4. Más cosas perdidas.
-¿Qué rayos es esto…?- Cuestiono Lumiere mientras apartaba un poco los vidrios rotos de su camino.
-Todas la vitrinas se rompieron…-Opino Emma algo sorprendida y se acercó al cuadro en el suelo para tratar de levantarlo- ¿Cómo paso esto?. Este cuadro pesa toneladas, una simple ráfaga de viento no podría tirarlo.
Bastian suspiro e intercambio miradas con su hija para luego caminar a ella y tomar el cuadro entre sus brazos sin mucho esfuerzo y devolverlo a su lugar- Fue un temblor, Emma-
-¿Un temblor?- Pregunto Adam mientras cargaba a su pequeña, que no paraba de temblar en sus brazos.
-Eso no está bien- Aseguro Ally y abrazo la pierna de su madre con miedo- Puede haber una réplica, y será peor.
-¿Cómo te entra todo eso en el cerebro?- Pregunto Lumiere.
-Los niños recuerdan todo- Sonrió levemente pero luego esa sonrisa se desapareció y sacudió su cabeza con fuerza- Yo quiero olvidar esto…-Emma la tomo en sus brazos y la cargo con protección.
-Esa luz-
Las miradas fueron hacia la pequeña Ellie Jace, que simplemente temblaba sin parar entre los brazos de su padre, su madre aun poco pálida y algo fuera de esa galaxia por el shock de todo lo sucedido, camino hacia su hija y acaricio su cabello tratando de calmarla, aunque ninguno sabia a qué se refería con exactitud.
-Está bien, cariño. Solo se fue la luz, pero ya lo resolvimos- Le dijo su madre pacíficamente mientras acariciaba su cabellera negra.
-¡No!- Exclamo con los ojos cristalinos mientras se reincorporaba en brazos de su padre para poder mirar a la pelirroja- No es eso, mami, no es eso...-Un par de lágrimas rodaron por su mejilla, y eso fue completamente suficiente para traer de regreso a Anastasia- Esa luz...
Anastasia frunció el ceño algo seria y preocupada para luego limpiar sus lágrimas con cuidado- ¿De qué luz hablas?-
-Esa luz verde…Estaba ahí, cuando se fue la luz de la recepción- Hizo una pequeña pausa y bajo la mirada mientras aquellos recuerdos regresaban a su mente, y se sintió como si pasara otra vez- ¡Papi!- Abrazo a Adam con fuerza y simplemente empezó a sollozar mientras ocultaba su cabeza en su hombro.
-Llevémosla a su habitación- Dijo Anastasia totalmente preocupada por su hija, su esposo simplemente asintió y la pequeña familia camino hacia la puerta.
Mientras ellos salían, Ally y Ellie se despidieron con la mano, solo por cortesía, pero cuando Ellie giro para mirar, el cetro brillo y fue exactamente igual a aquella primera vez, todos a excepción de Adam y Anastasia pudieron notar aquello, los que sabían la verdadera razón se limitaron a retroceder y tragar saliva, mientras que las niñas solo gritaron con pánico.
-¡Por Dios!- Exclamo Adam aturdido por aquel grito que casi lo deja sordo- ¿Qué pasa, Ellie?.
-¡Es el cetro!- Gritaron ambas niñas entrando en pánico.
Emma trago saliva un poco preocupada al notar el cetro que aun brillaba- Le colocaron las baterías. ¿No?-
-¿De qué están hablando?- Anastasia giro y los miro a todos ignorando el hecho de que el cetro estaba brillando intensamente- ¿Por qué todos tienen esa cara de espanto? ¿Qué les pasa?.
-Estas ciega, si no lo vez- Mylady bajo las escaleras y resoplo con enojo para luego caminar hacia el cetro y cruzarse de brazos con molestia mientras observaba la piedra central brillar- Sigue haciendo berrinche por tu hijita, pero no la veras nunca- Murmuró mientras observaba el cetro, que brillo mucho más.
-Mamá...-Dijeron las gemelas algo preocupadas al notar aquella reacción distinta en luces del cetro.
-No es real- Aseguro Emma cansada de la cara de espanto de todos, para luego acercarse al cetro y separar la piedra de su base- Mira, esto son las baterías- Señalo una extraña forma que estaba dentro de la piedra, que realmente no se veía muy bien- ¿Vez? No hay nada de qué preocuparse.
-Dame eso, Emm- Le pidió Adam, la rubia le lanzo la piedra y el simplemente la atrapo en el aire para luego tratar de mostrársela a su hija, quien se negó- Princesa, solo trato de mostrarte que no pasa nada-
-Quiero ir con mamá- Pidió para luego ir a los brazos de su madre.
-Deja esa estúpida piedra- Le ordeno Anastasia.
-Bien, bien…-Suspiro mientras observaba la piedra y sonrió mirando a su suegra- Hey, suegra. Atrápala…-Le lanzo la piedra y seguidamente la gran queja de su esposa se escuchó:
-¡Adam Emile!-
La piedra estuvo en contactó un escaso segundo con la palma de la mano de Mylady, pero se vio obligada a soltarla al instante al sentir su piel quemarse, inmediatamente ante la mirada extrañada de sus hijas, hijastra y Adam, llevo su mano a su espalda, para luego cerrar los ojos con fuerza tratado de asimilar el dolor en su mano.
-¿Estas bien?- Le pregunto Denise.
-Si- Respondió cortante- Ahora todos lárguense de aquí, esto se limpia mañana. Y no quiero más gritos de las niñas, ni de nadie, quiero dormir en paz, en mi hermosa paz, que tenía hasta que tu…-Señalo con su dedo a su hijastra, quien se contuvo a sacarle el dedo justo ahí- Arruinaste. Al llegar.
-Oh- Hizo una mueca de compasión fingida- Sabes, eso debería decirlo yo, porque yo llegué primero a este castillo. Usted y sus hijas, y ese horrible gato que me alegra que haya muerto, por fin, arruinaron mi hermosa paz- Sonrió con ironía- Yo debería quejarme.
-No está muerto- Aclaro Denise ofendida por sus palabras- Y deja a mi gato fuera de esto.
-Como sea- Intervino Mylady mientras rodaba sus ojos oscuros para luego caminar a la salida y girar para mirar a todos ahí- Denise, Anastasia, fuera de aquí, y llévense a la niña. Adam o Emma coloquen la piedra en su lugar, no en el suelo, el resto…-Miro a los otros presentes- Ustedes hagan lo que quieran, menos hacer ruido, iré a dormir. Que tengan una terrible noche- Se despidió para luego subir las escaleras.
-Que bruja- Agrego Charlie.
-¡Anastasia, Denise y Emma! ¡A dormir, ahora!-
La gemela castaña gruño para luego darle un pequeño pisotaso al suelo con sus tacones- A veces es insoportable- Salió del salón con molestia.
-Se romperá los pies, algún día- Dijo su gemela para luego besar la mejilla de su esposo y caminar a las escaleras.
-Ya no tengo siete años- Agrego Emma con molestia y trato de tomar la piedra del suelo, pero no logro- Hey, tu, animal…-Miro a Bastian, quien apretó levemente los puños al escuchar su manera de dirigirse a el- ¿Puedes tomar la piedra?.
-¡No!- Respondió Belinda por su padre.
-Creo que alguien está algo sobresaltada- Dijo Emma mientras miraba a la chica- ¿Estas bien?.
-Por supuesto que estoy
bien...-Camino hacia su padre y tomo su brazo- Papá, debe...Debe...Bueno él tiene...Un problema en la columna y no puede agacharse.
-Lo vi cargarte como costal de papas, linda- Sonrió levemente al reconocer una extraña actitud en Lindy, quizá celaba mucho a su padre- Pero si quieres llevártelo, me harías un gran favor.
-¿Perdón? ¿Qué quieres decir con eso?- Interrogo el ojiazul indignado.
-Largo- Respondió Emma irritada y se giró para regresar la piedra a su lugar.
-Vamos, papá- Lindy tiro de su brazo para indicarle que debían salir de ahí.
Tim, Jean Luc, junto a la Sra. Potts y su hijo, se miraron entre sí para luego darle una última mirada a la heredera Blanc, quien solo trataba de mostrarle a su hija que el cetro no tenía ningún poder para herirla, aunque en cierta parte, el cetro no puede herirlas.
-Aguarden- La voz temblorosa de Sadrine se escuchó en la habitación, todos voltearon a verla al escuchar el gran miedo en su voz, pero lo más preocupante fue su gran cara de espanto, era preocupante su estado, ella nunca era así.
-¿Sadrine?- Le pregunto Florence preocupada por su estado.
-¿Te encuentras bien?- Le pregunto esta vez la heredera Blanc.
-¿Do…do...-Tartamudeo mientras levantaba su mano temblorosa y señalaba con su dedo hacia las vitrinas- ¿Dónde está, la varita del hada madrina?.
-¿De qué hablas, Plumt?- Lumiere la tomo del hombro relajadamente para luego mirar lo que ella miraba, y gritar con pánico- ¿¡DONDE ESTA LA VARITA!?.
-¡Dios mío!- Exclamo la Sra. Potts, preocupada y llevo sus manos a su pecho dramáticamente- Amm
...¿Chips? -Pregunto algo desorientada, y en tan solo segundos perdió el equilibrio.
-¡Mamá!- El chico logro atraparla y la miro con algo de miedo, para luego sacudirla un poco- Mamá, despierta. Mamá…
-Ahora, no es buen momento…-Murmuró Bastian mientras se acercaba al chico para ayudarle con su madre, acto que repitieron Jean Luc y Timotheé- Debes despertar…
-Ahora todo tiene sentido- Murmuró Belinda mientras daba unos pasos al frente y observaba los objetos en las vitrinas- El libro, el espejo...-Miro ambos objetos que estaban alrededor del cetro- La rosa...-Observo la rosa roja dentro de su cúpula y suspiro para luego negar- Robaron la varita..
-¿Quién pudo hacer algo así?- Pregunto Ally intrigada.
-¿Quién robaría una varita de vidrio falsa?- Pregunto Emma despreocupadamente para luego observar los cristales rotos en el suelo- Quizá, se quebró.
-¡No!- Grito Plument con pánico.
-Eso es mucho peor- Charlie, Luc y Tim soltaron las piernas y brazos de Potts.
-¡Oigan!- Se quejó Bastian para luego observar a su alrededor tratando de localizar un lugar en donde dejarla, rápidamente se acercó a un sofá y la dejo ahí para luego acercarse al resto- Por favor, que no se haya quebrado…-Rogo mientras observaba los cristales rotos en el suelo.
-¿Por qué le toman tanta importancia a un objeto con cosas falsas de un museo de cuentos de niños?- Pregunto Emma sin entender su preocupación, para ella era absurdo- Es solo un juguete.
-¡¿UN JUGUETE!?-
-No era necesario que gritaran…-Opino la rubia completamente aturdida.
-Emma, esa varita es un objeto invaluable de cristal, que vale más de veinte millones de dólares- Le explico Bastian mientras caminaba con preocupación.
-Es solo un pedazo de cristal- Dijo con voz aguda, se aclaró la garganta y miro a todos perder la cabeza rebuscando entre los cristales rotos- ¿Cómo es que todos sabían eso, menos yo?.
-Nunca preguntaste…-
-Entonces…-Se mordió el labio algo nerviosa al pensar en la suma de dinero que Bastian le había dicho- La varita es importante. Veinte millones de dólares de importancia.
-Más de veinte millones- Agregaron todos ahí.
-Busquen esa varita- Les ordeno con seriedad.
-Suenas como tu madre, querida- Dijo Plument para luego suspirar con algo de nostalgia- Vaya, sí que era mandona.
-¿Conocieron a la abuela?- Pregunto Ally al instante, todos notaron una leve chispa de emoción y curiosidad en su ojos- ¿Cómo era ella?.
-Que tu madre te lo diga…-Lumiere señalo a Emma para luego regresar su mirada a los cristales rotos.
-¿Ma?-
-...Ella...-
-¡AU!- Grito Belinda.
Las miradas fueron a la joven, y Tiptop soltó el libro en su mano por la impresión, Emma inmediatamente le cubrió los ojos a su hija, para evitarle algún trauma futuro.
-Yo quiero ver…- Insistió la niña tratando de apartar las manos de su mamá.
-No, tú no vas a ver- Giro su cabeza hacia otra dirección.
-Lindy- Bastian se acercó a su hija, pálido y la sostuvo de un lado- No te apoyes en el suelo…
-¿Cómo esperas que lo haga, si tengo un trozo de cristal de seis centímetros EN MI PIE?- Le pregunto alterada.
-Charlie, sácale eso…- Le ordeno Bastian.
-¿Yo?- Pregunto el chico incrédulo- Ni hablar, ¿Quieres que vomite?.
-¡Charlie!- Lo regaño Bastian para luego respirar profundo tratando de mantener la calma- Solo sácale ese cristal del pie.
-¿Tienes idea de cuanta sangre va a salir, luego de eso?- Pregunto mientras observaba el cristal enterrado en el pie de su amiga con algo de…Miedo.
-¿Por qué te quitaste los tacones?- Le pregunto su padre.
-No tengo idea- Respondió mientras hacia una mueca- Charlie, sácalo.
El chico respiro profundo para luego observar a su alrededor- Tiptoc, y Lumiere traigan alcohol y una venda…-Les ordeno al par de hombres, quienes se fueron corriendo- Tío B, sienta a tu hija y tráele una manzana.
-¿Para que la manzana?- Pregunto mientras la ayudaba a sentarse en una silla.
-Para que la muerda- Se quitó la chaqueta y al girar para buscar un lugar en donde dejarla se encontró con el par de rubias- Hey, ¿Qué tal?. La cuestión es esta…-Junto sus manos y las observo tratando de pensar una forma de decirles.
-¿Quieres que nos vayamos? ¿Cierto?- Pregunto Emma, al saber cuál sería su pregunta, era más que obvio.
-Lo siento-
-Está bien, niño. Sera lo mejor…-Le sonrió levemente para luego mirar a los ojiazules- Suerte- Dijo para luego caminar a la puerta y salir, mientras que Lumiere y Tictop regresaban a la habitación- Ay no…
Se detuvo en seco al escuchar un grito femenino que aseguraba que se había escuchado en todo el castillo.
-¡CALLENSE!- La voz enojada de Mylady se escuchó seguido de un puertazo.
-¿Belinda y la señora mala, están bien?- Pregunto Ally mientras subía las escaleras tomando la mano de su mami.
-Sí, mi amor, pero debes guardar silencio ¿Si?. Mylady no es agradable cuando hacen ruido después de esta hora- Le advirtió mientras llegaban al último escalón, y parar en seco por una voz.
-Mi mamá, nunca es agradable- Era Denise, parada frente a una mesa con su pijama un poco extraña, pero algo elegante, si la miras de cierto ángulo bizarro de la moda.
-Denise- Dijo su melliza, no a gusto con sus palabras, su esposo bostezo y negó cansado al escucharla- No digas eso.
-Sabes que es cierto- Le reprocho la castaña para luego ambas mirar a su hermanastra- ¿Qué haces aun ahí parada, cenicienta?.
Emma apretó la mandíbula al escucharla llamarla así- Busco al príncipe que huye siempre de ti- Respondió con algo de burla, pero podrían escuchar la molestia en su tono.
-Chicas, ya no tienen catorce años- Adam bostezo y estrujo sus ojos para tratar de caminar, pero algo lo detuvo- ¿Cómo estás ahí, cariño?.
Emma abrió los ojos exageradamente al notar la posición de su sobrina- ¿Por qué esta abrazando tu pierna, Adam?-
-Porque está asustada...-Acaricio su cabellera negra- Y esta pesada, para cargarla.
-Creo que te espera una noche laaaaarga, hermana- Dijo la melliza castaña para luego reír con burla.
La pelirroja sonrió de lado para luego mirar a su hija- ¿Cariño, que te parece dormir con la tía Denise?-
-¡No!- Exclamo Denise.
-Tía Denise, ¿Ya no me quieres?-
-Te quiero, pero no quiero dormir contigo así- La señalo con su dedo para luego cruzarse de brazos.
-¿Quién grito?- Le pregunto Adam a su mejor amiga.
-Belinda- Respondió mientras hacia una mueca al imaginarse el dolor de la chica- Pobrecilla...
-¿Por qué?- Pregunto esta vez, Anastasia.
-No sé cómo, pero se clavó un pedazo de cristal en el pie- Explico con normalidad para luego cargar a su hija.
-¿Y ella está bien?- Anastasia señalo a la pequeña rubia en brazos de su mami.
-Solo está cansada- Acaricio su cabellera rubia con mimo.
-Durmió toda la tarde, es una perezosa- Objeto Adam.
-Tú dormías hasta las ocho de la noche en vacaciones- Le reprocho Emma.
-Tu ganas- Dijo para luego tratar de caminar, pero su hija se lo impidió- Ya, mi amor, debes soltarme la pierna.
-No- Respondió en un pequeño susurro.
-Visto, que no va a soltarme. Me dormiré- Suspiro con frustración para luego agitar su mano en despedida- Oren por mí- Pidió para luego caminar hacia su habitación con su hija abrazando su pierna.
-Suerte, Adam-
-Gracias, Emm- Respondió entre bostezos mientras se alejaba por los pasillos.
-Bien, cariño...-Emma observo a su hija para luego acariciar su mejilla- Vamos a dormir ¿Si?.
-Shi- Respondió con una leve sonrisa para luego recostar su cabeza en su hombro.
Al día siguiente…
-¿Por qué no me avisaron de esto?- Interrogo Mylady con seriedad para luego mirar al resto de los presentes- ¡Respondan!.
-Por favor, no gastes tu garanta en gritos absurdos- Bastian lo miro agotado de escucharla- Y no te dijimos, porque no te incumbe.
-Soy la dueña de este lugar, Bastian. Me incumbe, todo lo que pase en el castillo-
-No, no, por supuesto que no- Nego con una sonrisa burlona, para luego reír con cierta ironía- Te recuerdo, que la heredera ya está aquí. Ya puedes dejar de fingir que eres la dueña de todo.
-Bestia, no te atrevas a faltarme el respeto-
-Umm…-Arqueo una ceja con una media sonrisa- ¿Adivina, Trameine? Ya lo hice.
-Bestia…-Gruño con molestia- No te atrevas a provocarme, no te va a gustar.
-No, tú debes cuidarte…-Se acercó a ella y gruño bajo como si fuera un animal salvaje- Sabes, como soy.
-Buen día a todos- Emma le dio un pequeño toque a la puerta para avisar su llegada, interrumpiendo la pelea de ambos- Ahg, ustedes…-Se cruzó de brazos mientras miraba a los castaños.
-¿Ustedes?- Interrogo Mylady con una ceja arriba.
-Ninguno de los de me agrada- Se alejó de la puerta para observar el estado del museo- ¿Y la varita no apareció?.
-No- Respondió el ojiazul con cierta decepción en su tono- Creo que si la robaron.
-Es terrible- Murmuró Emma- Más de veinte millones perdidos. ¿Debemos denunciarlo o qué?.
-No-
Emma arqueo una ceja y avanzo hacia su madrastra- ¿Y por qué no? Robaron algo muy valioso. Debemos hacer algo, a no ser que tu...-Entrecerró los ojos mientras la miraba como si la juzgara- Sepas donde está. O quizá, la vendiste para remodelar el lugar.
-¿Estás diciendo que yo tuve algo que ver con la despareció de la varita?- La interrogo con seriedad y enojo.
-De ti, puedo esperar todo- Respondió la ojiverde con seguridad.
-Yo no vendí la varita, Emma- Dijo con enojo- Siempre has sido una chiquilla con la peor imaginación y pensamientos que ha habido y han de haber.
-Umm…-Levanto las cejas aceptando eso como una especie de cumplido- Gracias, madrastra.
-Basta de juegos, Emma- Exigió molesta de su actitud- Tenemos que encontrar la varita.
-¿Nada más se perdió?- Pregunto la rubia mientras recorría el lugar ya libre de vidrios rotos.
-Solo la varita- Respondió Bastian.
-Soy a la única a la que le parece sospechoso- Interrogo con cierta diversión mientras observaba a Mylady perder la paciencia- Digo, tantos cambios aquí, y vaya, el oro y los nuevos candelabros debieron ser costosos. ¿Cierto, madrastra?.
-¡Cierra la boca, niña insolente!-
Emma avanzo hacia ella con la furia plasmada en su rostro- Sabes, algo ya no soy una niña. Así que será mejor que dejes de gritarme cada vez que te place, porque la ama y señora ya no eres tu…-Negó mientras la señalaba con uno de sus dedos- Soy yo. Y puedo sacarte de MI castillo, si se me place.
Mylady apretó los puños para luego respirar profundo y tocar las arrugas que acaban de aparecer en su frente.
- Busca la estúpida varita- Dijo para luego salir de la habitación tratando de evitar regresarse y lanzarle una bofetada a Emma, para que dejara de parlotear.
-Bien hecho-
-Siempre quise ponerla en su lugar- Sonrió victoriosa para luego suspirar como si se sacara un alivio menos de encima- E inculparla de robo fue más bien, venganza.
-Aun así, bien- Le sonrió levemente para luego tocar su hombro, pero ella retrocedió de inmediato- Emma, debes decirme porque me tienes miedo.
-No te tengo miedo a ti- Se mordió el labio y suspiro- No quiero hablar del tema, déjalo así.
-Emma…-
-¿Cómo esta Lindy?-
-Se cortó, pero estará mejor. ¿Y tú pequeño rayo de sol?-
Rio un poco- Esta desayunando la deje con Adam y Ellie, quiero que haga un lazo con mi familia, así sabrá que tiene una familia cuando nos vayamos de aquí-
-¿Perdón? ¿Irse?-
-Sí, nos iremos-
-Emma, no pueden irse, no otra vez- Negó con preocupación.
-Sí te preocupa el castillo, no lo venderé. Puedo cederte mi derecho sí quieres, pero me iré pronto…-Dijo para luego girar y caminar hacia la puerta, sabía que Bastian le daría todo un discurso y trataría de persuadirla para que se quede.
-Emma, aguarda- La tomo de la muñeca evitando su salida- Debes quedarte.
Emma palideció al instante para luego levantar la mirada lentamente y mirarlo a los ojos- Suel…tame-
-Emma, por favor. Quédate-
-Suéltame, Bastian- Pidió en un débil susurro y desvió la mirada al sentir sus ojos cristalizarse- Suéltame.
-Emma, debes quedarte, no puedes huir de nuevo…-Frunció el ceño al sentirla temblar- ¿Emma? ¿Qué tienes?...-Acerco su mano a su rostro y la tomo del mentón con suavidad para hacer que lo mirara, los orbes verdes de aquella hermosa mujer frente a él se veían llenos de pánico y lágrimas, se veía quebrada- ¿Qué te sucede? ¿Te sientes bien?.
Emma se mordido el labio y cerró los ojos no quería que Bastian se volviera parte de esos recuerdos que odiaba recordar- Solo suéltame-
Bastian la observo un par de segundos para luego apartar su mano de su muñeca con lentitud y retroceder- Oye, de verdad...Necesito saber que te sucede-
Emma retrocedió y bajo la mirada para luego salir evitando por completo a Bastian, no quería mirarlo y que el notara lo mal que estaba desde hace tanto tiempo, Emma solo era una mujer traumatizada que evitaba cualquier tipo de contacto masculino, porque todos los hombres ahora para ella, representaban una posible amenaza a su seguridad.
-¡Hey, Emma...!- Se acercó a ella- Acabo de encontrar la...¿Que tienes?.
Nego un par de veces para luego mirarlo- Bastian, me tomo del brazo, Adam-
-Entiendo- Asintio mientras la miraba de manera comprensiva- Pero Bastian, está en contra del maltrato femenino, es un gran fan, diría yo- Sonrió levemente y levanto una de sus manos- ¿Puedo?.
-Si- Acepto para luego dejar que la abrazara, enterró su cabeza en su pecho para luego respirar profundo- ¿Y las niñas?.
-Están jugando en el jardín- Acaricio su cabello rubio.
-¿Solas?- Se apartó del abrazo del inmediato.
-Están con Anastasia y Denise-
-¿Esas dos locas están cerca de mi hija?- Pregunto algo alterada- ¿Enloqueciste? Me odian, y Ally es prácticamente mi versión de ocho año, que todos amaban y ellas no. Tienen razones para odiarnos, razones tontas, realmente.
-No te odian. Bueno…No tanto- Ladeo la cabeza para luego observar la puerta de cristal, que daba vista a uno de los bellos jardines del castillo- Solo juegan en el columpio.
-Eso es peor- Abrió los ojos preocupada y camino hacia la puerta.
-¡Estarán bien!-
-¡Me tiraron de ese columpio a mí!- Grito mientras avanzaba hacia la puerta.
-Mujeres- Gruño para luego darse la vuelta e irse, frunció el ceño al ver la puerta abrirse y luego una mujer desconocida junto a dos niños entro- ¿Puedo ayudarle?.
La mujer levanto la vista topándose con los ojos del hombre- Si, ammm...-Camino hacia el mientras detallaba su rostro, que se le hacía extrañamente familiar- ¿Bastian Beast? ¿Dónde está?.
-¿Quién lo busca?- Arqueo una ceja de manera interrogante.
-Aurora-
******
-Quiero salir- Se quejo mientras hacia un puchero con los labios.
-Si, cariño, pero…-Potts camino hacia Lindy con una bandeja con el desayuno en sus manos para luego dejarlo en la mesa de noche- Tu padre dijo que debes quedarte en la cama, hasta que se sane por completo la herida.
-Él no es doctor-
-Tu tampoco- Le sonrió levemente, para luego levantarse y organizar un poco la habitación- Recuerda que te cortaste con un cristal, que no es de este mundo. Y esos cristales si pueden herirte.
-Lo sé, nana. Lo sé...-Suspiro cansada para luego observar el techo- ¿Cuándo regresaremos a casa?.
-Puedes visitar Paris, en las vacaciones. Por ahora, no- Tomo unos cojines y los sacudió para sacarles el polvo de encima.
-No hablo de Paris-
La Sra. Potts se vio obligada a dejar su tarea para mirarla un poco seria- Estamos trabajando en eso-
-Han pasado cinco años. Decían que esa mujer, Emma, era la respuesta, ella ni siquiera sabe qué clase de poder está en sus manos, cree que todo en el museo es falso…-Dejo caer sus brazos sobre la cama- Es una estúpida.
-Belinda…-
-Es la verdad. ¿Baterías en el cetro? ¿En serio?- Pregunto irónica- No pudo pensar en algo más estúpido. El cetro no usa baterías, lo que paso anoche, fue un mensaje de Maléfica, hacia Lady Trameine de que iba a matarla por dejar a Aurora, aquí...
-¡Belinda!- La interrumpio con seriedad para luego cerrar la puerta y caminar hacia la cama- Tu padre, dijo que no se puede hablar de esto, y mucho menos aquí.
-¿Y desde cuando le hago caso?-
-Esto es serio, Lindy. No es un capricho, este es el destino de nuestro hogar, y las gemelas aun no saben de donde vienen en realidad, si llegaran a escuchar algo…-
La interrumpio -No sabrían que hablamos de ellas- Desvió la mirada y tomo una tostada- Al igual que Emma...-Mordió la tostada- Son muy estúpidas en estas cosas.
-Ten mucho cuidado, jovencita-
****
-¿Y cuántos años tienes, Ellie?- Pregunto Ally mientras, era balanceada en el columpio por Anastasia.
-Nueve- Respondió la pequeña castaña mientras su tía balanceaba el columpio en el que ella estaba.
-¿Cómo se siente tener nueve?- Pregunto con curiosidad- Debe ser divertido.
-Solo tiene nueve, no es su independencia- Dijo la castaña obvia.
-Pero al tener nueve puedes hacer más cosas. ¿Cierto?- Pregunto Ally.
-¿Cosas, como que?- Le pregunto Anastasia.
-Cosas como…-Pensó un par de segundos- Ver televisión hasta las once.
Las gemelas soltaron una pequeña risita para luego mirarse y negar- Ni hablar-
-Y menos en tiempo de escuela- Dijo la pelirroja.
-Rayos- Ellie hizo un leve puchero de frustración- No es tan bueno, tener nueve años te da más responsabilidades. Y más tarea…-Hizo una mueca- Odio las multiplicaciones.
-Hablando de multiplicaciones...-Inicio Anastasia mientras balanceaba el columpio- Deberías practicar matemáticas.
-¡Noo…!- Se quejó mientras agitaba las piernas.
-¡Siiii…!- Respondió la pelirroja provocándole una risita a la castaña y la rubia.
-¿Multiplicaciones? ¿Qué son?- Pregunto la pequeña Ally.
-Cuando lo veas en la escuela, lo sabrás…¡Au!- Aparto sus manos del columpio mientras observaba sus manos.
-¿Estas bien?- Le pregunto su gemela.
-Si, solo...-Hizo una mueca- El estúpido columpio me rompió una uña.
-¿Estúpido?- Interrogaron ambas niñas.
-¡Denise!- La regaño la pelirroja.
-No son palabras que ellas no hayan escuchado ya- Quito el pedazo de uña roto para luego suspirar- Bien, ahora debo limarlas todas para que se vean iguales. Que frustrante.
-No creo que te cueste mucho. Lo haces todos los días- Opino la pelirroja con algo de burla.
-No lo hago todos los días- Frunció el ceño un poco ofendida.
-Lo haces todos los días, desde que te visito el hada de la pubertad- Se cruzó de brazos mientras las observaba desde los asientos.
-Hola mami- Ally agito su mano para saludarla.
-Holo, amor- Le sonrió para luego dedicarle una mirada seria a sus hermanastras.
-¿Nos acechas, Emma?- Le pregunto la castaña.
-De hecho...-Blanc se levantó de la silla y a pasos lentos camino hacia lo columpios, para poder mirar a las gemelas- Las acecho.
-¿Decidiste jugar a los espías, otra vez?- Le pregunto la castaña entre risas.
-Déjame adivinar. Adam te está ayudando, como siempre- Anastasia observo a su alrededor con una leve risa tratando encontrar a su esposo oculto en un alguno de los arbustos.
-No es un juego- Aseguro con un tono serio.
-Claro…-Las gemelas se miraron un tanto extrañadas por la actitud de Emma, para luego empujar lo columpios hacia delante.
Una mano atrapo la mano de Anastasia con brusquedad, la pelirroja frunció el ceño al notar como lentamente apretaba su muñeca.
-¿Y ahora qué haces?- Interrogo la Sra. Jace.
-Dejándote claro tus límites, Anastasia-
-¿De qué rayos hablas?- Anatasia sacudió su brazo tratando de soltarse de su hermanastra- ¿Puedes soltarme, ya? Pareces una loca.
-Escúchame, Anastasia. Eh tolerado muchas cosas de ambas, pero no tolerare que alguna de ustedes tan solo piense en hacerle algo a mí hija...-
-¿Enloqueciste?- Denise frunció el ceño desconcertada con su acusación.
-No- Emma hizo una pequeña pausa para luego mirar a la pelirroja- Hay límites, Anastasia. Y te aseguro que no pienso dejarte cerca de Ally, no confió en ti, ni en tus intenciones.
-Ya no somos niñas, Emma- Le respondió con seriedad para luego apartar su mano- Y te informo, nunca lastimaría a una niña. Soy madre.
-Me da igual- Negó y se encogió de hombros sin tomarle importancia- Conozco muy bien la clase de arpía que eres, y realmente me pregunto ¿Qué vio Adam en ti?. Me alegra que se van a divorciar.
-Emma- Denise apretó la mandíbula mientras lo fumigaba con la mirada.
-¿Por qué te alegra eso?- La pequeña Ellie se paró junto a Emma y tiro de su mano para llamar su atención, algo que logro de inmediato- ¿Por qué te alegra que mis padres tengan problemas?.
-Ellie regresa al columpio- Le ordeno su tía.
-¿Por qué a usted le alegra eso?- Ellie observo a Emma de manera interrogante y con algo de tristeza.
-Porque es una bruja, celosa y caprichosa que siempre quiere alejarme de tu padre- Respondió Anastasia por Emma, dejando que su rabia y rencor que ha arrastrado por años hacia Emma tomaran el control.
-Oye, no le digas eso- Le pidió Emma un tanto enojada por sus palabras- Es una niña, Anastasia.
-Me parece que eso no te importo cuando empezaste a hablar mal de mí, eh- Levanto las cejas con astucia- Y Emma, no has cambiado nada, sigues siendo la misma manipuladora y caprichosa que siempre trata de alejar a Adam de mí.
-¿Perdón?- Pregunto indignada- ¿Cuándo he estado en medio de ustedes?.
-¡Toda nuestra vida, Emma!-
Emma soltó una risita- Por Dios. Anastasia ustedes empezaron a salir luego de la graduación, un par de años después, quizá-
-Adam, y yo estamos juntos desde primer año- Dijo Anastasia- Y el problema en nuestra relación siempre has sido tú y las incesantes ganas de mi esposo de protegerte a toda costa. Y por una parte, es gracias a ti que nos vamos a separar, ya debes estar feliz ¿No?.
-¿Desde primer año?...-Frunció el ceño confundida, busco y busco en su mente algo que le diera indicios de que eso fuera cierto, en su interior rogaba que no fuera cierto, pero sus recuerdos le dieron la razón a Anastasia- Pero…¿Cómo nunca lo note?.
-Adam nunca quiso apagar el sol de su sistema solar. Tú-
-Mami…- Todas las miradas fueron a la pequeña Jace, que lloraba débilmente ante ellas- ¿Qué está pasando?.
-Nada, amor- Anastasia le dedico una mirada de odio a la rubia para luego cargar a su hija y limpiar sus lágrimas- Estamos bien. ¿Sí?, estamos bien.
-Mejor, vete- Le recomendó Denise, con cierta molestia.
Emma tomo el brazo de su hija para luego arrastrarla al interior del castillo, mientras ignoraba por completo sus llamados, no paraba de pensar en lo que le dijo Anastasia, y por primera vez, no estaba enojada con ella, sino con él.
-¿Por qué no me dijiste?- Murmuró pensativa.
*****
-Aurora, eh- Se cruzó de brazos y frunció el ceño.
-Sí, Aurora- Ladeo la cabeza mientras lo observaba fijamente tratando de saber quién era ese hombre- ¿Él está aquí?.
-Sí, debe estar por aquí…-Observo a los dos pequeños que lo saludaron con la mano, una leve sonrisa se formó en sus labios y les regreso el saludo- Puedo decirle que alguien lo busca-
-Gracias-
-¿Cuál dijiste que era tu nombre?- Observo fijamente los orbes azules de la mujer, se sentía diferente al mirar sus bellos ojos.
-Soy Aurora...-
-¿Aurora?- Plument paro su caminata al ver a la mujer y a los pequeños, avanzo unos pequeños pasos hacia ellos con una sonrisa- Aurora.
-Plument- Pronuncio con una sonrisa.
-¿Y ustedes que, niños? ¿No van a saludarme?- Plument inclino para luego mirarlos con una sonrisa.
Los niños se miraron con una mueca de desagrado para luego mirar a su madre y negar, no era como si, Plument fuera su persona favorita, realmente Plument, los ponía muy incomodos con su comportamiento, tan peculiar.
-Abrásenla, no sean mal educados- Les murmuró su madre con cierto reproche para luego mirar a la mujer con una sonrisa amable- Hola Plument.¿Y Bastian?.
-Oh, esa Bestia, debe estar por ahí…¿Qué hacen aquí?-
-Bastian me llamo- Respondió la oji azul- Dijo que era algo sobre...-Observo al curioso Adam que aun seguí ahí, observándolas hablar- La herencia de mamá.
-¿La herencia de tu mamá?- Pregunto Adam- ¿Quién es tu mamá?.
El par de rubias intercambiaron unas miradas dudosas para luego mirar hacia el museo, observando relucir levemente el cetro de Maléfica desde ahí.
-Aurora…-
-Bastian- Murmuró con algo de alivio al ver al oji azul, un suspiro de alivio salió de sus labios para luego caminar hacia él.
-Llegaste, al fin- Pronuncio el hombre para luego envolver a la mujer entre sus brazos, para luego acercarse a su oído- Dime, que te encuentras bien- Le susurro.
Aurora se separó un poco del abrazo para mirarlo con aquella chispa de esperanza y desespero en sus ojos azules- ¿Era ella, Bastian? ¿La escuchaste?- Le pregunto algo ansiosa.
Bastian coloco sus manos sobre sus hombros y la observo un par de segundos- Era ella, Aurora-
-Por Dios...-Murmuró con los ojos cristalinos- Vamos a volver a casa, al fin.
-Si…-Le sonrió y despeino todo su cabello- Vamos a volver, Aurora.
-¡Por fin...!- Chillo emocionada y se lanzó a los brazos del hombre.
-Ya en serio- Adam se acercó a Plument mientras observaba el encuentro amistoso del par de oji azules- ¿Y ellos que son? ¿Es por ella que Lindy odia a Bastian?.
-No…-Negó con risitas- Ella es la razón por la cual Lindy sigue con vida. Es Aurora, es dulce, amable, divertida, y muy valiente…-Explico mientras observaba a la recién llegada, para luego mirar al castaño junto a el- Ella es como Bella, la madre de Belinda, pero rubia y de ojos azules, por una parte podría verse como si fuera Bastian en mujer, pero más agradable.
-¿Y esos niños?-
-Son sus hijos. Allegra y Mattie…-Señalo a la pequeña rubia para luego señalar al castaño- Son un amor, los adoro.
-Me parece que ellos a ti, no tanto-
-¿Qué?-
-Nop- Negó y se rasco la nuca- Nada.
-Adam Emile Jace- La voz enojona de cierta rubia se escuchó en el lobby del hotel, todos llevaron su atención a la rubia de ojos verdes al escucharla hablar y al escuchar sus ruidosos pasos.
Aurora abrió la boca con sorpresa mientras observaba a Emma- ¿Ella es…?-
-Sip- Respondió Bastian con una sonrisa burlona- Se ve como Ester, pero es como Axel.
-No lo creo- Negó con una leve sonrisa dibujada en su rostro y algo de impresión en sus ojos- Es una De Louis, esa sangre es dominante.
-¿Por qué caminas molesta?- Le pregunto Adam.
-¿Por qué camino molesta?- Pregunto enojada para luego golpearlo un par de veces en el pecho- ¡Eres un gran idiota!.
-Oye- La tomo de los brazos para evitar que lo golpeara- ¿Qué demonios te ocurre?.
-¡Sales con Anastasia desde primer año!- Le grito Emma furica.
-Demonios- Murmuró Emile- ¿Quién te dijo eso?.
-¡¿Quién, crees!?- Golpeo su hombro con su puño- ¿Por qué jamás lo dijiste? Soy tu mejor amiga, soy tu hermana...-Le reclamo con molestia- No puedo creer que me ocultaste esto, por años.
-Oye, tú y Anastasia, se odiaban, y creo que tú la odiabas más. No quería que empeoraran- Se encogió de hombros- Pero fueron tonterías, éramos niños. No creo que sea una razón para que te enojes conmigo.
Emma apretó la mandíbula para luego darle un último golpe en el pecho- Eres un idiota- Se giró y avanzo hacia las escaleras enojada para luego subirlas de la misma forma.
-Sí, es una De Louis- Aseguro la oji azul.
-Emma, espera…- Se acercó a las escaleras y las subió con rapidez- Emma, aguarda…- Sus palabras fueron cortadas por el sonido de un puertazo que se escuchó en todo el castillo.
-¿Y todo ese drama, que?- Interrogo Aurora.
-No lo sé. Solo sé que Emma y Anastasia nunca desaprovechan una oportunidad para pelear- Explico Bastian mientras observaba las escaleras entretenido por el sonido de los golpes que Adam le daba a una puerta.
-Tío Bastian- Lo llamo la pequeña rubia con una sonrisa.
-¿Qué tal, princesa Allegra?- Tomo a la pequeña en brazos y beso su mejilla- ¿Y cómo estas, campeón?.
-Súper- Respondió el niño para luego chocar los cinco con su tío- ¿Dónde está, Lindy?.
-Oh, ella está arriba recuperándose-
-¿Recuperándose?- Pregunto Allegra.
-¿De qué?- Mattie arqueo las cejas de una manera algo exagerada, pero divertida para muchos.
-¿Le paso algo a Belinda?- Pregunto esta vez Aurora.
-¿Nunca van a parar de hacerme preguntas todos al mismo tiempo, cierto?- Les pregunto para luego sonreírles.
-Tio Bastian…-Mattie pico el brazo del hombre llamando su atención- ¿Podemos ver a Lindy?.
-¡Si, si, si!- Grito una y otra vez Allegra- ¿Podemos verla?.
-Ahhh…-Bastian suspiro mientras observaba las escaleras del lugar- No lo sé, niños.
-Pero quiero verla- La pequeña hizo un puchero de tristeza que solo funcionaba con su tío, su madre rodo los ojos y se cruzó de brazos al saber que conseguiría lo que quería.
-Lo sé, princesa. Pero, Lindy quizá este dormida-
-Subamos para ver si lo está. Y si duerme...-Hizo una pausa para permitirse pensar unos segundos- La despertaremos.
-No se enojara, al vernos a nosotros- El pequeño castaño sonrió con inocencia.
-Por favor, no hagas esa cara de tío complaciente que siempre haces- Le pidió Aurora con cierta desaprobación.
-No puedo decirles que no, Aurora- La miro con rendición para luego mirar a Sadrine- Plument, ¿Podrías llevar a los niños con Lindy?.
-Oh, por supuesto. Los llevo de inmediato- Se acercó a ellos con una gran sonrisa y tomo la mano de Mattie- Ven, Allegra.
Allegra hizo una mueca para luego abrazar el cuello de su tío- ¿Y por qué no nos llevas tú, tío?-
-Porque tío Bastian…Aurora cargo a su hija para luego dejarla en el suelo- No va a llevarte a todos lados, como si aún fueras una bebe que ni caminar puede…Hizo puchero para luego besar su frente- Vayan con Plument, y sean amables con ella.
-Pero mamá...-Los niños miraron con disgusto a su madre por su pedido, ir con Plument nunca les gusto.
-Vayan con Plument- Abrió los ojos exageradamente tratando de no ser tan evidente al frente de la rubia.
-Mami…-Gruñeron entre dientes.
Aurora se agacho al frente de ambos y los miro con aquella mirada de desaprobación y decepción por su comportamiento- Es un ser humano-
-Pero no de los agradables- Dijo Allegra con disgusto.
-Allegra- La regaño Aurora.
-Es verdad- Mattie le dio la razón a su gemela.
-Bien- La oji azul se levantó para luego cruzarse de brazos- Plument, ¿Serias tan amable de llevar a los niños con Lindy y ayudarlos a instalarse? Y espero que no sea mucho pedir pero…-Suspiro mientras pestañaba dramáticamente, la quijada de los niños cayó al suelo al saber el significado de ese gesto- ¿Podrías cuidarlos todo el día de hoy? Tengo asuntos importantes que debo hacer.
-Mami-
-¿Podrías, Plument?- Le preguntó Aurora con su tono dulce y esa mirada tierna que hacia tantos años que no utilizaba, pero sabía que lograba manipular con facilidad a todos así.
-Oh, por supuesto que sí, Aurora- Acepto de inmediato y tomo a los pequeños de los brazos, los niños trataron de soltarse pero la mirada amenazante de su mamá hizo que se quedaran tiesos- No te preocupes, Aurora. Has lo que debas hacer, yo me encargo de tus niños. Vamos, niños…-Caminaron hacia las escaleras y las subieron mientras los niños simplemente observaban con suplica a su mamá.
-Bay, bay, niños- Aurora agito su mano en despedida para luego reír.
-Eres cruel- Aseguro entre risas para luego tomarla de los hombros.
-Aprendí de la mejor- Respondió con una sonrisa que con los segundos se volvió nostálgica.
-Debo mostrarte algo- Dijo pausadamente para luego guiarla por el lugar, hasta llegar al salón de reliquias y empujar la puerta con una mano- Después de ti.
-No dejas de ser un príncipe, que trata de impresionar a una doncella- Levanto las cejas con burla y palmeo su hombro para luego ingresar y observar el lugar- No entraba a este lugar en...Años.
Cerró la puerta para luego girar y caminar hacia ella-Si-
-¿No habían vitrinas de cristal mágico, aquí?- Pregunto extrañada al notar la ausencia del cristal, recordaba lo mucho que Axel y Ester se esmeraron para mantener esos objetos seguros.
-Se quebró-
-Es cristal mágico…- Objeto confundida, pero el oji azul no la dejo continuar.
La interrumpió- Fue anoche-
Los ojos azules de Aurora se llenaron de lágrimas al entender que había ocurrido- Fue mamá-
-Sí- Le dedico una mirada compasiva para luego rascar la leve barba en su rostro- Lo escucharon todos, se quebró el cristal, empujo a Lindy al suelo, fue un desastre.
Asintió levemente y limpio la lagrima que bajo sin su permiso por su mejilla -¿Escuchaste a mi mamá?-
Bastian camino hasta quedar frente a ella y poder observarla bien- Dijo tu nombre. Sonaba molesta, y…-
-¿Y?-
-Grito…-La observó un par de segundos para luego seguir hablando- "Devuélveme a mi hija, Mylady".
-Ella trata de regresarme a casa- Murmuró, en sus ojos azules apareció una chispa como si se le hubiera ocurrido una idea- Trata de regresarme- Le sonrió al hombre frente a ella y camino hacia el libro de hechizos de Evil Queen para luego abrirlo.
-Aurora...-Dijo su nombre tratando llamar su atención, pero estaba tan concentrada rebuscando en el libro, que ni lo miro- Aurora, ¿Qué estás haciendo?-
-Mi madre trata de conectar conmigo, algo raro pasa, Bestia...-Camino por la habitación y tiro todo lo que había en una mesa al suelo para luego dejar el libro sobre el- Algo muy grande -Froto sus manos para luego estirar su brazo hacia la vitrina de coronas, una corona con diamantes verdes y de un objeto sucio y desgatado como la plata llego hasta su mano- Y cambio mi corona, es una señal.
-¿Señal de que?- Le pregunto y trato de observar los escrito en el libro, pero las paginas empezaron a volar de un lado a otro con rapidez evitando sus posibilidades de leer su contenido.
Aurora se cruzó de brazos y lo fumigo con la mirada- Lo miraste-
-Debes quitarle ese hechizo- Le pidió un poco harto.
-No puedo quitarlo, Bestia- Negó para luego quitarse el abrigo y frotar de nuevo sus manos.
-Creí que eras una bruja-
Aurora tomo el libro y coloco contra la mesa con fuerza, mientras observaba enojada al hombre- En primer lugar, soy un hada oscura, hija de la única hada oscura nivel maestro. Lo que significa que soy un hada, sin vuelo, y con poderes de bruja, pero ¡NO SOY UNA BRUJA!.
-Ay, perdón- Levanto las manos en símbolo de paz- Olvide lo mucho que se ofenden las hadas, cuando las confundes con brujas.
-Es ofensivo, Bestia- Froto sus manos con potencia- Pero veo que aun tienes algo de ese rey cabeza hueca, superficial.
-¿Qué planeas hacer?-
-Conectar con mamá- Informo con una sonrisa para luego chasquear los dedos, inmediatamente el cetro viajo hasta sus manos inmediatamente se ilumino y una honda verde salió de él, golpeando las paredes del lugar.
-Aurora...- Una voz misteriosa se escuchó, una voz que el par de oji azules reconocieron.
Aurora y Bastian intercambiaron miradas de sorpresa, para luego el hada dedicarle una sonrisa a la ex Bestia, para luego colocar sus dos manos sobre el cetro y acercarlo a ella, la luz verde creció iluminándola de una manera, que Bastian por un momento creyó ver a la madre de Aurora, en lugar de la dulce y burlona Aurora.
****
-¿Por qué la cara larga, eh?- Tomo una galleta con chips de chocolate para luego morderla- Lindy…-Insistió al no obtener respuesta.
La chica suspiro mientras observaba perdidamente algo en la pared- Quiero volver a casa. Al castillo-
-Sí, sabes...-Se inclinó un poco hacia ella para luego observar las galletas y tomar una- Yo también. Es lo que más quiero, y que papá y mamá puedan dejar de fingir que mi nacimiento solo fue parte de un cuento de hadas.
-Sí, es parte de un cuento de hadas- Le dedico una pequeña sonrisa para luego enredar sus manos en su cabello y jugar con él.
Charlie sonrió al sentir el tacto- Y tu nacimiento también-
-Es diferente...-
La interrumpió- No, no lo es, Belinda- Tomo su mano y la aparto de su cabello- Tus padres, no son personas reales, todos son parte de un maldito cuento para niños. Que Ester o Hadasa, como sea que se llame, creo para que seamos el entretenimiento de su hija-
-Entonces tampoco somos reales- Concluyo con algo de seriedad- Tú y yo, no somos reales-
-No lo somos, Lindy- Negó para luego bajar la mirada en un par de segundos.
-No somos personas reales. El cristal, el vidrio y los cuchillos de este mundo no nos hieren, en nuestro hogar teníamos diez años por veinte años, y nunca íbamos a crecer. Vinimos aquí, tú creciste, y ahora debo lidiar con la menstruación- Suspiro con frustración- Nunca íbamos a crecer.
El chico negó mientras miraba los ojos azules de la princesa- Nunca-
-Y no sé si sea… Bueno o malo-
Los dos chicos se miraron para luego suspirar y bajar la mirada, en el fondo siempre lo notaron, sabían que no eran reales, no eran reales, pero podían sentir como los demás, y era aún peor, que el dolor físico.
La puerta se abrió y entraron a la habitación Plument, junto a dos pequeños que esa familia adora, dejando a Chips y Lindy asombrados.
-¡Sorpresa!- Grito Sadrine con una sonrisa emocionada.
-¡Allegra!-
-¡Mattie!-
-¡Monstruos!- Gritaron Belinda y Charlie al unísono, para luego recibir a los niños con un gran abrazo.
****
-Vamos, Emm, abre la puerta, por favor- Golpeo la puerta con su puño para luego suspirar- Debemos hablar.
-No puedes dejarla en paz, nunca-
Adam suspiro mientras apoyaba su cabeza en la puerta para luego girar y mirarla- Debo arreglarlo, está enojada y dolida, Anastasia-
-¿Y yo no lo estoy?- Se cruzó de brazos.
Suspiro con pesadez y metió las manos en su cabello- Sé que lo estás, pero…-
Lo interrumpió- Sabes, Adam, parece que nunca sabes cuando estoy enojada. Siempre debo decirte lo que me pasa, para que puedas dejar de orbitar alrededor de Emma-
-Esto no tiene que ver con Emma, ¿Podrías dejarla fuera de esto?-
-Esto también la involucra a ella, Adam- Camino hacia el algo seria- Sé que adoras a Emma, pero he soportado que la coloques todo el tiempo antes que a mí. Debía saberlo-
-No debías decirle. Se sintió herida y traicionada, era mi deber decirle, no era el tuyo...Debe odiarme ahora-
-Sí, quizá lo haga. Y tiene razones, al igual que yo, al ocultarle lo nuestro por más de quince años-
-¿Esto era lo que querías no? Que se enojara conmigo, siempre la quisiste lejos de mí, pero no creí que le hicieras esto apropósito…-
Lo interrumpió- No hagas tanto drama, Adam. No te alejaría de ella, sé que no puedo separarlos, siempre lo supe-
-Entonces, ¿Por qué le dijiste?-
Anastasia rio secamente- Cuando lo notes, búscame- Negó con algo de decepción para luego darse la vuelta y desaparecer en el pasillo.
-Vaya, Adam, creo que nunca has madurado, niño- Se alejó de la puerta de su habitación para luego caminar hacia él y negar varias veces- El problema no son ellas, eres tú. No sabes darle el espacio que merecen a cada una.
-Suegra, por favor, no te metas en esto también- Le rogo Jace.
-Bien, pero cuando te quedes sin esposa y sin hermana, no finjas que no se te advirtió lo que pasaría- Mylady le dio la espalda y camino a las escaleras para luego bajarlas, encontrándose con su nieta junto la pequeña Ally sentadas en las escaleras- Ellie, nena. ¿Qué sucede?.
-¿Mamá y papá están discutiendo, abuela?- Las lágrimas bajaron fríamente por el rostro de Ellie, y por primera vez, alguien logro mover algo en el corazón Mylady Trambley.
-Nena…-
-¿Discuten, por mi mamá, Sra. Trembley?- Ally soltó un pequeño sollozo para luego bajar la mirada.
-Allyson...-Una chispa de preocupación por ambas niñas se hizo presente en sus ojos, no veía a niñas llorar desde que el padre de su hijas falleció, era igual de doloroso- Okay, aun lado. Muévanse- Se sentó en medio de ambas niñas y las observo a ambas llorar pensando en que hacer- Demonios. ¿Qué hice con las mías?...-Murmuró.
-¡Abuela…!-
-Ya, ya lo siento, nena, lo siento- Rodeo con sus brazo a su nieta para luego limpiar sus lágrimas- Y nena, debes saber que nada de lo que pasa, es tu culpa. De ninguna, ni es culpa de nadie.
-Mamá, dijo que era culpa de tía Emma, que ya no estén juntos- Enterró su cabeza castaña en las costillas de su abuela- ¿Es cierto? ¿Es culpa de la tía Emma?.
-¿Tu madre dijo eso?- Apretó la mandíbula mientras pensaba en la idiotez que había hecho su hija e hijastra.
-Sip- Respondieron las dos pequeñas con tristeza.
-¿Y que más dijeron sus madres, niñas?- Les pregunto con una leve sonrisa- Algo más, que las hirio.
-La tía Emma, dijo que estaba feliz que mamá y papá…-Bajo la mirada poco a poco con tristeza- Ya no estén juntos.
-¿Emma?- Pregunto asombrada.
-Si- Ally susurro esa palabra para luego suspirar- Lo siento, Ellie.
-Yo también lo siento, Ally- Las pequeñas se miraron para luego tomarse de la mano y volver a mirar el suelo.
Mylady hizo una rara mueca de confusión para luego dejar de abrazar a su nieta e inclinarse hacia atrás para observar mejor a esas niñas- ¿Y ustedes por qué demonios, se están disculpando?.
-Abuela…-
La interrumpió- No- Negó con su dedo para luego seguir con un tono seria- No es su culpa, lo estúpidos que pueden llegar a ser sus padres, aun se comportan como unos niños. Y mami, papi y tía Emma, tienen cosas que nunca lograron resolver, a veces van a pelear por tonterías de cuando eran unos mocosos, malcriados…
-Abuela- Se quejó la pequeña por su vocabulario que según su madre, estaba prohibido.
-Lo siento, hermosa...-Beso su cabello negro para luego abrazarla- Pero es que son las únicas palabras adecuadas para describirlos.
-Mamá dice que son malas palabras, abuela- Agito su dedo en su dirección para luego tocar su nariz, y reír con su abuela.
-¿No es nuestra culpa, Sra. Tremblay?- Ally la miro atentamente esperando una respuesta.
Tremblay la observo un par de segúndos, y por un momento pudo ver a la pequeña Emma, llorando en el funeral de su padre, vio la misma fragilidad y culpa en ella.
-No- Acerco su mano a su cabello y lo peino un poco, por un momento recordó como era tratar de peinar el cabello de su hijastra de niña, pero era obvio que no era el mismo cabello, era más suave y manejable, lo que le hizo pensar un poco, Emma y Ally eran distintas- No. Es tu culpa, Ally, ni tuya, Ellie. Ustedes son niñas, y sus padres podrían ser otros niños, pero nada de lo que paso debe, ustedes deben jugar y portarse mal. Y enloquecer a sus padres.
Las niñas soltaron risitas por su comentario, Mylady sonrió al verlas mucho mejor, para luego permitirse observarlas bien, esas niñas eran como sus madres cuando eran niñas, físicamente, pero había cosas que las diferenciaba mucho, Allyson y Elizabeth eran distintas, pero iguales.
-Niñas, en la sala de reliquias, hay una caja purpura con un moño, hay unas seis barbies, y una bolsa con dulces- Las miro a ambas para luego sonreírles y soltar a su nieta- Vayan, por sus obsequios.
-Okay- Ellie sonrió y tomo la mano de Ally para luego levantarse y correr hacia el salón de reliquias, y tratar de empujar las grandes puertas, pero no pudieron.
****
Emma apretó los puños con enojo al escuchar los golpes en su puerta, y la voz insistente de Adam, no quería escucharlo, no quería verlo, no quería ver a la única persona que no creyó que alguna vez le mentiría, pero resulta que le había estado mintiendo por muchos años.
Una pisca de decepción estrujo su corazón, le dolía mucho, que su mejor amigo no haya confiado en ella, la engaño por tantos años, le dolía tanto saber que Adam nunca tuvo el valor para contarle, y aun más que esa idea de que quizá su rivalidad con Anastasia, causo que él se guardara ese secreto.
Le dolía mucho más.
No debía regresar, no debía regresar ahí, ese ya no era su lugar, no tenía tiempo, para encargarse de esos mismos dramas con los que lidiaba de niña, ahora tenía una hija, y de alguna manera debía seguir adelante sola con ella, no debería estar pensando en eso.
Pero ese lugar estaba diseñado para enloquecerla y hacerla recordar en todo lo que no quería pensar, sus padres murieron ahí, llevándose consigo la felicidad de su hija, y dejándola en manos de una odiosa mujer y sus horribles hijas, sus ilusiones y sueños murieron, James reparo una parte de ella, y luego volvió a destrozarla y la quebró mucho más de lo que ya estaba antes.
Su cabeza se volvió un completo desastre, y los recuerdos de todo lo que vivió, que la atormenta a veces, se apodero de ella, cegándola por completo.
Tomo una cajita musical que estaba sobre la mesa, un antiguo regalo de Adam para ella, el ultimo regalo que él le había dado, antes de mudarse a Alemania, con las promesa de que algún día la acompañaría en Broodway, tontas promesas de dos niños, observo a la bailarina moverse al ritmo lento de la música, la melodía se escuchaba en sus oídos como si solo dijera traición.
Un par de lágrimas mojaron su rostro mientras observaba a esa bailarina y su fiel compañero, todo el tiempo, sin dudarlo, ni cuestionar, siempre dispuesto a bailar con ella, solo pudo pensar, -Debes tener mucha confianza para bailar con alguien por la eternidad- ;Una confianza que ella creía tener con Adam, pero jamás la tuvo.
Sin dudarlo lanzo la caja musical hacia la pared, la caja golpeo un cuadro haciendo que este cayera y se viera un agujero relleno con cajas.
-¡Odio este lugar!-
Cayo sobre sus rodillas mientras lloraba con ira, no soportaba estar en ese lugar rodeada de traidores e interesados que solo la habían traído ahí porque necesitaban a la verdadera dueña para poder seguir generando dinero en el castillo, solo era una fábrica de dinero para ellos.
Necesitaba a sus padres, necesitaba sentir sus abrazos y escuchar sus frases alentadoras, los necesitaba de vuelta. Emma sollozo y llevo sus manos al collar con el dije de corazón para atraparlo en su puño.
-Los necesito conmigo- Murmuró entre sollozo.
La melodía de la caja musical llego a sus oídos logrando distraerla de su sufrimiento, levanto la mirada del suelo y se limpió las lágrimas para observar a su alrededor tratando de encontrar el objeto, pero su atención recayó en ese agujero con un montón de cajas. Se levantó del suelo y avanzo hacia las cajas para luego tomar una de ellas y el resto cayeron al suelo, dejando su contenido a la vista de Emma.
Algunos libros, fotos, joyas preciosas, muy preciosas, se sentó sobre sus rodillas y tomo la joyas en sus manos asombrada, a miles de kilómetros se podía notar lo valiosa que eran, tomo una pequeña caja y las regreso a su lugar, para luego tomar un libro con un moño rojo junto con una nota, con la caligrafía y firma de Axel Branc.
Tomo la tarjeta y se recargo de la pared para poder leer con comodidad.
Para mi princesa Emma, hoy cumples dieciséis y es el momento adecuado para que recibir esto, y que escribas tus propias historias y hagas tan felices a millones de niños, con tu ingenio.
-Con amor. Papá.
Emma trago saliva con una mirada nostálgica, sus dedos recorrieron la tapa del libro hasta llegar al moño y apartarlo con cuidado de no romperlo, para luego abrirlo, un bolígrafo negro cayó sobre sus piernas, cuando las paginas lo dejaron libre por fin luego de tantos años.
Lo tomo entre sus dedos y lo observo detenidamente, su atención recayó sobre la línea dorada y reluciente que sobresalía entre el color negro del objeto, era un bolígrafo muy bonito.
Sonrió débilmente y para luego presionar la tapa y empezar a escribir con tinta dorada y brillante en la primera página, tenía tanto que pensar, pero pocas palabras que decir.
"Quisiera saber qué debo hacer".
*****
Las puertas del salón se abrieron, y las niñas junto a Mylady entraron en la habitación, notando todo lo que sucedía, las niñas observaron espantadas el aura verde que estaba en todo el lugar y a la mujer que sostenía el cetro, para luego gritar con pánico.
-Mylady, niñas- Bastian las miro con preocupación, lo último que quería era que alguien entrara y notara lo que Aurora trataba de hacer.
Mylady lo observo y luego llevo a su mirada a la mujer, esa cabellera rubia y la corona sombría le dijeron de inmediato quien era, explotando con ira al ver sus intenciones.
-¡AURORA!-.
Una onda verde salió del cetro con más fuerza, pero esta vez viajo directamente hacia cierto punto, Ellie y Ally, fueron envueltas en el aura verde dejando a todos shockeados, y las pequeñas espantadas para luego de dos segundos desaparecer y toda esa aura regresar a su punto de origen, dejando en el suelo un broche rosa y un pequeño pugg morado, pertenecías de las niñas.
Aurora y Bastian intercambiaron miradas de preocupación para luego mirar el cetro, en mano de la princesa.
-¿¡Pero qué hiciste, Aurora!?- Le reclamo Mylady mientras avanzaba hacia la princesa- ¡Te llevaste a mi nieta!.
Continuara...
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