Jess estaba finiquitando los detalles de la banderita de colores pintada en unos de mis cachetes, el vibrar de la entrada de un mensaje arruinó ese momento artístico, saltó de la felicidad.

—Carl ya viene, me voy a terminar de arreglar.

—No te demores, por cierto ¿hay que llevar algo para la marcha?

—No hermano, con tu compañía es más que suficiente—dijo desde el baño.

—El año pasado hizo falta el paraguas, tremendo aguacero que nos tomó por sorpresa, fuera de eso no pudimos comer nada porque todos los locales estaban atestados.

—Carl lleva provisiones, su mamá nos preparó sándwiches, además va su hermana así que no creo que haga falta nada.

—En serio va ella, me alegra mucho, ya era hora de que se le quitara eso de "Me da cosa esas marchas"

—Ya se le quitó, es que Vivian creía que eras Gay por ir, Carl y yo le hablamos de que no era necesario pertenecer a la comunidad, que con el acompañamiento y apoyo era una voz más de tolerancia e igualdad.

—Ahora entiendo porque me ignoraba.

—Pues ya no te va ignorar, bien ya estoy listo, bajemos que a él no le gusta esperar.

—Ok, déjame ir por mi chaqueta y billetera. Antes de bajar, rápidamente tome el teléfono y llamé a nuestros padres.

—Hola hijo como va todo—dijo mamá

—Todo va bien, ya vamos en camino, me alegra que este año si puedan estar con nosotros.

—Por supuesto, ya sabes que el problemático era tu Papá con lo de aceptar la decisión de Jess, pero ya ha cambiado, hace unos días sacó un préstamo para hacerle un regalo de cumpleaños.

—Cielos se le despertó la generosidad, dile que me debe el mío.

—Te escuché —habló Papá—. Aquí lo llevo y jamás olvido nada relacionado con ustedes, los quiero mucho, solo que no sé cómo debo manejar la cosa, le hablo de él o de ella.

—Papá, sigue siendo el, que sea Gay no significa que deje de ser hombre y tampoco el hecho de que le gusté vestirse algo femenino, se siente cómodo, es de los que les gusta mostrar ese lado fashion.

—Y Carl que piensa, ¿también es así?

—¿Así como?, jajaja papá relájate, Carl ama a Jess.

—Ya deja de decir esas cosas, no hay nada de malo que los hombres muestren ese lado moderno, ya era hora que algunos valoraran el verse bien, no como tú que nunca dices nada cuando voy al salón de belleza —Lo regaño mamá

—Amor no es que no distinga, solo que para mí siempre luces bella.

—Oigan, los dejo con su romance, ahora nos vemos —anuncié al ver el carro de Carl, y dar por terminada esa llamada.

Vivian esta vez me saludo de beso, uff ella sí que me movía el piso.

—Que bien que hayas decidido unirte, ¿Qué te hizo cambiar? —cuestioné notando como Carl y Jess sonrieron disimuladamente al ver que se ponía nerviosa.

—Es que creí que estaría fuera del lugar, como no tengo nada que ver con la comunidad.

—Estabas equivocada, todos somos diferentes y eso no nos debe categorizar si hacemos parte de una comunidad o no, el hecho es que no podemos ignorar que algunas diferencias se presten para maltratos y ofensas, nadie puede ser juez cuando se trata de enamorarse de alguien que piensa y se expresa diferente. Por otro lado directamente si tienes que ver con la comunidad cuando alguien cercano tuyo lo está; un amigo, un hermano, un familiar lejano o un vecino, de alguna forma se les expresa que los aceptamos, luchamos junto a ellos para que se sienten orgullosos, que se reconozcan que valen y que todo lo que hacen siempre debe ir orientado en ayudar a los demás.

—No sé qué decirte, tus palabras son más que suficientes, Jess es suertudo de tener a un hermano como tú, me siento como si le hubiese fallado a Carl.

—Para nada hermanita —expresó al ir buscando el lugar donde nos reuniríamos—. Nunca me juzgaste. Esto de la marcha no es algo que se deba obligar, esto es de tiempo para que los demás comprendan que entre más sean las voces, más se dará la aceptación y esta acabará con la discriminación.

—Así es —dijo Jess—. No creas que mi hermanito se lo tomo todo así de bien, las primeras veces estaba muy nervioso, corrió cuando vio la policía anti motín, gritaba a cada rato "esto se pondrá feo".

—¿En serio?, pero si en toda marcha sea la que sea siempre hay algo que se termina poniendo feo, nunca faltan las personas con malas intenciones que buscan ridiculizar el fin y promover la violencia —comentó ella riendo y dándome un codazo.

—Lo sé, es que yo era algo tonto y desorientado, no conocía bien la zona, varias veces me perdí.

*****

Al llegar a la zona de encuentro se veía que la cantidad de gente que asistía se incrementaba con el tiempo, por ahí vi a unos compañeros de la oficina con sus familias, no alcance ir hacia ellos porque la sorpresa llegó antes de tiempo, nuestros padres venían hacia nosotros.

—¿Papá, Mamá, que hacen aquí? —logró decir Jess con cara de asombro.

—Los extrañamos mucho —comentó Mamá abrazándonos

—Demasiado, quiero recuperar algo de esas tardes donde veíamos esos especiales de construcciones asombrosas, ya no es lo mismo sin ustedes —aclaró Papá.

—Sorpresa amor —dijo Carl—. Como en unos días cumples años y no podré acompañarte, quise adelantar tu regalo, que más que en este día; hoy demostramos lo que valemos como personas, y agradecemos como todo ese amor de nuestros seres queridos nos ayuda a ir avanzando.

Había tanto sentimiento en el aire que terminamos abrazándonos. En esas un fotógrafo se nos acercó. —Puedo tomar una foto, es para el blog de Colombia Diversa.

—Si claro que sí —exclamó Mamá acomodándose junto a Papá a lado de Carl, quien abrazo por detrás de la cintura a Jess, yo también abracé a Vivian de lado, la apreté lo suficiente hasta sentir que puso una de sus manos en mi espalda.

—Muchas gracias, les gustaría decir algo sobre este evento —planteó el fotógrafo

—Si —contestó Papá sorprendiéndonos a todos—. Más que el orgullo, es demostrar ese amor de padres hacia nuestros hijos, no podemos seguir aislados de los cambios, es hora de actuar, de tomar conciencia de que hay muchas maneras de amar, que siempre habrá un lugar para la aceptación y respeto.

FIN

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