Capitulo 16: No entiendo nada
Bang Chan
—No haremos nada Hyunjin —regaña Kei, camino hacia ellos, ambos estaban de frente, Kei parecía enojada mientras Hyunjin suplicaba algo.
—Kei... —Suplicó.
—Nada —bufa, se cruza de brazos y frunce el ceño, parecía una niña.
— ¿Están peleando otra vez? —me cruzo de brazos observándolos y ellos niegan a la vez, ya había pasado unos días en donde la paz reinaba y desde ayer ellos parecían cuchichear y pelear en silencio, cosa que de igual manera me alteraba.
—No, pasa que Kei es una testaruda y no quiere... —Hyunjin fue interrumpido por el codazo de Kei en su estomago.
—Calla, no pasa nada —bufó y yo asentí confundido.
Hyunjin y Kei pasaron el día entero peleando, la paz no había durado lo suficiente, ni siquiera entendía porque lo hacían y ninguno quería decirme como para tratar de ayudarlos y llegar a un acuerdo. Además era distinta a sus distintas peleas, eran solo sonidos de negación y miradas de advertencia. Hasta que por fin llegó la noche y Kei se tiró en el sofá a mi lado. Realmente amaba ver películas con ella.
— ¿Me esperabas? —sonrió tomando el control, nuestros brazos se rozaban haciéndome erizar los vellos, su olor inundo nuestro pequeño lugar y yo lo aspire sintiéndome embriagado, debía averiguar que era el olor tan dulce ¿Su Shampoo? ¿Y eran flores o de frutas?
— ¿Por qué pelearon tanto ayer y hoy? —giré mi cuerpo para mirarla de frente, ella se tensó y remojó sus labios.
—No es nada, Christopher —murmuró, se había quedado quieta, su ceño estaba fruncido y ni siquiera se había girado a mirarme.
Tenía el cabello alzado en una cola, se veía esponjoso, alce mi brazo en el espaldero y tomé su cabello para envolverlo en mi mano, volviéndolo un intento de rulo grande, sentí sus ojos mirarme por lo que aparte la vista de su cabello y la miré.
— ¿Y eso? —sonrió y yo me congelé un segundo, quité mi mano de su cabello y me enderecé, sentí el rostro arder, estos impulsos iban de mal a peor.
—Yo... —aclaré mi garganta, ni siquiera sabía cómo defenderme. ¿Lo siento Kei, es que últimamente tengo impulsos constantes de querer tocarte? por supuesto que no.
—Vi tu videoclip con Minho —murmuró y yo sentí la necesidad de tapar mi rostro de la vergüenza.
—Ah... pensé que no nos oías —ella aun me miraba.
—Debía oír la música que te tuvo lejos de mi tanto tiempo —bromeó con ternura y yo desvié la mirada de ella, ¿Por qué miraba con tanta intensidad?
—¿Te gustó? —pregunté algo avergonzado y ella rió.
—Mucho, felicité a Minho, realmente estuvo genial, y verte a ti en moto... vaya que repetí el video —bromeó y yo llevé mi mano a mi rostro —y esa ropa... Dios...
—Basta —reí y solté un ahogado grito —Hey, tengo la duda de que hacías en el aeropuerto el día que nos vimos por primera vez —cambié de tema rápidamente o mi rostro empezaría a arder.
—Pensé que no me reconociste —hizo una pausa —tenía que dar un pequeño show para una empresa de unos amigos de Su-ji —yo asentí —Aun no creo la suerte que tuve para caer justo en el avión de ustedes.
Kei puso una película, pasamos la siguiente hora viéndola, ella estiró su cuerpo hasta poner sus pies encima de una mesita que estaba frente nuestro, sus pequeños piecitos estaban cubiertos por unas medias blancas, ella no era tan baja, era solo unos pocos centímetros pero aun así parecía tan pequeña a mi lado, su cabeza se recostó en mi hombro.
—¿Te dormiste? —pregunté en un susurro, la primera vez que se durmió viendo películas pasó lo mismo.
—No, solo veo la película cómoda —contuve la respiración sin saber cómo soltarla de apoco hasta que al pasar los minutos me acostumbre al calor de su cuerpo y dejé de lado mis latidos apresurados, me recosté sobre su cabeza.
Su celular vibró, trato de ignorar el sentimiento de desilusión que crece al pensar que se irá como la última vez. Ella toma su celular y suspira con cansancio. Pude ver el nombre de Su-ji brillas en la pantalla, Kei se enderezó y se llevo el teléfono al lado contrario de mi evitando que escuche la conversación.
—No lo hagas okey, no quiero verte ahora —murmura al descolgar, fingí prestar atención a la película —no quiero, gracias, ni cena ni almuerzo ni desayuno, solo no toques el tema y ya.
Ella se enderezó separándose un poco de mí, no lograba oír lo que él decía, solo como ella rechazaba todo.
—No Su-ji, nada... bien, gracias, y nada Su-ji, o voy a enojarme —amenazó y tras unos segundos más cortó la llamada y volvió a mi hombro, agradecía que no se iba a ningún lado, quería abrazarla con tal de que no se mueva.
— ¿Han peleado? —pregunté luego de unos minutos de silencio donde la curiosidad me carcomía.
—Para nada, hoy será el día de la intensidad y ya —suspiró y yo asentí sin entender.
Cuando terminó la película hablamos un rato respecto al final inesperado de la película y luego fuimos a nuestros cuartos a dormir.
Me levanté temprano como siempre, me sentía algo cansado, desvelarme seguía pasándome la factura. Desayunamos con los chicos, Kei no apareció en ese transcurso, fuimos al ensayo como siempre y al volver cerca del medio día, Kei tampoco salió. Fruncí el ceño confundido, hasta donde sabía no había peleado más con Hyunjin, de hecho, hoy no los había visto juntos para nada.
— ¿Kei no va a comer? —le pregunté a Hyunjin, el jugaba con la comida, movía los vegetales con su tenedor sin llevarse nada a la boca, y había estado extrañamente callado todo el día.
—Se lo llevare apenas terminemos.
—¿Volvieron a pelear? —preguntó Changbin leyendo mi mente, quizás solo no los vi pelear esta mañana.
—¿Seguro que sigue en la casa? —cuestionó Seungmin y Hyunjin asintió.
—Espero y haya salido por lo menos con Su-ji —bufó y todos, incluyéndome, lo miramos confundidos. Hasta donde entendía ellos no se llevaban.
—¿Porque con él? —preguntó IN y Hyunjin negó ¿Que se supone que pasaba hoy?
Los chicos se levantaron de la mesa al terminar de comer, Hyunjin se encargó de llevarle comida a Kei y yo me quedé en la sala leyendo la letra de una de las canciones en las que trabajábamos, extendí los papeles de las letras y los acordes y trate de entender que le faltaba a la canción.
El timbre de la entrada principal sonó luego de unos minutos estando ahí, fruncí el ceño confundido, hasta donde recordaba no había visitas hoy, agrupe un poco los papeles que acaba de desordenar y camine hasta la puerta.
—Oh, señor y señora Hwang, buenas tardes —saludé, eran los padres de Hyunjin, hacia meses no los veía.
— ¿Como estas Bang Chan? —saludó la señora, las arrugas bajo sus ojos eran más notorias de la última vez que la vi, tenía el cabello recogido en un cola alta, vestía tan elegante como siempre lo hacía.
—Bien, pasen por favor —ellos se adentraron a la casa hasta tomar asiento en el sofá. El papá de Hyunjin era mucho más alto que yo, vestía un traje gris y todo en el desprendía un aura de autoridad y elegancia. Era como si de un hombre de negocios se tratara.
—Hyunjin no me aviso que venían —sonreí —iré a avisarle que llegaron.
—Realmente vinimos a ver a Kei —Habló la señora deteniendo mi paso. Por un segundo también olvidé que ella era su hija. Presione los labios y asentí.
—La llamaré —caminé hasta el pasillo de los cuartos y toqué su puerta, ella no dio señales, volvi a insistir un poco mas.
—Soy yo —hablé luego de unos segundos y ella abrió la puerta, parecía que acababa de levantarse, tenía el cabello algo enredado y aun tenía su piyama puesta, sentí la respiración atorarme al verla en un short extremadamente corto. Me obligue a levantar la vista sintiendo mis manos hormiguear.
—¿Si? —preguntó y bostezó, vi el plato lleno de comida en su mesita de luz y me crucé de brazos.
—¿Aun no almorzaste? —bufé y ella giró a ver lo que miraba.
—No tengo hambre.
—Kei, ni siquiera desayunaste, son casi las 4 de la tarde, debes de comer algo —la regañé algo molesto.
—Nosoy una niña —Puso los ojos en blanco como solía hacerlo y yo gruñí.
—Pues deja de actuar como tal —ella abrió más los ojos, sorprendida por mi tono, hasta yo lo hice pero joder... no podía ser tan inresponsable, si se desmayaba tendríamos que ir al hospital.
—Bien —bufó —¿Algo mas señor?
—Tus padres están esperándote en la sala —su rostro cambió en segundos, ya no parecía enojada, parecía procesarlo lentamente, hasta que a parecer llegó a una conclusión y una sonrisa burlona creció en sus labios.
—¿En serio? ¿Te pidieron hablar conmigo? —Se recostó en el marco de la puerta y cruzó sus brazos, parecía creer que era un chiste.
—Si —respondí confundido por su reacción.
—Oh... bueno, pues diles esto —ella movió su dedo índice y yo me acerqué hasta quedar a centímetros de ella, acercó los labios a mi oído —Jodanse —susurró y yo me enderece.
—Kei —la regañé —no puedes...
—No quiero ver a nadie hasta que marque las jodidas 12 de la noche —murmuró y cerró la puerta de su cuarto en mi cara, respiré profundo. ¿Por qué volvió a retroceder? parecía la misma Kei del comienzo y no lo entendía. Gruñí enojado viendo la puerta cerrada frente a mí y tuve que respirar profundo.
Era la única que lograba quitarme de quicio así, no le entendía, a veces era tierna, otras veces parecía una niña malcriada y otras era tan pero tan... agh.
Caminé resignado hasta la sala, tenía el nudo en mi garganta de querer regañarla aun mas por ser así con sus padres.
—Kei se encuentra indispuesta —dije y el señor Hwang sonrió exactamente de la misma manera que Kei, su sonrisa burlona era idéntica, casi rio por el parecido que tenían.
—Te dijo "Jodanse" ¿no? —preguntó divertido, yo me congelé, ¿Como lo sabía? ¿Escuchó nuestra conversación?
—Yo... no —dije rápidamente.
—No hace falta que mientas Bang Chan, conozco lo suficiente a Kei para saber que seguro está encerrada en su cuarto porque en definitiva ama hacer drama —reprochó con voz dura.
—Cariño creo que debemos irnos —Habló la señora y este la miró unos segundos, seguía teniendo la misma expresión en su rostro.
—Señor Hwang —empecé a decir hasta que oí pasos acercarse, sabía que era ella, reconocía hasta el sonido que hacían sus piecito al caminar, era la única que andaba descalza o en medias por la casa todo el tiempo.
—Hasta que apareciste —se burló el señor Hwang, el ambiente era totalmente tenso, ni siquiera entendía lo que pasaba o en qué momento todo cambio, ¿me pase a otra dimensión sin darme cuenta?
—Cariño —la señora Hwang llevó una mano al brazo de él, como si supiera lo que iba a pasar y tratara de calmarlo, Kei estaba a mi lado mirándolo solo a él.
—Pensé que te quedarías en tu cuarto como una cobarde —habló con casi odio sorprendiéndome, su actitud... lo poco que había convivido con los padres de Hyunjin, nunca lo oí o si quiera imagine que el seria así, parecía alguien tierno y dedicado a su hijo, sin perder su estilo claro, sin embargo el tono que usaba ahora era completamente frio y burlón.
—Pensé que te quedarías en tu casa como todo el dictador infeliz que eres —sonrió ella. ¿Esta era una forma de bromear de ellos?
—Kei... —susurré mirándola, ella ni siquiera me miraba, ni el señor Hwang, parecía que yo había desaparecido por completo. Ella dio un paso más cerca, sentí que su cuerpo buscaba el mio, se pego solo hasta rozar nuestros brazos.
—¿Recordaste tus modales y viniste ver a tu padre? —ella rio, esa risa amarga que ni aun con Hyunjin en sus peores días había oído.
—Claro que recordé los modales que me diste y no quise involucrar a Bang Chan en esto, asique como toda dama, vine a decírtelo de frente —habló de manera tranquila, tenía las manos juntas frente a ella y ya no parecía despeinada.
—¿Aprovechandoque no está tu hermanito? —se volvió a burlar el Señor Hwang, yo estabaperdido. La señora Hwang miró a su esposo con súplica.
—¿A qué viniste? —habló ella con los dientes presionados —dudo que a llevarme y ¿Para qué hacer un show aquí?
El señor Hwang se separó de su esposa y se acercó a ella, yo no sabía qué hacer, ¿Me iba nada más? Kei no desvió la mirada de él, se acercó hasta quedar frente a ella, se inclinó hasta alcanzar su oído, no escuche nada, solo la vi tensarse y su brazo pegarse un poco más al mio.
—Jodete, y vete, ya no estoy para jugar a la tonta familia feliz, menos aquí —no dijo nada mas, se giró y volvió por donde había llegado.
—¡Kei! —la llamé pero me ignoró.
—Tranquilo, está en su etapa de rebeldía —se encogió de hombros restándole importancia, la señora Hwang tenía la mirada perdida, me recordó a Hyunjin mencionando la dichosa etapa al comienzo de la estadía de Kei.
— ¿Mamá? ¿Papá? —Hyunjin apareció acercándose hasta ellos, sus padres se acercaron y lo abrazaron, yo fruncí el ceño en definitiva ¿Qué demonios está pasando?
—Yo los dejo —me despedí con la cabeza y salí de ahí para darles privacidad.
Toqué la puerta de Kei pero no respondió, insistí un poco más y nada, suspiré molesto y volví a mi cuarto, pase la siguiente hora componiendo, por más que tratara no podía concentrarme tratando de entender qué fue toda esa situación tensa con los padres de Hyunjin, ¿Ellos estaban peleados? Quizás por que Kei había escapado aunque de igual forma mis padres no creo que reaccionen así al volver a verme, mire mi hoja con solo el tirulo de la canción hasta que el timbre volvió a sonar, ¿Hoy era el día de las visitas?
Caminé hasta la entrada principal, ya no había nadie, supongo que los señores Hwang ya se fueron luego del incómodo y raro momento.
—Hola —Saludo Su-ji y yo bufé.
—Supongo que vienes a ver a Kei —dije y el sonrió de dientes.
—¿Como lo supiste? ¿Mi cara no se vio iluminada al verte?
—La llamaré pero no sé si venga, pasa —el asintió, tenía una pequeña caja en manos con un moño azul en el.
Volví a caminar hasta el cuarto de Kei, antes de entrar al pasillo que llevaba a los cuartos vi a IN observando a Su-ji desde una esquina.
—¿Qué haces ahí? —pregunté y él no despegó la mirada del intruso.
—¿El que hace aquí?
—Vino a ver a Kei —Murmuré y seguí caminando hasta tocar la puerta.
—¿Ahora qué? —preguntó abriendo la puerta, llevé los dedos a su frente y la golpeé bromeando con mi índice, ella llevó la mano a su frente y me miró con la boca entreabierta.
—Cálmate chispita —reí y ella entrecerró los ojos hacia mí, parecía que había vuelto a despertarse recién.
—Bien, lo siento, ¿Dime qué quieres precioso ser? —mi respiración se detuvo, sentí mi rostro calentarse y desvié la mirada y claro que ella se rió.
—Su-Ji vino a verte —murmuré y ella suspiró.
—Le dije que no quería verlo —salió de la pieza sin decir nada, me quede en el pasillo sin hacer nada esperando a que ella vuelva, no pasaron tantos minutos cuando ella volvió, pasó por mi lado sin mirarme y se volvió a encerrar en su habitación.
Caminé hasta la sala viendo a Su-ji sentado en el sofá aun.
—Suele ser gruñona —habló mirándome —pero hoy se pasó ¿Qué pasó?
—No lo sé, amaneció así —me preocupé pensándolo, realmente no era la misma Kei de todos los días, parecía querer dormir únicamente, en definitiva esta mas gruñona a lo normal y parecía estar casi alerta.
—¿Y Hyunjin? ¿Estuvo detrás de ella hoy? —yo negué, Hyunjin apenas y había ido a verla o hablado con ella, el pareció pensarlo.
—No, estuvo en su cuarto encerrada todo el día —el frunció el ceño —recién salió cuando sus padres vinieron.
—¿El señor Hwang vino? —abrió los ojos sorprendido, asintió lentamente como si entendiera todo, yo fruncí el ceño, ya sabía que era lento con estas cosas de captar las cosas, pero ahora no era mi culpa ¿Todos se comunicaban telepáticamente o me salté un capítulo de la novela?
—Bien ya me harté, no entiendo nada —gruñí sentándome a su lado —quiero entenderla pero no sé cómo.
—Ella te lo contara cuando se sienta lista, pero no es tan fácil —Habló —Ahora sé porqué estaba más argel de lo normal —yo volví a gruñir.
—¿Porque? —volví a buscar respuestas y él me miró.
—Por el día de hoy —explicó con obviedad y me enojé mas.
—Que no entiendo, ¡Joder! —bufé y el soltó una carcajada.
—Tranquilo tigre, pensé que lo sabias... hoy es su cumpleaños —dijo sin más y mi corazón se detuvo.
—¿Qué? ¿que hoy es su qué?
***
Buenas Lectores perdidos, porque si, evitando el embrollo del espacio del tiempo en el que lean esto, serán perdidos, en algún lugar del tiempo, para mí el futuro y para ustedes el presente, en fin, buenas. El próximo capitulo lo narrara Kei, para entrar en contexto, asique, por favor no se adelanten para juzgar a la pobre criatura. No la hago pesada solo porque si, tiene un pasado que claro irán descubriendo de apoco. Amamos a los gilipollas en los enemies to lovers, amemos tambien a nuestra pequeña costrosa de pasado complicado.
Sin más, nos leemos en el próximo capitulo
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