Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

❻❹ (🅴)

Wonho habló sinceramente al jurarle a Hyungwon que si no lo quería cerca, se iría. Por lo tanto, decidió no exigir una respuesta rápida de parte del delgado, sino que esperó pacientemente a recibir una reacción de su esposo, quien desde que lo escuchó, pareció quedarse inmóvil a pesar de que ya no estaba siendo presionado por su cuerpo.

Después de unos momentos, Hyungwon finalmente pareció reaccionar, sin embargo no respondió nada, sino que comenzó a removerse debajo suyo, en busca de darse la vuelta para verlo a la cara. O al menos eso fue lo que pensó Wonho antes de sentir un fuerte escozor en su mejilla derecha y otro más en su mejilla izquierda segundos después, a causa de las cachetadas que recibió.

El aturdido Wonho lo miró fijamente mientras sostenía sus mejillas que parecían arder.

— ¡¿Hyungwon?! —le llamó sin entender— ¿Qué caraj-

— ¿Eres estúpido o te haces? —preguntó el molesto francés, casi destilando llamas de sus bonitos ojos.

El pobre Wonho viajó rápidamente a sus recuerdos en busca de alguna estupidez que pudo haber dicho sin pensar, pero no importaba cuanto lo pensara, sentía que no había dicho nada malo. Al menos nada que lo hiciera digno de merecer dos cachetadas en medio de la noche tan repentinamente.

— ¿Qué ocurre? —volvió a preguntar dándose por vencido en su propia investigación mental— ¿por qué esa reacción? ¿Qué hice?

El molesto y desnudo Hyungwon permanecía en la cama mirándolo como si quisiera hacerlo polvo con la mirada.

— ¿Qué hiciste? —el delgado soltó una risita sarcástica al tiempo que se levantaba de la cama y se quedaba de rodillas frente a Wonho— ¿Todavía tienes el descaro de preguntar? —alzó una ceja y se acercó lentamente para acunar el rostro de Wonho lentamente en sus manos— Wonho, Wonho... —susurró muy cerca de su oído izquierdo para después dejar un húmedo beso en su cuello y separarse— ¿Qué derecho tienes? —en ese momento acercó su rostro al de Wonho, tanto que sus narices estaban rozando.

El corazón del mayor parecía querer salir de su pecho al tener aquel cálido aliento a centímetros de sus labios, incluso había olvidado el ardor de sus mejillas.

— Hyungwon... —susurró con voz ronca, acercándose en busca de besar esos carnosos labios, pero las manos de Hyungwon fueron más rápidas, agarraron el cabello de Wonho y tiraron de él hacia atras, evitandole lograr su cometido.

Su ceño se frunció levemente, quizá por el leve dolor de su cuero cabelludo, por el escozor de sus mejillas o por la desesperación de querer besar esos húmedos labios que tenía a centímetros, pero no poder.

— Te hice una pregunta... —le recalcó Hyungwon en un tono que sonaba más como jadeo que como susurro— ¿Qué derecho tienes para venir a mi cama, presionarme contra ella, hacer arder cada fibra de mi cuerpo para finalmente desestabilizarme emocionalmente? ¿Hm? —una suave mano empujó a Wonho por el pecho y lo hizo caer de espaldas sobre la cama, quedando apoyando simplemente sobre sus codos— ¿crees que es divertido?

El mayor miraba cada acción del menor con la garganta seca y la respiración agitada sin prestar demasiada atención a sus palabras.

Una mano del menor todavía sostenía su cabello hacia atras, mientras que la otra se paseaba libremente por su pecho y abdomen marcado, rozandolo apenas con la punta de sus delgados dedos, provocándole severos escalofríos y un par de contracciones involuntarias.

Después de un momento, una delgada pierna se levantó y se colocó al otro lado del cuerpo de Wonho, dándole aquella caliente vista de Hyungwon desnudo sobre su cuerpo, sus erecciones cerca de rozarse pero sin llegar a hacerlo realmente.

Su cara volvió a ser acunada por la mano libre de Hyungwon y esta vez el delgado si se acercó a su rostro para besarlo, pero cada vez que Wonho intentaba tomar la iniciativa de algo, tiraba de su cabello y se detenía de hacer lo que estaba haciendo, aumentando la tortura al pobre hombre que a esas alturas quería rogarle a Hyungwon un poco de piedad.

Estaba hambriento de su piel y de sus labios, más no se le permitía tocarlo a pesar de tenerlo justo delante. Simplemente tenía que quedarse como un perro callejero, esperando a que se le entregaran las migajas o los huesos, a pesar de haber un enorme filete en el plato.

— ¿Es divertido? —volvió a preguntar el delgado, esta vez chupando y mordiendo sin piedad el labio inferior de Wonho.

Sus lenguas jugaron por varios minutos que parecían eternos para Wonho mientras jadeos roncos salían de lo profundo de su garganta. Era la primera vez en su vida que le habían impedido algo así, por lo tanto estaba tan necesitado que sentía que podía tener un orgasmo solo con ese beso.

Lo que Wonho no notó es que la mano que había sostenido su cabello con fuerza, había dejado de hacerlo desde hace un tiempo. Y para cuando se dio cuenta, aquella mano ya había apretado su miembro firmemente y lo empujó casi inmediatamente a las profundidades del cuerpo de Hyungwon de una buena vez, lo que hizo que el hombre tuviera un repentino temblor y un fuerte escalofrío que lo obligaron a sentarse rápidamente en la cama, soltando un ronco gruñido.

— ¡Ugh! —respiró erráticamente y abrió la boca en busca de un poco de oxígeno extra. No estaba entendiendo la situación, sin embargo ya tenía a Hyungwon sentado sobre su miembro, pero con la cabeza baja y sin moverse ni un centímetro —Hyungwon... Tú... —quería preguntarle si se había preparado antes de hacer eso, pero era claro que sí, sino la penetración hubiera sido dolorosa para ambos— HyungHyung...

Sus manos se acercaron a la cintura del delgado, queriendo persuadirlo para que empezara a moverse, pero Hyungwon de nuevo lo empujó para que no lo tocara.

— ¿Crees que tienes el derecho? —preguntó de nuevo sin levantar la cabeza— ¿de verdad? ¿Crees que puedes librarte de esto fácilmente?

Wonho frunció el ceño.
De verdad no entendía nada.

— Yo no... —antes de que pudiera decir algo, Hyungwon volvió a besar su piel, provocando un leve movimiento en su unión, que estremeció a Hoseok.

Aunque al inicio el delgado empezó a besar la piel, esos besos se convirtieron en pequeñas mordidas que resultaban placenteras, pero más tarde esas mordidas tenían una fuerza que se estaba volviendo insoportable, como si quisiera arrancar la piel de Wonho con sus dientes, seguramente dejando visibles hematomas.

— ¡Hyungwon! —le llamó Wonho, luchando por apartarlo de su piel— ¡¿Qué ocurre?!

Tardó un poco pero por fin logró apartarlo de su clavícula y mirar aquel rostro sombrío bañado en molestia. Al ver esa imagen suya, Wonho no sabía como reaccionar.

— Creo que hay muchas cosas que no sabes de mí todavía... —sonrió tan burlonamente que parecía un villano sacado de una película de super héroes, eso sí, un villano precioso— Wonho, Wonho... —sus brazos se abrazaron al cuello de Wonho— Si hay una cosa que odie más que la mentira... —dio un beso muy suave en su mejilla antes de susurrar— es que la comida se caliente sin intención de comerse.

Tan pronto como dijo aquello, un brusco pero certero movimiento de su cadera llegó de repente, sacando el miembro de Wonho y enterrandolo tan profundamente dentro de sí mismo que el pobre Wonho casi se desmayó a causa del escalofrío y la corriente eléctrica que lo estremeció.

No fue hasta ese momento que Wonho supo en lo que había fallado; intentó hacer una pregunta en un momento no tan indicado, quizá inconscientemente quería desestabilizar al menor emocionalmente para recibir una respuesta favorecedora, o tal vez fue un mal momento. Ni siquiera él mismo lo sabía, y por algún motivo las palabras que Samuel le había dicho una vez y las recientes que Hyungwon mencionó, parecieron encajar en su cabeza.

¿Acaso era posible que a un tipo que parecía tan delicado.... Le gustara ese tipo de rudeza?

— Hyungwon, ¿acaso... ¡Ugh! —antes de poder acabar su pregunta tuvo que gruñir por otra fuerte oleada de placer que le proporcionó el delgado.

A ese punto ya no tenía dudas de por qué Samuel había dicho aquellas palabras que en aquel entonces lo habían enojado tanto.

Sintiéndose al borde de la locura por la combinación de la estimulación inferior y la fría mirada de unos ojos oscuros que lo marcaban como suyo y parecían gritarle en provocación, solo podía pedir a los cielos que no acabara con la próxima penetración o acabaría frente a su esposo como un simple adolescente precoz.

Jadeando bruscamente entonces decidió que si de eso se trataba el juego, iba a ser la persona que Hyungwon quería que fuera.

Cagadas que no debes cometer:

#64) No provoques si no vas a complacer.

Eso podría poner a alguien muy molesto...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro