Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 42 🎬

Tengo la vista perdida en el ventanal mientras me tomo un té y pienso en todo y en nada al mismo tiempo.

—¿Ocupada? —Sandra se acerca con una bandeja cargada de cosas dulces—. ¿Quieres?

Sonrío y acepto un bocadito.

—Siéntate conmigo —pido y ella lo hace—. ¿Quieres té?

—Sí... —Le sirvo una taza y se la paso, ella sonríe—. ¿En qué piensas?

—En que creo que ha llegado la hora de hacer algunos cambios drásticos —añado.

—¿Más? —pregunta divertida—. Ya has cambiado de carrera, de forma de vestir, de estilo de vida... ¿Qué más puedes cambiar?

—Quiero vender esta casa y comprarme otra más... sencilla.

—¿Sí? —pregunta y yo asiento.

—Quiero un pequeño chalé, algo más hogareño y menos impersonal... Me imagino una casita en las afueras... de madera... con árboles frutales en el jardín. Quiero un jardín pequeño, pero bonito, uno en el que pueda cultivar flores yo misma...

—¿Tú? Pero jamás has tocado una hoja del jardín —dice divertida.

—Es un buen momento para hacerlo, ¿no crees? Quiero ser dueña de mi propia vida y eso exige dejar de depender de todos para algo —añado—. ¿Para qué necesito un chofer? ¿Para qué tantos guardias? Quiero una vida sencilla...

—¿A mí tampoco me necesitarás? —inquiere.

—A ti siempre te necesitaré —bromeo—, pero eres mi amiga más que otra cosa. ¿Lo sabes? —pregunto.

—No es algo que dices a menudo, pero lo intuyo —responde con una sonrisa dulce. La miro, sé que no le he dicho lo suficiente y que se merece mucho más.

—Gracias por tantos años de servicio, pero, sobre todo, gracias por la confianza que me has brindado, por el respeto, por nunca haber dicho algo que pudo hundirme incluso cuando soy consciente del dinero que te han ofrecido para hacerlo... Gracias por estar siempre para escucharme aun cuando te he tratado mal, porque sé que lo he hecho... Perdóname, por todas esas cosas malas...

Ella sonríe y se acerca a mí, me toma de la mano.

—Te conozco desde niña y conocí a la persona que vive en tu interior, el mundo te eclipsó por algún tiempo, pero siempre confié en ti...

—Es curioso, Ramiro dice que no confío en él...

—¿Y lo haces? —inquiere y yo la miro—. ¿Has hablado con él?

—No... Luana me dijo que está en casa de sus padres disfrutando de sus vacaciones y reencontrándose con sus amigos... A lo mejor debería respetar eso como él me respetó a mí cuando viajé...

—¿Es eso o no quieres hablar con él? —pregunta.

—Sí, pero no quiero seguir peleando, no quiero volver al mismo punto del que parece no podemos avanzar... no quiero hacernos más daño...

—¿Y confías en él o él tiene razón? —inquiere y yo suspiro.

—Confío en él, pero no en las circunstancias que lo rodean, sin embargo...

—¿Qué?

—He hablado con Luciana Saldívar, ha ido al taller por un vestido y...

—¿La chica esa con la que solías salir de fiestas? —inquiere.

—Sí, bueno... ha actuado en la última película de Ramiro... Me ha comentado algunas cosas que llamaron mi atención.

—¿Cosas como cuáles?

—Cosas como que él dejó de ir a las fiestas y se centró más en el trabajo, ella lo decía como si fuera una ofensa, ¿sabes? —inquiero y sonrío—. Me dijo que él no se adapta al mundo de las estrellas y que si sigue así no le ve mucho futuro... Y eso me dio qué pensar...

—¿Sí?

—Sí... ¿Por qué lo hizo? Cuando estábamos juntos iba a esas fiestas casi todo el tiempo... Sé incluso que cuando viajé recién siguió haciéndolo... ¿Por qué dejó de ir? ¿Qué pasó?

—¿Crees que fue por ti?

—No lo sé, a lo mejor sí... por eso es que se sentía tan dolido cuando hablamos. No quiero eso, nunca lo quise... es decir, ese es justo el problema, que no quiero exigirle dejar nada ni ser alguien que no quiere por mí.

—¿Sabes? Yo te comprendo... te has sentido tan infeliz gran parte de tu vida por tratar de ser lo que todos esperaban que fueras y no quieres hacerle eso a nadie más, pero a veces, Ori, a veces uno toma ciertas decisiones pensando en las personas a quienes ama o que son importantes. Eso no siempre significa dejar de ser uno mismo... solo sopesas lo que vale más en tu vida y te tiras hacia el lado que pesa más...

—Asumí que iba a caer, que tarde o temprano lo haría... Quizás hasta esperaba que lo hiciera, pero no por lo que él dice, no para echarle en cara que tenía razón, sino para esperar a que volviera a levantarse y entonces poder estar en el mismo punto.

—No todo el mundo necesita vivir las mismas experiencias para aprender... Tampoco se necesita estar exactamente en el mismo punto...

—¿Lo crees?

—Habrá momentos en los que estarán en distintas páginas, se trata de ser paciente... Por supuesto, las cosas siempre tienen un límite, pero la mayor parte del tiempo no es necesario que todo sea perfecto, solo que sea y que te haga sentir bien y feliz... ¿Él te hace feliz?

—Sí...

—¿Entonces? ¿Cuál es tu gran miedo, Ori?

—No lo sé...

—Te conozco, déjame aventurarme a darte una respuesta...

—Dime —sonrío y la miro con expectación.

—Puede que esté equivocada...

—Solo dilo... —insisto.

—Te exiges demasiado, siempre has sido así, buscas la perfección en todo y por eso te has llevado ya muchas desilusiones. No existe nada perfecto en esta vida, Ori... Tus padres y tus productores llegaron a exigirte tanto que tú crees que todos te exigimos algo y sientes que nunca estás a la altura de lo que esperamos de ti... ¿Sabes? No es así... No tienes que hacer un casting para entrar a la vida de alguien y ganarte el papel de amigo o de novia. Ramiro no quiere que seas perfecta y te lo ha hecho saber siempre, el problema es que tú quieres ser perfecta para él, para merecer el amor que te brinda, para que valga la pena todo lo que ha hecho por ti, pero el amor no funciona así, Oriana. Todos merecemos amor, no tenemos que ganárnoslo ni tenemos que pagarle a alguien por dárnoslo... no tenemos que pelear por un papel en la vida de otra persona... Él no tiene que ser perfecto, tú no tienes que serlo y la relación que tienen no tiene por qué ser perfecta...

—¿Y si lo estropeamos? ¿Y si no funciona?

—¿Ves? Ahí esta tu miedo...

—Es que no quiero perderlo, no a él... y siempre he perdido, Sandra. A Aldo, a mi bebé... incluso a Eduardo... a mis padres y a Renata...

—No, no has perdido siempre, Ori. Aldo se fue porque ninguno de los dos supo cómo manejar el duelo. A tu bebé lo perdiste, pero no fue tu culpa... Eduardo se perdió él mismo y tú te perdiste a ti a su lado, pero te encontraste luego, al igual que recuperaste a Renata. Tus padres no se comportaron a la altura... no supieron ser padres. No es tu culpa, no siempre lo es.

—A veces sí...

—¿Y? Todos cometemos errores y cargamos con culpas...

Cierro los ojos y suspiro.

—Él quiere algo serio.

—¿Tú no?

—Sí...

—¿Entonces?

Me encojo de hombros.

—Habla con él, dile la verdad, cuéntale todos esos miedos que tienes... sincérate, no temas mostrarte humana, confía en él.

—Lo hago...

Sandra sonríe y asiente.

—Iré a verlo el mes que viene, me dijo Luana que actuará en una obra con su antiguo grupo de teatro... pensé que... sería bonito verlo en esa faceta... pero no sabía si sería una buena idea. Pensaba ir de sorpresa.

—Pues yo creo que lo es, es una buena idea...

Sonrío y asiento.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro