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CAPÍTULO SEIS

—Ojalá y la contraten en alguna aerolínea.

Jungkook frunció el ceño. —¿Lo dices en serio?

Lisa asintió. —Claro, y que el primer avión que vuele se caiga y muera esa hija de puta perfecta. ¿Cómo puede hacer tantas cosas? Parece Barbie.

Ambos chicos, —Jungkook y Yugyeom— comenzaron a reír con fuerza en cuanto escucharon los "buenos deseos" de Lisa. La clase ya había terminado, y Jungkook aprovechó para contarle a sus amigos lo que hacía sucedido, quedando estos tan pasmados como lo había hecho él en cuanto se enteró de los planes de Tzuyu.

—Ahora le tengo envidia —resongó Yugyeom—. Yo quería ser piloto pero me obligaron a estudiar derecho.

—Pobre de mi Yugy —Lisa acarició sus cabellos, comprendiéndolo. Ella tampoco estaba estudiando la carrera que quería gracias a sus padres que no la dejaron elegir. A palabra de ellos, «su hija no iba a estar bailando para morir de hambre».

Ver a sus amigos de ese modo le daba cierta melancolía a Jungkook. Él era el único que realmente estaba disfrutando el proceso de estudiar ya que era la carrera de sus sueños, y sus padres lo aceptaron, apoyándolo desde Busan en todo lo que podía. Sin embargo, Lisa y Yugyeom no eran malos estudiantes, incluso tenían buenas notas, pero una cosa era estudiar para salir bien porque lo quieres, y otra cosa era estudiar por obligación y salir del paso.

—Ya deberíamos de irnos. Tres meses asistiendo a la universidad ya me está haciendo efecto —comentó Jungkook con fastidio. Faltaban unas cuantas semanas para terminar el trimestre y por fin llegarían las ansiadas vacaciones de diciembre.

—Uh, sí. Ya quiero dormir hasta tarde y no quedarme despierta hasta tarde estudiando —Lisa estiró su cuerpo, logrando que los chicos arrugaran su cara en muecas gracias al tronar de sus huesos.

—En vez de dormir tanto, deberías buscarte una novia —dijo Yugyeom, logrando que Jungkook se riera.

Todos se levantaron de sus asientos, encaminados a la salida del aula.

—¿Y tú qué? ¿Por qué no te consigues novia?

Yugyeom se encogió de hombros. —Voy a tener que sacrificarme. Esperaré a que un viejo rico me quiera y me consienta en todo. A Jungkook no le está yendo mal.

—Idiota... —masculló el nombrado, dejando escapar una baja risa—, y Taehyungie no es viejo.

—Taehyungie~ —burlaron los otros dos con voz graciosa.

Siguieron bromeando y riendo, cuando Jungkook a lo lejos miró salir a Taehyung de las oficinas del director, vistiendo y luciendo tan elegante e impecable como siempre. Sus amigos se despidieron de él, y se quedó en su lugar, esperando a que su novio dejase de hablar con el hombre para poder acercarse.

Miró de reojo como las chicas chillaban al verlo, y solo pudo reír por eso. Era el impacto de Taehyung, y las entendía. Se balanceó desde sus talones hasta las puntas de sus pies, y cuando miró al director alejarse de Taehyung, no dudó en acercarse él.

—Hola, profesor Kim. Buenos días —dijo suave, ganándose una sonrisa por parte de Taehyung.

—Hola, alumno. ¿Cómo estuvo su día? —le siguió el juego.

—Muy bien, profesor.

—¿Estudió mucho?

—Demasiado.

—Eso es bueno —Taehyung miró a todos lados, y acercó su rostro al de Jungkook—. Hoy luce precioso, alumno.

Las mejillas de Jungkook quemaron, y rió con timidez. —Eso no es muy apropiado, profesor Kim.

El mayor chasqueó la lengua y se separó de Jungkook. —Y yo que pensaba proponerle algunas actividades extras para subirle puntos en mi materia.

—Oh, por Dios —Jungkook rió, ocultando sus mejillas detrás de sus manos, que no hacían más que ruborizarse con cada frase que Taehyung decía—. ¿Y su materia es...?

—Amor —respondió y alzó sus cejas juguetonamente, logrando que Jungkook riera aún más—. Me hiciste acordar cuando recién te conocí. Nunca me imaginé que ese chiquillo curioso me iba a conquistar.

—Yo no era curioso —se quejó, pero sin dejar de lado la sonrisa en su rostro.

—Pequeño, eras el único de la clase que levantaba su mano para preguntar —rió, y extendió su mano para desordenar los negruzcos cabellos de Jungkook—. Igual no me arrepiento de haberte conocido, porque eres lo que más amo en la vida.

—Yo también te amo, Tae —respondió de vuelta, resistiendo las ganas de besar los labios de su novio—. Te vi hablar con el director, ¿Todo bien?

—Oh, sí. Me pidió que diera una charla a los más avanzados, empezando con los de tu año —respondió—. Ya este año acabará, así que le pareció una pequeña conferencia de despedida.

—¡Woah, eso es increíble! —chilló Jungkook emocionado, dando pequeños saltitos en su lugar—. ¿Y de qué tienes que hablar? ¿O será libre?

—¿Ves que sí eres curioso, cariño? —Jungkook resongó—. Y eso sí no puedo decirlo, así que permanecerá en secreto.

—Está bien —bufó.

Taehyung rió por la carita inconforme de Jungkook, encontrándola por demás de adorable.

—¿Interrumpo? —la voz de Jieun de hizo presente entre ambos, e hicieron una corta reverencia a modo de saludo—. Hola, Kim. Hola, Jungkook.

—Hola, Lee. ¿Cómo se encuentra?

—Estoy bien. Un poco cansada de este trimestre que por suerte ya va a terminar —suspiró, y rió en conjunto con los hombres—. ¿Y tú, todo bien en el buffett?

Taehyung asintió. —Todo perfecto, esperando también las vacaciones de diciembre para poder descansar.

—Me alegro mucho, Kim —respondió Jieun con amabilidad, y dirigió su vista a Jungkook—. Te tengo buenas noticias. Ayer corregí los exámenes, y saliste muy bien, Jungkook. No debería decirlo, pero sacaste cien de cien.

Los ojos de Jungkook se abrieron asombrados, y no pudo evitar reír con emoción. —¿En serio? —Jieun asintió, divertida por la alegría del menor—. ¡Eso es genial! Oh, profesora Lee, muchas gracias por ayudarme. Si usted no me hubiese explicado con paciencia no habría salido tan bien.

—Nada de eso, Jungkook. Lo dije antes, y lo repito, eres un estudiante brillante, y solo necesitabas un poco más de explicación. Cualquiera lo necesita. Pusiste todo tu esfuerzo, y los resultados son beneficiosos —sonrió con cariño, y miró la hora en su delicado reloj de muñeca—. Creo que se me está haciendo un poco tarde, así que me despido de ustedes. Kim, fue bueno verte otra vez, y Jungkook, si necesitas ayuda puedes contar conmigo para cualquier materia.

—¡Lo tendré en cuenta, profesora! Muchas gracias —reverenció nuevamente y la miró partir. Se giró a mirar a Taehyung, y tragó saliva al ver su rostro con total seriedad.

—¿Desde cuándo ves clases con Jieun? —preguntó confundido.

—Uh, bueno... —rascó su nuca nervioso por la mirada que Taehyung le estada dedicando—. ¿Recuerdas cuando te comenté lo de mi examen? Que la profesora Lee me había llamado a parte para hablar conmigo, ya que le preocupaba que había salido mal.

—Lo recuerdo.

—Bueno, en esa ocasión me ofreció darme clases particulares para ayudarme a entender la materia.

Taehyung frunció el ceño. —¿Y por qué aceptaste? Sabes que yo muy bien podía explicarte para tu examen. Además, ¿Por qué no lo dijiste en esa ocasión?

—Es que la última vez que me explicaste no salí bien... —murmuró—, así que cuando la profesora Lee se ofreció simplemente acepté. Y si no lo dije en ese momento, era para no hacerte sentir mal.

Taehyung enarca su ceja y asiente, comenzando a caminar. Jungkook parpadeó confundido, y trotó hasta estar al lado del mayor. Lo miró de reojo, notando su rostro endurecido, y Jungkook no necesitó que alguien le dijera que Taehyung en ese momento estaba enfadado con él. Tragó saliva, y no pudo evitar sentir cierta molestia. ¿Por qué se enojaba por algo así? No le veía sentido, y no estaba haciendo nada malo con estudiar para una materia que se le dificulta.

Ambos se encaminan al auto, tomando asiento dentro de este. Taehyung encendió el vehículo y lo puso en marcha, sin decir palabra alguna. Jungkook sentía la tensión en el lugar, y eso estaba logrando que también se molestara.

—Vamos a mi departamento —dijo, y Taehyung simplemente lo ignoró, pero tomando el camino que dirigía al hogar del menor. Jungkook rodó los ojos—. No entiendo porqué estás tan molesto. Solo fueron clases extras que me ayudaron bastante. ¿No lo escuchaste? Cien de cien.

—Me molesta el hecho de que me lo ocultaras, y que no me pidieras ayuda a mi. ¿Por qué mentir? ¿Qué necesidad había?

—Taehyung, no puedo depender de ti y lo sabes —la voz de Jungkook sonó firme, y miró al mayor con seriedad—. Te repito, la profesora se ofreció y acepté. Mira cómo estás cuando te enteraste, ¿Te imaginas que te lo hubiera dicho antes? Te pones peor.

—Yo muy bien podía ayudarte, siempre lo hago.

—¿Por qué debo ser otra responsabilidad para ti? Ya estás saturado de tu trabajo, y no puedo ser una molestia.

—Yo nunca he pensado en ti como una molestia, Jungkook —gruñó, apretando sus manos en el volante—. Debías decirme, no ocultarme las cosas.

—Sí, bien, me equivoqué al no decirte esa parte —respondió fastidiado—. ¿Puedes superar el tema? Clases extras, Taehyung, solo fueron eso y saqué cien de cien. Deberías de alegrarte por mi.

Taehyung rió irónico. —¿Y qué? ¿Acaso conmigo nunca has sacado la nota completa?

—No me refería a eso —Jungkook comenzaba a impacientarse—. La profesora Lee me dijo algo que me hizo pensar, y es que no puedo depender de ti siempre que necesite estudiar. La última vez no me salió bien, así que busqué nuevas formas y dio resultado. Creo que lo haré así de ahora en adelante, porque habrán momentos en el que tú no puedas y yo debo resolver.

—¿Eso es lo que quieres? ¿Que deje de ayudarte?

—Maldita sea, ¿Estás escuchando lo que digo ahora?

—Jeon Jungkook, no maldigas... —regañó con voz grave—. Y bien, si ya no necesitas más de mi ayuda entonces lo entenderé. Busca a Jieun o a quien sea para que te ayude.

Jungkook gruñó molesto. —Estás siendo un idiota ahora mismo. Te estás molestando por una estupidez, y aunque te diga mis razones no quieres entenderlas, ¿Así eres en un juzgado? Porque, mierda, debes ser un grano en el puto culo, Taehyung.

Taehyung frenó el auto de manera repentina, enviando a Jungkook al frente. Lo miró fijamente, con sus ojos denotando la furia que tenía en aquel momento. —Estás siendo un crío irrespetuoso.

—Oh, sorpresa, Taehyung, ¡Soy un crío!

—Mira, Jungkook. ¿Sabes que es lo que más me molesta? ¡Que mi novio al parecer no me tenga la confianza para contarme las cosas!

—¡No te lo dije porque sabía que te pondrías así!

—¿¡Y cómo quieres que me ponga!? ¡Me has recalcado mil y un veces que gracias a esas clases saliste excelente, Jungkook! —exclamó exaltado—. Me haces sentir como un incompetente. Sé que la última vez no te expliqué bien, y quería compensarte para este otro examen, pero decidiste creer en las palabras de Jieun y no me diste la oportunidad. Ahora me dices que buscarás nuevas formas para estudiar y no depender tanto de mi, ¿Es un castigo por la última vez? ¡Pues perdón por no haberte ayudado como debía!

—Taehyung, no te estoy "castigando" por la última vez —suspiró, haciendo comillas en la palabra—. Habrán veces en las que tú no puedas, y debo buscar manera de resolver. Tú más que nadie sabe todo lo que me tengo que esforzar para mantener mi beca, y no me puedo dar el lujo de perderla. ¿Por qué no puedes entenderme, ah? Sé que te oculté las cosas, y entiendo que te sientas molesto, ¿pero y yo qué, no merezco que también me entiendas?

El mayor desvió la mirada, posándola en la calle. Había aparcado a una cuadra del conjunto residencial de Jungkook, así que la zona era más tranquila.

—¿Por qué eres así con ella? —habló bajo—. Te comportas de manera diferente.

—¿Qué? ¿De qué hablas?

—Lee Jieun, la manera en que hablas con ella y te comportas es muy cariñosa. Lo ví hoy, cuando le agradecías por haberte explicado.

—No puede ser... —Jungkook rió sin ganas—. ¿Piensas que tengo algo con la profesora Lee? Taehyung, ha sido mi profesora en varias ocasiones, y le tengo muchísimo aprecio, pero de ahí a gustarme hay una gran diferencia, y sabes que no me gustan las mujeres.

—A mi no me gustaban los hombres, y mírame —respondió sin más, encogiéndose de hombros—. Y lo que digo no es muy descabellado. ¿No te gusta Jieun? Es una mujer muy guapa, lo admito.

Jungkook lo miraba incrédulo, y su corazón latió adolorido por las suposiciones que estaba soltando Taehyung. Se había molestado porque su novio no le tenía confianza, ¿Pero él? ¿No estaba haciendo lo mismo?

—Claro que no es descabellado, digo, me gustas tú. Ya lo he hecho antes, eso de estar con profesores.

Las palabras llegaron a Taehyung, y miró a Jungkook arrepentido. Habló demás, y en ese momento supo que había arruinado todo. —Kook, no quise decir eso.

—Pero lo hiciste, y estuvo fuera de lugar —los ojos de Jungkook se notaban lastimados—. No soy una zorra, Taehyung. No ando metiéndome con cada profesor que se me cruce. Estoy contigo, te amo, y no estoy buscando a alguien más. Lamento mucho haberte ocultado que veía clases particulares, pero no quería hacerte sentir mal, ese fue mi error.

—Amor, lo siento, yo sé que no eres así. Discúlpame —habló Taehyung apresurado—. Hablé sin pensar. Estaba cegado por estos irracionales celos que no me di cuenta que te estaba lastimando. Me sorprendió enterarme de todo de manera repentina, y estoy enfadado conmigo mismo porque yo fui quien hizo que buscaras a alguien más cuando yo no fui de ayuda. Es mi culpa, pequeño.

Jungkook asintió, y abrió la puerta del auto. —Piensa bien antes de hablar, porque no es bonito que tu novio te catalogue como una puta que va de profesor en profesor.

—Jungko-

—Déjame en paz, no te quiero ver ahora ni más tarde —salió finalmente del carro, y comenzó a caminar con dirección a su departamento.

Se relajó al no escuchar el auto siguiéndolo, y apretó su mano sobre su boca, reteniendo los sollozos que quería soltar.

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