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Capitulo 30: Una Confesion

Aun tenía el sabor amargo de cuando desperté y vi el estúpido contrato en la mesita de Chan sin embargo con el pasar del dia se fue apagando, no podia mantenerme sería al ver a Chan ser tierno a pesar de mi rechazo, y mas cuando me compró comida, estoy segura que el traidor de Su-ji lo ayudó en algo.

Hyunjin ya había regresado, no sabía bien que implicaba eso, pero Chan no parecía darle tanta importancia por lo menos hoy.

Mi hermano estaba feliz dada la mejoría de su papá, al parecer tenía una bacteria o algo, mis oídos se cerraban automáticamente cuándo trataba de hablarme de él, sin embargo el estaba feliz y eso era bueno. Sin importar mi rencor con su papá, no implicaria a Hyunjin en eso, si el era feliz, yo tambien lo era.

Estaba acostada en mi cama con los ojos cerrados cuando tocaron mi puerta, abrí un ojo al ver a Chan entrar, sonreí, desde el suceso con las gomitas de siesta no lo había visto. Y verlo con su cabello despeinado y el pequeño rubor creciente en sus mejillas no podia causarme un efecto contrario a sonreir.

—Hola —saluda y yo me enderezo, crucé mis piernas debajo de la suave sabana que me tapaba.

—Hola.

—¿Sigues molesta? —abri mi boca para responder pero el interrumpió —No importa, yo quería mostrarte algo.

El buscó algo con la vista, tomó la silla del escritorio y la arrastró hasta quedar frente a la cama, se estiró hasta tomar mi ukelele.

—Escribí una cancion, vamos a grabarla —yo asentí.

—Felicidades.

—Tu tambien eres mi musa —confesó y yo fruncí los labios —no quería grabarla pero IN me escuchó y cree que deberiamos, en fin, es algo que creo que debo decirte, la verdad quería hacerlo de forma cursi pero no sabia si eso era tu... no importa.

—Esta bien —junté mis manos .

—Puedo... ¿Puedo cantártela? —yo asentí y el empezó a mover los dedos sobre las cuerdas, sus mejillas estaban aun mas rosadas, amaba sonrojarlo o tener ese efecto en el.

"Me estoy conteniendo pero creo que ya no puedo seguir, me animo y me acercó mas.

Fue difícil solo dar este paso, tarde mucho incluso despues de decidirme"

La melodía era hermosa, su voz y la letra, todo derretia en sobremanera.

"Lo siento pero me gustas"

Sonreí como tonta, mi corazon dio un vuelco como nunca antes lo habia hecho y el por fin levantó la vista para conectar nuestros ojos y siguió cantando.

Era una confesión.

—¿Y bien? Umm.. ¿Te gustó? —preguntó tímido y yo reprimí una risa.

—No se como decirlo —fingí una mueca incomoda y el presionó los labios, me estiré hasta quitarle mi ukelele, lo dejé a un lado y me puse sobre mis rodillas, me estiré hasta apoyar una de mis manos en su pierna.

—Me gusta —susurré, sus ojitos brillaban tanto —y me gustas tu —dije antes de llevar mis labios a los suyos, una de mis manos fue a su cuello mientras la otra seguia sosteniendome en su pierna.

Sus labios calientes y humedos se movia a la par de los mios, el separó unos segundos nuestros labios y suspiró erizandome la piel, porque no sonó a su usual suspiro, sonó a esa jodida respiración que me decia que se contenia, que queria mas y eso me volvia loca.

—Me gustas mucho —su voz sonó ronca, yo sonreí antes de unir nuevamente nuestros labios, el tomó la mano que estaba en su pierna y la sacó sosteniendome, empezó a empujarme hacia atras hasta recostarme en la cama.

—Cristopher —su nombre escapó de mis labios quedando atrapado en los suyos, se colocó en medio de mis piernas, mi espalda ya estaba por completa recostada en la cama y su peso se hacia mas notorio sobre el mio, el calor que su piel trasnmitia incluso a traves de la ropa me hizo suspirar en sus labios y aferrarme mas a su nuca, no me bastaba.

Mis piernas se envolvieron en sus caderas y traté de apretarlo contra mi, mordí su labio y el gruñó. Dios... habia sido tan jodidamente sexy.

—Kei, tu olor... —gimió en mis labios y bajo sus labios a mi oreja, mordió el lóbulo y siguió descendiendo hasta mi cuello, lo sentí lamer y morder.

Busque con los ojos cerrados su mano, la encontré a un costado de mi cintura presionada a la cama, su otra mano estaba al costado de mi cuello sosteniéndolo tambien, tomé la mano que creia que no tenia tanto peso encima y la guié hasta mi cintura.

—¿Puedes...? —me quedé callada al sentir su mano acariciar mi abdomen, quería presionar mis piernas buscando calmar la necesidad y como si el leyera mi mente presionó nuestros cuerpos, gemí y él mordió mi cuello. El short que traía puesto me permitía sentir perfectamente lo duro que estaba, se volvió a presionar en mi y yo apreté su espalda. Lo necesitaba, solo necesite sentir su cuerpo entero duro contra mi para volverme adicta a el, a sus gruñidos, al vaiven de sus caderas contra mi y en la forma perfecta en la que nuestros cuerpos encajaban, como si nuestras pieles hubieran sido creadas para acariciarse.

Su mano empezó a ascender bajo mi ropa, acarició mis costillas y llegó por fin a mi pecho, lo apretó y yo me arqueé, jadee y apreté los ojos, no podía con tanto, la excitación estaba consumiéndome entre sus labios lamiéndome, su mano apretando mi pecho con descaro y su caderas moviéndose contra las mías tan lentamente que parecia ser yo la unica en pleno ataque de calor.

—¿Y si...? —empecé a decir, la propuesta poco decente quería salir de mis labios cuando la puerta de mi cuarto sonó y no sabría explicar como pero Cristopher saltó alejandose de mi. Me senté aún con con la respiración entrecortada y traté de peinarme.

Hyunjin pasó justo cuando Cristopher llegó al otro extremo del cuarto. En definitiva esta gente tenía una mala costumbre de solo pasar a los cuartos, resultado de vivir 8 hombres solos.

—Kei ¿Que quieres ...? —empezó a decir hasta que lo vio —¿Que haces aqui?

—Vine a mostrarle una musica a Kei —habló rapido y presionó los labios, vi sus manos bajar un poco su remera en un intento de disimular su erección, yo reí.

—¿Porque estas tan rojo? —cuestiona frunciendo el ceño.

—Hace mucho calor, permiso —dice y tras darme una rápida mirada sale, yo contuve la risa.

—¿Que le hiciste?

—¿Yo? —reí sin poder evitarlo —Nada.

—El pobre parecia huir —quise volver a reír.

Tras hablar un rato con Hyunjin volví a quedar sola, Hyunjin saldría con Felix, IN y Seugmin a traer comida, no sabía quien era el adulto responsable en ese pequeño grupo pero agradecía que me dejaran a Christopher.

Salí del cuarto en busca del bello hombre, ni bien sali al pasillo el estaba ahi, se detuvo en seco al verme.

—Kei no —dijo y yo rei, caminé hasta el y antes de darle oportunidad de huir ya tenia mi cuerpo pegado al suyo y mis labios unidos a los de el, el gruñó sin oponer resistencia y me rodeo con uno de sus brazos.

Caminamos hasta entrar en algun lugar, me presionó contra la pared y separó nuestros labios, su respiración era completanente errática, me acerqué dejando un casto beso en sus labios, mis manos estaban juntas en su nuca.

—¿Vemos una pelicula hoy? —pregunté y el rió, no tenía porque contenerme por lo que volvi a acercarme y mordi suavemente cerca de donde se formaban sus oyuelos.

—Kei —me regañó y volvió a reir, le dejé un beso donde lo mordí.

—Es... eres tan ... agh —digo sin encontrar como describirlo, el besa la punta de mi nariz y yo siento que puedo derretirme de amor en cualquier momento.

—No creo que sea seguro que veamos la película —dice y yo frunzo el ceño.

—¿Porque?

—Podria llegar alguien —relamo mis labios viendo los suyos, la calentura no se me había bajado nada.

—Pero solo veremos una pelicula —El presionó los labios, quería que me besé...

—No se... 

—No seas miedoso —lo molesté.

—No lo soy solo ... —escuchamos la voz de Minho y Changbin caminar en el pasillo, Cristopher retrocedió un paso alejándose.

—No nos pueden ver tonto —reí estirando de su ropa para pegarlo a mi cuerpo nuevamente, el me miró a mi y a la puerta de forma intercalada.

—Vamonos afuera —susurró.

—¿Sientes la adrenalina? —pregunté, mi nariz se enterró en su cuello.

—Kei —jadeo, sentí sus manos sostener mi cadera, mordí su piel.

—Mierda... es el cuarto de Hyunjin y Félix —murmuró y yo contorneé con mis labios su mandíbula, mis manos se colaron bajo su remera sintiendo la dureza de abdominales.

¿Este hombre es real?

—¿Te he dicho que me fascina tu olor? —arrastré las palabras, saqué mi rostro de su cuello solo para husmear el lugar, vi lo que queria y sonreí.

—Me lo dijiste mil veces, y yo adoro el tuyo, no sé si es tu perfume o tu shampoo pero santo Cielo, me vuelve loco —besé sus labios y sonreí separándome.

Empujé su cuerp, guandolo, hasta hacer que se siente en la silla del escritorio que suponía era de mi hermano.

—Seria muy turbio tener sexo en la cama de Hyunjin —murmuré sentándome sobre el , sentí su dura ereccion presionarse en mi entrepierna, no mentiría, amaba esta posición.

—Kei, no tendremos sexo aqui —su voz era ronca, ni siquiera hizo un esfuerzo en moverme.

—Entonces mirame distinto —acerqué mi rostro al suyo hasta rozar nuestras narices.

—¿Como te miro?

—Como si quisieras devorarme —susurré, lo rete con la mirada mientras acariciaba las puntas de nuestras narices. Empecé a balancear mi cuerpo sobre el suyo, presionando la parte que necesitaba su total atención con urgencia.

—Kei —jadeó y tomé una de sus manos nuevamente.

—Christopher —murmuré a centímetros de sus labios sin besarlo —no tengo que poner tus manos en mi, tu tienes todo el permiso que quieras para tocarme donde, cuando y cómo tú lo desees, soy tuya y créeme, lo que más deseo es que me toques —el gimió y yo dejé su mano en mi muslo.

—Kei muero por tocarte todo el tiempo —su nariz acaricia la mía y siento su mano en mi muslo moverse.

—Entonces hazlo cuando tú quieras sin mi ayuda —fui a su oreja y mordí su lóbulo.

—¿Siempre? —susurró y yo asentí, sentí su mano colarse en mi short, una parte mi creía que iba a sacar su mano sin embargo siguió adelante hasta hacer a un lado mi ropa interior y sus dedos tocaron ese lugar necesitado de él.

—Santa mierda —recosté mi cabeza en su hombro y el gruñó, arqueé la espalda y volví a gemir cuando uno de sus dedos entro en mi.

—Kei estas jodidamente mojada —gruñó moviendo su dedo.

—Dios, me tienes así desde mi cuarto y no me ayudas —me balanceé más buscando sentirlo más. Me enderecé y lo miré justo cuando otro dedo se unió y entró en mi, mordí mi labio tratando de no gemir.

—A la mierda —gruño y enterró su mano en mi cabello, sus labios se presionaron a los míos con agresividad, mi respiración era un caos y empeoró al sentir su mano en mi cabello bajar hasta mi trasero y apretar mi cuerpo tan fuerte que estoy segura que eso me dejara una marca, reprimi el gemido nuevamen por sentir sus dedos ir mas profundo y lo sentí ponerse aun mas duro debajo de mi por lo que empece a moverme con más necesidad, lo necesitaba a él.

—Esto esta jodidamente mal —gruñó volviendo a poner sus manos en mi cadera obligandome a moverme mas rápido mientras sus dedos seguían penetrándome.

—No he dejado de pensar en ti desde esa anoche —pegué mis labios a su oreja, él soltó el aire.

—Hyunjin puede llegar en cualquier momento —habló entrecortamente. Gemí sintiendo mis piernas temblar, llegaría al clímax en cualquier momento y quería hacerlo con él dentro de mi.

Llevé una de mis manos al nudo de su buzo para deshacerlo con necesidad.

—Pues seamos rápidos...

....

—Dios... no puedo creer que hayamos hecho eso —murmura mientras peina su cabello hacia atrás y seca el sudor de su frente. Hasta haciendo eso se veia sexy.

—¿Repetimos? —bromeé y el rio.

—Ya, vamonos —me besó de forma corta y salió.

Reí siguiendolo, pero ya no estaba en el pasillo ¿Se fue corriendo?

Caminé lentamente hasta la sala, podía sentir mis piernas temblar en cada paso que daba y el ardor en mi clavícula por una mordida que me había dado y su efecto no parecía querer disminuir. 

Visualice a Cristopher apenas llegue a la sala, lamentablemente no estaba solo, estaba con Minho y Changbin ahi, Cristopher juntaba algunas cosas y Changbin estaba sentado en una butaca, Minho estaba casi en la mesa de almuerzo, comía una de esas barritas extrañas.

Miré a Christopher, sus musculos se flexionaban y tensaban al alzar las cosas... sexy. Su cuello estaba completamente rojo disimulando las marcas que yo le había hecho y apenas empezaban a formarse, mi  plan era sencillo, acercarme a el para avisarle y que se cambié de remera, a mi no me molestaba ver mi obra de arte pero en cuanto alguien mas lo notase el me mataría. Claro que si queria hacerlo con sus manos venosas en mi cuello no pondria resistencia. 

Mordi mi labio ante la idea.

—Deja de comerte al lider asi —bufa Minho —encima me tapas la vista, yo no lo disfruto.

Cristopher se endereza y me mira, yo sonrío con inocencia y el entrecierra los ojos hacia ambos.

—No puedes juzgarme —giré a mirar a Minho y el sonrió —miras igual a Han —su sonrisa se esfumó.

—Claro que no —rió incomodo y yo fruncí el ceño.

—Espera, entonces ¿Es un secreto? —susurré mirando a los lados como si alguien pudiera escucharnos.

—No se de que hablas.

—De que te gusta Han, ¿Estan juntos verdad? —Minho contuvo el aire.

—No lo estamos.

—¿Porque no?

—Porque no hay nada —yo rei pensando que me bromeaba, me puse seria cuando él no se rió.

—Pero te gusta —dije y él para mi sorpresa negó.

Esto era una broma...

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