Capítulo 2: Su hermana
Mis pensamientos viajaban a toda velocidad aun tratando de entender lo que sucedía, ¿Porque nunca nos habló de ella? No solo mis pensamientos eran una revolución, también mis emociones, entre el enojo, la confusión y algo de emoción.
—Pe... Pero eres hijo único —titubee sin entender, nunca habíamos visto a su hermana, ni en fotos, el nunca habló de ella, si antes estaba perdido ahora estaba completamente confundido al respecto.
Ya llevábamos unos años juntos, habíamos debutado como banda no hace mucho pero esa preparación para llegar a eso tomo mucho más tiempo y casi siempre hacíamos videos sobre que tanto conocíamos al otro, es decir, vivíamos juntos, yo conozco a sus padres y ¿Tiene una hermana?
—Larga historia —suspiró él y ella se cruzó de brazos nuevamente.
—Bueno un placer, hermanito... —dijo ella en forma de despedida y dio un paso pero Hyunjin la detuvo.
—Te quedas Kei.
—Tsh no lo haré —se burló, los chicos entraron en la sala quejándose o riendo, no lo entendía por el barullo que hacían, todos detuvieron su paso al mirar a la hermana de Hyunjin, se quedaron callados sin saber bien cómo reaccionar.
—Buenas tardes —saludaron y giraron a mirarme esperando una explicación.
Cuando teníamos visitas yo les avisaba con antelación para prepararnos, sin embargo esta visita me sorprendió incluso a mí.
—Chicos ella es... —empecé a decir, realmente no sabía que decir, solo miré a Hyunjin esperando que él de la explicación sin embargo la chica se adelantó.
—Soy la de la limpieza y ya me iba —trató de caminar pero Hyunjin tomó su brazo nuevamente y respiró profundo, era algo cómico el ver a Hyunjin tan nervioso ya que de por sí, casi nunca lo veíamos así a no ser por los ensayos, y de verdad estaba enojado, no por puro drama suyo.
—Voy a ponerte cinta en la boca y dejarte encerrada en mi habitación —amenazó Hyunjin y ella lo desafío con la mirada, los chicos volvieron la vista a mí con la boca entre abierta, seguro también me vi así.
—Es la hermana de Hyunjin —dije y. ellos emitieron un sonido de sorpresa
—Oh ¿Qué? —dijo Félix —pero eres hijo único.
Eso si era sorpresa, Félix era nuestro rapero y vocalista, conocido por ser el "Sunshinne" del grupo, de cabello rubio, pecas y el que destacaba por su ternura sin embargo su voz contrastaba completamente con su ternura, él era el mejor amigo de Hyunjin, su "angel"como Hyunjin lo llamaba y ahí estaba casi tan confundido como yo lo estaba,
—¿3 años de amistad y no nos dijiste? —se quejó Han y el resto siguió.
—Yo... es una larga historia, les contaré todo, lo prometo, mi hermanita tiene problemas y quería saber si...
—Tu hermanita no tiene problemas —interrumpió ella y Hyunjin puso los ojos en blanco.
—Como ven, se corrompió así que, necesito que se quede un tiempo, si ustedes están de acuerdo —refunfuñó él y todos compartieron miradas dudando, al final las miradas siempre volvían a mí.
—No sientan pena de rechazarme, yo estaré encantada —susurró la chica y Seungmin la miró.
— ¿Una mini Hyunjin? ¿No tenemos suficiente con uno? —habló con honestidad total y Hyunjin entrecerró los ojos.
Seungmin era amante total del silencio y la paz, y Hyunjin era fan de hacer barullo.
—No soy una mini Hyunjin pero coincido totalmente contigo... Seungmin ¿No?
—Ella se comportara —aclaró Hyunjin aunque sonaba mas como una amenaza para ella, tras unos cortos minutos de debate, aceptaron.
—¿Donde va a dormir? —preguntó Minho.
—Hay una pieza extra para el staff, podría quedarse ahí —susurró I.N por fin, había quedado en silencio casi por completo durante la discusión.
—Bien, iremos a hablar con el Jefe —dije mirando a Hyunjin y el miró a su hermana.
—Iré con él, tú te quedas porque de llevarte conmigo me negaran tu estadía apenas hagas algunos de tus comentarios si al volver no estás, créeme que te encontraré Kei, y voy a devolverte aquí.
—Yo no tengo hermanos pero no sé si este sea el trato normal —bromeó Minho y IN rió por lo bajo.
Todos a excepción de Minho y Hyunjin, hasta donde creíamos, eran hijos únicos, por lo que encontrarnos ahora con la existencia de esta chica pequeña de ojos oscuros nos sorprendía de sobremanera
—Hyunjin —lo llamé.
—Estas advertida —declaró nuevamente y ella se cruzó de brazos —Félix, si trata algo, tu solo átala.
—¿Quien? ¿Yo? ¿Porqué yo? —preguntó este pero Hyunjin solo caminó hacia la salida.
Subí al auto con Hyunjin, él tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados justo como ella minutos atrás, remojé los labios antes de hablar.
—¿Tu relación con ella siempre fue tan... particular? —pregunté, yo también tenía una hermana menor, sabía que podía ser rebelde y pesada pero la amaba y no podría amenazarla.
—No, era mi mejor amiga —murmuró con desanimo y suspiró.
—¿Quieres hablar del porqué nadie sabía sobre tu hermana?
—Es complicado, ella llegó cuando yo tenía 5 años... —empezó a explicar y yo lo miré sorprendido.
—¿Se llevan 5 años? —pregunté asombrado, ella no parecía tan pequeña.
—No, solo 2 años —dijo y yo fruncí el ceño trate de contar con mis dedos y el bufo al notar mi confusión —yo tengo 21,ella casi 19 –dice con obviedad
-Si si, lo entiendo —le resto importancia para que siga hablando
—Un día jugaba en el patio de casa, y una señora apareció, no la recuerdo bien... pero dejó a Kei conmigo, con una carta y una mochila, dijo "Es tu nueva hermana, cuídala por favor" yo solo tenía 5 años, ni siquiera sé como recuerdo eso —rió.
—¿Es adoptada? —pregunté impaciente y él negó.
—Empezamos a jugar hasta que me cansé, la llevé adentro y le dije a mis padres que era mi nueva hermana, ellos se rieron... y bueno... papá leyó la carta, mamá se volvió loca, recuerdo los gritos y a Kei llorar asustada.
Miré la carretera en silencio e hice un sonido afirmativo para que sepa que lo estaba escuchando.
—Claro que no entendí nada en su momento, hasta los 14, jugábamos con Kei a las escondidas, me iba a esconder en la oficina de papá, me puse a husmear mientras esperaba que me encuentre, no sé como encontré los papeles de Kei, la prueba de paternidad y el reconocimiento para darle nuestro apellido, Kei no era mi hermana adoptiva, sino mi media hermana... siempre pensé que yo la había adoptado —rió con un deje de tristeza —papá tuvo una aventura con una señora, y esta por alguna razón abandonó a Kei en casa y no volvió a aparecer.
—Tú hermana ¿como lo tomó?
—Ella lo sabía —suspiró —le mostré los papeles con algo de miedo por cómo reaccionaría, pero solo reflejó miedo, por como reaccionaria yo —volvió a reír y se cubrió el rostro con las manos.
Guarde silencio unos segundos, no imagino lo difícil que debió ser para ella, es decir, que su mama la haya abandonado, sentía el estomago revolverme.
— ¿Porque?
—Había sido tan egoísta que jamás me di cuenta del vacío que nuestro padre le hacía, todo era yo, y ella pensó que yo la odiaría, que por alguna razón también me enojaría, mamá perdonó a papá y trató a Kei como a una hija también pero no era lo mismo.
—¿Tu te enojaste? —pregunté estacionando frente a la empresa.
—Claro que no, la ame aun más, nos apegamos más, hasta que debuté y ella empezó con su estúpida rebeldía.
—No entiendo —confesé y el negó como si lo recordara.
—Todo iba bien hasta que ella cumplió 16 años y conoció al estúpido de su novio y yo debuté, nos alejamos y no sé qué pasó pero empezó a escaparse de la casa, me ignoraba a toda costa, y sus notas decayeron y para cuando hablé con ella para presentarle a ustedes, fue ella quién me dijo que no diera signos de su existencia, me hizo un escándalo como adolescente malcriada y yo cedí... por eso no hablé de ella nunca, ella ni siquiera usa mi apellido, para ella es Kei y fin.
Yo guardé silencio, no sabía cómo reaccionar ni entendía aun del todo el porqué de tanto drama y misterio, digo... ¿Que diferencia abría si ella nos conociera o no?
Entramos en la empresa y Hyunjin habló con los jefes, no me sorprendió mucho saber que ellos si estaban al tanto de la existencia de Kei, ellos aceptaron su estadía temporal poniéndome ciertas reglas para los chicos, a lo que yo acepte.
No tardamos mucho en volver a la casa, los chicos estaban sentados alrededor de la chica observándola como si fuera una criatura mística, ella solo tecleaba en su celular, alzó la vista encontrándose con la mia, me miró unos segundos y luego a Hyunjin.
—Bien, ¿Dijeron que no? —preguntó ella y Hyunjin blanqueo los ojos.
—Llamaré a papá para que me mande tu ropa —murmuró y ella frunció los labios.
—No tengo mi ropa ahí —respondió como si su respuesta lo retara, los chicos miraban a cada uno como si fuera un partido de ping pong, la tensión pareciera sentirse en el aire.
—¿Donde la tienes Kei? —repetí mentalmente que nunca había visto a Hyunjin tan nervioso, presionaba su mandíbula con fuerza y se había quedado quieto como si ya conocía la respuesta.
—Están en casa de Su-ji —respondió con tranquilidad y Hyunjin giró a mirarme.
—¿Puedes... puedes llevarla? Yo necesitó retomar el control —suspiró y se fue caminando hacia el pasillo que llevaba a su cuarto.
—Vamos —pedí y ella me miró, dudó unos segundos pero se levantó del sofá para seguirme.
Ella subió al auto en silencio
—¿Puedes colocarte el cinturón? —pregunté mientras yo me colocaba el mío.
—No quiero hacer esto, puedes dejarme a unas cuadras y decirle a Hyunjin que me escape, el no te culpara —pidió, yo giré a mirarla —dile que me tiré del auto en movimiento.
—No puedo hacer eso —negué mientras me acercaba a ella, casi rio por su ocurrencia, me quedé quieto unos segundos dándome cuenta que me acerqué de mas, contuve la respiración y le coloque el cinturón para luego volver a mi lugar.
—Que caballero —Sonríe de dientes, tenia los dientes pequeños como Hyunjin, parecía un gatito.
La miré solo unos segundos más mientras ella tecleaba en su celular, su piel parecía tan suave y cremosa que moría por tocarla, tenía un leve sonrojo que no sabía del todo si era maquillaje o su piel, sus ojos eran grandes y aun me sorprendía la oscuridad de sus iris, eran hermosos y profundos.
Aún seguía pensando en el hecho de que Hyunjin tenía una hermana, que era al parecer su pequeña copia, nunca nos dio un indicio de que tenía una hermana, todos solíamos hablar cada tanto de nuestra familia, nunca noté el silencio que hacía el en esos momentos.
Empecé a manejar siendo guiado por ella, me gustaba el sonido de su voz.
—Es aquella casa —apuntó una casa amarilla, el mismo chico de la mañana estaba frente a la casa, sacaba el humo del cigarrillo por la boca, y miraba el cielo, estacioné frente a él llamando su atención.
Kei se sacó el seguro del cinturón y se dispuso a salir, sostuve su brazo antes de que lo logre y confirme que la piel bajo mi mano era tan suave como sus manos.
—Entraré contigo si te parece bien, si te escapas tu hermano se enfadará conmigo —Hablé y ella asintió.
—Bien.
Ella bajó de auto, el chico intercaló la mirada entre ella y yo. El tenía uno de sus brazos lleno de tatuajes, tenía el cabello negro y largo y la piel blanca. Supongo que este era el novio del que hablaba Hyunjin, el tiro la colilla del cigarrillo y se acerco a Kei.
—¿Quien es él? —preguntó, Kei puso los ojos en blanco y caminó hacia la casa con él y yo siguiéndola.
—Su-ji no empieces, vengo a llevar mi ropa —el chico giró a mirarme, me escaneó de pies a cabeza y vió mi intención de entrar en la casa, detuvo el paso y puso una mano en el aire deteniéndome.
—Tú, quieto ahí, no entrarás.
—Debo estar con ella —fue todo lo que dije, el intimidaba un poco, miré sobre su hombro, ya no la veía, Hyunjin me matará si la pierdo, o quizás no a mí, si no a ella cuando la encuentre.
—¿Quién eres tú?
—Yo soy Bang Chan y necesito... —empecé a decir pero el interrumpió
—Quédate aquí, yo iré por Kei —me escaneó nuevamente y giró, iba a entrar en la casa cuando Kei salió con una mochila y un estuche de ukulele.
—¿Enserio te irás? —cuestionó el y Kei caminó hacía mi auto.
—Sí, lo haré, estaremos en contacto, mi hermano me ha raptado —suspira con dramatismo fingido mientras mete el ukulele en la parte trasera de mi auto, caminé hacia el auto un poco más seguro de que ella no escaparía.
— ¿Al menos te despides bien? —dijo él, sin dejar que ella responda estiró de su brazo y la abrazó, pareció decirle algo o besar su oreja, no sé, ella solo se quedo quieta, el no tardó en separarse y mirarme, yo fruncí el ceño confundido por como lo hacia ¿Me mando una señal?
—Vámonos —dijo y yo subí al auto
Ella suspiró en el asiento copilo y de mala gana se puso el cinturón, guardo silencio mientras usaba su celular.
Tenía tantas preguntas en mente, no entendía la actitud de ella, moría de curiosidad tratando de buscar respuestas pero al final no era mi problema, no tenía porque indagar...
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