Capítulo 3 🎬
Estoy a unas cuadras del lugar donde será la primera reunión. Hace un mes y medio atrás, Joaquín me habló de la película y me dijo que era una buena opción para mi carrera. Si tengo que ser sincera, no me entusiasmé demasiado, estoy agotada y pensaba tomarme unas vacaciones, pero lo que él planteó también es real. Parece una buena oportunidad y si sale bien puede ser bueno para mi carrera.
Todo el mundo habla de mis fracasos, soy la última diversión de las revistas y programas de chimentos. Si no hablan de mi humillación a causa de la traición de Eduardo y Constanza, hablan de lo mal que le fue en la taquilla a mi última película... no es algo que me agrade, pero es algo a lo que estoy acostumbrada.
La diferencia es que antes no me afectaba, sabía que era cíclico y que era cuestión de tiempo para que algo bueno volviera a suceder o para que otro famoso cayera en desgracia y se olvidaran de mí, pero llega un punto en el que me siento agotada. Es como haber vivido toda la vida intentando mantenerme a flote en medio de las corrientes de un río, y simplemente, ya no quiero nadar. Me gustaría solo dejarme ir.
Cuando me dijeron que ya tenían al actor que compartiría conmigo el protagónico no me agradó la idea. Todo el mundo sabe que usar a Ramiro Colombo es un recurso desesperado para reflotar mi carrera, es como tirarme un salvavidas para que no me ahogue. Ya puedo leer los titulares o escuchar los programas de chimentos decir que si no fuera por él la película sería un completo fracaso.
Es que cada cierto tiempo aparece en este ambiente lo que yo llamo una estrella fugaz, uno que brilla más que el resto por alguna característica que lo hace especial, puede ser el talento, la belleza o solo la suerte, algo que lo hace sobresalir y llamar la atención de la prensa y el público. Eso tampoco dura. Me pasó a mí cuando solo era una niña y fui seleccionada para ser La niña que vino de la luna. Aún recuerdo los titulares:
«La pequeña Ori es la nueva revelación».
«Una niña que conquista con su mirada inocente y su sonrisa de ángel».
«No solo es bella, además es muy buena actriz. Oriana Iglesias dará que hablar».
No puedo negar que aquello me sirvió para despuntar y llamó la atención de los productores que luego me ofrecieron otros papeles. Mi carrera fue en ascenso mientras mi vida, aquella que apenas empezaba a vivir, caía ya en picada.
Suspiro.
Este tal Ramiro tiene algo que resulta llamativo. He visto su película y no es mal actor, pero eso no es precisamente lo que hace de él una estrella fugaz, sino su aspecto. Es de esa gente que parece no envejecer, según me dijeron tiene veintiséis años, pero se ve como de veintidós, tiene una chispa en la mirada, algo de infantil en sus facciones sin dejar de ser guapo y sexy. Es eso, definitivamente es eso.
Y es por eso mismo que lo han elegido para el papel, primero porque está en ascenso y segundo porque esas características son justo las que se necesitan para el personaje. Todos se peleaban por ser el primero en agarrarlo para un protagónico, y no sé qué le habrá llevado a él a aceptar esta película por sobre otras opciones que pudo haber tenido, pero lo ha hecho.
Esta es la primera vez que lo veré en persona, nos reuniremos con los productores, el director, los guionistas, actores y la escritora. Vamos a conversar sobre algunos puntos para tener en cuenta y nos darán los guiones, pues la producción iniciará en poco tiempo.
Yo ya me he leído el libro, la verdad es que ha sido divertido, es irónico, pero en esta etapa de mi vida creo que no me costará demasiado personificar a Ivanna Rojo, creo que tenemos algunas cosas en común. Ella es una empresaria despiadada, ha luchado por ocupar el sitio en el que está y no está dispuesta a permitir que nadie se lo arrebate, incluso aunque eso implique tener que pasar por encima de quien sea. Además, le han roto el corazón y la han humillado, por lo que no desea enamorarse de nuevo y solo ha decidido tener amantes. Al pobre Luca lo han puesto como su asistente, él es menor y se ve inocente y sin experiencia, se enamorará, por supuesto, como se enamoran los jóvenes, con todo el alma y el cuerpo, ella lo tratará muy mal y él lo soportará todo, y con el tiempo, ella comenzará a confiar en él y sus barreras caerán lentamente, pero claro... ella no quiere una relación y eso será un problema.
Habrá escenas divertidas, pero también habrá algunas eróticas, para mí eso no es problema, lo he hecho varias veces, pero no siempre es fácil trabajar con novatos en esa clase de cosas. Hay que soportar situaciones engorrosas y fingir paciencia, cosa que yo a estas alturas, no estoy segura de tener.
No sé por qué me molesté tanto porque él fuera el elegido. No tengo nada personal contra él, solo que siempre he trabajado con actores de renombre y trayectoria. Según Joaquín eso es ser muy egocéntrica, pero no es eso, solo no tengo ganas de perder tiempo mientras él aprende. Viene del teatro y solo ha hecho una película con un papel secundario, no sabe lo que le espera y a mí me tocará aguantar.
Además, su mirada inocente me molesta, me saca de mis casillas la gente que parece buena y feliz. Lo sé, suena tremendamente amargado, pero es que cuando una ha perdido esa capacidad, ver que a otros se les hace tan fácil, genera envidia.
Qué fea palabra la envidia, yo odio sentirla, pero a veces es inevitable. Más en este ambiente.
De todas formas, no durará, este mundo lo terminará por tragar y perderá el brillo como nos ha pasado a todos, o bien, en el mejor de los casos, descubrirá que no es su sitio y volverá al teatro. A lo mejor termina por meterse en algún lío de drogas, alcohol o faldas y se convierte en el nuevo escándalo de los paparazzi, eso le dará un poco más de luz y notoriedad, hasta que aparezca otro u otra y todos vuelvan a olvidarlo.
Llego a la oficina de la productora y subo al séptimo piso donde será la reunión, me aseguro de que haya pasado ya diez minutos de que tenía que haber comenzado, llegar tarde me da poder sobre los demás, me hace parecer importante. Siempre he escuchado a la gente decirme que soy la estrella y terminé por creérmelo. Si soy la estrella es porque estoy más arriba, o se adaptan a mí o me pierden, y nadie quiere perder a la protagonista.
En el pasillo me encuentro con Joaquín que me lanza una mirada reprobatoria, sabe que no estoy en condiciones de hacer esto en este momento, pero yo solo le sonrío y me dirijo a la sala. Allí ya están todos sentados en una mesa rectangular y larga.
No miro a nadie, saludo en general y ocupo mi espacio. Es Joaquín el que se apresura a disculparse por el retraso.
El productor de la película será Santiago Salas, uno de los más renombrados del momento, eso me da buena espina, nunca he trabajado con él, pero sus películas, todas, han tenido éxito. La directora es Alessia Espínola, ella también es conocida y ya hemos trabajado en una película y un corto, no tengo quejas, es muy profesional. Nos pasan los guiones y nos presentan a la escritora.
Ella nos dice que está muy conforme con el casting realizado y que está segura de que sabremos dar lo mejor de nosotros en la interpretación de cada personaje. Se pone a nuestra disposición para cualquier duda o consulta sobre las caracterizaciones. Parece nerviosa y emocionada y yo me pierdo un poco en mis pensamientos.
Siempre he querido escribir, tengo un montón de escritos sueltos a los que llamo Divagues, los guardo en cualquier rincón de mi casa y en mis notas del celular. Nunca he escrito novelas, pero me siento muy capaz de escribir guiones. Sin embargo, lo mío son los relatos breves que hablan sobre los momentos claves de la vida, lo hago como una forma de sacar de mí lo que me agobia al no tener con quien compartirlo ni otra manera de expresarlo.
La gente se sigue presentando y cada uno habla un poco de lo que le tocará hacer. Nos informan las fechas estipuladas para el inicio de la producción y las locaciones donde será grabado. Nos entregan incluso el horario del primer día.
La mirada de Ramiro se clava en mí en varias oportunidades, yo lo ignoro, pero puedo sentirlo. A estas alturas soy experta en ignorar miradas, es la única manera de sobrevivir cuando la gente te reconoce en cualquier sitio, hago como si no sucediera y fuera una persona normal. No sé qué pensará de mí ni si conoce mi trayectoria, para él debería ser todo un honor trabajar con alguien como yo.
Nos hablan también del plan de marketing de la película y se fijan los primeros ensayos. Tendremos también pruebas de vestuario y cosas del estilo. Al final, preguntan si tenemos dudas. Algunas personas preguntan una u otra cosa y, luego de un par de horas, se da por finiquitada la reunión con alguna frase motivacional por parte del productor que pretende animarnos en este nuevo comienzo.
Espero que todos vayan saliendo mientras me retoco el maquillaje, distraída, así evito que nadie me dirija la palabra. Pero entonces lo siento, sé que es él, no lo miro.
—O-oriana —murmura. La voz le tiembla.
—Hola —respondo sin mirarlo.
—Es un honor para mí trabajar contigo —añade y puedo notar sus nervios.
—Me gustaría decir lo mismo, pero no te conozco —respondo con toda la intención de sonar desagradable.
—Y-yo... solo quería decirte que... te admiro desde tus inicios, sigo tu carrera desde que eras La niña que vino de la luna...
Levanto la vista para verlo, sus ojos brillan y reconozco esa manera de mirar, así me ven los fans, los que me han puesto en un pedestal altísimo, los que me idolatran y ven en mí cualquier cosa menos lo que soy en realidad. Nada podría ser peor que eso, es difícil trabajar con una persona que te ve de esa manera.
—Gracias —digo y vuelvo la vista a mis maquillajes.
—Estoy seguro de que irá bien —continúa—, yo pondré lo mejor de mí —añade.
—Claro que irá bien —comento como si no me dijera nada nuevo y le regalo una sonrisa fría y déspota—, si estoy yo, siempre va bien.
—Sí, sí... —dice él y asiente con nervios y entusiasmo.
Me levanto y lo observo. Es guapo, definitivamente tendrá una horda de muchachitas adolescentes hormonales siguiéndole los pasos. Transmite algo que no sé bien que es, no logro deducirlo. Sin embargo, no puede mantenerme la mirada, se pone nervioso y mueve las manos. Yo sonrío, eso será complicado cuando nos toque grabar. Al parecer su admiración es real.
He conocido mucha clase de actores y actrices, todos dicen que te admiran, algunos lo hacen en verdad, otros solo te envidian, pero lo dicen para poder acercarse y sacarte un poco de poder. Este es un mundo ficticio, todos somos actores y todos somos capaces de esconder a la perfección lo que realmente nos sucede. La mayoría vive bajo la máscara de la hipocresía tratando de utilizarte como una pieza de ajedrez en su propio juego, hacer un movimiento para avanzar.
Yo sé que soy lo mismo en el juego de Ramiro, soy solo un escalón para lograr ascender mientras él es para mí una especie de salvavidas para que mi carrera no se termine de hundir.
Gracias por el apoyo, me agrada que se estén enganchando con esta historia :)
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