Capítulo 14
Soy sincera no sé por donde comenzar mientras sus ojos me prestan toda la atención posible, le medio sonrío porque nuestro mayor secreto será revelado, aún estamos en mi recamara, Adrien duerme plácidamente en medio de la cama como estrella de mar, razón por la cual Duncan y yo aprendimos mientras dormía con nosotros a dormir cada quien en una orilla de la cama; mientras el pequeño individuo dueño de nuestros corazones gozaba de la mayor parte de ella; beso la frente de mi pequeño y tomo el valor para revelarle a Terrence lo que hay a lado de mi recamara, él se levanta después de mí, le digo con mi cabeza que por favor me acompañe ladeándola hacia la puerta a la que nos dirigimos, mi corazón late de manera pesada y él toma mi mano.
—Puedo esperar si quieres —dice el rubio en una voz muy baja pero niego volteándome hacia él; me grabo la imagen del hombre que es ahora, mucho más alto, más fornido, se ve que le dedicó mucho tiempo al gimnasio, su barba rubia sus pecas, se volvió mucho más atractivo en todo este tiempo.
—Estoy bien, y espero esté mejor. —uno mis labios sin mordérmelos quizá como un mecanismo de defensa para no decir nada más no por el momento; me abrazo a él, intento recordar si en algún momento desde que el día que regresó y no quería separarme de él lo había vuelto a hacer, pero creo que he tenido tanto miedo a estar otra vez con él que no he tenido la oportunidad de abrazarlo tan fuerte como lo hago en este momento echándome a llorar, me aferro a él, a su cuerpo, y muchas veces me pregunto si esto es un sueño, si es real, si Chad, mi Chad está aquí otra vez conmigo, pero tristemente mi respuesta es... ya no es el mismo chiquillo que compartió conmigo tantas cosas, tantas que no recuerda, tantos momentos bellos, mi primer beso, el mejor compañero de juegos y los no tan inocentes, el descubrir muchas cosas con él, mi primera vez, él tomándome, haciéndome suya, y a veces creo que tuve suerte de no haber salido embarazada antes porque parecíamos conejos cada que podíamos, levanto mi mirada para encontrarme con esos zafiros y suspiro, suspiro porque siento que no volveré a tener esa versión del hombre al que tanto amé; no por falta de amor, porque lo hice con todas mis fuerzas y con todo mi ser, tanto que quise seguirlo después de la muerte, pero aprendí a soltarlo, a dejarlo ir, a que volara por el universo, nunca lo he dejado de amar, solo aprendí a vivir sin él, y llegó alguien que me ha dado un amor más maduro, más tranquilo, ese que da paz, ese el que me creo merecer; sonrío soltándome de él. —Estoy lista —tomo su mano y abro la puerta, él me sigue y lo jalo para que entre a la habitación se detiene de pronto y gira su cara hacia mí.
—Es tu recamara, tu recamara de toda la vida; faltan cosas, pero traté de dejarla lo más parecida posible
—no notaría si faltan cosas —sonríe de manera pacífica —pérdida de memoria así que no te sientas mal por ello ¿Puedo? —pregunta queriendo entrar más allá como si quisiera reconocer cada centímetro del lugar.
—Es tuya, adelante. —observa cada detalle, los buros, toca la textura de la colcha incluso la de la pared en azul marino, y las cortinas en tinto, observa las fotografías donde aparecen los cuatro, Albert, Brandon, Duncan y él, su dedo índice busca acariciar su rostro y noto como sale una lagrima de sus ojos, luego ve una de nuestros padres, Mary y Louis, el día de mi graduación en Estados Unidos donde aparezco con toga, y yo añadí una, la última que nos sacamos, una selfie la noche antes de que él falleciera, incluso después de que el condón se rompiera, porque en palabras de él, si la pastilla fallaba le recordaría a su hijo cuando tuviera la edad suficiente que esa noche él o ella había decidido ser el espermatozoide más rápido, sonrío ante su comentario estúpido que hizo que en ese momento quisiera ahorcarlo, pero después esa foto fue la que más me hizo sentir que estaba cerca de mí; y siento lágrimas caer sobre mis mejillas y sorbo mi nariz, lo nota y voltea hacia mí.
—¿por qué vivía aquí?
—porque —muevo mi boca de un lado a otro —Mary no podía ser mamá, así que George decidió darte en adopción, la historia que te contamos aquella tarde no es cierta, tú no creciste en casa de los Dunne, ni siquiera sabíamos que tenían parentesco, tú y yo crecimos creyendo que éramos hijos adoptivos, ambos, yo ni siquiera sabía que realmente era hija de Louis, mamá y papá siempre nos dijeron que tenían tanto amor para dar que decidieron adoptarnos, darnos una mejor vida, y que nos querían tanto como si lleváramos su sangre, eso nunca nos lo ocultaron, tú y yo sabíamos que ni una gota de sangre nos unía desde muy pequeños, pero no nos dejaban decirlo, papá sobre todo, así que crecimos como hermanos ante los ojos de todo el mundo, hasta que de pronto noté que te veía de otra manera, ese chico que cada que me sonreía me hacía suspirar y sentir mariposas en mi estómago, y no sabes lo mal que me sentía de tenerte tan cerca, y querer besarte, buscaba cualquier pretexto para abrazarte porque aunque sea como hermana te iba a tener el resto de mi vida, aunque tuviera que sacrificarme, odiaba ver como muchas niñas se acercaban a ti, o como salías con ellas, y odiaba eso, quería ser yo la dueña de tus pensamientos, y tú me cuidabas como si fuera una muñeca lista para romperse, y eso me enamoraba más de ti, como trenzabas mi cabello o como a veces hasta me ayudabas a ponerme hasta los zapatos, "si ese alguien no te trata mejor que yo, no te merece" —sonríe
—Y tenía razón, así que por eso éramos un amor imposible —se acerca a mí y entrelaza nuestros dedos y besa mi frente, deja sus labios sobre esta —odio no ser ese hombre Lan, perdón; yo también lo quiero de regreso porque añoro hacerte nuevamente feliz aunque sea ahora como hermanos, porque ya tienes ese amor, y es mi hermano, qué complicado ¿no? porque siento que ahora yo le debo lealtad a él. —se ríe y parece que quiere llorar —¿Me amaste?
—Con todas mis malditas fuerzas Chad, desde que te fuiste no conozco nada más que el intento de dejarte ir. —su mano va hacia mi rostro y comienza a acariciarlo, desde la ceja, baja por la nariz y luego delinea mis labios.
—Mi hermano fue... —pasa saliva —y es un hombre afortunado por tenerte, porque veo la devoción con la que te observa, y con la que mira a Adrien, si quisiera odiarlo no podría porque tiene las cosas que más amo en mi vida, se escucha confuso, pero es cierto, el destino nos jugó así, me alejó por algo, pero está bien, lo que hay aquí está bien, ¿Así que? ¿Cómo se enteraron que George era mi padre biológico?
—Un día simplemente decidió soltarlo.
—¿Sólo porque si? —niego
—George —tomo un poco de aire —¿Tú y yo aún podemos tener secretos? —sonríe y asiente. —George tiene poco tiempo de vida, tiene cáncer de páncreas —él abre los ojos completamente.
—¿Sabes lo que significa eso Lan? —Solo lo observo —es el cáncer más agresivo, es decir, si no se está cuidando prácticamente solo tiene meses de vida.
—Sé que por eso no te ha buscado, tiene temor a que lo rechaces por haber hecho lo que hizo, darte en adopción, no he hablado mucho con él, sabes después de que me dijo todo, y confesarme lo del cáncer que nadie de sus hijos ni su esposa sabe, nos volvimos cercanos, por Adrien, mi niño lo adora, pero después de que apareciste él pareciera que se alejó, cuando llevo a mi hijo a verlo, lo veo cada vez más delgado y más ojeroso.
—Si claro, son los estragos de la enfermedad —suspira —lo buscaré Leilany, yo también necesito saber de su propia boca porque hizo lo que hizo. —y aunque tengo la respuesta prefiero que él la obtenga directamente desde los labios de George, quizá también entonces descubramos como es que él está de vuelta.
—Te extrañé Chad —comienzo a llorar y me aferro nuevamente a él. —dolió hasta la vida, no supe de mi durante muchos días, todo lo recuerdo por lapsos, era tan fuerte, tan desesperante, como si me ahogara, me sentía en medio del océano queriendo salir a flote y una mano grande me volvía a hundir, dolió saber que venía un bebé en camino, estuve aterrada, lloré la mayoría del tiempo, solo te quería a ti de regreso, solo a ti, nada más, no quise estar más tiempo en Londres y sentía que debía de cumplir nuestra promesa de irme a Nueva York pero estar allá sola era horrible, de verdad Anthony es mi salvavidas quien me mantuvo a flote, si él no hubiera llegado a preguntarme porque no podía abrir la puerta del departamento y luego preguntarme por mi hilo rojo estoy segura Chad que nos hubiera pasado como a Romeo y Julieta, me hubiese muerto de desolación y tristeza, pero también tuve un ancla enorme llamada Chad, que ahora le gusta que le digan Adrien —sonrío —pero... ese pequeño terco fue quien siendo la cosa más pequeñita del mundo mantuvo a su madre en la tierra, y cuando lo ví por primera vez, cuando lo tuve entre mis brazos y vi esos hermosos ojos, supe que Dios me había respondido las oraciones porque no sacó nada de mí, es todo tú, todo completito tú, tuve ese pedacito tuyo y mío, y sabía que a donde fuere... irías conmigo, tendría un lazo eterno contigo, y de alguna manera no te habías separado de mi cuando me diste el mejor regalo, un hijo hermoso que ha sacado mucho de ti, te clonaste, no me tomaste en cuenta al hacerlo —se ríe
—tiene tu sonrisa Leilany y esa mirada tierna cuando quiere algo, y ese poder de hacer que todos caigan a sus pies, eso es muy tuyo. —suspira —escúchame bien, aquí estaré para ti Leilany Berry, para Adrien, ustedes son sagrados y nadie nunca los tocará o les hará daño; los cuidaré por el resto de mis días; y si te quieres ir hasta Tombuktú o a la China, hasta allá iré yo a protegerlos con uñas y dientes porque son intocables —guarda silencio
—¿En qué piensas?
—En que Chad Berry suena mejor que Chad Dunne —guiña el ojo
—Siempre serás uno de los nuestros.
—Que no se note que soy el adoptado entre tanto pelirrojo —se ríe.
—Te recogimos de la basura. —me toma entre sus brazos y me carga llevándome hasta el balcón.
—Retráctate Leilany Berry o te tiro.
—Chad no...
—Retráctate... —niego
—No te tiro porque tendré un sobrino...
—De todos modos no me tirarías —le digo sonriente sabiendo que siempre ganaré.
—Nunca te volveré a soltar Lan. —me aferro a su cuello y él se sienta en aquel pequeño columpio que decora el balcón, no me muevo, no chisto, no digo nada, me quedo sobre sus piernas y me quedo acomodada en su regazo, escucho su corazón latir, él lleva su mano a mi vientre —ni a ti, ni a Chad ni al próximo bebé en camino; seré su protector y el tío guapo, millonario y soltero. —sonríe de lado y deja un beso en mi frente. Y sé que él también merece un amor como el que tengo yo.
----------------------------------------------------------
¡Bonito martes preciosas!
*Leilany mostrándole su recamara.
*Ellos por fin comportándose como hermanos
*Chad siendo Chad, si se meten con Leilany no dudará en sacar las garras
No olviden dejar su teoría aquí:
Y dejar su estrellita si te ha gustado el capítulo.
La idea es que actualice cada martes, pero espero que ustedes me ayuden dejando muchos comentarios y estrellitas, así que cuando tenga 200 votos subiré capítulo nuevo, depende de ustedes ❤️ si subo hasta el martes o podemos actualizar antes.
El mejor pago es que a ustedes les guste la historia y ayuden a qué crezca, con votos, comentarios o incluso recomendándola a sus amigas, a sus conocidos o en los grupos de wattpad
¡Mil gracias por el apoyo! Espero leerles prontito.
No olvides seguirme en mis redes, FB, Twitter, instagram, y tik tok como @ileanarosete también en mi perfil de wattpad hay un link para que te unas a un grupo de WhatsApp
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro