CAPÍTULO DIEZ
Taehyung se despidió de todos los jóvenes y adultos presentes, y sin tardar más se dio la vuelta para recoger sus cosas de manera apresurada. Había visto a Jungkook salir despavorido del auditorio, y si no había corrido detrás de él en aquel instante fue por el compromiso que tenía en ese momento, pero debía ir con él sí o sí.
—¿Sucede algo? —preguntó Tzuyu con preocupación al verlo de ese modo.
—Debo ir por Jungkook. Se siente mal y debo ver si está bien —respondió rápidamente, y tomó su billetera, sacando unos cuantos billetes y entregándoselos a Tzuyu—. Ten, toma un taxi y regresa a casa.
—P-pero... —miró toda la utilería que habían usado—, son tantas cosas que debo llevarme, no puedes dejarme sola.
—No te llevarás nada de esto —Taehyung la miró con arrepentimiento—. Me lo llevaré yo en el auto, o lo dejo aquí y luego lo vengo a buscar, pero en serio necesito encontrar a Jungkook. Yo me llevaré el auto, y te di el dinero suficiente para que regreses al departamento.
La mujer apretó sus manos con fuerza, mirando a Taehyung terminar de recoger sus cosas. También había visto a Jungkook salir del auditorio, pero no entendía el drama que estaba armando Taehyung en aquel momento. Jungkook es un chico grande, y Kim lo trataba como si fuera un bebé que necesita cuidado a cada rato.
Miró el dinero en su mano, y lo metió en su cartera. —Cómo se ve que las prioridades cambian en las personas...
Taehyung levantó la mirada, encontrándose la expresión seria de Tzuyu. Estaba enfadada.
—Tzu, no digas eso.
—Espero que Jungkook esté bien —dijo y caminó con dirección a la salida del auditorio, con la mirada de Taehyung sobre ella.
Bufó frustrado, sintiéndose mal por aquella situación. Sabía que él era lo único que tenía Tzuyu en el país, aún cuando había vivido en Corea hace años, y que dejarla sola la hacía molestar, pero no podía dejar de lado a Jungkook por eso. Luego la llamaría e intentaría arreglar las cosas con ella.
Decidió dejar todos sus materiales en el lugar, sabiendo que no le ocurrirían nada, y no perdió más tiempo para salir del lugar para buscar a Jungkook. Caminaba por todos los pasillos, buscando con la mirada el pequeño pelinegro que tan ansioso lo tenía. Verlo salir tan apresurado del auditorio le hizo sentir un peso en la boca del estómago, preocupado por su estado.
Se detenía levemente, correspondiendo el saludo de todos los que le dedicaban unas cortas palabras, y preguntando si no habían visto a Jungkook, recibiendo respuestas negativas ante sus preguntas.
Peinó sus cabellos hacia atrás, respirando profundo, sintiendo sus nervios de punta al no encontrar a su pequeño por ningún lado. ¿Y si ya se había ido? Estaba esa posibilidad. Decidido a ir hasta el departamento del menor, se giró en dirección a la salida, pero de reojo miró hasta la sala de profesores, en donde pudo visualizar a través del vidrio a Jungkook en compañía de Jieun.
Su estómago se revolvió con disgusto al ver la escena, pero decidió dejar de lado sus irracionales celos para centrarse en Jungkook, quien estaba llorando, con sus manos cubriendo su rostro, y con Jieun paseando su mano por su espalda a modo de consuelo. No quería discutir nuevamente con su novio, y menos sobre un tema que ya estaba aclarado entre ambos.
Se acercó hasta la puerta de la sala, y la abrió, llamando la atención de ambos y únicos presentes. Jungkook descubrió su carita, dedicándole una mirada de ojos rojos y empapados de lágrimas a Taehyung. —Tae... —murmuró, y como si hubiese sido un llamado, Taehyung se acercó hasta él, tomándolo en un apretado abrazo. No pudo evitar volver a llorar, aferrándose a Taehyung, y escondiendo su rostro en el perfumado cuello de este.
—Ya estoy aquí, amor —susurró, besando sus lisos cabellos—. Salí lo más rápido cuando terminó el conversatorio. Me preocupé muchísimo al verte salir, y me sentía inquieto al no poder correr detrás de ti.
Jungkook no dijo nada, solo se apretó más contra Taehyung, intentando apaciguar su llanto. Se sentía seguro en sus brazos, aún cuando tenía tantos pensamientos maliciosos en su mente.
—Lo encontré así, y no dejé que se fuera a su casa —comentó Jieun, y Taehyung la miró desde abajo, puesto que estaba agachado al frente de Jungkook que se encontraba sentado en la silla de siempre—. Se veía muy mal, y preferí traerlo hasta acá para que pudiera calmarse. Parecía tener un ataque de nervios.
Taehyung asintió. —Gracias, Lee.
—No es nada. Jungkook es mi alumno, y velo por la seguridad de todos —sonrió de lado—. Ya está más calmado, así que te lo dejo. Sé que serás más de ayuda que yo.
Jungkook sacó su cabeza, y miró a su profesora. —Gracias, profesora Lee.
La mujer le guiñó un ojo, y se levantó de su asiento, regalándole a ambos hombres una corta reverencia y saliendo del lugar. La puerta de la sala fue cerrada, y Taehyung aprovechó para sentarse en la antigua silla en donde se encontraba Jieun.
Tomó el fino rostro de Jungkook, y con sus pulgares limpió todo rastro de lágrima. —¿Estás mejor?
—Un poco —murmuró—. ¿Y Tzuyu?
—La envié al departamento en taxi —contestó, y dejó un rápido beso en la punta de la nariz de Jungkook—. Me tenías preocupado, y no tenía cabeza para algo más que no fueses tú.
Jungkook bajó la cabeza. —Lamento preocuparte.
—No digas eso, bebé —acarició su mejilla—. ¿Qué sucedió? ¿Por qué saliste de ese modo?
¿Por qué salió de ese modo? Lo sabía bien. Escuchar a las personas decir que su pareja lucía bien con alguien más era algo que no todas las personas eran capaces de tolerar. Saber que existían quienes pensaban que Tzuyu, aquella mujer que tenía su seguridad por el piso, lucía totalmente compatible al lado de Taehyung.
Había escuchado una y otra vez, que Taehyung y él eran la pareja más bonita de la universidad, ¿Ya no era así? ¿Tzuyu merecía su lugar? Dudas y más dudas se acomodaban como intrusas en su corazón y mente, volviéndolo solo un poco más desconfiado de su relación, o al menos, de él mismo.
—¿Podemos... hablarlo después? No quiero hacerlo ahora —pidió vacilante, recibiendo una sonrisa comprensiva de Taehyung—. ¿Podrías quedarte esta noche conmigo? No quiero estar solo.
Taehyung acercó su rostro al de Jungkook, y besó castamente sus labios. —Puedo, amor.
✧
Jungkook abrió la puerta de su departamentos, y ambos entraron al lugar, descanzáldose antes.
—¿Qué te provoca comer? —preguntó Taehyung, intentando subir el bajo ánimo de Jungkook—. Pediré lo que quieras.
El chico se encogió de hombros, y se abrazó a sí mismo. Taehyung hizo una mueca con los labios al verlo, preocupado por lo desanimado que estaba Jungkook. Había intentado hablar con él durante el viaje al departamento, pero no había servido de nada, puesto que Jungkook estaba ensimismado en sus propios pensamientos. Incluso le había preguntado qué le sucedía, pero recibía el mismo «no quiero hablar de eso» que lo tenía preocupado.
Se acercó hasta él, y lo abrazó por sus hombros, sintiendo los brazos de Jungkook rodear su cintura. —Kook, no me gusta verte de este modo. Te prefiero maldiciendo, y siendo un malcriado a que estés triste.
Una suave risa salió de los labios de Jungkook, y Taehyung se sintió aliviado.
—No te gusta cuando soy mal hablado y grosero, Tae.
—Es cierto, pero me gusta menos el verte tan desanimado —besó su cabeza—. ¿Algo que pueda hacer para hacerte sentir bien?
Jungkook se abrazó más a Taehyung, y cerró sus ojos. —Solo... dame amor. Abrázame y bésame mucho, lo necesito.
Decir que esa petición no preocupó a Taehyung era una mentira, y sintió la necesidad de saber qué rondaba por la cabecita de negruzcos cabellos de Jungkook.
En un rápido movimento, alzó a Jungkook en brazos, teniendo las piernas del menor rodeando su cintura. Estaban cara a cara, y Taehyung no tardó mucho en poseer los labios de Jungkook en un amoroso beso. Lo apretó más a sí, y se dedicó a besar sus dulces labios con todo el amor que habitaba en su ser.
—No sé que está pasando por tu cabeza, Kook —dijo, una vez se separó, dejando cortos besos en las mejillas del chico—, y me gustaría saber qué es eso que te tiene de esta forma, pero te daré tu tiempo para decírmelo. Si lo único que quieres es mi amor, entonces eso tendrás, incluso si todos los días de mi vida te lo doy. Mi niño, recuerda que siempre voy a estar contigo, y cuando sientas que el mundo está en tu contra, o que las cosas no están saliendo como deseas, tu tonto y viejo novio estará ahí para ayudarte a salir adelante. Recuérdalo siempre.
Jungkook miraba atento a Taehyung, y no hizo más que esconder su rostro en el cuello de este. Sintió a Taehyung abrazarlo más, sin intención de dejarlo en el suelo.
—Te amo, Taehyung —murmuró, con sus ojos llenos de lágrimas—. Te amo tanto.
—Yo también te amo, cariño —sonrió, emprendiendo camino hasta la habitación de Jungkook—. Te amo cuando estás bien, y cuando estás mal. Te amo cuando eres grosero, y cuando eres el chico más dulce del mundo. Te amo de día, y te amo de noche. Te amo más que lo hice ayer, y te amaré mucho más mañana. Quizás no te amé en cuanto te vi, pero te amaré hasta mi último día de mi vida. Promesa.
Taehyung tragó saliva cuando sintió a Jungkook llorar nuevamente sobre su hombro, pero lo dejó tranquilo. Su pequeño estaba pasando por un mal momento, y él sería todo el apoyo que Jungkook necesitaba en aquel momento.
Bajó a Jungkook con cuidado, y lo sentó en la cama. Secó sus mejillas mojadas, aún cuando estas seguirían siendo bañadas con lágrimas por los sollozos que soltaba Jungkook. Caminó hasta su clóset, y sacó su pijama favorita; aquella rosa con dibujos de conejitos del mismo color. La dejó en la cama, y tomó los bordes de la camiseta negra de Jungkook, alzándola y quitándola.
—Usas mucho negro al vestir —comentó, colocándole la camisa de la pijama a Jungkook, y comenzando a abotonarla—. Deberías de usar más colores.
—Me gusta usar negro —respondió simple, quitándose sus pantalones y tomando los de la pijama—. Creo que me queda bien.
—Lo hace. Luces precioso de negro, aunque con cualquier cosa serás el chico más hermoso de todos.
Las mejillas de Jungkook se calentaron, y recibió un beso por parte de Taehyung. Una vez vestido, miró al mayor cambiar su elegante traje por unos shorts y una camiseta de tirantes de su clóset. Se subió a la cama, y abrió sus brazos, teniendo a Jungkook pegado a él unos segundos después.
—Me dijiste que quieres mucho amor, ¿No? Entonces eso tendrás.
Una lluvia de besos llegó hasta el rostro de Jungkook, y el chico no se pudo sentir más dichoso por tener toda la atención del mayor. Besos, caricias, abrazos y palabras cariñosas, todo eso había recibido, y su corazón no daba basto para tanto regocijo que sentía.
Y así pasaron el resto de la tarde, con él siendo consentido por Taehyung. Comieron al rato, y luego volvieron a la habitación del menor, para hablar y simplemente pasar el rato. Jungkook había olvidado la última vez que habían estado de ese modo, y es que desde la llegada de Tzuyu sentía que nada estaba igual.
Cuando la noche llegó, y Taehyung estaba profundamente dormido a su lado boca a bajo, Jungkook estaba sentado en la cama, apoyado a la pared y mirando por la ventana sin mucho interés. El día había sido bueno, y aunque Jungkook se sintió amado luego de tanto afecto por parte de Taehyung, la inseguridad y los malos pensamientos no salían de él. ¿Estaba siendo un exagerado? No lo sabía, y tenía vergüenza de comentarlo con alguien.
Nuevamente debía guardarse sus cosas por miedo a ser tomado como alguien tonto que se ahogaba en un vaso de agua.
Lisa y Yugyeom le decían siempre que debía hablar con Taehyung, y él sabía que debía hacerlo, pero no era fácil. Sus miedos cohibían gran parte de sus acciones, y le aterraba la idea de que Taehyung pensara en él como alguien absurdo que se agobiaba por necedades. El deseo de ser lo que Taehyung necesitaba estaba presente en él, y no quería arruinarlo por sus propias inseguridades, unas que él solo se creó.
El celular de Taehyung lo trae de vuelta a la realidad, y lo mira encenderse por la llegada de varios mensajes. Lo toma, y mira el remitente, teniendo un mal sabor de boca al mirar el nombre de "Tzu" como contacto. Miró a Taehyung dormitar profundamente, y desbloqueó el celular, para luego entrar a la aplicación de mensajería.
Lee los últimos mensajes, pero no los entiende. Le dedica otra mirada a Taehyung, y muerde su labio, indeciso de lo que hará, pero no pierde tanto tiempo y revisa la conversación desde arriba. Taehyung acostumbra a borrar todos los mensajes, a excepción de su chat, el cual contiene sus primeras conversaciones, así que no le sorprende ver que el chat con Tzuyu solo contiene los mensajes de ese día.
Tzu
Hola, Tzu. ¿Aún sigues molesta?
No.
Lamento haberme puesto como me puse. Sé lo importante que es Jungkook para ti, y que no tengo mucho que ver ahí.
No lo digas de ese modo.
Siento que tratas de decir como si no fueses importante para mí.
¿Y lo soy?
¡Claro que sí, tonta!
Eres mi amiga, es obvio que eres importante para mí.
Pero no igual de importante que Jungkook, ¿No?
Es mi pareja, es diferente.
Sí, claro.
Hey, aún estás molesta :(
No, no lo estoy.
Fue una tontería lo de temprano, no deberíamos de estar mal.
¿Entonces ya estamos bien?
Por supuesto, Tae ❤️
¿Cómo está Jungkook?
Me alivia estar bien contigo.
Está muy triste, no me gusta verlo de ese modo 💔
¿Y por qué está así?
No quiere decirme.
🙄
¿Por qué siempre hace lo mismo? Piensa que callándose las cosas todo se solucionará.
A veces actúa como un niño.
Está mal, Tzuyu, y si no quiere hablar del tema entonces no lo forzaré.
Y no, no está actuando como un niño. Se siente mal, y lo entiendo.
Mal uso de palabras, lo siento.
Es solo que siempre eres tú quien se siente mal al no solucionar las cosas por él estar callando todo.
Está vez es diferente.
Si me siento mal es porque él se siente mal. No me gusta verlo tan decaído.
No te enfades :(
No lo estoy, Tzu.
Te dejo, Kook ya terminó su baño y quiero prestarle toda mi atención.
Que novio tan más atento 😖
Tonta 😒
Y gracias.
¿Por?
Por hablar conmigo y entender todo. Sé que no te gusta estar sola, y sé que te molestó lo de temprano, pero me has disculpado. Me siento bien al saber que estamos bien 💕
No es nada, Tae.
Somos adultos, y no estamos para discutir por tonterías. Imagino lo preocupado que debes de estar por lo de Jungkook, y lo que menos necesitas es otra carga.
El departamento de siente solo sin ti 😔
Ten buenas noches, y no olvides descansar bien ❤️
Jungkook bloqueó el teléfono y volvió a dejarlo en la mesita de noche. Su corazón latía apresurado, y apretó sus labios para que sus lamentos no salieran. ¿Cuántas veces Tzuyu debía hacerlo tan inferior? Porque ya estaba cansado de lo mismo.
Una vez más aquella mujer le demostraba que era mucho mejor que él. La manera en que ambos solucionaron sus problemas fue tan, sencilla, y Jungkook se preguntó cuán frustrado se sentiría Taehyung por él al evitarlo hasta que se sienta mejor.
Los comentarios de sus compañeros volvieron a hacer eco en su mente, y se encogió en su lugar, sintiendo que aquella mujer de increíble belleza y carrera por demás de admirable era más aceptable al lado del exitoso hombre que era Taehyung.
Cerró sus ojos, sintiendo las lágrimas correr libres por sus mejillas. Taehyung se quejó entre sueños, y Jungkook se giró a verlo, encontrándolo en una nueva posición, pero igual de dormido.
—Tae... —susurró tan bajo, que solo él era capaz de escucharse a sí mismo—. Lamento no ser suficiente para ti. Espero mejorar. Promesa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro