Capítulo 20 🌹
Sora colocaba los platos en la mesa mientras escuchaba las locuras de su padre cuando joven, desde niña siempre le gustaba escucharlo. Era gracioso algunos momentos y hasta sorprendente otros, había sido todo un rebelde, allí entendía porque su actitud era tan similar.
Por supuesto su madre no dejaba de echarle la culpa al hombre.
El celular de Sora comenzó a sonar en el mesón de la cocina, YoonGi quien pasaba por allí vio el nombre de la persona que llamaba, sonrió de lado al leerlo.
—¿No le dirás a tu hermana que alguien la está llamando? —preguntó su madre abriendo el refrigerador.
YoonGi tomó el celular saliendo de la cocina dirigiéndose donde la chica, tomó su brazo mostrándole quien era. Sora de inmediato lo tomó caminando de prisa a la habitación, se encerró allí respondiendo.
— Jimin, ¿Qué necesitas?
—¡Unnie! —esa pequeña voz la sorprendió. Volvió a ver el número y el nombre acercando el móvil a su oreja— ¡Unnie, la extraño!
—¿JiYeon? ¿Qué haces con el celular de tu padre?
—Quería llamarla, appa dijo que vendrá mañana, ¿Es cierto?
—Sí, yo...
—¡Unnie! La abuela me trajo regalos, bueno, a JeongMin también, ¡Tengo una bicicleta!
Sora sonrió dulcemente por lo emocionada que se escuchaba la niña.
— Eso es bueno, me alegro por ustedes, te prometo llevarte al parque a conducirla.
— ¡Sí! Unnie, ¿Sabes conducir una bicicleta?
— Hace mucho que no tengo una, creo que la última vez fue cuando tenía tu edad—hizo memoria sin recordar bien—JiYeon, ¿Dónde está tu padre?
— Está con la abuela.
— ¿Tu abuela sigue allí?
No supo cómo imaginarse a la madre de...
— Sí, creo que se quedará unos días, están hablando en la cocina—hizo una pausa demasiado larga. Cuando Sora iba a hablar escuchó una voz de fondo seguido de JiYeon— ¡Appa! Es unnie, dice que me llevará al parque con mi bicicleta.
— No tomes mi celular sin mi permiso, ¿De acuerdo? —reprochó suavemente. Sora escuchó su voz a la perfección— ¿Sora? Lo siento, no tenía el celular cerca, lo dejé en la sala y...
— No se preocupe, veo que JiYeon está muy contenta con sus regalos.
— No te imaginas cuánto.
— Debo colgar, mañana nos vemos.
🌹🌹🌹
Todo el día, la señora Park estuvo en casa consintiendo a sus nietas y jugando con ellas, las adoraba, las amaba un montón, Jimin había aprovechado eso para ir a su oficina en la academia, al parecer le necesitaban para solucionar algunas cosas. JeongMin se había quedado dormida en los brazos de la mujer con un lindo chupón en su boquita en forma de mariposa, lo succionaba incluso estando dormida. JiYeon quien jugaba con la nueva casa de muñecas sonrió dulcemente al ver a su hermana descansando.
— Unnie suele cantarle, tiene una bonita voz.
— ¿Unnie? —la señora Park volteó a mirar a su nieta mayor.
— Su nombre es Sora, es nuestra niñera, appa confía mucho en ella.
Eso le llamó la atención.
—¿Enserio?
— Sí, seguramente mañana la conocerá, abuela.
— JiYeon—la niña le puso atención— ¿Te has sentido bien con todo lo que ha pasado entre tus padres?
Allí la sonrisa desapareció del rostro de la niña, JiYeon de repente ya no tenía tantas ganas de jugar. Sentada en la alfombra frente a su abuela, se encogió de hombros.
—Appa sufre por culpa de omma—confesó—Quiero a mi omma, pero si appa debe sufrir por eso entonces no la quiero.
La mujer sintió algo de preocupación por eso.
—¿Odias a tu madre?
—No—negó con la cabeza— ¿Sabe algo, abuela? Unnie ha hecho todo lo que omma no hacía con nosotras, ella nos canta, nos lee cuentos, juega con nosotras y me deja comer lo que quiera—sonrió de nuevo—Bueno, sólo cuando me como mis vegetales.
—Entonces esa unnie es muy especial para ti.
— Lo es—asintió—JeongMin le dice omma, fue su segunda palabra.
—Así que comenzó a hablar por ella.
—Sí.
"Ansío conocer a esa chica"
Al día siguiente...
Sora giró la llave en el pomo de la casa de los Park, había ido más temprano de lo normal para no escuchar a su madre repetirle las mismas palabras, se encontraba algo somnolienta por lo cual pensaba prepararse algo de café para despertarse del todo, aquel fin de semana había sido interesante por la confesión de su hermano, Min YoonGi finalmente había salido con YuQi.
Bueno, no era una cita, sólo habían ido a comer juntos, pero...era lo mismo para Sora, fin.
Estaba segura que esos dos terminarían juntos.
— Al menos uno de los dos está teniendo buena suerte en relaciones—susurró dirigiéndose a la cocina. Le extrañó ver que todo estaba organizado, abrió uno de los estantes para sacar el café, se estiró lo suficiente a punto de alcanzarlo hasta que otra mano más grande la ayudó, Sora se encontró con los ojos de su lindo pero atractivo jefe, de inmediato alejó su mano algo avergonzada—Buenos días, Jimin—hizo una reverencia—Intenté no hacer ruido...
— No me despertaste, la verdad es que esperaba que llegaras.
"¿Él dijo...qué?"
—¿Qué? —Sora se mostró tan... ¿Cómo decirlo? Jimin notó un lindo y adorable sonrojo en las mejillas de la castaña.
El chico aclaró su garganta sonriendo ladinamente.
— Sí, bueno...las niñas te extrañaron—explicó.
—Oh.
— ¿Todo bien con tus padres? —le entregó el café y ella tomó la pequeña bolsa asintiendo.
— Bueno, más o menos—suspiró.
— ¿Discutieron? —Jimin se mostró tan interesado en escucharla que ella no pudo evitar contarle.
—Mi madre quiere que me case con el primer hombre que aparezca frente a mí—se preparó algo de café—Ella confía tanto en lo que hago que literalmente me dijo que es mejor verme casada y criando mis hijos que trabajando y ganando dinero por mi cuenta.
Jimin se cruzó de brazos apoyando su cintura del mesón, llevaba su pijama puesto, unos pantalones de algodón negro junto a una camiseta negra que dejaba ver parte de sus brazos fuertes, su cabello negro parecía haber sido arreglado minutos antes pero no, la belleza de Park Jimin era natural.
—Las madres quieren lo mejor para nosotros...
—Mi madre quiere que haga lo que ella hacía cuando tenía mi edad—volvió a suspirar—Esas cosas no son lo mío, los niños son realmente un dolor de cabeza y un esposo es lo menos que necesito cuando los hombres son tan hijos de...—Sora se calló al ser consciente que Jimin no era su amigo sino su jefe, ella cuidaba sus hijos y había cuidado de él realmente—Lo siento, hablé de más.
Jimin sonrió divertido negando con la cabeza.
— Yo tampoco quería hijos, no digo que me arrepienta de tener a las niñas, pero...cuando inicié la relación con su madre no esperaba ser padre tan rápido.
— Eres un excelente padre, Jimin.
—¿Lo soy?
— ¿Lo dudas? —se sorprendió—Muchas mujeres se quejan de sus esposos y son abandonadas por ellos, tú eres un caso diferente, las personas cuando ven a un padre soltero deberían decirle lo bien que lo hace—miró sus ojos—Y tú lo haces bien, esas niñas tienen suerte de tenerte.
Jimin sonrió agradeciendo eso.
— Y yo tengo suerte de tenerte.
Ambos compartieron una mirada profunda, parecían entenderse a la perfección, pero el momento se interrumpió cuando la señora Park entraba a la cocina con una sonrisa, su hijo estaba en muy buenas manos.
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