— ¡Al fin! Admito que tardó más de lo esperado, pero...

— Mamá—reprochó—Tienes que dejar esto, enserio, basta.

— Cielo, estás en edad de casarte y tener hijos...

— Mamá—Sora respiró profundo suplicando por paciencia para sus adentros—Por favor, deja de escribirle a JungKook, él no tiene que escribirme porque tú...

— Espera, ¿Crees que yo le escribí pidiéndole que lo hiciera? —la mujer la interrumpió del otro lado del teléfono.

— ¿No lo hiciste?

— Ni siquiera tengo su número, Sora.

La chica quiso golpearse así misma. JeongMin estaba en su silla especial comiendo las cucharadas que la chica le daba de su comida, Sora sin saber muy bien que decir se había arrepentido de haber llamado a su madre.

— Lo siento, no recordaba.

— Tienes que responderle.

— Sí, bueno, ya veré, debo colgar, estoy trabajando—y dicho eso colgó dejando el celular en la mesa. Estuvo en silencio por un rato analizando la situación.

No tenía nada de malo que le respondiera al chico, ellos podían ser amigos después de tanto tiempo sin verse, no pasaba nada. Responderle un mensaje no significaba que ya se casarían, pensando así tomó el celular de nuevo escribiendo su respuesta.

Sora:
¡Hola! Tanto tiempo, JungKook. ¿Cómo va tu vida? ¿Todo bien? Espero que sea así.

No esperaba tener respuesta tan pronto.

JungKook:
Lo sé, la última vez que nos vimos estábamos en secundaria. Creo que teníamos quince, ¿Cómo está tu hermano?

— ¿Ves? No hay nada malo, Sora—intentó terminar de convencerse así misma.

🌹🌹🌹

Jimin había terminado antes de lo previsto, no quería irse tarde a casa por JiYeon, había ido a dar otro vistazo a la clase de JungKook, el chico daría clases a los jóvenes de catorce o dieciséis años, sonrió un poco al ver que JiYeon hablaba animadamente con un grupo de chicas, una de ellas le hacía diferentes peinados en su cabello.

— ¿Se portó bien? —preguntó cuándo JungKook estuvo cerca.

— Muy bien—asintió sonriendo un poco—Lamento lo de su esposa.

Jimin suspiró negando con la cabeza.

— Descuida, ¿Algo más que te haya dicho? —lo miró.

— Bueno...creo que JiYeon tiene un bonito lazo con su niñera.

— Ah, sí—asintió recordando las palabras de la niña en la oficina y recordando el beso. JungKook se cruzó de brazos mirando a sus alumnos.

— El mundo es muy pequeño, en secundaria conocía a una chica con ese nombre, Min Sora—entonces Jimin volvió a verlo—Tenía quince años.

— ¿Enserio?

— Sí, habíamos sido novios en ese tiempo, pero...—frunció su ceño—No creo que deba considerarlo una relación, éramos muy mocosos—intentó bromear. Jimin de inmediato recordó lo que Sora le había dicho en ese entonces.

— ¿Has tenido novio, Sora?

— Sí, fue durante la secundaria, tenía quince años.

— ¿Y por qué terminaron?

— Ambos comenzamos a querer cosas diferentes, lo nuestro ya dejaba de ser interesante.

— ¿Enserio eres tú? —preguntó sin evitarlo. JungKook lo miró algo confundido.

— ¿Qué?

"Entonces Jeon JungKook es el ex de Sora, ¿Debería sentirme celoso?"

Entre ambos había muchas diferencias, para comenzar, JungKook era más alto que Jimin, su contextura era más fuerte que la del chico, JungKook lucía más dulce y simpático en cambio Jimin seguía siendo él. ¿Pero qué demonios? ¿Se estaba comparando con ese chico? La última vez que eso le pasó había sido con...

JeongYeon y Taemin.

— ¡JiYeon! —llamó a la niña—Hora de irnos.

🌹🌹🌹

Sora estaba sirviendo la cena con algo de ayuda de Jimin e incluso de JiYeon, la niña había puesto los platos y vasos junto a los cubiertos en su sitio. Los cuatro comieron en silencio lo cual le extrañó a la niña, miró a ambos adultos sintiéndose incómoda, su padre cuando guardaba silencio de esa manera con su madre era porque estaban molestos.

— ¿No tienes hambre, JiYeon? —preguntó Sora al ver que su plato estaba intacto.

— Unnie, appa—llamó la atención de ambos— ¿Están molestos?

— ¿Qué te hace pensar eso? —Jimin frunció el ceño.

— No han dicho nada desde que llegamos a casa.

— No estamos molestos—Sora miró a Jimin y éste asintió confirmándolo.

— No estamos molestos, ¿De qué quieres hablar?

— Mmm...de unnie—sonrió— ¿Quieres ser mi omma todos los días?

Sora abrió sus ojos como platos masticando despacio, no tenía ni idea de que podía responder, pero claramente no sería una negativa, no le rompería el corazón.

— ¿Realmente quieres eso?

— ¡Sí!

— JiYeon, no creo que...

— JeongMin y yo queremos que seas nuestra omma—insistió—Por favor, unnie. Siempre eres buena con nosotros, te preocupas por nosotros y....—lo que vino hizo que Jimin se atragantara con la comida comenzando a toser—Appa dijo que le gustas.

Sora en minutos tenía demasiado que procesar, ¿Dónde se estaba metiendo? Ella no pretendía robarle la familia a nadie, a su mente vino JeongYeon burlándose o haciendo comentarios irónicos sobre el tema. No se arrepentía del beso con Jimin, pero si tenía algo de temor, ella enserio estaba haciendo más que sólo su trabajo.

— JiYeon—reprochó.

— Tú lo dijiste, appa.

— Y te dije que sería secreto además lo decía en modo de que me agradaba.

— Omma—JeongMin estiraba sus bracitos en su dirección. Por un momento la chica entró en pánico, se excusó levantándose y retirándose del comedor.

🌹🌹🌹

— ¿Segura que estás bien? —del otro lado de la línea se escuchaba la voz extrañada de YoonGi—Sé cuando algo te ocurre, soy tu hermano.

Sora rascó su cabeza despeinándose un poco, necesitaba escuchar algún regaño de su parte.

— ¿Recuerdas cuándo Jimin nos compró mucha comida?

— Sí.

— Me preguntaste que estaba haciendo con él.

— Sí.

— Bueno, yo...creo que...—vaciló mucho para responder. Mordió su labio soltando todo—Nos besamos ayer y ahora JiYeon me quiere como su madre y no sé qué decir o hacer, por favor dime que soy la peor hermana del mundo, que estás decepcionado de mí.

YoonGi por supuesto tardó más de lo debido en responder, ¿Qué había escuchado?

— ¿Por qué quieres que te diga eso?

— Porque no sé que estoy haciendo, no me siento mal conmigo misma, pero esto me aterra y....necesito que me digan que estoy haciéndolo mal para poder hacerlo bien, así sabré que hacer—suspiró—Oppa...

— Si no te sientes mal significa que lo estás haciendo bien, aunque... ¿Con tu jefe?

— Está mal, lo sé.

— No, Sora, si no te sientes mal no debes decir que lo está—aclaró—Importa cómo te sientas...

— ¿Dices que estuvo bien besar a mi jefe?

— No lo sé, no fue a mí quien besó—Sora se dejó caer en la cama mirando al techo—No sé que decirte, depende de ti.

— ¿No vas a reprocharme?

— No.

— Gracias por ayudar en nada.

— Oye, no te enojes conmigo, son tus sentimientos y tus emociones, si tan insegura estás renuncia.

¿Renunciar?

— ¿Y dejar a las niñas solas? ¿Dejar que Jimin se hunda cada vez que su esposa lo humilla o su antiguo amor lo hace? —negó con la cabeza—No puedo.

— ¿Desde cuándo te preocupa la familia de tu jefe?

— Desde que entré aquí, desde que comencé a pasar tiempo con esas niñas y....—hizo una pausa—Desde que comencé a ser comprensiva con Jimin.

— Tu problema es que te has encariñado mucho con ellos—señaló—Te preguntaré algo, Sora. ¿Te gusta Park Jimin?