La fiesta estaba a su máximo, llegó más gente de la que se esperaba, al lado de nuestra mesa había un grupo de hombres, por cómo se comportaban diría que habían ido a buscar un goce, no dejaban de ver de forma indecente, y ni se digan las expresiones que se alcanzaron a escuchar

"Esta aguanta"

"Que cuerpazo, esta para disfrutarla"

"Así es como me gustan, bien pechugonas y con buen trasero"

"Esta noche quiero desahogarme"

Las risa de otros que estaban cerca resonó, parecía como si se tratase de un código varonil que se debía celebrar, desde mi punto de vista nunca me ha gustado solo pensar en la parte física, de allí es que no sienta atracción sexual, no lo considero único y esencial para iniciar y estar en una relación, para mí el tiempo, la seguridad y los sentimientos dan paso a eso, pero solo querer o pretender estar con alguien solo por eso y por un momento, no es lo mío.

—Annie, voy a inscribirte en un app de citas para que encuentres a tu media naranja —expresó verónica, la novia de mi mejor amigo.

—Sí, no te imaginas los chicos tan guapos que hay —comentó Tatiana, mi mejor amiga.

—No le insistan, ella no quiere nada de nada, piensa  conservar su virginidad toda la vida —afirmo Benji, mi mejor amigo, recibiendo el golpe de mi codo en sus costillas.

—Todavía no lo entienden, no es que no me gusten los chicos, ni que no quiera nada de nada, me gusta verlos, sentir atracción sentimental, pero eso de involucrar el sexo no lo veo interesante, es más pierdo la atención cuando solo se enfocan en eso. —aclaré levantándome para ir a bailar.

En la tercera canción mi grupo termino mezclado con otros, incluyendo los de la mesa de a lado, observé con disimulo un nuevo rostro entre ellos, nuestras miradas se cruzaron, el rio y se acercó, cuando la canción cambio a una lenta me invito a bailar. Sus amigos rieron e hicieron señas de triunfo mientras bailaban con las chicas que hacía rato estaban mirando, su baile fue algo incómodo.

—Son unos idiotas —dijo mi acompañante.

—No te contradijo, se ven bastante ansiosos.

—Créeme, son más que eso, por cierto soy Mike.

—Annie, bueno no son los únicos, los míos también se dejan llevar por el calor del momento, me cuesta salir con ellos porque siempre quieren andar de cupidos.

—Me pasa lo mismo, solo vine porque uno de ellos es mi compañero de habitación, perdió sus llaves en una borrachera, no quiero que ahora pierda las mías.

Ni cuenta nos dimos que seguimos bailando, Tatiana llegó con el bullicio del chis pum, nos entregó una cerveza a cada uno, brindamos hasta que sus amigos ya borrachos aparecieron y se lo llevaron.

Esa noche antes de ir hacia los brazos de Morfeo un mensaje entro a mi whatsapp, era de un número desconocido, al leerlo me sorprendí.

Annie, perdona por desaparecerme, tuve que lidiar con borracheras, me encontré con tu amigo benji, el me paso tu número, espero que no te molestes, me gustaría seguir en contacto contigo. Atte Mike.

Y así fue, hablamos durante un tiempo, luego el decidió avanzar y terminamos saliendo, me encantaba disfrutar de su compañía, salimos varias veces a comer, probamos cosas nuevas y sí que reímos al lidiar con la maluquera del día siguiente, también fuimos a lugares que ninguno de los dos conocía, después de unos meses, en una de esas sus amigos nos juegan una broma. A propósito reservaron una habitación matrimonial, un mensaje directo para tener sexo, y es que el ambiente se prestaba para dejarse llevar, ahí fue donde le revelé mi forma de pensar.

—Mike, eres una persona maravillosa, me gustas y me siento cómoda a tu lado, solo que no esperes que pase algo más, en otras palabras no tendré sexo contigo, por más que se intente no me gusta verme obligada a seguir la corriente, soy asexual, no veo el sexo como lo mejor del mundo, y sé que esto puede ser algo frustrante para ti, entenderé si decides terminar con esto.

—Annie, perdóname por hacerte sentir así, me siento como un Idiota, pensé que te aburrirías con esos detalles, suelo ser muy romántico, esto de la habitación no me lo esperaba, ya sabes que mis amigos piensan de otra forma. Yo no soy de esos obsesionados con el sexo, ni los que buscan tener una pareja solo para tener una relación sexual, yo quiero que la persona que este a mi lado sienta lo mucho que vale, que sepa que al estar juntos se va mucho más allá de lo corporal, prima más el ir avanzando paso a paso, disfrutar de cada momento, y si en algún momento pasamos a la intimidad es porque ambos lo deseamos y lo aceptamos, sin que eso se vuelva vital para la relación.

—Gracias por comprenderme, sé que debe ser extraño para ti, mis amigos no dejan de hablar sobre lo cerrada que soy, y es que ser asexual no tiene nada que ver con aborrecer el sexo, ni pretender ser virgen, para nosotros vale más la conexión emocional, me fascina todo lo que hemos hecho, caminar bajo la lluvia a tu lado, comer algo que se veía asqueroso pero supo rico, bailar como lo hicimos la vez que nos conocimos, conocer tus gustos y compartirlos, todo eso para mí vale más que el tener sexo.

—Hermosa, a mí eso no me importa, si es extraño o no, eso dependerá del punto de vista de las personas, considero que la sociedad de hoy en día esta hipersexualizada, hasta para vender una cerveza deben involucrar lo erótico, así que continuemos con esto, yo te quiero.

—Yo también —confirme besándolo.

—Eso me sorprendió —dijo abrazándome.

Esa fue mi mejor noche, dormir en los brazos de la persona que te gusta, sin pensar en eso que expresan los hombres como descontrol para comenzar a ir más allá.

FIN