista, ambos rubios observan los animales marinos que tenemos frente a nosotros, pero a mi la vista me la roban ellos.

Adrien está muy apegado a Duncan pero estoy consciente que en algún momento tendrá que entender que tiene dos papis, aunque ahora no quiero agobiarlo con ello, quizá a él le daría igual, pero a mi ese paso aún me cuesta trabajo.

Terrence voltea hacia mí y me sonríe ni en mis sueños guajiros hubiese creído que él regresaría a nosotros, muchas veces creo que solo estamos soñando y que un día solo despertaré y me dirá que él nunca volvió, me giro lentamente sin soltar la mano de mi hijo llego frente al mayor de los dos y me deslizo bajo su brazo libre.

—¿Estás bien? —asiento.
—Solo tengo miedo...
—¿De qué?
—De que esto sea un sueño, de que no estés aquí.
—Aquí estoy Leilany —veo la carita de Adrien voltear hacia nosotros y muy dudoso se une al abrazo, escucho una risa baja y lenta de mi hermano nos aprieta más a él —Los amo. —dejo un beso en su mejilla —finjamos que nunca me fui —susurra a mi oído —déjame creer que somos una familia.
—Lo somos
—Mamá, papá, hijo...
—Chad lo somos... —suspira
—Cierto es solo que de pronto me siento más como un tío, me refiero a... sé que es mi hijo, lo tengo claro y lo amo como tal, pero tienes una pareja, y a eso me refiero a sentir que soy todavía el Chad que nunca se fue. —Adrien se impacienta y nos jala para que caminemos, Terrence decide por poner a mi hijo en sus hombros y tomar mi mano para entrelazar nuestros dedos.
—¿Esto es lo que quieres?
—Solo por hoy...
—¿En algún momento has tenido algún recuerdo? —niega.
—Nada Lan.
—¿Qué se siente?
—¿Qué?
—¿Qué sentiste en el accidente? ¿eso lo recuerdas? —Sus ojos se quedan perdidos en el azul que tiene frente a él, nuestro hijo observa los pescados mientras que yo estoy atenta al mayor, siempre me han gustado sus ojos porque son tan claros que a veces parecen atrapar todos los reflejos de su alrededor.
—Sentí que perdí mi esencia, como si una parte se hubiera ido.
—¿Uno se siente flotar y esas cosas? —pregunto.
—No lo recuerdo —niega —espero que si, me gustaría creer que si, yo solo desperté sin nada en mi mente, únicamente una bella pelirroja, un anillo y un tatuaje que estaba seguro que significaba algo, fue difícil porque no es como que solo haya despertado, hubo una terapia, un proceso, aprender a hacer muchas cosas de nuevo.
—No sabía yo... —creo que simplemente deduje que todo fue fácil para él pero mientras yo sufría al otro lado del mundo él también tenía una batalla que lidiar, Adrien grita emocionado al ver un tiburón pasar por encima de nosotros.
—Mamiiii grande.
—Es un tiburón —le digo
—burón —Adrien sigue entretenido con todo lo que nos rodea.
—Es muy inteligente.
—Tiene de donde sacarlo —me señalo y él se ríe.
—Creo que yo también ayudé. —entrecierra los ojos
—Podría aceptar que lo guapo lo sacó de ti.
—¿Crees que soy guapo?
—Claro que lo creo
—Si Duncan no existiera... —deja la pregunta al aire.
—Siempre fuiste tú entonces, pero ahora es él, solo él, dolió hasta el alma, no soy la misma de entonces, claro si ese accidente no hubiese sucedido, tú y yo claro que nos hubiésemos quedado juntos, casado —muerdo mis labios —Yo quería todo eso contigo, yo me vi siempre contigo, pero la vida fue cruel con nosotros, de hecho creo que siempre nos dijo no y nosotros fuimos necios queriendo un si cuando quizá no estábamos destinados, nuestro amor fue así... ¿Cómo le decíamos a nuestro padre que sus hijos se habían enamorado? —él me observa —yo moría de miedo de enfrentarlos a papá sobre todo, y peor aún cuando supe que yo si era su hija biológica, pasaron muchas cosas Terrence no todo fue miel sobre hojuelas, una ex desquiciada te quería atrapar con un embarazo y luego salías con una latina caliente —él se ríe.
—¿Y tú?
—Yo fingía que salía con Duncan
—¿Fingías? —Asiento
—¿Nunca dudaste entre él y yo? —me mira fijamente
—Si, lo hice... —besa mi frente
—¿Y tú podrías dudar entre Duncan y yo?
—¿A dónde va todo esto?
—solo preguntas tontas Lan... sé que no sucederá, pero... no sé... quizá ya sabes... creer que toqué tu alma en mi vida.
—Dios, Terrence claro que la tocaste, eres el padre de mi hijo, mi primer amor, casi me quiero ir detrás de ti.
—¿El amor de tu vida? y... El amor para tu vida.
—¿Cómo?
—Dicen que hay dos amores en la vida, el amor de tu vida, aquel que amas con todo tu ser pero la vida se encarga en que simplemente juntos jamás podrán estar por más que los dos quieran; y el amor para tu vida, ese que simplemente se da sin más ni más, sin sufrir, sin mayores problemas, quizá ese es Duncan... —muerdo mis labios. —¿Me considerarías el amor de tu vida? no significa que dejarás a Duncan por mí, lo sé, lo entiendo Lan, sé lo que tienen, vaya, estás esperando un bebé de él es solo que...
—Lo fuiste... es solo que ambos son muy diferentes, la forma en como los amo, en como sucedió todo...
—Te creo Lan —limpia una lágrima que ha rodado por mi mejilla. —¿Aún duele verdad? —asiento.
—Supongo que seguirá doliendo, el fantasma de haber sentido que te perdí, de todo lo que soñé, los hubieras, pero debemos de dejar de ser tercos cuando la vida se ha dedicado en ponernos en nuestro lugar, este es el correcto, el indicado... —él se queda viendo un punto fijo y solo veo que niega con la cabeza.
—Los hombres somos estúpidos —lo observo confundida. —mira hacia allá... —me muestra con su mano hacia donde ver, Albert Dunne en el mismo lugar que nosotros besando a Bridgitte mientras traen a Michael y a Noah... —no es la primera vez que los veo —dice en un tono bajo mis manos se vuelven puño, no sé de quien estoy más decepcionada de Bridgitte, desde que regresó solo me ha demostrado que no es quien fue mi mejor amiga en algún momento de mi vida o de Albert cuando ¡Está casado! Carajo, su esposa en estos momentos está trabajando y se ha esforzado para "estar a la altura de los Dunne"
—Vámonos Chad —digo con una voz temblorosa, me alzo en puntillas y tomo a mi hijo en brazos antes de que se dé cuenta de quienes están en el acuario.
—Mami ñoooo —comienza a sollozar
—Mi amor nos tenemos que ir. —el pequeño individuo llora como si yo estuviera haciéndole lo peor en el mundo mientras que todos nos observan, si no quería que mi hijo viera a su tío con otra mujer, si logra que su tío nos vea a nosotros, puedo notar la mirada de Albert sabiéndose descubierto y en cuanto nuestra mirada se encuentra suelta a Bridgitte para ir corriendo hacia nosotros.
—Leilany...
—No me hables Albert Dunne... —le digo molesta, le entrego a Adrien a Terrence nuevamente y voy hasta la rubia que me observa, sé que la quiero asesinar con la mirada tomo la carreola donde está Noah y la jaló hacia mi —y tu hijo no tiene porque venir a pasear a donde tu amante — le digo a Albert en voz fuerte mientras veo a Terrence negar y dándole una palmada en el hombro.
—Leilany... no le digas nada a Gabrielle por favor... —me dice casi en suplica
—Albert olvídate de mí como amiga...
—¿Y ustedes qué? ¿Ustedes si pueden salir a espaldas de mi hermano? —giro hacia él y le doy una cachetada, lleva su mano a su mejilla —Lo siento Leilany yo, fui un estúpido.
—No trates de reflejarte en mi con algo que tú has hecho, yo no traicionaría a tu hermano, llevaré a Noah con tu mamá... y por favor resuelve tus problemas sin meter a tus hijos pensé que eras diferente Albert, pero claramente no... —Suspiro y giro. —No creo que George haya sido tan cínico para sacarte a pasear con su amante —estoy enojada así que sale lo primero de la boca sin sopesar
—Pues muchas veces salí con mi papá y Mary... —¿mamá?, Terrence me entrega a Adrien quien está asustado y llorando tomo su mano.
—Adelántate Lan —asiento y me giro mientras escucho un golpe mi hijo comienza a llorar más por todo el murmullo de la gente agradezco que Noah todavía es demasiado pequeño que ni se inmuta va entretenido con todo lo que hay alrededor de nosotros, y al llegar al final abrazo a mi bebé.

Ellos saben perfecto lo mucho que Abby sufrió con las infidelidades de su papá y yo solo creí que ellos habían aprendido la lección ¿Y meter a mamá en esto? Cuando ni siquiera puede defenderse... pero de ser así... no, eso es imposible, mamá nunca hubiese traicionado a papá, aún cuando mi papá no fue el mejor esposo, muerdo mis labios ¿Será que de verdad los hombres no pueden ser exclusivamente fieles? ¿Qué todos tendrán un desliz en algún momento de su vida? estoy enojada con Albert pero es como mi hermano y sé que en algún momento cuando estemos más calmados hablaremos, pero ahora no es un buen momento, no cuando ha traicionado la confianza de una persona a quien quiero mucho, y dos, que haya insultado a quien fue mi madre, Terrence llega con el cabello desarreglado y viene tocando su labio que claramente sangra.

—¿Estás bien Chad? —pregunto preocupada.
—Nadie se meterá con lo que me importa aún así sea mi propio hermano. —Adrien solo lo ve asustado y se acerca para abrazarlo, el rubio mayor lo toma en brazos y mi hijo le da un beso en la mejilla
—¿Lele menos? —me enternece porque siempre que se cae o se pega lo lleno de besitos para que "le duela menos"
—Si... —besa la frente de su hijo —duele menos. —el pequeño se acurruca en el hombro de su padre y acaricia su barbilla con su pequeña manita, y mis ojos se cristalizan porque me están regalando una bella imagen sin querer. 

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¡Bonito martes preciosas!

*Leilany y Chad siendo una familia

*Ella queriendo que esto no sea un sueño

*Ellos descubriendo a Albert con Bridgitte

*Lo que dijo Albert

*Chad golpeando a su hermano

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