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Capítulo 13: Te extrañé

Bang Chan

Hacía 3 días que no iba por la casa y cuando por fin lo hago, Kei volvía a ir con su amiguito, ni siquiera entiendo porque me enoja ¿el aire controlador de Hyunjin se me pegó?

Entré a la casa, y me giré para mirar por la ventana por puro y masoquista, Kei se tiraba encima de él para abrazarlo, sentí mi cuerpo tensarse. Entrecerré los ojos hacia su dirección, en definitiva odiaba que él la toque y demonios, como odiaba esa presión en el estomago.

—Espiar está mal Channie —Cantó Félix a mis espaldas, me sobresalté y giré para mirarlo, sentí mis mejillas calentarse pero fingí no notarlo.

— ¿Como estas? —le sonreí con inocencia y caminé hacia la cocina con él siguiéndome y con la imagen de Kei en mi mente, refunfuñé tratando de espantarla.

—Líder —gritó IN al verme y el resto empezó a hacer barullo.

—Hey chicos —saludo y miro a Minho —Minho vamos a hablar.

—¿Que hiciste ahora Honey? —lo regaña Han en broma, Minho se levanta en silencio y juntos caminamos hasta mi cuarto.

—¿Lograste ponerle melodía? —pregunta apenas entramos, él se tira en mi cama y yo dejo mi mochila en la silla de mi escritorio, la abro y quito la carpeta roja que contenía nuestro pequeño proyecto.

Había invertido estos tres días exclusivamente a los preparativos para esta canción y a acostarme en el sofá para mirar el techo.

—Si, también ya sé como haremos el videoclip —Minho y yo habíamos estado trabajando en una música que ya por fin estaba terminada, solo faltaría grabarla, no era una música muy de nuestro estilo pero sería un comienzo quizás a algo nuevo.

No era hacer de menos al grupo, teníamos canciones solos y canciones de a dos o tres grupos, aveces cuatro y otras veces los ocho juntos.

—¿Cómo?

—En moto —murmuré tratando de restarle importancia.

—Bromeas —Sonrió y yo negué.

—Quedará, ya te explicaré la idea en el estudio —el asintió y tras terminar de hablar algunos temas, le abrí la puerta para que vuelva a la sala. Ni bien Minho dió un paso afuera apareció Kei.

Ella se recostó en el marco de la puerta con sus labios presionados, Minho la miró y luego a mí y siguió avanzando un poco más lento, como si tratara de escuchar lo que sea que Kei tenía planeado decir.

—Hola —sonrió emocionada apenas Minho se marchó por completo. Una parte de mi no quería hablar con ella —¿ya no estás gruñón?

No mentiría, había extrañado la noche de películas, y no me había dado cuenta que Kei siempre me seguía hasta que empecé a sentir su ausencia, la verdad no sabía quien seguía a quien, solo sabía que en mis tiempo libres los pasaba junto a ella, y solo tres días bastaron para notarlo, incluso menos, el primer día ya me era extraño y silencioso.

—Hola —me recosté en el lado contrario del marco de la puerta, su cabello rosado estaba suelto, cubría sus hombros, estaban algo enrulados, quería pasar mis dedos por él y olerlo.

—Te extrañé —ni siquiera lo susurró, habló alto y claro y yo me tensé , la pequeña molestia que sentía con ella desapareció por completo. Traté de no sonreír.

—Yo también —murmuré y ella rió.

—No te oí bien, ¿Que dijiste?

—Calla —reí con ella.

—Hoy no hace falta que me acompañes a ver películas, puedes dormir, seguro estas cansado —murmuró y yo negué.

—Para nada —mentí como si hubiera dormido algo estos días, realmente quería volver a la calma de estar a su lado viendo las películas que ella quiera.

Y supongo que ahí la raíz de los extraños impulsos que tengo con ella, me repetía mentalmente la sensación que me causaba estar con ella, en el día con las mil cosas que hacer y ensayar, y en estos tres días la frustración de terminar de pulir la canción y sus detalles, todo parecía un caos, sin embargo estando ahora con ella, parecía como si la calma que tuviera me transmitiera de alguna manera, como si su voz y su presencia dispersaran la neblina. Muy cursi de mi parte pero su... ¿Amistad? Se sentía a una pausa del caos.

—Estas ojeroso Christopher —dijo más seria, sentí que mi rostro ardía, no me había maquillado para tapar eso, ni siquiera me había puesto algo de maquillaje, nada. Seguro me veía horrible.

—Bien, pues no me veas —reí nervioso y llevé las manos a su rostro con la intención de te tapar sus ojos, ella tomó mis manos y las bajó, ella siguió sosteniendo una de mis manos como si no se diera cuenta de ello.

—No te vi por tres días, déjame mirarte ahora —inclinó la cabeza observándome y volví a sentir las mejillas calientes. Era imposible quedarme molesto con ella.

—¿Cómo puedes decir las cosas tan fácilmente? ¿No tienes vergüenza?

—Para nada —rio, realmente me gustaba que fuera tan directa con todo, quisiera ser así —deberías intentarlo, además, me fascina ver cómo te sonrojas —se burla.

—Tengo decencia, gracias —bromeé y ella se acercó a mí, mi pulgar quería acariciar su piel.

—¿Decencia? ¿Qué cosas piensas en decirme? —susurró con tono pícaro, su rostro estaba levantado para mirarme, si tan solo me bajaba y acercaba un poco más mi rostro, nuestras narices podrían rozarse.

—Nada —susurré mirando sus ojos, eran hermosos. Ella sonrió de dientes.

Me frustraba no entender lo que sucedía con ella cerca, el jodido mundo se detenía cuando me miraba.

—Es muy simpático molestarte, te pones rojo, y ni siquiera hago mucho —remojó sus labios y sentí mi corazón acelerarse.

—Yo... iré a... yo ya me voy —murmuré rodeándola, solté sus manos y huí, oí su risa detrás de mí, sonreí inconscientemente.

Ella me siguió hasta la sala, ambos nos sentamos en el sofá, mi pierna rozaba la suya, su brazo también me rozaba, quería acercarme más, pero no estábamos solos, no sé en qué momento empezaron estos arrebatos pero debía detenerlos a toda costa.

Félix cocinaba unos brownies a nuestras espaldas y Seungmin discutía con Han sobre algo irrelevante justo a nuestro lado y Hyunjin estaba en el sofá paralelo mirando la televisión.

—Es así —dijo IN perdiendo la paciencia con Changbin, parecían tratar de grabar un tiktok a un costado. Kei miraba la tele encendida, no sé que película pasaba pero ella parecía atrapada en ella.

— ¿Cenamos pizza hoy? —pregunta Hyunjin mirándome, iba a negarme, habíamos estado alimentándonos mal, solo comíamos comida rápida o frituras.

—Si si pizza —pidió Kei mirándome también y yo asentí mirándola.

—Minho y yo grabaremos una música —le comenté a Kei y ella hizo un sonido con los labios, pareció pensarlo.

—Hyunjin me dijo que también grabarían otra juntos —yo asentí —que rapidez.

—La música de Hyunjin la grabaremos la próxima semana, y la de Minho en estos días, quizás antes del fin de semana.

—¿Puedo ir a ver la grabación? —preguntó emocionada, sus ojos brillaron, volví a tener la necesidad de acariciar su mejilla.

—Claro —mi sonrisa se borró al oír su celular vibrar, ella lo tomó y no sé qué pasó por mi mente para arrebatárselo cuando ella lo levantaba y cortar la llamada, ella giró a mirarme con el ceño fruncido.

—¿Y eso? —cuestionó.

—¿Que pasó? —preguntó Hyunjin quien era el único miembro cercano ahora, levantó la vista de su celular para mirarnos, no había visto mi arrebato.

—Nada —dije rápidamente y el volvió la vista al televisor, miré a Kei, su celular volvió a vibrar en mi mano y como un reflejo corté la llamada otra vez. No quería que ella se vaya nuevamente.

—¿Que se supone que haces? —me miró divertida, se cruzó de brazos y yo sentí mi rostro arder.

—Yo... mierda, no se —pensé en voz alta, le devolví su celular y ella rió. Me levanté sin saber bien que hacer y fui a mi cuarto ¿Que demonios está pasando conmigo?

...

—¿Viste a Kei? —preguntó Hyunjin entrando a mi cuarto, suspire sabiendo lo que venía. La Paz no duraba mucho en esta casa. La última vez que pelearon fue hace dos días, rompiendo récord, ella volvió a salir a tocar a las calles sin avisar, por lo menos ya no se peleaban como antes, se trataba más en la preocupación de Hyunjin por Kei saliendo sola de noche a sus antiguos celos de hermano.

Miré el reloj de pared, eran las 7:30 pm.

—No —murmuré —Pásame su número ... quizás a mi me responda si llamo.

—Buena idea —sacó su celular y me pasó el numero —seguiré buscándola, aun no le pregunté a Changbin.

Ni bien salió de la pieza marqué su número, no sabía si esta era una excusa o cual era el plan, pero me convencí de que por emergencias debía de tener su número, es decir, vivía aquí, debía de tenerlo por las dudas. En el tercer pitido atendió.

—¿Hola?

—Kei —Hablé y ella guardó silencio unos segundos.

—Cris... ¿Christopher?

—¿Volviste a escapar? —pregunté y ella suspiró.

—¿Ya se dio cuenta de que no estoy?

—Sí, ¿Donde estas? —Jugueteé con el lápiz que tenía en mi mano, empecé a dibujar pequeños garabatos.

—No quiero que vengan, nadie —oí el barullo de fondo, lo decía como si de alguna manera predijera lo que iba a suceder, yo fruncí el ceño sin entender del todo.

—¿Por qué? Hay mucho ruido —llevé una mano a mi oído libre y lo cubrí tratando de oírla mejor, parecía como un zumbido o barullo.

—Christopher solo... dile que volveré antes de la 12 o quizás pasadas las 12, pero volveré.

—¿En qué andas? —Pregunté curioso y ella guardó silencio nuevamente —si no quieres contarme no hay problema.

—Yo...

—En unos minutos más el gran evento del año dará inicio, los esperamos en Músic Arena —escuché apenas la voz femenina de una presentadora y la maldición que salió de los labios de Kei.

—¿Estas en el evento de Músic Arena? —hablé sorprendido, lo conocía, antes de debutar, cuando trataba de formar una banda, yo deseaba participar de unos de sus eventos, cuando por fin debutamos como stray kids y nuestro grupo empezó a ser conocido pensé que tendríamos la oportunidad sin embargo nuestro manager nunca apuntó hacia ahí y luego empezamos a crecer mas y mas que los eventos a los que íbamos empezaron a ser más pre-seleccionados.

—Yo... mierda sí, pero no vengan.

—¿Por qué? —me levanté y caminé hacia el ropero, husmeé algunas camisas ¿Que ropa se lleva a esos eventos?

—Bang Chan —me detuve al oír su tono.

—No me llames así —pedí para retomar mi trabajo en busca de una camisa digna ¿Negra o blanca?

—No necesito que vengan.

—¿Vas a cantar ahí? —Silencio —Woah no lo puedo creer, Kei, soy tu fan así que debo ir.

—No.. yo...

—Llevare a mis hijos ¿okey? Nos comportaremos, lo prometo, pasaremos desapercibidos, déjame volver a oír tu voz —se me escapó sin disimular el tono de súplica, guardé silencio, aclaré mi garganta y ella rió.

—¿Se comportarán? —preguntó, su tono ya era más juguetón, mas ella. Sonreí como tonto.

—Claro amor, tus hijos querrán verte —bromeé recordando la broma de IN, sentí el rostro rojo al llamarla amor, en definitiva eso no saldría de mi teniéndola en frente.

Ella soltó una dulce, muy dulce carcajada, sonreí y cerré los ojos disfrutando el sonido, no duró mucho...

—¿Vamos por el octavo hijo? Cariño —me imitó, su tono fue pícaro y seductor, y como era de esperarse me congelé, si antes sentía el rostro caliente ahora podría hacer hervir lo que sea en mi rostros, me reprendí por la velocidad con la que viajó mi mente al imaginarla... mierda.

—Yo...

—¿Lo estas imaginando? —su voz sonó mas ronca, casi susurrando, me estremecí ¿Ella lee mi mente?

—Calla, no vemos al rato —murmuré y ella rio —¿No te molesta? Porque hablando en serio si quieres guardo el secreto.

—Te esperaré Christopher —colgó la llamada.

Caminé por el pasillo golpeando las puertas hasta ver a los 7 niños, le expliqué la situación lo más rápido posible, necesitaba encontrar una camisa digna ¿Si iría con camisa?

—Oh Si, ¿Que me pongo? ¿Qué me pongo? —gritó Han entrando a su cuarto.

—Tienen 5 minutos —grité volviendo a mi cuarto.

—5 minutos no bastan Bang Chan —gritó en respuesta Seungmin y yo sonreí negando.

—¿Por qué no me lo dijo? —se quejó Hyunjin entrando a mi cuarto, me deshice de la remera para ponerme la camisa que había elegido.

—Luego le preguntas, pero calmado —sonreí emocionado mientras me cambiaba, siempre quise ir a ese lugar.

—¿Pero tú ...?

—Yo no sabía —lo interrumpí —Trata de no hablarle mal, se que te molesta que ella haga cosas sin contarte pero ya es una adulta Hyunjin, y si actuaras un poco más calmado quizás se abriría contigo —el asintió.

—Es que ... Solo me frustra —pasó sus dedos por su cabello, yo busqué mis medias —antes nos contábamos todo y de la nada ahora sale por ahí sin decirme, y es peligroso que salga sola a estas horas y ...

—Yo te entiendo —murmuré cuando él se quedó callado —Hannah a veces sale sola de noche, yo me vuelvo loco, el mundo no es un lugar seguro para nadie, pero créeme, actuando así solo alejas a Kei. Con el tiempo volverán a su antigua relación —traté de darle apoyo y el asintió antes de salir de mi cuarto.

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