❶❹
¿Era un imbécil? Si.
¿Le dolía la cabeza? Si.
¿Moría de hambre? Si.
¿Había dormido en la noche? Ni un poco.
Y es que aunque quisiera, Hyungwon rondaba por su cabeza con aquella expresión que aún no sabía descifrar y las mil ideas absurdas que había tenido en todos sus años de vida, le gritaban que parara de cometer idioteces.
Definitivamente seguir el juego de una idea tan descabellada se sentía como un completo error.
Y lo peor de todo es que era un cobarde.
Toda la noche pasó dando vueltas en la cama, pensando en alguna manera de decirle a Hyungwon que era mejor cancelar la idea alocada, pero sinceramente no sabía como quedarse sin tener que necesitar de su padre.
Su estómago rugió de nuevo, opacando el ahogado sonido de sus pasos contra la pálida madera de las escaleras desteñidas de su edificio. Había esperado muchísimo tiempo pensando en algo, su noche se volvió día y su mañana se volvió tarde, pero su estómago no podía pasar por alto que el tiempo estaba avanzando, así que derrotado y con mil pensamientos en la cabeza, estaba yendo como perro arrepentido a la cafetería un día más.
Y no, no es que ya tuviera algo para decir, es que estaba quebrado económicamente y no quería morir de hambre.
Por lo tanto suspiró abatido y abrió la conocida puerta de vidrio, sin el valor suficiente para lanzar una mirada en alto, pero entonces fue sorprendido por una conocida presencia.
— ¿Wonho? —levantó su mirada rápidamente y se encontró con Dasom, la hermana de Hyungwon.
— Oh... —sonrió forzosamente mientras lanzaba una mirada fugaz por la estancia, notando que Hyungwon aún no se había percatado de su presencia— me sorprendiste, lo siento estaba distraído, solo vine a... —en ese momento su estomago rugió como un león en plena sabana de África, respondiendo antes que su boca.
La joven miró hacia el abdomen de Wonho, visiblemente sorprendida.
— Wow... Si que tienes hambre... —Wonho sonrió avergonzado y asintió— bien, te prepararé el plato que gustes, también el postre que se te antoje... —el mayor frunció el ceño ante tanta amabilidad— peeero... Primero debemos ir a comprarle un anillo a HyungHyung... —la adorable chica sonrió tranquilamente y salió del lugar dando saltitos de emoción, arrastrandolo consigo.
Wonho no había terminado de procesar lo que su última frase significaba, hasta que se vio siendo llevado a un sitio desconocido a hacer algo extraño.
— A ver, espera, espera, espera... —la sujetó con fuerza, pues aunque no lo pareciera, era una chica muy fuerte— ¿De qué demonios hablas? ¿Un anillo de... Compromiso?
Los ojos de la chica se iluminaron.
— ¡Sí! —dio un par de pequeños aplausos de emoción y él simplemente se quedó paralizado, no creía que estuviera hablando en serio.
— Dasom... —se rió por desesperación— no voy a hacer eso. Déjame darte algunos motivos de porque no lo haré... —hizo su mano derecha en un puño y extendió un dedo frente a ella— en primer lugar, esto no es un compromiso real ¿eres consciente de eso? —estiró un segundo dedo— en segundo lugar, no sé donde puede haber una maldita joyeria por aquí... —extendió un tercer dedo frente a ella— en tercer lugar, aunque supiera donde hay una, no tengo dinero para gastar en tonterías y en cuarto lugar... —extendió un cuarto dedo— siguiendo tu lógica de fangirl, no, no voy a pedirle matrimonio a Hyungwon de nuevo y menos dentro de la cafetería ¿entendido? —se giró con toda la intención de volver adentro— ahora si me disculpas...
La pequeña pero fuerte mano de Dasom lo sostuvo por la camisa y tiró de él con fuerza.
— Eres un malcriado ¿te lo dicen muy seguido? —su naricita se arrugó de enojo y con esa expresión poco amable era todavía más parecida a Hyungwon— ¿Cómo es posible que me des la espalda cuando la conversación aún no termina?
Wonho frunció el ceño y la miró mientras arreglaba un poco su camisa.
— ¿Qué caraj... —antes de que pudiera terminar, fue interrumpido.
— Es mi turno... —la adorable francesa sonrió con tranquilidad, como si nunca hubiera estado molesta— ahora te diré varios motivos por los que si lo harás... —imitó la acción de Wonho con su mano izquierda— número uno, no me interesa si es real o no, HyungHyung lo merece, numero dos, si no lo haces no tendrás comida —sonrió malévola ante la reacción de Wonho— número tres, ya sé que estás quebrado económicamente y podría decir que casi estas dependiendo de HyungHyung, así que yo pagaré el anillo como un préstamo que luego tendrás que pagarme... —sonrió con maldad nuevamente y Wonho estaba más asustado que impresionado— número cuatro, yo te llevo a la joyería y también elijo el anillo y número cinco y más importante... —dejó salir un suspiro que parecía de decepción y su mirada se dirigió hacia el suelo— quiero que HyungHyung se sienta especial hoy y no inferior por su ex...
Wonho la miró con confusión.
— ¿Especial? ¿Inferior? ¿Ex? —frunció el ceño— perdón pero necesito una explicación...
La joven suspiró.
— Todos los sábados, su imbécil ex trae a su nueva pareja a la cafetería para alardear delante de HyungHyung lo feliz que es sin él... —suspiró y Wonho la miró fijamente— así que cuando venga a cenar, tú puedes hacerlo... —la francesa sonrió tranquilamente y él se quedó sorprendido sin saber qué decir— Wonho... No tiene porqué ser real en nuestra intimidad, pero es importante que lo sea para el resto, especialmente para ese estúpido imbecil... Deberías darle una lección. —hizo un puño con sus pequeñas manos y el mayor le puso la mano en el hombro.
— Dasom espera... —se rascó la cabeza con una mezcla de frustración y confusión— hay algo que quiero preguntar...
Ella lo miró fijamente, con una seriedad que hasta ese momento era desconocida para Wonho.
— Claro, puedes hablar de lo que quieras... —metió sus manos en los bolsillos de su abrigo mientras esperaba pacientemente la pregunta.
Wonho se quedó en silencio por varios segundos, paseando su mirada por distintos lugares de la cuadra, incluso algunas a través del cristal de la cafetería, más específicamente en Hyungwon, procesando algo que todavía no terminaba de digerir.
— Hyungwon... —se rascó la cabeza y puso su mirada en Daaom— me estás diciendo que... ¿Hyungwon realmente es gay?
La mujer lo miró estupefacta y con una expresión de fastidio inigualable.
— ¿Eres imbécil desde que naciste o te dejaron caer de pequeño? —le sonrió sarcásticamente y se dio la vuelta con rumbo a un lujoso auto que estaba estacionado enfrente— tienes 30 segundos para estar dentro del auto.
No, no es que Wonho fuera imbécil, simplemente nadie le había comentado ese pequeño detalle de la vida de su supuesta pareja, hasta que se vio obligado a darle una lección a un tipo al cual no conocía. Y aunque quizo evitar la situación de una manera u otra, terminó siendo arrastrado un paso más adelante en su tontería.
...
Jugó con sus dedos, muy nervioso.
No sabía si era por ver a Hyungwon tan decaído y tener la responsabilidad de alegrarlo, por la cajita que portaba en su bolsillo, por el ex de Hyungwon sentado junto a su nueva pareja, por que aún no procesaba que Hyungwon fuera realmente gay, por el hambre, o por la mirada asesina de su futura cuñada.
La dulce joven se acercó a él con una sonrisa, fingiendo estar atendiendo a los clientes.
— ¡¿Qué demonios esperas?! —susurró entre dientes sin borrar su sonrisa y sin voltear a verlo.
Wonho suspiró.
— ¿Qué crees que hago? Estoy esperando, llevo aquí media hora y él ni siquiera se ha enterado... —suspiró decaído por sus propias palabras— si fuera otro día estaría gritandome por no probar comida en todo el día, en cambio estoy aquí hace rato y no se ha dado cuenta de mi presencia, pero tampoco de mi ausencia...
Dasom rodó los ojos.
— Por Dios... ¿Siempre eres así de cursi? —Wonho la miró con molestia— Uh, esa mirada me dice que jamás has tenido algo serio... Bien, si necesitabas ayuda solo tenías que decirlo... —tomó un vaso de vidrio que estaba sobre la mesa de Wonho y lo golpeó suavemente con un tenedor para emitir el típico sonido del cristal para llamar la atención de los presentes y luego simplemente se fue, dejando a Wonho con todas las miradas encima.
Incluidas la del ex novio de Hyungwon quien tan solo estaba a dos mesas de allí y también la de Hyungwon, quien estaba recibiendo el pedido de la nueva pareja de su ex novio.
— Eh... —Wonho se rió nervioso y Hyungwon arqueó una ceja sin entender que pretendía hacer ese tonto extranjero.
— ¿Wonho? —Hyungwon dio un paso al frente— ¿Pasa algo? ¿Te sientes bien? —el mayor tragó con fuerza mientras sentía el sudor frío empapar su rostro.
Definitivamente no se sentía como la primera vez.
Tener muchas miradas encima era agobiante.
Comenzó a hiperventilar, pero rápidamente recuperó su postura y avanzó hacia Hyungwon, escuchando sus propios pasos ante el silencio de todos los comensales.
— Hyungwon... —el aludido se sintió un poco nervioso al notar el tono de voz que el otro estaba usando— cásate conmigo... —soltó sin rodeos.
Sabía que quizá debía ser menos directo y decir muchas cosas más, pero estaba por morir de vergüenza, o de hambre y ninguna sería una muerte pacífica.
Hyungwon se rió con nerviosismo y se acercó a él para susurrar.
— ¿Una segunda propuesta de matrimonio? ¿No habíamos quedado en que sí lo haría? —sonrió demasiado nervioso mirando de reojo a su ex pareja, quien parecía estar disfrutando de lo que parecía una propuesta fallida.
Wonho no sabía que más decir, estaba más que nervioso.
— Pero... —buscó en sus bolsillos y sacó la cajita decorada— esta vez traje un anillo... —se puso de rodillas y la abrió frente a Hyungwon, quien pese a estar avergonzado y decaído, tuvo una chispa de ilusión en sus ojos al ver la bonita joya delante de él.
No entendía el motivo de tal acto en público pero el rostro de Wonho parecía desesperado por escuchar un sí y acabar todo rápido.
Así que sonrió con ternura mientras su mano era sostenida por Wonho, en espera de una respuesta. Estaba siendo dulce específicamente por él y sabía que todo podría ser obra de Didi, pero de cualquier forma, era una escena bonita que nunca había experimentado.
— Sí quiero, Wonho... —sonrió tranquilo mientras escuchaba un "Awww" de fondo, de alguna manera, el hecho de recibir tal atención de parte de su ahora prometido lo había hecho sentirse especial y querido.
Wonho suspiró aliviado, sabiendo que por fin iba a comer y muy delicioso. Pero en cuanto puso la joya en la suave mano de Hyungwon, escucharon una ruidosa carcajada que llamó la atención de todos los presentes, incluso de la falsa pareja.
— Vaya, vaya... —el hombre continuó riendo y aplaudió dos veces— Chae Hyungwon... ¿Quién lo diría? Parece que tu amor por los extranjeros sigue siendo el mismo... —Wonho frunció el ceño y se puso de pie mientras miraba al hombre posar una mano sobre el hombro de Hyungwon— ¿Cuanto tuviste que pagarle para que montara la escenita frente a mi? ¿De verdad sigues tan ardido? —susurró contra el oído de Hyungwon quien solo pudo agachar la cabeza dejando su alegría momentánea de lado.
Al ver tal acercamiento justo después de su escena romántica, el nerviosismo de Wonho se disipó y fue reemplazado por un sentimiento pesado que no supo identificar.
— Hey, oye... —tocó el brazo del hombre— ¿Podrías quitar tu brazo de mi prometido? —Hyungwon levantó su mirada y lo vio sorprendido, pero el hombre apartó el brazo, tranquilo.
— Aww tú también pides las cosas de por favor, pero que ternura... —sonrió y Wonho miró a su alrededor notando que pocas personas estaban escuchando realmente, porque la mayoría no comprendía el idioma, y visto fuera de contexto podría parecer algo tan calmado como una charla de viejos amigos— Eres de los que te gusta hacer las cosas interesantes ¿no es así? —se acercó a él— anda, hazlo, sigue con la farsa...
Sonrió tranquilamente con cinismo, Wonho rápidamente dirigió su mirada a Hyungwon quien parecía estar humillado por ese tipo, y esa era la primera vez que él miraba a Hyungwon de esa manera.
— Wonho, dejal... —Hyungwon tomó el brazo de Wonho con la intención de llevárselo de allí, pero Wonho se soltó y miró al hombre con rabia.
— Cosas interesantes ¿eh? —sonrió con total seguridad, entonces tiró del brazo de Hyungwon, su mano izquierda envolvió a Hyungwon por la cintura y su mano derecha viajó hacia el cabello del delgado para acercarlo a él, y sin pensarlo unió sus bocas en un beso candente, mientras aprisionaba al delgado sobre la mesa donde estaba su ex novio, que ahora era su rival, y la pareja de este.
Sus manos se aferraban a aquel delgado cuerpo, atrayendolo como si deseara fusionarse con él.
Y cuando sus pulmones no dieron para más, se separaron apenas lo suficiente para tomar aire mientras sus narices permanecían rozandose.
Entonces justo en ese momento Hyungwon abrió los ojos, su cara se tornó roja, se levantó de la mesa y salió de allí a paso rápido, sintiendo su rostro arder completamente, mientras Wonho miraba a su oponente con una sonrisa victoriosa, pues su reacción había sido la mayor prueba de que había ganado.
— Ahora si me disculpas, debo ir a ver que mi prometido esté bien... —sonrió y salio del pasillo, agradeciendo que el lugar donde estaba segundos atrás era un poco escondido y que no había mucha gente alrededor.
Entonces se estiró aún manteniendo su sonrisa victoriosa y llegó hasta el mostrador, donde estaba Dasom, sin realmente procesar lo que había hecho.
— Más vale que mi comida esté preparada, he tenido hambre durante todo el d... ¿Qué? —frunció el ceño al notar la expresión de sorpresa que la joven tenía en el rostro— ¿Te sientes bien? Parece que viste a un fantasma... —sonrió tranquilo.
— Wonho... —exclamó sorprendida— T-tú besaste a HyungHyung...
Y entonces el peso de la realidad le golpeó justo en el rostro.
Cagadas que no debes cometer:
#14) Nunca actúes por instinto, puedes terminar metido en muchos líos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro