Ernest Hemingway es conocido, entre tantas cosas, por haberle dedicado al alcohol muchas líneas de sus obras literarias y también numerosas horas de su vida. Bebía desde que era adolescente y alegaba que en ello encontraba el único placer que llevaba a la alegría y que retrasaba su muerte.

La vida de Hemingway nunca fue sencilla. Y, más allá de las distintas tragedias que azotaron su existencia, el autor sufría de ECT (Encefalopatía Crónica Traumática), un trastorno mental degenerativo que tiene, entre sus varios síntomas, la constante depresión. Es posible que ese haya sido un factor en su pasión por el alcohol

Una de las bebidas preferidas de Hemingway era el mojito dulce. Aunque también disfrutaba mucho del whisky y de los martinis. Si buscan fotos del autor, notarán de inmediato que en casi todas ellas hay un vaso o una botella. Y si lo leen —o lo han leído—, también percibirán la presencia del alcohol en sus palabras.

Fuentes: 

Ernest Hemingway: A Biography. Por Mary V. Dearborn.

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