Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

LA VOZ DEL HOMBRE

El fuego en la chimenea chispeaba hacia los pies de una joven estática sentada en un pequeño asiento. Una de sus mejillas estaba irritada y un poco de sangre seca le daba volumen al raspón que se extendía a lo largo de sus pómulos. El ardor le pinchaba hasta los huesos. Era tan molesto que necesitaba algún tipo de poción para olvidarse del mal momento y su madre era la mejor en ello. Le decoró ambas mejillas con hojas de menta y presionó sobre ellas un paño húmedo. La joven exhaló un poco de calma y aflojó sus piernas debajo del asiento de su madre.

Tendría que hablar con Mateo. Ya no es un niño que puede andar correteando a todas las jóvenes del pueblo- se quejó su madre.

—Fui yo, ya te dije. No mire bien y me tropecé con una rama dura. Muy dura, la verdad -respondió ella, frunciendo su ceño—. Incluso, no recuerdo haber visto una rama así nunca.

—Rama o no, estabas corriendo donde no debías y con quién no correspondía. Ya estás cerca de los dieciséis años, limoncito. Cualquier voltereta, cualquier palabra demás puede significar algo de lo que no te podrás deshacer.

—Debería comportarme como una rama. Ningún movimiento, ni expresión. No ojos que puedan liberar hechizos, no olores que puedan confundir ni boca con cuál conjurar a los más fuertes rumores —contestó en voz omnipotente y arqueando sus dedos hacia el fuego.

—Y convertirte en el Calcu del bosque.

La joven liberó un pequeño chillido de entre sus dientes. Había olvidado aquel cuento que aún los más mayores seguían relatando. Parte de ella tomaba la historia como un secreto que quería desenterrar, pero otra parte no le permitía creerla. A medida que creció fue formando la idea que era una estrategia para retener a los pueblerinos y no dejarlos escapar. La leyenda era la barrera para los menos leídos, pero para los curiosos en carne y hueso, era un desafío.

Su madre tomó una de las fuentes con la poción para su hija y revisó el estado de las mejillas. Una estaba más rosada, la otra aún con la herida latente. Renovó las hojas y el paño de la lastimadura necesitada y fue derecho para ordenar el desastre que dejo ante la desesperación por sanar a su querida.

"Calcu" pensó la joven frente a la fogata. Las llamas del fuego nublaron su visión de la realidad y la llevaron a retratar la leyenda en su mente mientras el eco del recuerdo del relato sonaba en su mente.

<< Y un día el joven cacique hambriento de control sobre su gente, tejió entre trampas y falsas promesas a Huecubu entre sus dedos. Creyó que podría manipular a tan oscura fuerza. Las aguas marrones se tornaron por su traición. Los árboles salvajes se transformaron por sus blasfemias y los hombres corruptos nacieron por su ambición. No tenía hambre, ni sed. Tampoco sentía aquel calor del amor que sintió por su joven esposa ni la dulce compasión en los ojos de los niños. El poder lo consumió hasta los huesos y brotó en podridos borbotones de su boca todo tipo de vida que alguna vez tuvo. Nadie lo reconocía, ni nadie lo podía ver. Un esqueleto oscuro entre las sombras vagó y vagó en el bosque sin poder descansar. Nada podía liberar al cacique de los hilos de Huecubu. Pero llegaron los prometidos sobre caballos y trajeron consigo al Hombre de Dios y liberaron al cadáver de su maldición. Aún yace en el bosque y se dice que se escucha su llanto por sentir lo que alguna vez vivió en este mundo. Muchos dicen que es el joven cacique esperando a ser liberado hacia el Ankawenu. Otros, creen que es una trampa para que un nuevo Calcu surja entre los nuevos habitantes. >>

Su mente se hundió completamente en las ilustraciones que su imaginación pinceló en la nebulosa de su vista. Sus pupilas se rindieron a la inseguridad de la leyenda eclipsando la luna de sus ojos. Su lengua se secó a tal punto de quedar endurecida en el fondo de su boca atrapada por la jaula de sus dientes que presionaban más y más. Pero un viento estrepitoso irrumpió en la habitación para liberar a los rehenes del cuerpo de la joven. Respiró y corrió hacia la realidad. La claridad escapó a su refugio y la noche tragó a todo el pueblo en su oscuridad. Cerró las ventanas y las trabó con el viejo tablón de la noche. Así lo llamaba ella. Cuando este tablón hacía su entrada, ya era hora de refugiarse entre las sábanas.

Con el caldo a un costado de su almohada y sus cabellos cobre sueltos sobre la almohada, la joven estaba lista para viajar en el oscuro océano de su inconciencia. Siempre estaba ansiosa porque sabía que alguna anécdota de su viaje entre esas aguas traería. El humo del tazón le trazaba el camino hacia su descanso. Lo tomó entre sus manos y bebió un poco. Su mente se encontraba en un remolino y el reflejo de su rostro entre las verduras le hizo jugar con una idea:

—¿Qué puede haber allí ahora? ¿Lograré ver algo? ¿A los mentirosos o al verdadero ...? —susurró absteniéndose de decir su nombre.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro