—Me iré de esta casa, no aguanto más.—le digo a mi madre con lágrimas en mis ojos y dolor en mi pecho, las palabras me sale como un dulce amargo.

—¡Haz lo que quieras.!—Odio la ignorancia de mi madre, no se voltea a mirarme ni un segundo, ni me pregunta lo que tengo, sólo está centrada en ese estúpido celular.

—Luego no te arrepientas.—digo y me marcho, con la poca ropa que tengo...

Fui maltratada mi vida entera, nunca me compraron regalos de cumpleaños, de Navidad, nunca supe que era un abrazo.

Siempre fui la mala, siempre mi padrastro hablaba horrible de mi con mi madre, ella sólo le creía y me despreciaba.

Nunca entendí porque ella le creía a él y nunca a mi, porqué siempre él era su adoración, yo soy su hija, sangre de su sangre. ¿porque me trata así?

Y es así como estoy viviendo en la casa de mi abuela.