Olya había llegado a su casa poco después de salir de la de Arisha. Había escuchado todo lo que ella tenía que decir, pero por puro respeto, puesto que ya habían conseguido convencerla casi totalmente de que ellos eran los malos, de manera que no había creído ni una sola palabra que había salido de la boca de Arisha. Consideraba que si todo aquello que le había dicho era verdad, se lo podía haber contado antes en el tiempo que llevaban siendo conocidas y en verdad, nunca había sabido nada de Arisha, ella siempre fue todo un misterio.

Poco después de entrar por la puerta, llamaron a la misma y fue rápidamente a abrir. Era Dasha, que estaba pasando unos días en su casa con ella mientras le contaba más cosas de las que quería saber. Dasha no lo sabía todo y a veces tenía que llamar a Iván para enterarse, pero estaban contestando a todas sus preguntas, absolutamente todo lo que quería saber era respondido, lo cual hizo que ella tuviese más confianza, la habían tratado muy bien durante esos días.

Dasha llegaba con mala cara aquel día y nada más entrar por la puerta se tiró encima de uno de los sofás de la casa, bufando fuertemente y cerrando los ojos un instante. Olya no habló, esperando a que ella dijese algo y así lo hizo tan sólo unos segundos más tarde.

—No te lo vas a creer —una carcajada sin gracia surgió de la boca de la joven entonces—. ¿Recuerdas que te conté que los padres de Arisha y los míos estaban muertos y sus muertes tenían relación? ¡Adivina qué! —Calló unos segundos mirando a Olya expectante y cuando vio que no decía nada, continúo hablando—. Ilya Vólkov sigue vivo, ¡joder! Por si queda alguna duda: Ilya es el padre de Arisha.

Negó con la cabeza repetidas veces al tiempo que Olya se llevaba las manos a la cabeza asustada. Le habían hablado mucho del padre de Arisha, todo ello malo, aquel hombre era un malnacido, incluso había experimentado con su propia hija. Fingió su muerte cuando tuvo un accidente de coche, dejando morir a su mujer, pero no tenía ni idea de cómo había podido salvarse de aquel accidente, de manera que aquello fue lo siguiente que preguntó.

—Pero, ¿cómo? Quiero decir, tuvieron un accidente, no pudo haberse escapado de allí sin más, le tendría que haber visto alguien o...

—El coche que conducían explotó convenientemente y sólo se identificó a los dos pasajeros que iban en dicho coche por sus dientes —chasqueó ligeramente la lengua tras haber interrumpido a Olya—. Alguien lo tenía todo preparado, maldito cabrón. Ahora sí que tenemos un problema de verdad. Ese hombre es el maldito demonio, ese hombre sí que no duda en hacer cualquier cosa... ¡Sólo hay que ver lo que le hizo a su propia hija y eso que era su hija! —Levantó ambos brazos desesperada, intentando pensar con claridad.

Olya aún no sabía qué era lo que le habían hecho a Arisha, aquello no podían contárselo pues era confidencial, era lo único de lo que aún no se había enterado, sólo sabía que habían experimentado con ella, pero no sabía aún en qué sentido. Sin querer, su mente viajó durante unos momentos a Alex. No sabía tampoco qué había pasado entre Dasha y él, pero eso tampoco lo había preguntado. Recordó momentáneamente el beso que se habían dado y se preguntó si él sabría todo lo que tenía relación con el asesinato de sus padres y con la propia Arisha. En el fondo, pensaba que él no sabía nada de todo aquello y lo justificaba por ello sin saber por qué. Trataba de convencerse a sí misma que aquel hombre no le importaba nada y menos tras haber visto cómo salvaba a Arisha, realmente se sentía un poco despechada con respecto a eso, ya que se notaba que la joven rubia sí que le importaba de verdad por algún motivo que desconocía.

—¿Cómo os habéis enterado? —Preguntó Olya para alejarse de sus propios pensamientos y clavó sus ojos en los de Dasha, que la respondió con una risita antes de contestar realmente a su pregunta.

—Hemos pillado intentando huir a un diablillo de pelo morado que lo sabe todo en esta ciudad siempre —al ver la cara de desconcierto de Olya, Dasha siguió hablando, riéndose por lo bajo, demostrando así lo poco que la importaba, pero sin dejar ver todo lo que habían tenido que hacer para sacarle la información. Para Olya, ellos no hacían esas cosas y no podía enterarse tan pronto—. Lena se llama. Es la hermana pequeña de Devlin, lleva viviendo aquí muchos años y... Digamos que controlaba la información de la ciudad. Todo lo que pasaba llegaba a ella. La muy tonta había conseguido escapar, pero llegó a sus oídos lo que pasó el otro día con Ari, Alex y su hermano y quiso volver de inmediato a la ciudad. La rubia esa le importa mucho, pasó una gran parte de su vida con ella y la tiene mucho cariño, igual que su querido hermano. Muy, muy previsible. Y al volver... Conseguimos dar con ella y que nos contase todo lo que queríamos saber. Al parecer, ella misma acababa de enterarse de que Ilya seguía vivo, de manera que los otros tres tampoco saben nada de ello.

Se echó a reír suavemente al acordarse de Lena, la joven Lena. Se habían conocido en otro momento de su vida y su relación no había acabado demasiado bien, suponía que por los hermanos que ambas tenían que se odiaban a muerte. Aquello también la había hecho reír, aquellos dos hombres se odiaban, se habían perseguido el uno al otro durante años y ahora estaban bajo el mismo techo por la simple influencia de Arisha, era una paradoja todo aquello. Cuando volvió a ver a Lena estaba cubierta de sangre por los golpes que había recibido mientras Iván, el mismo Iván, le sacaba la información y algo dentro de ella se sintió a gusto al verla así.

No sabía que habían hecho con ella ahora que habían conseguido que hablase, pero dudaba que la fuesen a hacer más daño, era una gran baza contra Devlin, puesto que todo el mundo sabía que aquella chica era la debilidad de aquel hombre junto con Arisha, de manera que les podría ser muy útil en el futuro.

Olya sonrió ligeramente también al saber que tenían una baza que ellos no tenían, aunque ella pensaba que la joven Lena estaba intacta, claro. Ella ya se consideraba parte del equipo de Dasha, a pesar de haber oído hablar a Arisha.

—Lena puede ser una gran baza contra Devlin, qué bien que hayamos conseguido dar con ella, eso facilitaría mucho algunas cosas.

*

—¡JODER!

Una profunda maldición se oyó en la casa de Arisha mientras la charla entre Olya y Dasha tenía lugar, aunque lejos de allí. Momentos antes había sonado el teléfono de Devlin, que después de haber conseguido curar una vez más a Alex y que la infección fuese bajando, había caído derrotado en el suelo, sudando. Alex seguía inconsciente y Arisha había huido de la habitación en cuanto había tenido la oportunidad. No sabía que había pasado, pero algo había tenido que pasar para que ella se comportase así.

Al oír el grito, Arisha salió de su ensoñación. Desde que había besado a Alex, aquello no salía de su cabeza, no era capaz de pensar en otra cosa que en los calientes labios de Alex sobre los suyos y aquello le daba mucha rabia, puesto que se suponía que ella le odiaba, por Dios, no podía tener momentos de debilidad de ese calibre con él. Aunque había empezado a sospechar que ya no odiaba a Alex ni muchísimo menos, que aquel odio había ido transformándose en otra cosa que no quería ni pensar que fuese real.

Fue corriendo hacia la habitación de Alex, pensando que a este le había pasado algo, pero cuando entró y vio al joven bien, se fijó en Devlin, que tenía el rostro totalmente desencajado. Con lentitud se acercó a él, que aún tenía el móvil con la pantalla encendida en la mano. Con su propia mano en el hombro de él, le dio un apretón, preguntando silenciosamente si podía mirar la pantalla, a lo que el hombre asintió. Ella se asomó en la pantalla y sus manos se dirigieron automáticamente a su boca al ver una foto de Lena llena de marcas en la cara y negó con la cabeza mientras su rostro se llenaba de preocupación. La foto iba acompañada de un corto mensaje:

"Tenemos algo que te pertenece, danos lo que queremos y la dejaremos, sino... ¡BOOM!"

Hasta aquí el capítulo de hoy, ahí tenéis el reto si queréis maratón. A partir de ahora la historia se va a poner muy muy interesante... Como os dije en el capítulo anterior, he hecho una página en face y me han dicho de grupo de Whatsapp. No he podido hacerlo porque llevo dos semanas sin el móvil, pero en cuanto lo tenga podré hacerlo de nuevo. Espero que os guste y perdonad el retraso, después de la gripe cogí unas anginas y llevo dos semanas fatal. ¿Qué os ha parecido? ¡Espero que os haya gustado! Besos.