Se llevan mi corazón: Capítulo Once
Se llevan mi corazón
Cuando estuve cursando la carrera de Ingeniería de software, logré ganar una beca... Justo en el momento que necesitaba alejarme de todo aquello que me hacía sentir a Emma a mi lado, aunque no estuviera en verdad.
Es así como terminé estudiando en Estados Unidos y en donde actualmente trabajo; y fue ahí, en ese país donde volví a verla... Quizás algunos piensen que fui traz ella, en verdad nunca fue así. No sé que fue, pero me enamoré más.
Nunca supe a que país la mandaron sus padres, luego de años supe que estábamos en el mismo; cuando por trabajo tuve que asistir a una reunión con un periodista. Y aquel periodista era ella...
-Juan, sabias que Alice se ha ido a México- Alice era una amiga en común que teníamos, era como nuestra mediadora cuando estábamos en desacuerdo.
Mi tiempo de vacaciones habían concidido con los de Emma, entonces habíamos decidido volver a Perú. Ella igual que yo teníamos mucho tiempo lejos, desde que me fui por la beca no había vuelto, igual que ella, desde que sus padres la mandaron lejos no volvió y se alejó de ellos.
-Alice y sus gustos por los mexicanos - Reí recordando su fanatismo por ellos.
Ella rio junto a mí - Aunque dice que luego vendrá hacia acá...
-Esa chica esta mal, y dudo que venga - No creía que eso fuera cierto, ya que hace unas semanas se quejaba de su escasa capacidad monetaria.
-Bueno, no lo sé - Mientras caminábamos, ella entrelazo sus manos con las mías - Pero sabes, hay algo que si sé... - Sonrió como una niña traviesa.
La miré sonriendo, esperando saber lo que quiere, y ya sabiendo que sea cual sea terminaré enredado en eso.
-Vamos a un bar- Me soltó las manos y se adelanto un poco en mi caminar. Se colocó frente a mí, sostuvo mi rostro y sonrió. - Dime que sí, quiero ir a bailar... - Movió sus pestañas rápidamente, incrementando mi risa.
-¿Vamos, ya? - Por gusto a molestar, negué riendo.
Ella se detuvo ante eso, se colocó seria unos segundos y dijo: Si no vamos, me vengaré.
-¿De que forma podrías vengarte? - Rete, metí mis manos a los bolsillos.
-Pues... - Pensaba - No volveré a darte besos- Y eso sí que seria un sacrificio. Se cruzo de brazos y fingió estar molesta, aunque sabía que esta situación era mucho más que fingida.
-Uhm... Podría vivir sin eso - Ante eso, su rasgos se volvieron más tensos; sabía que le había sorprendido ello - Es decir...dime algo más que podría realmente afectarme - Agregué. Emma me observaba muy concentraba, buscando algo con que defenderse.
Suspiró y sus gestos cambiaron, sonrió de una manera muy chistosa; se acercó hacia mí oído y reto: Si no vamos, no volveremos a tener sexo.
-Pero si yo desde un inicio quería ir a bailar - La cogi de la mano lo más pronto, y la sujete fuerte para continuar caminando riendo.
Ambos reímos, hasta que se me ocurrió algo... Me detuve inesperadamente, me interpuse adelante de ella y la sujete el rostro - No sería el único que sufriría - Sonreí. La besé de repente, algo que la sorprendió incluso a mí. Bajé una de mis manos hacia su cintura y la traje hacia mí, mientras la otra sostenía su rostro. Quizás nunca pueda describir con precisión todo lo que sentía cuando sus labios se juntaban a los míos. Es como explotar en el interior de una manera fuerte que estrujaba mi corazón.
Sus manos se posaron en mi cuello fundiendo mucho más nuestro beso; podía sentir con más intensidad sus labios, como sin necesidad de palabras gritabamos nuestro amor, que queríamos mucho más que esto...queriamos simplemente tocar el corazón del otro...
De pronto sentí como sus labios se alejaron, sus brazos se soltaron bruscamente y aunque yo no me alejé, nos separamos... Abrí los ojos para entender que ocurrió y me encontré a Emma tirada en el suelo siendo cuestionada por su madre
-¡Que mierda haces!- Gritó - ¡Te crees pendeja acaso!- Con ello le mando una bofetada mientras ella intentaba levantarse.
La cogi de los hombros y tiré hacia atrás a su madre... Me acerqué a Emma e intenté levantarla pero unas manos me alejaron.
-¡Aléjate de ella, acaso no entiendes!- Me gritó mientras golpeaba mi pecho con sus manos - Solo la echas a perder lárgate- Me sentía fastidiado de esto, hace años siempre había sido así, siempre lo mismo. Emma se había levantado e intentaba alejar a su madre de mí. Estaba intentando contenerme, no quería golpearla o reaccionar mal - Maldita rarita- Sin percatarme un puño aterrizó contra mi rostro. Involuntariamente me apreté la nariz, cuando sentí un llanto muy fuerte; sabía de donde provenía eso y me rompía el corazón. Levanté la mirada y su madre se la llevaba, se podría decir que casi la arrastraba por el suelo...
-¡Déjame, es mi vida! - Le gritaba ella a su madre. Corrí. Y sin esperar más la empujé haciendo que soltara a su hija, la sujete de los brazos y la solté contra la pared... Me quedó mirando aturdida, nunca antes la había tratado así- No la vuelvas a tocar- Solté de una manera desenfrenada y cuando estuve a punto de darle un golpe... Volví a escuchar su llanto, me alejé sin entender lo que estuve apunto de hacer.
-Mamá vete, vete no quiero verte más- Suplicó Emma.
Ella hacia a mi lado, su llanto era cada vez más intenso - Vete mamá - Su madre solo nos miraba.
De pronto se rio de una manera extraña, se acercó hacia mí - Nunca permitiré que estés con mi hija - Y cuando estaba por contestar, sentí como una persona me lanzó contra el suelo y empezó a golpearme...me lanzaba patadas en el abdomen, solo podía escuchar gritos que eran inevitables de confundir.
Por más que intentaba defenderme era imposible, no conseguía nada... Lo único que podía divisar a lo lejos era como un chico se la llevaba...
-Déjame idiota - Gritaba a lo lejos ella. No podía creer que esto nos esté ocurriendo, ya casi no lograba escuchar su voz...
Sujete al tipo que me agredia y lo lancé lejos de mí, y conseguí levantarme. Empecé a correr, con fuerzas que no entendí de donde salieron, para alcanzarlos, cuando me fijé hacia donde se la llevaba apresuradamente recordé ese rostro...es su hermano.
Intentaba correr mucho más rápido, no podía permitir que se la llevarán porque sabía que ocurriría si lo conseguían.
A lo lejos divisé un auto que se acercó hacia ellos y sentí como mi corazón se me iba a salir del pecho... Seguí corriendo no podía determe, hasta que su hermano intentaba hacer que ella ingresara al auto.
No sabía cuándo él se había vuelto partidario del bando contrario, si él nos defendió siempre.
Cerró la puerto después que ella entrará a fuerzas, y sentí que mi corazón de congelaba - ¡Emma! ¡Emma! - Gritaba, como si al escucharme se detendrán.
Me detuve de golpe cuando note que el auto había cambiado de dirección, y esta vez venía hacia mí... Sin pensarlo dos veces me interpuse en su camino.
Tenía que detener el auto, no podrían llevarla lejos.
No podrían alejarme del amor de mi vida, no de nuevo...
Mi corazón golpeaba contra mi pecho a la misma velocidad que venia el auto en dónde estaba mi persona favorita.
No interesaba que me pasaría a mí, solo ella.
Mi rostro estrelló contra el pavimento y la última imagen que me llevé fue la de ella llorando...
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