De nuevo estaba escuchando una de las tantas excusas de Tom, cuando lo invité a cenar por el grado de mi hermano mayor no pudo ir porque se encontraba enfermo, en unos de mis cumpleaños tampoco porque tuvo una emergencia familiar; y ahora para un ensayo de la boda de mi hermana surge que se le murió un conocido. Ante tanta negación lo único que viene a mi mente es que el no desea continuar con lo nuestro, le aterra que lo presente como mi novio. Esa noche el quedó de pasar por la universidad antes de irse a ese funeral, aprovecharía el momento para aclarar de una vez por todas esa actitud.

—Peter, no quiero que peleemos, Margot era una conocida de la familia, no puedo faltar.

—Lo entiendo, solo quisiera acompañarte, el dolor de una perdida es más ligero cuando tienes a alguien con quien compartirla.

—No es necesario, no quiero que el ensayo de tu hermana se vea arruinado, tan pronto acabe todo esto, haré lo posible por llegar.

—El ensayo es lo de menos, la boda es en un mes, me sentiría mejor darte apoyo en estos momentos.

—Peter ¿acaso no estas escuchando?, dije que no, no es por ti si no que no me gusta llamar la atención, si me ven llegar contigo empezaran con el interrogatorio y eso lo detesto.

—También detesté las veces que preguntaron por ti, solo dime una cosa ¿para ti lo nuestro es serio?

—Claro que sí, esta vez prometo ir a la boda, disfruta del ensayo.

*******

Durante este mi hermano David lució a su nueva novia, no presté atención a su nombre porque dentro de poco habría otra, por el lado de mi hermana si estuve ocupado ayudándole con la organización, la cual se vio afectada por la falta de confirmación de algunos invitados.

—Bien Hermanito, otra vez está la silla vacía de tu novio, ¿Cómo es que se llama? —expresó David

—Se llama Tom —contesté

—Si claro cómo no, para mí que estas inventando todo, esas fotos en el face son pura farsa, él no tiene cara de ser gay, ni menos en querer tener un novio como tú.

—A ver, explícame cual es la cara de un gay y a que te refieres con alguien como yo.

—Los gay se maquillan y optan por hacerse cosas de belleza; y por tu lado eres muy aburrido y serio, que no se supone que son locos y desenfrenados.

—Si eso fuera cierto tu serias medio gay, ya que eres loco y desenfrenado y nuestro futuro cuñado también lo seria porque es de los que se hace mascarillas.

—No soy gay —contestó secamente.

—Pero afirmas esas cosas.

—¡Suficiente!, ya no quiero escuchar más conceptos, David deja de decir estupideces y Peter no caigas en su juego, no vez que a él le encanta molestarte —comentó mi hermana Sonia.

Al terminar el ensayo le hable a Tom, la llamada entró pero se cortó ahí mismo, al intentarlo otra vez ya entraba a correo de voz. Opté por acompañar a mi hermana y a mi cuñado, los tres nos fuimos al bar del hotel, allí bebimos hasta emborracharnos.

Mi hermana quedo fundida, Antonio podía andar, por mi lado traté y como que no me fue bien, gracias a la ayuda de no sé quién logramos llegar a la habitación.

—¡Hip! Te quieroooo muchooo Peter, ¡Hip! eres mi cuñado favorito; pero no se lo digas a ese idiota de tu hermano.

—Yooo también te quieroooo muchooo, ¡Hip!, siento envidia de mi hermana, me gustaría tener a alguien que sea como tu.... Tom no me quiere... siempre me deja a un lado.... —expresé llorando y apoyándome en la persona que me llevaba.

—No, nada de ponerse triste, vales mucho —concluyó Antonio cayendo al suelo, casi caigo sobre él, por suerte unos brazos me detuvieron; sentí calor con ese agarre, pude ver un rostro serio pero calmado, y una mirada de asombro.

El despertar fue doloroso y vergonzoso, al encontrarme con Antonio y Sonia supe que había hecho estragos; caí y rompí varias cosas, para rematar vomité al policía que me había ayudado, ahora ya entendía esa mirada, menos mal que no volvería a verlo. Con todo ese desorden trasnoche haciendo unos trabajos, el lunes tuve que correr, no llegué a tiempo a clase de estrategias comerciales, por suerte logré localizar al tutor, estaba dictando unos módulos de una especialización para la policía, esperé sentándome lejos de los demás, para mi mala suerte habló delante de todos.

—Joven ahora no puedo atender a estudiantes, déjeme su trabajo y espéreme, veré si hay tiempo para que sustente.

—No hay problema, esperaré al final. —anuncié saliendo y estrellándome con alguien, ahí vi esa mirada de asombro otra vez. No sé qué pasó, sentí un calor repentino, desvié mi mirada al ver que él sonrió.

Los nervios casi me acaban, el tutor me solicitó que sustentara delante de esa audiencia, mentalmente estaba hecho una gelatina; por suerte conté de nuevo con ayuda, él extraño se ofreció a pasar las diapositivas, sin querer nuestra manos se rozaron cuando le entregué la memoria, el corrientazo fue fuerte y de nuevo estaba quedando hipnotizado con su mirada. No supe como logre hacerlo, de algún modo por salvar la materia mi cerebro reaccionó. Antes de salir él se acercó.

—Bien hecho Peter —dijo devolviéndome el dispositivo.

—Gracias —respondí y salí corriendo hacia los parqueaderos, espere unos minutos y Tom no llegó, habíamos quedado en regresar los dos. Le marque y de nuevo florecían sus excusas.

—Lo siento, el profe no llegó, salí temprano.

—Podías haberme enviado un mensaje, del afán deje mi billetera, no tengo como regresar.

—Que idiota eres, pide prestado a uno de tus compañeros.

—Sí, soy un idiota por haberme confiado en ti, gracias por nada —grité con rabia y lance lejos la botellita de agua que siempre cargaba, sin querer esta término golpeando al extraño—. Perdón se me soltó de las manos.

—Peter, hace unos días vomitaste sobre mí, hoy me empujaste, y me golpeaste, sabes que puedo detenerte por atentar contra un policía.

—Lo sé, de verdad lo siento —anuncié estirando las manos.

—¿Qué haces?, estoy bromeando, no hiciste nada malo —afirmó riendo.

—Eso también lo sé, solo que ahora no tengo como regresar a casa, así que me harías un enorme favor de detenerme y acercarme al hotel donde paso ese vergonzoso momento.

—Soy William, vamos, te llevo a casa.

Fue extraño la manera de encontrarnos, los nervios poco a poco se fueron apagando, ya había comodidad al hablar con él.

—¿Cuándo es la boda de tu hermana?

—El próximo mes

—Tu cuñado te quiere mucho, dijo que vales mucho —expresó al detenerse en un semáforo.

—No lo sé supongo que para él sí, estábamos borrachos.

—Los borrachos y los niños dicen la verdad, tú estabas triste, así como estas ahora.

—Peleé con mi...

—Novio —interrumpió.

—No es mi novio, para eso las dos partes tendrían que acceder a una relación, se supone que llevamos 6 meses y en estos días confirmé que mi hermano tenía razón.

—¿Razón en qué?

—Que los gays no toman nada serio, que se la pasan actuando como locas y que solo se fijan en la apariencia.

—No creas en esos estereotipos, ninguno es verídico, la forma de actuar, la apariencia y el género no tienen nada que ver a la hora de expresar emociones y sentimientos, tus gustos no pueden ser encerrados ni fijados por una sociedad que no te conoce.

— ¿Y a ti William, te conocen?

—Para la sociedad soy un hombre, un policía, asegurarán que soy un buen partido y que por eso me casaré, formaré una familia y la sacaré adelante; pero nada de eso me importa, ¿sabes porque?

—¿Porqué?

—Porque también soy gay, y eso no me hace menos hombre ni afecta mi profesión, mucho menos niega mis derechos, lo único que me importa es conocer a alguien que me acepté como soy, con defectos y todo.

—También quiero eso —aclaré

—Entonces permíteme conocerte

—Si —dije

—Mañana nos vemos

—Si —repetí, no me salían más palabras por esa ansiedad que surgía y me empujaba a querer estar a su lado.

Por suerte y coincidencia nos encontramos varias veces, él esperaba por mí a la salida, platicábamos de todo un poco; películas en cartelera, de comida, de momentos graciosos, yo fui uno de esos. La que más me impactó fue el cómo afrontó el ser catalogado como el más fuerte y valiente, lo único que hizo fue trabajar con mujeres que demostraron ser más arriesgadas y valerosas. Cuando salió del closet lo definieron como el dominante por el físico y por ser enérgico, varias veces aclaró que eso no definía el rol, para él esas cosas se decidían con la pareja. Cada vez que lo conocía más, olvidaba a Tom, el cual se desapareció, pocas veces lo vi, y en sus estados estaba de fiesta con sus amigos, decidí dejar las cosas así.

A unos días de la boda recibí la sorpresa de mi hermano, por su trabajo se venía a vivir cerca, el quería ahorrarme lo del pago de la habitación, así que de la noche a la mañana terminé mudándome. El apartamento era amplio, ubicado en una buena zona, entraba luz, tenía balcón y zona de lavado, entre tanta cosa no vi nada de la novia de mi hermano, ni siquiera un portarretrato.

—Oye, supongo que tu novia vendrá y se quedará, avísame para no interrumpir —comenté mientras acomodaba la dispensa.

—Terminé con ella

—No me digas que te descubrió con las manos en la masa.

—No, esta vez ella hizo algo que no perdono.

—Ya sabía que algún día te darían una cucharada de tu propia medicina.

—Peter, me di cuenta que he sido un estúpido al molestarte con tu novio y con toda esa basura que afirman sobre los gays. Pero con todo eso admiro tu forma de ser, por eso cuando ella me dijo que me alejará de ti no lo toleré.

—Entiendo, es de las que tiene un mal concepto, lo siento.

—No lo sientas, no fue tu culpa, si de verdad me quería debió respetar a mi familia, antes de cualquier mujer para mi primero están ustedes, nunca te negaré ni rechazaré; ahora con lo de Tom si es cierto creo que no es el indicado para ti. Antonio me contó que estabas algo deprimido y cuando se está en una relación no deberías sentirte así.

—Soy yo el que creyó estar en una relación, creo que Tom no sabe lo que quiere.

—Bien, es momento de decirle adiós —Fue lo que recomendó.

Había razón en eso, hacía rato ya no sentía nada por Tom, ni siquiera respondió cuando le escribí sobre ese cambio repentino, no le importaba y lo confirmé con ese mensaje que entraba.

No podré ir a la boda, tengo problemas con una materia y ese fin de semana el tutor programó asesorías. Lo siento √√

No hay problema, aprovecha esas tutorías, mucha suerte con tu materia y en tu vida√√.

Borré su nombre, y en un impulso envié las fotos que había tomado del apartamento a William quien estaba de viaje por un evento.

Me gusta que te hayas mudado con tu hermano, el apartamento se ve muy bien√√

Mi mente quedo aliviada al eliminar eso que me frenaba, algo en mi quería continuar, últimamente solo había una persona que se aparecía constantemente en mis pensamientos. William me demostró que lo más importante eran las acciones, de nada sirve solo hablar, que siempre debería escuchar mi voz y hacerla valer, no dejar que los conceptos y creencias afecten lo que soy.

*****

Llego el día de la boda, mi madre no paraba de llorar, David y yo tuvimos que consolarla, Sonia estaba hermosa, fuera del vestido y la elegancia del lugar era el brillo de sus ojos cuando miraba al que sería su esposo, más esa seguridad con la que mi padre la entregó. No paré de bailar con la novia, luego mi hermano se le dio por bailar conmigo.

—Hay muchas mujeres que vienen solas, si sigues así, no tendrás oportunidad alguna.

—No me importa, quiero que sepan cuanto amo a mi hermanito.

Después de unas tres canciones me quite de encima a mi hermano, ahora era mi madre la que lidiaba con él.

—Hijo, salgamos un rato, hace tiempo que no hablamos y extraño eso.

—Es que no había mucho que contar, bueno ahora sí.

—Cuenta que paso

—Conocí a alguien, se llama William y siempre nos encontramos sin planearlo, me gusta estar a su lado y parece que le gusto también, solo que con lo de Tom no estoy del todo seguro si vaya a funcionar.

—Si se terminan encontrando es por algo, deja esa inseguridad, no generalices comportamientos, debes analizar cómo te sentías con Tom y como te hace sentir William, te aseguro que los dos son muy diferentes y por eso no pasará lo mismo.

—Estuve a punto de invitarlo a que viniera conmigo, pero fui un tonto, creí que diría que no.

—Llámalo, la boda aún no termina.

Fueron reconfortantes las palabras de papá, así que marqué su número, solo que en ese lugar no había buena señal, y cuando logró salir la batería se agotó, ni modos regresé a compartir con los demás.

Cuando todo finalizó estábamos agotados y algo borrachos, mi hermana y su esposo partieron de una hacia el aeropuerto, mis padres, David y yo íbamos en su carro con chofer elegido, en plena carretera un irresponsable empezó a zigzaguear, el carro freno tan duro que terminamos chocando contra el muro divisorio.

Todo me daba vueltas, distinguí las luces de una patrulla, el llanto de mi madre, la voz de mi padre tratando de calmarla, las groserías de mi hermano cuando se llevaron al hombre que nos hizo chocar, la voz de nuestro conductor; luego su figura resaltó, esos ojos se acercaban, sus brazos me rodearon cuando perdí la capacidad de sostenerme, escuchar su voz me serenó.

—Tranquilo, todo estará bien.

Al despertar William estaba a mi lado y mi padre no dejaba de verlo.

—Iré a llamar al doctor, también a tu madre, te dejo en buenas manos —anunció

En esas él se acercó y tomo mi mano.

—¿Cómo te sientes?

—Nervioso, ¿qué me paso, y los demás?

—Tuviste una contusión, te dejaron en observación, tu hermano se tronchó una mano y no fue por el accidente, cuando trato de levantarse cayó mal, tu madre sufrió un colapso nervioso pero ya lo superó y tu padre estaba algo preocupado.

—¿Cómo sabias que estaba ahí?

—No lo sabía, cuando llegué nos informaron de un robo de carro, se nos escapó, lo alcanzamos debido al accidente. Me alegré cuando te vi, y a la vez me asusté.

—También me alegré, me habría gustado que hubieses estado conmigo, tenía miedo de que me dijeras que no—expliqué

—Peter, creo que estamos destinados a encontrarnos, me gustas, más cuando me sorprendes, te entiendo, y para mí es un gusto poder estar a tu lado las veces que me necesites.

—Quédate a mi lado entonces —dije trayéndolo hacia mí y dar ese beso que había esperado por mucho tiempo.

Mi padre rio y entró junto al doctor. —Bien, revisé tu radiografía y no hay nada malo, ya firme la salida, si sientes mareos, vómitos y perdida de visión debes regresar, por ahora solo me queda decirte, cuídate y buena suerte.

*********

En el recorrido los presenté, ambos simpatizaron, hablaron de la familia, supe que William tenía una hermana menor que vivía en el extranjero con su madre y dos primos, su padre había fallecido siendo pequeño y sus tíos se distanciaron un poco cuando él contó que era gay. Mientras el estacionaba nosotros subimos, descubrí otra coincidencia que nos unía más, el apartamento al que entramos no ere el de mi hermano si no el de él, vivía un piso arriba de nosotros. Esa misma tarde a lado de mi familia recibí la sorpresa al escuchar esas palabras, las cuales acepté con emoción y sin duda alguna.

—Peter, te dije que tenía defectos, y uno de esos es que no me gusta ser sorprendido, prefiero estar preparado y hacer las cosas bien. Estoy agradecido por ser parte de tu familia, sé que no fue la mejor manera de conocerlos, pero me mostraste que cuando uno siente algo por una persona, no hay tiempo para preparaciones, prometo a ti y a tu familia que siempre podrán contar conmigo, nunca te lastimaré, tiendo a ser sobreprotector que es otro defecto más. Por ultimo no me gusta la comida de afuera, soy de los que prepara todo, hago la excepción cuando no hay tiempo o tengo invitación. Ahora te pregunto si aceptas estar a mi lado con todo esto.

—Acepto —respondí

—Jajaja, cuñado tus defectos son mínimos a los de mi hermano, él es torpe, se deja afectar por los comentarios, canta mientras se baña, al igual que tu solo le gusta comer lo que se prepara en casa, porque crees que esta así de flaco, deja constantemente la billetera y suele perder las llaves.

—David, no hables así de tu hermano —reclamó mamá

—Cariño la perfección no existe, nuestros hijos heredaron algo de nosotros —admitió Papá

—Supongo que también me aceptas con todo eso —expresé mirándolo

—Claro que sí, tratándose de los sentimientos de la persona que quiero no veo diferencias, ambos nos queremos y estamos dispuestos a todo, lo que crean los demás se queda afuera y pierde importancia. —afirmó abrazándome.

FIN

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